Segundo aniversario
Aho3 nr13
_Madrli
iag~era^
UI
3Bsf
Cubile-cubilis: Sustantivo neutro. Lecho, cama;
dormitorio; morada; nido; guarida, madriguera.
Ano 3, no 13
Julio-Agosto 2009
Dep6sito legal: pp200702FA2591
Directorio:
Director: Ennio Tucci
Editora: Jenifeer Gugliotta
Consejo Editor:
- Jenifeer Gugliotta
- Mariana Chirino
- Ennio Tucci
Disefio y montaje:
- Ennio Tucci
- Mariana Chirino
Colaborador:
- Carlos Galeano
Correo: edicionesmadriguera@yahoo.es
Sitio Web: http://www.madriguera.ya.st
Coro, Estado Falc6n-Repuiblica Bolivariana de Venezuela
HECHO EL DEPOSIT DE LEY
Inventamos o cerramos.Editorial .2
Cubile cumple ahos.Emilis Gonzalez .5
I I Cubile: diocese de la madriguera
de la musaraha.Gabriel Figueredo .6
3 Cubile o c6mo nadar contra
la corriente.Camilo Mor6n .8
M Recorrido visual de una pila
bautismal.Marifel Alvarado .11
SLa silla.Evelin Esteicochea .13
Mi ombligo y yO.Mariana Chirino .14
^ La historic del misantropo.Yngrid Pifiero .16
Poemas de Norys Saavedra .19
c Poema de Enzio Provenzano .20
Poemas de Carmen Al Sehnawi Omaha .22
Poemas de Emilis Gonzalez .23
Poema de Luis Manuel Pimentel .24
Poema grafico.Carlos Galeano .25
INVENTAMOS
No podria hablar de Musarafia
de una forma objetiva (desde afue-
ra) porque nunca me he sentido fue-
ra del Grupo, desde que conoci este
proyecto me senti comprometida
con el mismo al lado de Jenifeer y
Ennio, ellos ya tenian todo armado
en su cabeza o por lo menos eso me
hicieron career. Confieso que des-
conozco de los tecnicismos de las
grandes imprentas y de la virtuo-
sidad de quienes las manejan, pero
s6lo confio en algo que genere frutos
que se puedan ver y palpar, ya que,
el exceso de teorizaci6n lo hace todo
tan confuso y complicado y casi im-
posible de hacer. Nosotros de la
nada estamos dando algo, creando
un espacio en el que podamos ex- leyendo s
presarnos y decir quienes en verdad no durar
somos. Creo que aqui caben todos s6lo segu
los que est6n dispuestos a trabajar y comprom
hemos tratado de dejarlo en claro.
Con el Grupo Musarafia he
sido editor, ilustradora, caletera,
pegadora de panfletos, hacedora Disefin
de Nestea, entire otros. Pero no me comunic;
quejo porque siempre damos de qu6 native fu
hablar, mis por lo bueno que por propusin
lo malo. Por nuestros espacios han Porque la
pasado muchas personas pero no la estanc
todos aguantan la mecha, la mayoria va a reco
siguen siendo buenos amigos que enfrentai
en algfin moment volvemos a ticas que
encontrar, en alguna tertulia o construy
.0S
us textos. S6 que el Grupo
di para siempre, creo que
Liremos con 61 mientras el
iso siga intacto.
Mariana Chirino
ir y mantener un medio
able, una via, una alter-
e uno de los retos que nos
los al inicio y lo logramos.
palabra llega, se queda en
ia, adsorbe el significado y
rrer las calls, dispuesta a
rse a las miradas, a las cri-
dispersan la verdad o la
en.
Son muchos los amigos cercanos
y lejanos que nos acompafian, que
reparten su palabra desde nuestra
tierra, palabras que encienden de
letras el trayecto cubriendo mais
que el medio, las vidas de quienes
leen Cubile cada mes.
Estos afios de crecimiento natural
se lo debemos a todos los amigos,
los circunstanciales, los que afin nos
acompafian en la lucha, aquellos
que fueron alejados por el empleo,
por los studios y una que otra obli-
gaci6n, amigos todos a pesar de las
distancias y las diferencias.
Seguros estamos que la palabra
seguird reencontrindonos en re-
citales, en madrigueras y Cubile,
siempre serin bienvenidos.
jenileer Gugliotta
Cada vez va creciendo mis Cu-
bile, iniciando con algunos escri-
tos y ahora es de gran interns para
muchos. Es tan satisfactorio darse
cuenta de las personas que acom-
pafian una a una sus ediciones, los
que la buscan por los alrededores,
los que la leen en las plazas, ofici-
nas, colegios, universidades; es un
orgullo ver en las manos de cerca-
nos y hasta desconocidos a la revis-
ta, y un gran entusiasmo sus gestos
de agrado y atenci6n.
Llena de alegria ver esta revista
que es comentada y criticada, tanto
para bien como para mal. Gracias a
ella se les abren puertas a muchas
personas para publicar y ser leidos,
estos textos pueden encontrarse en
las diferentes ediciones que se han
hecho. Sin la existencia de Cubile
quedarian guardados escritos, o se
perderian entire papeles.
No nos detendremos, lucharemos
enfrentando cada situaci6n que se
nos present y seguiremos mante-
ni6ndonos con todas las publica-
ciones, buscando cada vez nuevos
espacios, nuevas voces, nuevas for-
mas de expresar, nuevas formas de
disfrutar la palabra.
Marina Lugo
De la propuesta, la persistencia
y la resistencia de un medio de
comunicaci6n para la literature que
funda sus bases y se construye en
el ahora. Y sucede que la propuesta
se nos hizo cada vez mis difusa y
m~s lejana, y apareci6 la raz6n de
mayor fuerza.
ZHasta qu6 punto, nosotros -
simples mortales- estdbamos en ca-
pacidad de virar en un sentido pro-
pio, en busca de una "utopia" que
nadie mis pudo ver, y ademis en-
causar nuestra acci6n cultural con
suficiente espiritu, con suficiente
poesia, como para hacernos Qui-
jotes en libre ejercicio del siempre
insano: "derecho de expresi6n"?
Es asi como lleg6 esta revista.
Con toda la incertidumbre pero
tambi6n con toda la humildad del
mundo, reunida en sus propias vo-
ces, las voces de muchos -ausentes
y presentes-. Con todo y grapa, pero
sin miedo de asumir la responsabi-
lidad de nuestra propuesta. Y es que
desde el principio aprendimos a lla-
marnos nosotros y ya no hay "tif"
"yo" ni "61", sino un solo nosotros
que nos alberga y alimenta.
Nfimero a nfimero hemos cre-
cido con ella y nos hicimos papel,
adquirimos valor de carbon hasta
altas horas de la noche, con arepas
y revoltillo.
Tal vez hemos sido tan anti-re-
presivos que nos dimos a la tarea
de comprometernos de cuerpo
entero con nuestros imposibles -y
esto tal vez es lo que tengamos que
Quijotes-, porque esa "prudencia
culpable" que padecen desde siem-
pre los grupos de "intelectuales"
(segfin Bricefio Iragorry), no nos
represent, y porque a estas altu-
ras del camino ya no nos quedan
utopias capaces de ser imposibles,
todas posibles en estos caminos
verdes.
Con el tiempo este cubil se nos
hizo una plaza, una calle, un patio.
Se nos hizo un cuerpo y un gesto de
fe hacia la ciudad. Y en este margen
construido desde cero, desde abajo,
hemos echado las bases para seguir
construyendo, y el convivir con
la revista sigue siendo un asunto
de paternidad, de cargar con ella,
de aprender y vivir con ella. Nos
hicimos parte de ella, mas que
un rifi6n o una pierna, la hicimos
parte de nosotros, entonces ella
nos nombra a todos los que en sus
piginas habitamos y nosotros la
nombramos a ella, y existimos...
Ennio Tucci
Cubile cumple anos
Por Emilis Gonzalez
enniotucci(gmail. comrn
Escribir por encargo siempre es
dificil, creo que por eso no podria
dedicarme al periodismo, porque al
tener a un editor pidi6ndome tantas
notas por dia sin duda alguna me
paralizaria y me impediria ganarme
el pan. Cuando los muchachos de
Musarafia me pidieron esta nota
me paralizaron, simplemente no
sabia qu6 escribir ni c6mo hacerlo.
Decidi que escribiria desde mi
sentimiento, y desde mi particular
razonamiento, que es siempre desde
donde escribo.
Mis amigos de Musarafia han
dicho en alguna ocasi6n que ellos,
en la vida cultural falconiana, se
sienten como en un rio donde hay
dos orillas y que de vez en vez se
acercan a una orilla y saludan y en
algunas ocasiones se acercan a otra
y saludan con igual carifio. Yo creo
que no estoy en ninguna orilla (o lo
deseo con fuerza al menos), yo creo
que tambi6n estoy en el rio, pero en
una isla, una isla un poco desierta,
arida, una isla a la que nadie visi-
ta ni toma en cuenta ni le importa
siquiera que exista, esa situaci6n
me ha encantado porque yo suelo
ser extremadamente timida y ex-
tremadamente hurafia. Y para mi
ha sido una sorpresa que alguien
visit mi isla, y me hable o me salu-
de, una sorpresa que result grata,
por eso no ech6 a patadas de mi isla
a los osados visitantes, por eso los
aprecio, por eso en este nuevo ani-
versario espero que sus proyectos,
cualesquiera que estos sean, se con-
creten. S61o les pido que cuando na-
veguen en ese rio recuerden mi isla
y visiten de vez en cuando.
Esta nota surge porque Cubile
cumple afios, estamos de placemes,
nos alegramos sin duda alguna.
En mi casa cuando alguien cumple
afios nos reunimos en torno al fes-
tejado y cantamos el cumpleafios
y comemos torta y le deseamos lo
mejor por este nuevo afio de exis-
tencia, lo hacemos asi sin much
bombo, sin aspavientos, pero con
much carifio sin duda alguna. Eso
mismo me sucede hoy. No tengo un
gran regalo para los muchachos de
Musarafia, no tengo sino los buenos
deseos y este pequefio escrito que
resume mis deseos por una labor
fructifera en esta nueva etapa que
seguro ahora iniciarin, espero que
sigan haciendo tanto ruido como
hasta ahora, espero que sigan divir-
ti6ndose como lo han hecho hasta
aca, deseo que no se alineen, y que
sigan invitando a sus events.
e
dicese de la
madriguera de la
Musaraha
Por Gabriel Figueredo
gabrieleduardof(aagmail. comn
"La poesfa es una hormiga
devorando un caramelo
en el fondo de la mar"
Manuel Barreto
Quizis fue para la primera, o
segunda edici6n, no lo recuerdo
bien, cuando oi hablar de la revista
Cubile. Laurangel Guerrero me
envi6 un correo donde hablaba de
esta revista. Luego volvi a oir de
ellos, pero esta vez, por medio de los
panas Juan Manuel Parada y Marco
Gentile de YO ediciones. Fue Juan
quien me hizo llegar la "Antologia
de la cueva", un libro artesanal con
una portada elaborada en cart6n,
ese con el que se fabrican las cajas.
El disefio del libro no era mas que
una mano pintada sobre el marr6n
desnudo de la caja. Lo cierto de
todo esto es que el trabajo de Ennio
Tucci, Jenifeer Gugliotta y Mariana
Chirino ha tenido un impact
innegable en Coro, logrando hacer
eco en otras ciudades del pais.
Y es que estos tres amigos que
conforman el Grupo Musarafia han
logrado consolidar un espacio para
morar: Su madriguera. Su cubile.
Sencillez, ingenio, fuerza, y sobre
todo, constancia son algunas de
las palabras que puedo usar para
definir a estos amigos que nos dan
unalecci6ndeautogesti6nyeficacia,
en una hora donde los proyectos
editoriales, a grueso modo, parecen
estar adheridos a los presupuestos
gubernamentales. Estoy seguro que
seguiremos oyendo hablar de ellos
por much tiempo. Estoy afin mis
seguro de que por alli seguiremos
encontrindonos en su
madriguera, uniendo
fuerzas para el combat, E4
para la lucha de las ideas.
Y puede que sea vilido
parafrasear al poeta
Manuel Barreto y decir ___
que "la poesia es una
musarafia devorando
un caramelo en el fondo
de la mar" y vale decir
que son afios devorando
caramelos en un mar que
no pretend extinguirse.
Ante nuestros ojoshan
aparecido,ydesparecido,
decenas de revistas, que
al parecer, han sido el
centro de cada uno de los
proyectos editoriales alternatives,
emergentes o no, y es que la mayoria
de estos proyectos han ido al olvido
con sus revistas. Muchos de ellos
han estado mendigando didivas
de instituciones para "poder
mantenerse" y lo finico que han
logrado es la desaparici6n, luego de
lapublicaci6nde unao dosediciones,
arrastrando ademis cualquier
cantidad de rumors sobre el mal
uso del dinero, debido a la baja
calidad de sus publicaciones. Por
otro lado estin quienes costeando
los gastos que implican estas
publicaciones terminan derrotados
al ver consumidos sus presupuestos
personales para mantener a flote
ostentosas revistas.
Expongo todo esto porque
los amigos del Grupo Musarafia
parecen girar en torno a intereses
mis profundos que una revista.
Mas bien da la impresi6n de que
la bfisqueda de estos amigos se
plantea en la consolidaci6n de
nuevos espacios y nuevas voices.
Sin contiendas, pero con firmeza;
sin arrogancia, pero con dignidad.
Apropiados de un enorme sentido
de responsabilidad se aduefiaron
de la ciudad, de sus calls, de
ellos mismos, para dar lecciones
sin pretensiones petulantes, mis
bien con la mis grande de las
humildades.
Celebramos con la garganta
fresca, la lucha de quienes a diario
transitan por la aridez de un suelo
reverdecido de poesia. Celebramos
con avidez, no por los dos afios
recorridos, sino, por lo que habrin
de llegar en breve.
Salud camaradas de letras,
hermanos de luchas e ideas.
8
Cub ile 0 como Na dar
Para cada generaci6n -acota
Ortega y Gasset- vivir es una ex-
periencia en dos dimensions, una
de las cuales consiste en recibir lo
vivido -ideas, valoraciones, institu-
ciones-; la otra, dejar fluir la propia
espontaneidad. El espiritu de cada
generaci6n depend de la ecuaci6n
que estos dos ingredients formen,
de la actitud que ante cada uno de
ellos adopted la mayoria de los indi-
viduos cuya suma conforma la ge-
neraci6n. Ha habido generaciones
que sintieron una suficiente homo-
geneidad entire lo recibido y lo pro-
pio. Entonces se viven 6pocas acu-
mulativas. Otras veces han sentido
una profunda heterogeneidad entire
lo propio y lo ajeno, y sobrevienen
6pocas eliminatorias y pol6micas.
Irrumpen generaciones de comba-
te. Esto nos lleva a una reflexi6n
memoristica: Corrian o reptaban
los pusilinimes, frivolos y vacuos
afios 8o. Una cantante melenuda y
desgrefiada, con una cuidada pose
de rebeldia cantaba Generaci6n Ha-
lley; aquello pretendia pasar como
un himno generational, empero no
pas6 de ser un 6xito commercial de
vida breve e irrelevant. Mas per-
durable, musicalmente hablando,
fue el legado de baladas que sobre
los corazones adolescents -y otros
corazones no tan jojotos- hicieron
lover en los ocasos de aquella d6ca-
da Yordano, Franco de Vita y Mon-
taner. Los 90 fueron otra cosa...:
una sensaci6n saludable de incre-
dulidad se extendi6 como un sa-
rampi6n entire quienes contibamos
veinte y tantos veranos. Los fil6so-
fos europeos redescubrian a Nie-
tzsche, con pasmo se maravillaban
ante el hecho incuestionable de que
Baudelaire habia existido, y desca-
radamente eludieron las verdades
que Paul Feyerabend consign6 en
Contra el Mktodo. Esquema de Una
Teoria Anarquista del Conocimien-
to. En la mfisica, Metallica adquiria
proyecci6n mundial; en Colombia,
contra la Corr iente
Por Camilo Moron
camilomoron(gmail.com
P"- 1"', tre
Vives conjugaba la tradici6n con la
modernidad; en Venezuela, Baute
-apodado maute- era abucheado
justicieramente por los genuinos
llaneros vegueros. En nuestra psi-
que descreida no pasaba defender-
nos de la acusaci6n de que nuestra
generaci6n fuera un colch6n, o lo
que fuera... Eramos robustamente
nihilistas, generacionalmente ha-
blando.
La revista Cubile responded a sus
propias coordenadas. Esto puede
parecer una verdad de perogrullo:
los series humans actflan en un
tiempo, en una sociedad y en un lu-
gar determinado. ZNo fue Ortega y
Gasset quien dijo de si -queriendo
hablar de todos- "yo soy yo y mis
circunstancias"? A esta sentencia
podriamos responder: "Yo soy yo
y mis contradicciones". A Cubile le
han correspondido sus circunstan-
cias propias y sus propias contra-
dicciones. Consideremos algunas
de las tradiciones cortesanas de la
literature falconiana y contrast&-
mosla con la experiencia que sig-
nifica Cubile -al menos desde mi
inmodesta opini6n-: Los Mece-
nazgos: por lo regular los autores
intent ponerse a la sombra de un
arbol copudo aunque tenga las ra-
mas podridas; eso es lo de menos,
lo important es el padrinazgo del
mand6n de turno o la fotografia con
la figurilla del moment. Cubile no
recurre a homenajes rastreros o al
halago melifluo del patiquin litera-
rio que vive los quince minutes de
fama que para todos augur6 Whar-
hol. Las Finanzas: la variable eco-
n6mica del mecenazgo, salvo que se
atempera en que puede asumir un
rostro mis institutional; los gene-
rosos financistas pueden ser la Uni-
versidad, el Instituto de Cultura, el
Ateneo, la Gobernaci6n, la Alcaldia,
el IPC emparentado con el IMC,
CADAFE, el IMAU, cualquier ins-
tituci6n pasada, present o future.
Esta dependencia explica en buena
10
media la corta vida del grueso de
las publicaciones en el terrufio ca-
quetio: puesto que el impreso vio la
luz gracias a los aportes de un ente
gubernamental, al concluir el perio-
do de gobierno se acaba la savia...
Cubile ha sabido prosperar al mar-
gen de las instituciones. Esta es una
de sus fortalezas: autintica publi-
caci6n outsider, como los peces pe-
quefios vive de sus propios nutrien-
tes. La Permanencia: desde luego,
la dependencia financiera ayuda a
explicar la efimera vida de muchas
de las publicaciones, pero no con-
cluye el tema: otra de las causes de
interrupci6n abrupta es la ceguera.
Al no tener un rumbo cierto, las pu-
blicaciones flaquean, se pierden y,
finalmente, sucumben como conse-
cuencia de su propia inopia. Cubile
tiene una misi6n clara desde sus
inicios, en el Editorial del nfimero
1 (julio-agosto, 2007), declara: "No
venimos a pedir la palabra, LA ES-
TAMOS TOMANDO POR ASAL-
TO". Y en una frase que es un pro-
grama: "Esta es una Revista de la
masa para la masa:" Los Feudos o
Shogunatos: los series humans son
por naturaleza gregarios, les gus-
ta reunirse en grupos, convivir en
grupos, jugar en grupos, conspirar
en grupos, repartirse la prebendas
en grupos, hacer el tonto en grupos,
como bien dijo Schiller: "Tomados
cada uno por separado son pasa-
blemente inteligentes. Todos juntos
son un solo idiota". Los feudos son
pequefias parcelas de poder que los
grupos y grupfisculos forman en
torno a sus intereses. Los shogunes
son los patriarcas y matriarcas de
estos grupos que actflan como una
manada de hienas en las sabanas de
un Serengueti cuasi intellectual. Cu-
bile es una convocatoria amplia por
oposici6n a un "aparato editorial
en manos de algunas Mlites a quie-
nes se les asigna el uso exclusive de
los recursos." Y enfatiza: "Esta vez,
la propuesta viene del otro lado, de
esa sociedad que se neg6 a ser civil:
del barrio."
Si Cubile fuera un velero, y si
quienes publican en ella y la leen
fuesen marines y aventureros, seria
apropiado decir que la estrella que
marca su rumbo es la Poesia. Cierto
que en sus piginas hay espacio para
la narrative, el ensayo, el dibujo y
la fotografia, pero su alma, su sino,
su misi6n, es esencialmente po6ti-
ca. Y esta claridad es la clave de su
supervivencia, porque no se puede
llamar de otra forma una vida gana-
da a "pufio limpio". Ya escribi6 Cal-
zadilla: "La peor de las tentaciones
en contra de la poesia/ se cumple
cuando es el poeta mismo el que de-
fecciona/ Traici6n a la patria, grita
el acad6mico, sin poder/ disimular
su alegria, saltando en una pata."
Ante ese acad6mico saltimbanqui,
ante los shogunes literarios, ante
las tribus de escritores y escritor-
zuelos consagrados a la sombra de
los copudos arboles de ramas car-
comidas, lanzamos a lo alto como
una advertencia apocaliptica: "Y
que no le digan que hay reserves y
reserves/ de poetas haciendo cola,
porque se pega un tiro".
_____________ 11
Recorrido visual de
una pila bautismal
Por: Marylel Alvarado
marvfelalvarado(,hotmail. comn
BANCO CENTRAL DE VENEZUELU
CA.C~.8
lb CINcITENTA BOLIVARES
802218~~ 0* 0F~22 1
Escribir sobre una imagen es
escribir sobre una de las tantas
formas de sentir el descubrimiento.
Camino a trav6s del largo pasillo
de La Casa de Bello que parece
prolongarse hasta el infinito. El
cielo esti en el medio al igual que
los arboles y la luz que llega desde
ese centro. Se siente el viento.
Camino y me encuentro con la
pila bautismal que utilizaron para
bautizar a Andr6s Bello. Comienzo
a pensar en qu6 es eso de la utilidad.
Comienzo a pensar en algunas
de las formas en c6mo esta pila
bautismal iba a ser contemplada
o ignorada. Algunos se detendrdin
y la observarin, otros solamente
pasarfinjunto a 6sta y nunca existirdf
(al menos para ellos), habri quienes
le tomarin fotos para guardarlas
en sus albumes y pensar que es alli
donde se guardian los recuerdos,
quizis las mostrarin a los demis
diciendo con orgullo que ese fue
uno de los lugares que no dejaron
de visitar, otros le darin permiso
a su imaginaci6n y escribirin un
poema o alguna historic a partir
de la contemplaci6n hecha a ese
objeto. Pienso en Andr6s Bello.
Escribir sobre los objetos es darles
una mirada y quizis un valor que
traspasa sus finalidades originales,
es ahondar en lo est6tico, en lo
imaginative. La utilidad impera
sobre el suefio. El suefio la vence
cuando el mundo se describe. La
pieza deja de tener una finalidad
especifica y se hace parte del
imaginario de un ser que nos
ha legado palabras, ideas, una
12
gramitica y el primer C6digo Civil
de Chile. Pienso en la humanidad.
En el fondo no terminamos de saber
con certeza algo sobre alguien.
Tal vez los poemas y diversos
escritos de Andres Bello sean el
finico legado possible para al menos
aproximirnosle. Siento la nostalgia
de sus noches europeas cuando
vivia en Londres. El exilio es uno
de los puentes para que nazca la
escritura.
Escribirsobreloqueseconservade
alguien es remontarse nuevamente a
losjuegos de la imaginaci6n. Pienso
en un humanista que toda su vida
se refugi6 en las bibliotecas a saciar
su infinita sed de conocimientos.
Tal vez se refugi6 en los libros para
encontrarse de nuevo en su Caracas
tan amada. Tal vez se refugi6 en los
libros para sofiar a la America que
luego seria parte de sus palabras.
Quizis su finica casa fue la poesia.
La pila bautismal es uno de los
legados de su memorial. Cuando
alguien los suefia, los objetos se
vuelven distintos como cada una
de las formas de contemplar el
mundo. Esa pila bautismal quizdis
fue el puente con la significaci6n
del nombre como primera forma de
existencia, fue el lugar en el que se
le dio nombre a este amante de la
sabiduria y 61 comenz6 a existir a
trav6s de ese nombre. Los nombres
son una forma de reafirmaci6n
cuando viene la muerte. La escritura
es otra forma de sobrevivir, de ser
alguien en el moment en que se
sellan los ecos de la mortalidad.
Pienso en Andres Bello y algunos
versos vienen a mi memorial y se
vuelven parte de mi existencia
"Divina poesia,/tfl, de la soledad
habitadora", y la soledad es alimento
de mi palabra y de su palabra. La
figure del hip6rbaton juega con el
orden del discurso del mundo de esa
escritura. Los cuerpos y la poesia
habitan finalmente en la soledad.
Pienso en los objetos o libros que
tanto amamos, que alguna vez nos
pertenecieron y luego serin de otro
que los suefie. Hay un poema en el
que Cristina Peri Rossi dice que su
casa es la escritura. Se sabe que ella
tuvo que dejar sus tierras uruguayas
para irse a Espafia y poderse salvar
de las crueldades de la dictadura.
Andres Bello tampoco regres6 a
Caracas y tal vez la evocaba tras sus
largas noches inglesas o chilenas.
Cuindo se ha dicho que la noche
tiene el genitivo de un pais y que las
noches caraquefias son distintas a
las noches de Londres o Santiago
de Chile. Cuindo se ha dicho que mi
noche en esta pequefia ciudad sea
distinta a todas las demis noches.
A las noches en cada pedazo del
mundo. La noche es la noche.
Nos dejamos abandonados en los
objetos para continuar. Hay cosas
que ya no nos pertenecen porque
no dicen nada de nosotros.
Dejamos de tener alguna signifi-
caci6n y nos destejemos en los ver-
bos. Las casas se cubren de polvo.
La pila bautismal tiene ese aire lleno
de rastros de la 6poca colonial. La
independencia era un suefio. Pienso
en los moments en los que Andr6s
Bello ensefiaba a Sim6n Bolivar a
pensar y a career en sus suefios, en las
libertades de cada trozo de mundo
y de pais, en las igualdades y la jus-
ticia social. America era apenas un
dibujo de lo que llegaria a ser.
Sim6n Bolivar seria un ejemplo
de las bondades de Andres Bello
como educador, como humanista.
Educar es una de las m~s hermosas
13
formas de humanizar. Y el tiempo
se detiene. Las casas se cubren de
polvo y se desmoronan. La ciudad
comienza a reconstruirse sobre su
sustancia original, sobre los restos
de lo que fueron vidas que s6lo
quedan escritas en nuestra memorial
colectiva. En el papel los pasillos se
prolongan hasta el infinito.
II
Cabizbajo el viejo poeta se sent,
por filtima vez, en aquella tambi6n
vieja silla; y como era su costumbre
quiso tomar papel y plumilla e
intentar escribir (no lo permitieron).
En esta oportunidad no parecia tan
ficil.
Las frases iban y venian a su
mente, sin detenerse siquiera... sin
impregnar de tinta el papel.
-iTal vez estoy muy viejo! Se dijo
a si mismo y sonri6.
Recost6 su ya encanecida cabeza
al soporte posterior de la silla
(le pareci6 tan c6il la). Baj6 los
pirpados y se dej6 llevar por un
infinite juego de bellas luces que se
arremolinaban en su cerebro... un
parpadeo el6ctrico se percibi6 en
todo el recinto, mientras el poeta
recitaba su mis bella composici6n.
No se dio cuenta cuando se qued6
dormido, ni sinti6 el punzante olor
a care quemada que rein6 en el
ambiente.
La muerte sali6 triunfante, por
la puerta principal de la c~rcel de la
ciudad.
Mi ombligo y yo
Una tarde, camino a casa, just
por donde quedaba el mercado
nuevo. Andaba vestida con un
pantal6n azul y con una blusa
blanca algo corta, que dejaba ver
mi ombligo (algo poco comfin
en mi). Al pasar por la entrada
principal del mercado, tropec6 con
una mujer de aproximadamente
treinta afios: rubia, esbelta, con el
abdomen piano y definido; mujer
que al ver mi abdomen, se detuvo
frente a mi manteniendo la mirada
fija sobre 6ste.
Qued6 sorprendida, pens6 que
algo malo pasaba con esa parte de
mi cuerpo, por lo que le pregunt6:
ZLe pasa algo?
Para mi sorpresa la mujer res-
pondi6:
-Usted tiene un ombligo feo...
grandiosamente feo.
No supe que responderle, s6lo
comenc6 a caminar ripidamente
imaginando desviaciones sexuales
en aquella persona.
Varios meses despues, casual-
mente me encontr6 con esa mis-
ma persona. Al verla caminar en
mi direcci6n no pude evitar ver la
forma de su ombligo, el cual me pa-
reci6 estrepitosamente conocido,
peor afin, su abdomen era id6ntico
al mio, hasta tenia la misma cica-
Por: Mariana Chirino
picazza84()gmail.com
triz que me hice al caer de un arbol
cuando era nifia. Ella me ignor6 y
pas6 por un lado. Recordando la es-
cena anterior, decide seguirla y pre-
guntarle el por qu6 del parecido de
su ombligo con el mio.
Le hice la pregunta, a la cual ella
respondi6 que s6lo era imaginaci6n
mia. No supe qu6 hacer, s6lo qued6
resignarme a compartir la forma de
mi ombligo.
Al afio siguiente, caminando por
el centro commercial de la ciudad,
me detuve a ver las vidrieras. Mi
asombro fue tal, al ver a todos
los maniquies con el ombligo
ligeramente abultado, con la
evidence pronunciaci6n de las
costillas y con una cicatriz del lado
derecho del ombligo. No quedaba
duda...
En un estallido de c6lera, entr6 en
aquel establecimiento commercial a
exigir una explicaci6n, la empleada
de la tienda al ver mi actitud molesta
y al escuchar mis interrogantes, con
un gesto discreto pidi6 que bajara la
voz.
-Sefiorita, me doy cuenta lo que
pas6 con usted. dijo- se nota que
usted no ve television, su figure es
rellena, es pequefia de estatura,
tiene los dientes grandes, el cabello
ensortijado y ademis su piel es
morena ZNo se ha dado cuenta que ya todas
las mujeres de esta ciudad nos parecemos?
Somos casi id6nticas fisicamente, mi
jefa seguramente al ver su ombligo quiso
imponer una nueva moda, algo ex6tica, que
pareciera natural y que fuera fea; iporque
sefiorita su ombligo es feo, muy feo...!
y todas las mujeres j6venes y- hasta los
hombres querrin tener un ombligo finico
como el de usted.
Qued6 espantada por aquellas
palabras, en un arrebato de furia
tome por los brazos a aquella
mujer, haciendo uso de una
sola mano, mientras que con la
otra le subi la blusa en busca de
su ombligo. Al ver su abdomen
constat6 mis sospechas, su
ombligo era distinto a todosj
los ombligos que habia vista--
en mi vida y era terriblemente
mis feo que el mio. Ate de
manos y pies a la vendedora de
la tienda, detris de la vidriera,
y con la blusa subida de forma /
tal que pudiera ser vista pori
todos los transefintes. Luego de
mantener aquella muchacha
por dos horas en aquella /
posici6n me dirigi a mi casa
un poco mis calmada. fI
Meses despues, cuando
salia de la ciudad, en la
autopista Falc6n Zulia, vi \
en una valla la publicidad
de una marca de cerveza en
donde aparecia una modelo
con un muy feo ombligo, que
felizmente no era el mio, pero
si el de una conocida.
.'
*LA ILISTORIA DEL
MISANTROPO
Por Yngrid Pinero
vngridvoselinna-mail. corn
El tiempo
transcurria rapi-
damente y yo me dejaba
engafiar por las agujas del N
reloj, mientras borrosamente re-
cordaba a aquel geniecillo maligno
de figure burlesca que me habia
hecho apetecer la venganza, senti-
miento que penetr6 en mi cerebro
y el cual madur6 en mi coraz6n con
la reserve digna a mi naturaleza de
carfiter. Vale decir que si de algo
me enorgullezco es de ese aplomo
que demostr6, siendo como soy
hombre de talante pacifico, ante
mis victims y mis consecuentes
acusadores; jams llegaron a sos-
pechar que la sonrisa afable de este
hijo del Altisimo se originaba en la
idea de convertirme en cruel carni-
cero, en el sentido mis culinario de
la palabra.
Pareciera que hubiesen transcu-
rrido largos afios desde aquel dia
en el que con espiritu meditabun-
do atravesaba las calls, infestadas
de esos series llamados humans y
a los cuales evitaba tropezar con
mecinica astucia, sin salir siquie-
ra por un segundo de mi estado de
sonambulismo semi conciente,
dentro del cual me sumia al recor-
dar la conversaci6n con mi amada
esposa, la pobre mirtir de mis ins-
tintos.
La noche del 4
de abril de 198... mi querida Tita
pos6 su mano sobre la mia y me
dijo:
Francisco, 4recuerdas a Andr6s,
aquel muchacho con quien estudi6
durante el bachillerato? Pues, ha
progresado, es duefio de una libreria
bastante grande y me ha hablado de
una vacant en su local. Yo seria la
encargada de las ventas en el nivel
superior. Pero como tfl debes saber,
por ser un procedimiento conocido
en todo establecimiento de ventas,
debo quedarme todos los finales
de mes hasta tarde para realizar
el inventario. ZQu6 dices? me
pregunt6 con inocencia Yo, como
ya he dicho antes, hombre bastante
tranquilo y, dicho por algunos, hasta
dominable asenti ante su petici6n
pero manteniendo en secret mi
sentimiento de desconfianza hacia
ese "caritativo" amigo del pasado.
Las noches que siguieron a la de
aquella conversaci6n se sucedian en
el mis desdichado insomnio que me
acosaba la mayor parte de la noche,
como product de un s6lo y finico
pensamiento: el cuerpo desnudo de
mi mujer frente a ese amigo librero,
ambos a punto de explotar por tanta
lujuria y dispuestos a mantener la
mis primitive de las c6pulas.
Pasaron algunos meses, y cuan-
do me disponia a regresar a mi casa
luego de terminada la jornada en la
acostumbradaesclavitudvoluntaria
que suelen llamar trabajo, tratando
de educar a larvas que luego de al-
grin tiempo habrin de convertirse
en desagradables y violentos series
humans, me atac6 de improvise la
infeliz vision de mi mujer y el libre-
ro. Era el ocaso del dia 30 de agos-
to; me dirigi con paso sereno hacia
la mis fatidica revelaci6n. Angus-
tiado cruc6 las calls hasta parar-
me frente a la puerta de la horrenda
libreria. Me ocult6 durante varias
horas entire los arboles, esperando
el moment just para sorprender,
mientras afioraba aquellos dias en
que viviamos mi amada Tita y yo
nuestro peculiar noviazgo; esforza-
ba mi imaginaci6n para retroceder
hacia 61. Cuando ya eran pasadas las
nueve de la noche me decide a en-
trar por la puerta de servicio
L. aunque movi6n-
dome con
Storpeza.
Entr6 y
11
subi la corta escalera de caracol que
conducia hacia el nivel superior,
ensimismado contempl6 algo que
nunca pude haberme imaginado: mi
mujer encima del cuerpo de un hom-
bre que pasaba por los espasmos
propios del orgasmo, convulsionan-
do y retorci6ndose ella cual gusano,
pero aquel hombre no era Andr6s,
el duefio de la libreria, sino Ruben
Morales, el miserable conserje del
edificio. Permaneci largo rato con-
templando aquella imagen espan-
tosa, en estado de letargo. Luego,
haciendo un esfuerzo sobrehumano
sali completamente abatido, enca-
minindome hacia la casa a esperar
pacientemente el encuentro con mi
mujer, mientras a cada paso crecian
mis ansias de carniceria. No pas6
largo rato cuando lleg6, y entran-
do me salud6 con el acostumbrado
beso que desde algfin tiempo ya me
sabia amargo. No hubo compasi6n,
en el moment en que se acercaba
la tome por el cuello y se lo rebane
como si fuese mantequilla. Luego
de descuartizarla me ocup6 en cor-
tar cada una de las extremidades en
pequefios cubos exceptuando la ca-
beza, la cual dej6 intacta, y me dis-
puse a preparar una deliciosa cena,
acompafiado por la cabeza de mi
querida Tita observindome desde
la mesa con sus ojos bien abiertos.
Antes, envolvi la mayor parte de
los cubos y los ubiqu6 dentro de un
agujero que habia hecho con ante-
rioridad en la pared de la sala,
coloqu encima los es-
combros de la anti-
gua pared y lo tap6
18
cuidadosamente. Hambriento con
tanto trabajo tome los cubos de car-
ne restantes y me dispuse a freirlos
acompafiandolos con una ensalada.
iTodo un festin!
Cuando me encontraba entrete-
nido en tan artistic tarea alguien
toc6 mi puerta. Mi sorpresa fue evi-
dente al percatarme por la mirilla
que quien me interrumpia era el
mismisimo Rub6n Morales. Decidi
dejarle entrar, pero antes escondi
cuidadosamente los utensilios y las
sobras de mi comida. Al abrir, Mo-
rales se abalanz6 encima de mi inte-
rrogdndome sobre el lugar donde se
encontraba Tita y dici6ndome que
ellos pensaban fugarse para vivir
juntos y toda esa tonteria de cuen-
to de hadas que dicen los hombres
cuando quieren acostarse con una
mujer. Le tranquilic6 dici6ndole que
ella acababa de irse al aeropuerto y
que si dudaba de mi palabra podia
revisar la casa. Se fue.
Durante la noche comenc6 a
idear la forma de dar parte a la
policia sobre la desaparici6n de
mi mujer sin que las sospechas
recayeran sobre mi. Pero, comenz6
en mi organismo algo que me hizo
entender que definitivamente no
poseia la misma tolerancia a la
care humana que los habitantes
de Sumatra o Africa Central, o que
tal vez el forcejeo con el amante de
Tita deriv6 en una mala digesti6n.
Un fuerte dolor estomacal me
mantuvo inmovilizado por dias.
Esto hizo que me deshidratara
enormemente y casi muero a causa
de mi antropofagia desmesurada.
Comenzaron las investigaciones
sobre la desaparici6n de mi esposa
y yo continuaba con el est6mago
hecho trizas. Algunos agents
me interrogaron sobre sefias
particulares en el cuerpo de mi
mujer las cuales me vi obligado a
transmitir desde el bafio.
Terminadas todas las declara-
ciones y habiendose marchado to-
dos los curiosos volvi a mi cuarto
y saqu6 del congelador la cabeza de
mi ya no tan querida Tita, al tiem-
po que me recostaba sobre nuestra
cama. Y, luego de varias horas, es
aqui donde permanezco contindo-
les mi historic y meditando, solita-
rio... al menos.
A Marlon Morato,
en La Habana
Perderemos las alas
en las plumas de la vertiente
Atn no desistas de la piel del azahar
de los cantos
En la distancia de los gusanos
bajo el suefio oscuro
habla y no leas sobre mi lengua
No pronuncies
la pupila de los grillos ,
brincando
En los relampagos sombrios
el ojo de lo vertido se abre
el mantra escondido
No levantes las pestafias
Pandora esti en la lluvia
despierta
Bafiandose debajo de las gotas
POCIMA DE COLIBRIES
Con el pecho tapado CO P.
sudo flores
Me pongo la cobija
Tomo guarapo de colibries
al degiiello
Macerados
con tres puntos
de muerte.
20
Rocola
Por: Enzio Provenzano
Verbo. Calma. . silencio. . hoyo negro. . luz y
oscuridad se frotan. Hacen el amor. Elipsis. Big bang,
circulos c6smicos. No veo nada. Existe un gran mundo.
Los volcanes botaron sus espermas. Estrellas hijas.
Tengo en mi alma y coraz6n oxigeno e hidrogeno. Quien
no los tenga simplemente nunca existi6. La loca luna nos
aguardaba antes de llegar. Guerra entire angeles, dicen
algunos. El ardid. Mi querido planet cuando nos estaba
haciendo no pensaba en la maldad. Es dificil, el bien y
el mal son hermanos, o; positive y negative se atraen.
Macho y hembra, hace m~s de 5 millones de afios no
pensaba estar aqui frente a ti ley6ndome. Veo tus ojos;
por qu6 pones esa cara. Relaja tus cejas, te estoy diciendo
algo normal y 16gico. No tengo la culpa de que no pienses
asi. Dime si el planet apareci6 en una semana. Lo que si
es cierto es que yo naci a los 9 meses. Hay que hablar con
Pit~goras haber que nos dice. Un saludo a Copernico.
Tambi6n a Galileo. Consciencia political. Colectivo
contra la ortodoxia. Hasta cu~ndo. Mantuanos locos por
el aurum. Triangulo de las bermudas, cord6n umbilical
de la tierra. Te tragaste un barco y un avi6n. Atlkntida;
si; riete; quisiera conocerte. Que dirian los sumerios.
Cada quien se parece a un animal; reptilico, limbico,
y neocortex. Las extremidades no son casualidad. Las
tiene un arbol aferrado a la pachamama mientras el
viento acaricia la verde cabellera que cambia de color
y constantemente hace el amor, cay6 la fruta. Newton
apareci6. Frio y calor. Aliento. Apartate no me quite
el sol; el detalle esti en los sentimientos. Permanece
tranquilo ante el dolor, la pobreza y la indigencia,
amor al bien. Virtud; tu verdad y tu ocaso. El miedo
nos observa para romper con el silencio. Cuinto vale
la 6tica, muchos roban ideas, sombra en las prisiones
si te liberan es un peligro. Feudal burguis; dime qui6n
es el papi del sol. Espacio, Tiempo, material, maiz y
cazabe. Revoluci6n de la agriculture. Verdadera, es la
que mis ha durado en el tiempo. Sin dudas. Quien dice
que no. Visita un conuco. Loca Ciudad, se quem6 el
televisor, la never y la plancha, no fui a pagar el recibo.
Alquileres de llamadas telef6nicas en plazas, parques,
esquinas, abastos, restaurants. Unos dan cr6dito para
post pago al 30%. Te pago en la quincena. Cambiame
un cesta ticket. Venden caf6. Tambi6n caramelos, el
de al lado vende peliculas, papel6n y cotufas. Existe
competencia entire ellos. El radio full prendido. No
me gusta el vallenato. Hermano. Coloca Ali Primera;
canci6n para los valientes. Circulaci6n de morosos.
El buitre del prestamista revolotea la zona. Pregunta.
Cuindo pagan. De pana. Hay que hacer un encuentro
de nifios que hablen sobre aborigenes, Jos6 Leonardo,
Francisco de Miranda, Sim6n Rodriguez, Bolivar y
Zamora. Ideologia. Educaci6n. Te apuesto que lo que ves
del peri6dico es el hor6scopo y los muertos de filtima
pigina. Ser6 mis romantico. Te dare un concerto de
piano. Para luego acariciarte con la energia que tienen
las yemas de mis dedos. Estremecer tus labios como
olas con espinas enamoradas. El hombre se vino desde
Africa. Africanus .Robustus. Habilis. Erectus. Sapiens.
El hombre se volvi6 loco. Mat6 un arbol para escribir.
Transporta sentimientos, forma guerra, salva vidas. La
luz y la oscuridad tuvieron un orgasmo. Dios. Suspira.
Sonrie. Descansa... aqui estoy...
Amaneci deambulando
ni un espejo
ni un diamante
ni el sereno del aura
ni la presencia que eriza
ni siquiera tus manos al abrigarme
cQu6 me pasa?
iAh, lo s6!
aiin no he regresado de la noche.
pet
pet
X!
X!
=
pet
;IN;
GOP2 rgop.)
pet
X!
iBasta! ... Me he quedado sin 6ter,
he muerto, entonces
callo y no callo,
anhelo gritar y no puedo
ZSerd que estoy muerta y no lo s6?
Tu nombre es el deseo
que se me niega,
la ciudad que se deshace a mis pies,
me hundo....
Y es que tengo un ocho dias,
sexo ficil,
olor a ti,
A .- muerte lenta.
Si veinte afios no son nada,
Por qu6 estos tres dias
me parecen un siglo.
ZPor qua?
Si despu6s de todo,
Tti tenias raz6n
y esto no funcionaba,
ni avanzaba,
ni retrocedia,
pero igual tengo,
este nudo en la garganta
y esta inmensa sensaci6n de fracaso
que ofende mi feminismo,
mi posmodernidad.
M
;;-SON
M
efta
b Trueno y sombra
Habria sido como un desparpajo en el viento cuando se oy6
venian a buscarnos de otras constelaciones
Azules y verdes color de eucalipto
los cimbronazos de la tierra gritando como si fuera Janis Joplin.
Encuentros semifluviales
Tazas de barro cocinadas con fuego de los ancestros
Pedestales grises y a lo lejos el hielo se deshiela.
Mas arriba estaban los animals press
Mas abajo los hombres press por las protests de cuatro pelagatos
Los silbidos de los pijaros le daban inicio a la ceremonia de la
cena.
Lentas pasaban las cosas que para otros eran muy ripidas
Las ensofiaciones de turbulencias daban como para seguir
pensando
Zque es lo que hay detris de la sombra?
Las luces se prendian solas y la abuela buscaba la llave para abrir el
cuarto
Zque es lo que hay detris de la sombra?
los ch6cheres tambien se prendia,
Zque es lo que hay detris de la sombra?
la gata estaba entrenada para apagarla
Zque es lo que hay detris de la sombra?
La perra muri6 15 dias despues que la abuela
Zque es lo que hay detris de la sombra?
la sombra seguia pegada en las pequefias ventanas
que tenia la puerta de su cuarto.
Volvia a cimbrar
de los postes salian sonrisas de turpiales.
a
V161%
25
Poema graiico
NOTA: Te invitamos a crear un
texto a partir de este poema grifico
de Carlos Galeano.
EL PUEBLO Y EL RFO
Era un pueblo sencillo con su rio
amarrado en la frente. Cual Inflemo
de brefiales ardidos en estfo,
gulmalda de promesas en Invierno.
Su latldo plural fue un tempo mio,
mio tambi6n su lampadarlo etemo,
por eso vivo en su terr6n bravo
y en la flor del card6n, un monstruo tierno.
Pueblo del alflier de las congojas
y del ramo de luz de alegres llanos,
resucitan ml fe tus tardes rojas.
Rfo que cruzas por mi amor ferviente,
so calclna mi voz en tus veranos
y estremece a mi sangre tu credente.
m Ot6n Chirino
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