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Title: Archivos de Literatura Contemporanea.
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Title: Archivos de Literatura Contemporanea.
Physical Description: Book
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Bibliographic ID: UF00089412
Volume ID: VID00016
Source Institution: University of Florida
Holding Location: University of Florida
Rights Management: All rights reserved by the source institution and holding location.

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JUNTA PAPA .'"PL!CI6N DE .ST'IP" 'ZVESTIGACIONES CIENTIFICAS
CENTRO DE STUDIOS ILSTORICOS


ARCHIVES DE
LITERATURE
CONTEMPORANEA


NJM. I


INDICE


LITERARIO


EN E RO
1 9 3 4
MADRID


ANO III







ARCHIVES DE LITERATURE CONTEMPORANEA

INDICE LITERARIO

Publicara al aiio diez cuadernos, correspondientes a los meses
de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, agosto, octubre, no-
viembre y diciembre. Se propone informar puntual y objetivamen-
te, a los estudiosos de nuestra literature y al public en general,
sobre la producci6n literaria espaiiola contemporanea, dando re-
sefias o analisis sumarios de libros de reciente aparici6n, incluyen-
dose asimismo, en su caso, en cada nmimero de INDICE LITERARIO,
trozos de las critics rnms importantes que hayan suscitado en la
prensa, al salir a luz, las obras resefiadas.
PRECIOUS DE SUSCRIPCION
ESPANA........... ............. .. ....... 10 ptas. (afio).
EXTRANJERO.................... ............. 12 > ( > ).
Espafia.... 1,-
Nuimero suelto.............. ... . E ra .. 1,
Extranjero.. 1,25
CENTRO DE STUDIOS HISTORICOS.-MADRID
M1I NACELI, 4.




SUMARIO DEL NUMERO I
Pdgines

1. Una novela de Baroja ................... 1

2 Resefias:

a) Noveia y narraciones............... 5
b) Ensayos literarios.................. 9
c) Dramatica. I. Obras publicadas... 10

Literature historica:

d) Biografia......................... -15
e) Temas contemporaneos ............. 17







ARCHIVES DE LITERATURE CONTEMPORANEA


INDICE LITERARIO




Ago III. NUM. I. CENTRO DE STUDIOS HISTORICOS ENERO 1934.
MEDINACELI, 4.-MADRID.




UNA NOVELA DE BAROJA

Pio Baroja nos da con esta novela el primer volume de una
series que titula, con titulo altamente significativo, -La juventud
perdida. Este primer tomo nos sugeriria, con el nombre que Ileva
-Las noches del Buen Retiro-, la idea de que nos hallamos fren-
te a una novela de tipo hist6rico y costumbrista. Comienza a des-
pertarse desde hace alg6n tiempo un marcado interns literario por
los comienzos del siglo xx. Aunque s6lo nos separan de ellos
treinta y tantos afios, la rapidez del curso hist6rico en nuestros
dias presta ya a ese moment un tinte de lejania y de encanto his-
t6rico. ZSera la novela de Baroja, parece sugerirnos la enuncia-
ci6n de su titulo, uno de esos intentos de evocaci6n medio humo-
ristica, medio sentimental, de unos afios que se presentan con vi-
sos romanticos? El libro del novelist vasco responded, si, en cierto
modo a ese impulso de volver a traer a la vida horas, ambientes y
personas que fueron, que hemos visto y que sin embargo estin ya
detrais de su acaecida muerte, convertidas como en espectro de
nuestra propia existencia. Hay en 61 una resurrecci6n de la vida
madrilefia de hacia 1900. Los Jardines del Buen Retiro, poblados
de animadas tertulias, nuevo mentidero cortesano, donde cada dia
tiene su tema de murmuraci6n y donde se rinde culto a la misica
italiana, a la curiosidad social y a las intrigas amorosas; el paseo del
Retiro en las tardes de otofio, brillando al sol correajes, aceros y
cristales, Ileno de trenes de lujo, de lands, de cabrioles, con jine-
tes y amazonas cabalgando por una avenida lateral; la funci6n del
Teatro Real, con asistencia de la Corte y de la gran sociedad ma-









drilefia, alli en aquellos primeros tiempos del wagnerismo, cuando
se debate en el -foyer- la recta pronunciaci6n del nombre de Wag-
ner y de Tanhdaser; estos y mis cuadros bien pueden pasar por
sobrios y exactos grabados de 6poca, trazados con la firmeza seca
de las descripciones barojescas. Tambi6n, como algo que nos suena
a modas de entonces, cruzan el libro temas y conversaciones de lan-
ces de honor, de duelos, de casa de juego, de peri6dicos, de es-
cindalo politico. Pero todo esto, por cierto que sea, no es sino la
atm6sfera de una tipica novela barojiana. Su protagonista es un
escritor, Jaime Thierry, educado en Francia y los Estados Unidos
y que cae en la Corte en los moments en que se fragua un nuevo
espiritu literario y en que zumban por el ambiente esas nociones
de la lucha por la vida, del superhombre, entonces 6ltimas nove-
dades de los intelectuales. Jaime Thierry es un hombre d6bil de
voluntad, de una ambici6n vaga y ardiente. Comienza a hacer en-
sayos periodisticos, aunque sin conceder nunca intima estima a sus
obras. En las tertulias del Buen Retiro, a las que concurre, anuda
un amorio con una sefiorita burguesa, pero pronto se desvia a una
relaci6n de otro tipo. Un duelo que da much que hablar en Ma-
drid, por el valor y la decision de Jaime Thierry, le conquista la
simpatia primero y el amor despues de la Marquesa de Villacarri-
llo. Las relaciones del artist y la arist6crata, tras un breve period
de serenidad, se hacen tormentosas. Ella es un temperament pric-
tico, frio, sin imaginaci6n, equilibrado. El, dogmatico, impetuoso,
desigual. Poco a poco, la disparidad de temperamentos se acentua.
Jaime sigue totalmente enamorado, a pesar de conocer los defec-
tos de Concha; es el suyo un estado de desolado escepticismo in-
terior y de desprecio a las gentes y a las cosas. Se convierte en di-
rector de un peri6dico de baja clase, dedicado a atacar a persona-
lidades de la aristocracia y de la political. Concha se va apartando
de 61 cada vez mas, se reconcilia con su marido, y Jaime Thierry,
despu6s de unos cuantos desesperados intentos para distraerse de
su fracaso de la vida, que tal categoria ha cobrado en l61 su des-
engaifo amoroso, se deja rendir poco a poco a la enfermedad que
le consume, retirado en el pintoresco hotelito donde habitat y entire
las gentes del pueblo y de buen coraz6n que le acompafian en sus
filtimos moments.
Tal son la an6cdota y el protagonista. Este es el tipico protago-
nista barojiano, diriamos mis, el protagonista de aquella primera









fase de la vida espafiola del siglo xx que se engloba bajo la deno-
minaci6n de mino de perfecci6n- que en -El arbol de la ciencia, este persona-
je de Baroja es el hombre que quiere luchar indisciplinadamente
por una vida cuyo sentido y finalidad apenas entreve y que acaba
por caer rendido, muerto, en la contienda. En este heroe de 6poca,
visions y ambiciones no faltan. Tampoco falta una forma externa
de actividad, eso que Baroja llama acci6n y que consider como
el nervio de la vida. Pero todo se quiebra por un defecto de con-
tinuidad en el hacer, de fe en los objetivos, por un tremendo fra-
caso de la voluntad. Estos personajes, un dia, de pronto, se vacian,
caen a un lado del camino, muerta en ellos la primera y filtima de
las voluntades, la de vivir. Dice Jaime Thierry en el period final
de su enfermedad: Ya no me importa morirme. No tengo nada
que hacer aqui.* Y otra vez, discutiendo con su medico: me arreglara usted el cuerpo y pudiera usted restaurarlo para que
viviera unos tneses o unos afios, ya no sabria qu6 hacer. Soy como
un mufieco al que se le ha roto el resorte. Es el personaje de do-
ble vagabundismo barojiano: el vagabundo spiritual que va de
tumbo en tumbo a trav6s de las ideas y el vagabundo material
que azota infatigablemente los caminos de la tierra. Las novelas de
Baroja son una gran exposici6n de fracasos vitales, de vidas des-
pilfarradas. En esta 6ultima, a travis de Jaime Thierry habla ese
in6til heroe que invent Baroja y que tambi6n es presa de la acti-
tud que por un moment no mas fu6 caracteristica de la genera-
ci6n del 98. Hoy, en 1934, se repite esa concepci6n de la vida sin
objeto, ese juicio sobre la existencia, del individuo, que Baroja
plasmaba en dolorosa, indominable. KLa nieve, tan blanca y tan pura, se habia
convertido en una cosa negra, amarillenta y sucia. Asi habia pasa-
do en su vida, pens6 Thierry.>
Personaje e intriga estan, conforme a la costumbre de Baroja,
entretejidos en la atm6sfera total de la novela. Siempre sucede en
las novelas del escritor vasco que el protagonista, la acci6n prin-
cipal, en vez de destacarse en un primer termino inequivocamente,
asoman, desaparecen, se enredan con mil acciones y tipos secun-
darios, de suerte que no asumen jams caracteres heroicos o ex-
cepcionales. El protagonista y el asunto de una novela de Baroja
se diria que son tales por casualidad, que les ha tocado a ellos,









como podia haberles correspondido a otros cualesquiera, ese pa-
pel. De ahi la sensaci6n de veracidad, de humildad realista que
late siempre en la novela de Baroja. Y en 6sta, como en otras, los
tipos y los hechos secundarios son de extraordinaria riqueza y va-
riedad. En medios aristocriticos y burgueses, en las classes bajas,
Baroja capta existencias y fisonomias extrafias, pintorescas y sin-
gulares. Las noches del Buen Retiro afiaden a esa galeria de perso-
najes barojianos, que acaso sea la mis numerosa de toda nuestra
literature, un sumario valiosisimo de tipos observados. En el pr6-
logo a las Piginas escogidas, dice Baroja, hablando de su arte,
que 61 suele inventar el personaje principal y tomar, en cambio, los
restantes de la realidad. Cierto parece ser esto en lo que respect
a Jaime Thierry, h6roe intellectual del 98; pero no se admite tan
faicilmente que Baroja haya visto en la vida tantos y tantos perso-
najes raros y extravagantes, personajes singulares e inconfundibles.
Tambi6n en los personajes secundarios de Baroja sentimos, frente
a aquella afirmaci6n del autor, una poderosa vena de inventive
menor, y se nos asemejan, ellos tambi6n, invenci6n en su sentido
estricto, hallazgo. No sabemos c6mo continuarA la series de ventud perdida; pero este certero titulo, y el primer personaje,
Jaime Thierry, son de un alcance muy superior al puramente epi-
grifico. Flota por toda la novela un aire de elegia, de melanc61li-
co comentario a cosas no s6lo muertas, sino que fracasaron en su
vida. -La juventud perdida> vale como un signo de 6poca.










RESERAS
DE LIBROS PUBLICADOS DB DICIBMBRE DB 1933 A ENERO DB 1934

A) NOVELA Y NARRACIONES

BAROJA (Pio).-La juventud perdida. Las noches del Buen
Retiro.-Novela.-Espasa-Calpe, S. A.-320 paginas, 8. Ptas. 5.
V. INDICE LITERARIO, afio III, num. I: pags. 1-4. [1]

JARNES (BENJAMIN). -[Luz. Madrid, 20 de febrero de
1934.]-,Baroja es un vagabundo idealista y andrquico. Precisa-
mente much de lo que debe ser un artist. No conoce el oportunis-
mo, desprecia el rebafio parasitario, es duefio y senor de sus desplan-
tes: no los cobra en bonos del Tesoro. Si hoy distribuye por su libro
menor cantidad de improperios es, sencillamente, por bondad de co-
razdn, no porque lo haya ablandado ningdn Ministerio ni Acade-
mia. Es uno de los pocos hombres espafioles de alta estatura que
hoy puede opinar sin restricciones mentales. Es decir, agrediendo,
sacando de quicio a los bien apoltronados. Es an modelo de escrito-
res libres, la verdad es que muay poco seguido. como yo-dice-no hay mds que dejarlos o matarlos. El procedi-
miento de matar a un escritor como escritor es fdcil. Consiste senci-
llamente en no leerlo'. Y no faltd quien procurase disminuir los lec-
tores a Baroja, publicando apdcrifas partidas de acabamiento y de-
funcidn del siempre inquieto y fdrtil novelist.
De su vivacidad perenne es buen ejemplo Las noches del Buen
Retiro, donde se nos present con today minuciosidad un Madrid de
mil ochocientos noventa y tantos. Probablemente Baroja no reparo
en que estd siguiendo la moda-que encuentro muay sabrosa-de
reconstituir un pasado, que apenas lo es, por todos los medios de
que disfruta el arte. Especialmente por los peculiares del cinema.
Por todas parties asoma ese para nosotros conmovedor fin de siglo
en que nos asomamos por primera vez al mundo...
Un dia- un atardecer de invierno frio y desapacible- -el no-
velista lee y corrige pruebas, De la mondtona faena le distrae-pi-
randelescamente-una misteriosa enlutada. Es un personaje en bus-
ca de autor, uno de los muchos que andan por Espaia buscdndolo,
sin tropezar con el, porque hoy los autores se entregan a otros de-
portes de mayor rendimiento econdmico. Except esos casos rarisi-
mos, como el de Baroja, en que el autor recibe a demasiados
personajes, hasta el punto de que muchos de ellos-se ve frecuente-
mente en los libros del hospitalario autor-nada tienen que hacer en









la novela, salvo dar su nombre y sus sefias personales: son merito-
rios, aspirantes sin plaza, que de vez en cuando aparecen en un ca-
pitulo preguntando si hay vacante....





MENOYO PORTALES (Angel).-Las ldgrimas de onice.-
Nimero 244 de Provenza, 101.-Barcelona.-125 piginas, 8.o-Pesetas 5.
Los dos primos Enrique de Montellano y Nino de la Riva se
han enamorado de la misma mujer, Irene, bella muchacha que tie-
ne las pupilas como el 6nice. Mariquita Angustias, que acaso ha
puesto sus ojos en Enrique, celosa de la preferencia que 6ste de-
muestra a Irene, le cuenta, cierta tarde, la leyenda que tienen las
ligrimas de 6nice, que matan cuando sobreviene la traici6n. Enri-
que reflexiona entonces acerca de su inclinaci6n por Irene. Temero-
so de ser desleal para con su primo, muchacho enfermizo y timido,
le promote que no hard el amor a Irene, y, para mejor cumplir su
promesa, se traslada a la Guinea. Entre tanto, muere Nino. Cuando
Enrique regresa de Africa y vuelve a encontrarse con Irene, reanu-
dan la pasada amistad y casi esta a punto 61 de olvidar la promesa
hecha a Nino. Un dia Enrique hace una fotografia a Irene. Al ir a re-
velarla, ve con asombro que por detris de Irene surge la figure de
Nino, como recordindole su promesa. Enrique, impresionado, sufre
un ataque de-nervios y se debate unos dias entire la vida y la muer-
te, siempre asistido por Irene. Pasado, al fin, el peligro y acallados
los escriipulos de Enrique, nada se opone a la realizaci6n de sus
deseos. La obra se desarrolla en la provincia de Salamanca. Como
nota tipica de esta region describe el autor una boda con todos
sus ritos y costumbres: su celebraci6n en la casa del Concejo y la
ofrenda presentada a los novios por todos los vecinos del pueblo.
[2]
*

MON (Oliverio).-ZLos competidores de la muerte.-Colecci6n
Modernas novelas.-Ediciones Edita.-Barcelona, 1934.-269 pi-
ginas, 8.o-Pesetas 5,50.
Novela de ambiente andaluz, por el lenguaje empleado en ella,
por los tipos que desfilan por sus paginas y por el ambiente de
superstici6n que rodea a Sacramento, figure central de la obra;
Sacramento es una hermosisima mujer que, muy joven todavia, ha









visto morir sucesivamente a tres maridos y a un novio pocos dias
antes de casarse. No necesit6 mis la imaginaci6n de los habitantes
de Valdesotos, pueblo andaluz donde se desarrolla la acci6n, para
atribuir a Sacramento un poder fatal con el que priva de Ia exis-
tencia a cuantos trata de cerca. Por eso, a pesar de su belleza,
de su fuerte posici6n y de su simpatia, aunque muchos la desean,
ninguno se decide a desafiar la suerte. Hasta que un afio, por la
fiesta del patr6n de Valdesotos, llega un aviador, Jos6 Miguel G6-
nova, para hacer una exhibici6n de sus arriesgados vuelos. Como
la casa de Sacramento es la que reune mis comodidades de todo
el pueblo, en ella se hospeda el aviador y entire 61 y la viuda bien
pronto nace la simpatia. El aviador cae herido en su vuelo, pero
no puede atribuir esta desgracia al poder misterioso de Sacramen-
to, como tratan de hacerle ver, y se dispone a casarse con la her-
mosa viuda, no obstante el an6nimo que el despecho de la tiltima
suegra de Sacramento hace Ilegar a sus manos pintindole a la
viuda como mujer versitil y coqueta. [3]





MORENO (Jose Andres).-Los muniecos vacios.-Nove-
la.-Jos6 Maria Yagiies, editor.-Madrid, 1934.-290 piginas, 8.
Pesetas 5.
El autor present en esta obra a una mujer, Angeles Arauz, a
la que quiere adornar de todos los atractivos fisicos y espirituales,
en contrast violent con los hombres que Ia rodean, hombres sin
contenido moral alguno, mufiecos vacios*. El primer hombre que
encuentra Angeles en su camino es Gerardo, hijo del duefio de la
fibrica donde Angeles trabaja. Gerardo pretend a Angeles, aca-
so con no limpios prop6sitos, pero ante la resistencia de ella aca-
ba por enamorarse profundamente. No obstante, Angeles sale
despedida de la fabrica, y en sus andanzas por las agencies de co-
locaciones conoce a Zorrilla, un muchacho de ideas exaltadas, co-
munista convencido. Angeles duda entire un hombre y otro, y aca-
ba por casarse con Gerardo. Pero el vacio y el desamor no tardan
en llegar, y Angeles, para distraer sus ocios, abre una libreria, jun-
tamente con Zorrilla, en donde bien pronto se forma una tertulia de
intelectuales, presidida por la misma Angeles. Alli conoce a Euge-
nio Torres, el pintor de moda, y Angeles se convierte en su aman-
te pensando encontrar la felicidad, pero Eugenio Torres tampoco
responded a su ideal: que Angeles
encuentra en la vida. Vuelve entonces los ojos a Zorrilla, que su-
fre y se desmejora a ojos vistos, sin duda-piensa Angeles-por
su aventura con el pintor, y una vez logrado el divorcio de su










marido, Angeles contrae matrimonio con Zorrilla, siendo de notar
que es el antiguo comunista quien pone mas interns en legitimar
su amor. La explicaci6n no tarda en ofrecerse clara a los ojos de
Angeles. Zorrilla se ha casado con ella, sabi6ndose enfermo, para
convertirla en su Hermana de la Caridad. Desengafiada por terce-
ra vez, Angeles abandon a Zorrilla en el Sanatorio donde acaba
de sufrir una operaci6n. Al final de la obra, despues de pasar dos
meses como enfermera en el Hospital de San Juan de Dios K... para
demostrarse a si misma que la sobraba coraz6n para cumplir con
su deber, Angeles vive sola, libre de toda inquietud sentimental,
asistiendo>... desde su atalaya spiritual a las contorsiones grotes-
cas de esas marionetas ridiculas que se llaman hombres. [4]



MUNJOZ SECA (Pedro).-La sefiorita Angeles.-Comedia
novelada por Antonio Graciani.-Ediciones Taita.-Barcelona,
1934.-127 pAginas, 8.-Pesetas 2.
Paco San Martin, notario en Jerez, en un viaje que hace a Se-
villa, se encuentra con una antigua conocida suya de juergas en
Madrid, que se reponga en eLos Parrales,, finca de su amigo Luis Sepiil-
veda, que San Martin administra. se llama desde entonces, recobra la salud y con ella la paz de es-
piritu que la hace aficionarse a aquella vida quieta tanto como la
horroriza el recuerdo de la pasada. Entre tanto, un hermano de
Luis Sepfilveda, Gonzalo, military que ha sido herido en Africa,
tambien llega a reponerse a la Condesa de Ozorno y su hermana Isabel, las cuales acogen con
toda simpatia a Angeles. Gonzalo y Angeles se enamoran, y Paco
San Martin, temeroso de que se descubra quin es Angeles, decide
llevarsela del cortijo, pero antes surge la declaraci6n que Gonza-
lo hace de su carifo, carifio que no disminuye al saber la condi-
ci6n de Angeles, sino que reitera su prop6sito de hacerla su es-
posa, a lo que ella se niega por no considerarse digna de llevar el
apellido de un hombre honrado. [5]



ORTOLL (Maria Mercedes).- Tragedias del hogar.-Nui-
mero 241 de -La Novela Rosa .-Editorial Juventud, S. A.-Pro-
venza, 101.-Barcelona, 1934.-124 piginas, 8.-Pesetas 1,50.
Herlinda tiene en Jaime d'Averon, trece afios mayor que ella,
un excelente amigo que la ha entretenido cuando era pequefia,









y que siendo ya muchacha, sigue recibiendo las confidencias que
Herlinda le hace de las tragedies de su hogar. Sin embargo, a
pesar de esta intima amistad, ni uno ni otra han revelado sus sen-
timientos intimos. En una velada que celebran unos amigos de am-
bos, Herlinda coquetea con Gast6n de Beauvais, acaso dolida
porque Jaime dedica su atenci6n a otra muchacha. Esto produce
una situaci6n equivoca entire ellos, pues cada uno teme revelar su
amor por career que no sera correspondido. Muere la madre de
Herlinda, y poco despu6s su padre le manifiesta su prop6sito de
contraer nuevas nupcias. Herlinda se siente sola y, despu6s de una
violent escena con su padre, va a casa de Jaime, donde se aclara
el error en que ambos han vivido respect a sus sentimientos,
conocen su mutuo amor y se casan en breve. [61



B) ENSAYOS LITERARIOS

GARCIA MARTi (Victoriano).-De la zona atldntica (Ga-
licia y Portugal).-Ensayos Sociedad General Espafiola de Libre-
ria.-Madrid, 1934.-204 piginas, 8.-Pesetas 4.
El autor que, segdn expresa en breves lines preliminares, ha
ido recogiendo a lo largo de su vida notas y observaciones sobre
asuntos galaicos, ofrece hoy al lector el fruto de sus observacio-
nes, sin que hayan Ilegado <... al punto de perfecci6n que hubiera
deseado, pero. seguro de ofrecer algunas observaciones originales
respect a la psicologia, historic y literature gallegas, que acaso
puedan contribuir a una interpretaci6n mas exacta del espiritu
galaico,. Como nota psicol6gica, el autor sefiala en primer lugar
el lirismo que es caracteristica esencial del pueblo gallego y del
portugu6s (aunque el de 6ste present distinto matiz), lirismo que es
ficil de apreciar en su caracter, en su modo de situarse en la vida
y en sus manifestaciones externas, tomando como tales la Historia
y la Literatura. El Sr. Garcia Marti ahonda en uno y otro tema para
sacar en consecuencia, respect a la historic, que Galicia ha per-
manecido al margen de la historic universal, y aun de la historic
de Espafia, anulada a partir de los Reyes Cat6licos, para cobrar
vida en el siglo xix al influjo de las luchas napole6nicas y del Ro-
manticismo. Dentro de la Literatura, a la que sefiala como notas
fundamentals el amor, el dolor y la ironia, destaca las figures de
Macias o Namorado y Rodriguez del Padr6n, y, mis recientemen-
te, en el siglo xix, a Eduardo Pondal, Curros Enriquez y Rosalia
de Castro, en quien las notas sefialadas como fundamentals se
acrecientan con el resentimiento. Es frecuente en todo el libro la
oposici6n que el autor ve entire el espiritu galaico, todo lirismo, y









el castellano, mis dramatico, lleno de fuerza vital, oposici6n que
se hace bien patente entire Don Juan y Macias, del amor. [7J




RODERO (Lorenzo).-El ojo clinico.-Dieciocho des sobre la medicine y sus incautos, con un pr6logo en siete
discos, un intermedio novelado en treinta y cinco minutes y un
ta, editor.-Madrid, 1934.-230 paginas, 8.-Pesetas 5.
El autor ha recogido en este libro diferentes aspects de la
vida y actividad de la clase m6dica, para irlos glosando entire bur-
las y veras. Unas veces hace observaciones en torno a alguna ten-
dencia cientifica, como en los capitulos que se refieren a los psi-
quiatras, a los m6dicos naturistas o a la medicine sintitica; otras
prefiere presentarnos algunos tipos de m6dicos y enfermos, o cos-
tumbres de la vida professional, en la clinic y el sanatorio. Gene-
ralmente, las observaciones sobre cualquiera de estos temas van
seguidas de alguna narraci6n o anecdota, a manera de ilustra-
cion. [81



C) DRAMATIC

I. Obras publicadas.

BENAVENTE (Jacinto).-El pan comido en la mano.-Co-
media en tres actos, original, estrenada en el Teatro Fontalba, de
Madrid, el dia 12 de enero de 1934.-, afio VIII, n6me-
ro 340.-17 de marzo de 1934.-Madrid.--63 paginas, 8.-Pese-
tas 0,50.
Adelina y Pepe constituyen un matrimonio en el cual corre a
cargo de la mujer el sostenimiento del hogar. Adelina es una afa-
mada modista. Activa, dominadora, trata a su marido como a un
niiio mimado, complaciendose en atenderle y obsequiarle con el
dinero que ella gana. A Pepe, que es hombre abulico, le duele sin
embargo verse en un piano de inferioridad que le pone en ridiculo
a los ojos de los demas y a los suyos propios. Quisiera encontrar
una actividad que evitara la tutela bondadosa, pero humillante, de









su mujer. No tarda en deparirsele la ocasi6n. Su amigo Julio le pro-
pone la adquisici6n de un elegant bar y sal6n de baile. Un nego-
cio, al parecer, de seguro rendimiento, en cuya direcci6n puede
Pepe encontrar la deseada actividad que le hara independiente. En
efecto, el marido" ocioso y casero de antes se convierte en un
hombre atareado, cuyas ocupaciones apenas le permiten detenerse
en su casa. Pero Adelina no es feliz. Ella cree que con la actual
independencia de su marido ha perdido su afecto; ella lo queria
d6cil y sometido, no libre como ahora. Pepe lo comprende. Tam-
poco 61 puede ser feliz si su independencia de marido ha de rom-
per el amor que ambos se tienen. En Adelina ha habido orgullo,
como lo ha habido en 61, despu6s. Pero el amor de la mujer tiene
siempre algo de maternal. Todo esto se dicen entire ellos en una
conversaci6n que pone final a la comedia. El desaliento de Pepe
parece indicar que antes de deshacer asi con su indepencia aquel
carifio, volverg a seguir recibiendo, como al principio, el pan co-
mido en la mano de su mujer. [9]

FERNANDEZ ALMAGRO (MELCHOR).-[El Sol. Madrid,
13 de enero de 1934.]--Algo del -ex-
presidn figurada de claro sentido-hay tal vez en una de las mds
antiguas piezas benaventinas: El marido de la T6llez; escenificacidn
del caso en que se ve a un consorte condenado a la oscuridad por
la luz ofuscante de la otra parte. Marido de actriz? zMarido de
modista? Modista es, en efecto, la Adelina que anoche nos fue pre-
sentada en el teatro Fontalba. Y Pepe, su cdnyuge, come en la mano
de ella el pan que gana para el. Pobre hombre este Pepe, acobarda-
do ante la vida, abzilico y orgulloso, que un dia encuentra ocasion
de trabajar y la aprovecha. Pero trabajar, ganar dinero por su pro-
pia cuenta, es emanciparse un poco-o un mucho-de Adelina, que
lo quiere siervo y protegido. El amor es en ella tutela, dominion, im-
perio. Y siente que epPe se le va escapando al hilo de los negocios
que le brinda un amigo tarambana.
> He aqui, pues, cdmo parece adquirir mayor dimensidn-una
dimension de profundidad-el tema initial que por alguna aparien-
cia externa nos hizo recorder a El marido de la T6llez. Pero, no...
El pan comido en la mano no llega a tener much miga. Y perdo-
nesenos el chiste-si lo es-porque se ha venido a la pluma sin
querer y porque es la verdad. Poca substancia hay en esta obra,
contra lo que al oido dan a entender las parrafadas consabidas.
Corteza de palabras, mds que miga u otra cosa, hay en este pan re-
calentado. La obra es larga: tiene tres actos; juega su partida entire
unos cuantos personajes... Pero ni la longitud da densidad, ni las
criaturas llevadas a escena por el author nos hablan lenguaje distin-
to al que, cargado de sentencias y agudezas de cierto tipo, nos viene
hablando-igual siempre a si mismo-el autor de Lo cursi y Por
las nubes. Sdtira social, critical fdcil de costumbres. Burocracia,









mesocracia, chicas indtiles, madre impertinente, fraseologia aqui y
alld... El secret dramdtico de la obra debiera oflorar en el dtltimo
acto. Entretenido el autor, por lo visto, con algdn desplazamiento
e interferencia tomados al -cine*, descuida la estructura internal de
esta tercera y nada feliz jornada. El fracaso ecindmico y tal vez
sentimental del marido que quiso ganar su pan le escarmienta du-
ramente y restaura la unidad de aquel hogar, regido totalmente por
la mujer.
Tesis?... No creo que la haya. No se demuestra-ni hay potr
que-que que el ganado con el sudor de la propia frente, sino que el Pepe de
la historieta es un pelele incapaz de alternar en una comedia que lo
sea de veras. Y sin careo ni confrontacidn de caracteres, Ique puede
significar Adelina?...>




BENAVENTE (Jacinto).-Ni al amor ni al mar...-Drama
en cuatro actos y un epilogo, original, estrenado el 19 de enero
de 1934 en el Teatro Espafiol, de Madrid.--La Farsa,, afio VIII,
n6m. 344.-14 de abril de 1934.-Madrid.-59 piginas, 8.'-Pe-
setas 0,50.
Paulina, muchacha de la clase media, tiene que renunciar al ca-
rifio de Mario, porque 6ste, antes de decidirse a contraer matri-
monio, piensa que su posici6n de modesto funcionario no le per-
mite sostener un hogar, teniendo que tender al mismo tiempo a
las apremiantes necesidades de su familiar. Dolorida por el cobarde
egoismo de Mario, Paulina acepta, resignada, el casamiento que
su viejo y enfermo padre le propone con Don Victor, afamado
cirujano, hombre ya de edad, que dirige un important sanatorio.
Poco despu6s de casados Don Victor y Paulina, viene a vivir con
ellos la joven Matilde, sobrina del doctor, que acaba de perder a
sus padres. No tarda Don Victor en conseguir que Eugenio, su
mejor discipulo y ayudante en el sanatorio, se case con Matilde.
Pero Eugenio no esta enamorado de Matilde, sino de Paulina. Es
su amante. Don Victor lo habia sospechado, pero, antes, quiso in-
terponer entire los amantes a Matilde, con el intent de desviar
aquella pasi6n adtiltera. Pero esta pasi6n, lejos de disminuir,
aumenta y trasciende ya a las gentes. Matilde llega a darse cuenta.
Lo dice a Don Victor y cae presa de una convulsi6n nerviosa. El
doctor no vacila y aprovecha el desvanecimiento para hacer inge-
rir a su sobrina una cantidad excesiva de veronal. El mismo nos lo
cuenta despu6s. Matilde ha muerto porque Don Victor no ha que-
rido que de su boca saliera la verdad acusando a Paulina. El viejo









doctor ama a su mujer tanto, que antes que verla huir, humillada
por su perd6n, prefiere fingir ignorarlo todo y Ilegar al crime,
suprimiendo el obstaculo que puede hacerle infeliz. Entretanto
Eugenio ha huido; en el misterio de la muerte de su mujer crey6
culpable a Paulina. Su amor no ha sido capaz de Ilevar la carga de
un remordimiento, como el del viejo Don Victor, que no reconoce
limits y salta por encima del crime. [10]

FLORIDOR.-[A B C. Madrid, 20 de enero de 1934.J- Todo
cuanto se opone a la libre expresidn del amor, como inefable y puro
sentimiento, tiene en el drama de Benavente sus estados, crisis y
choques pasionales que obedecen-y vista es la directriz y verticali-
dad de Ni al amor ni al mar-a las fuerzas ciegas, irreprimibles del
instinto, que ejercen aqui sus ineluctables dictados.
Parece gravitar sobre las dramdticas personas de la comedian
benaventina-finamente recamada por la elegant belleza del didlo-
go que centellea en concepts y frases, como es peculiar forma de
su ilustre autor-el apotegma de Schopenhauer: verdadero, nunca una satisfaccidn final, en ninguna parte una man-
sidn de reposo*.
A qud extremes no llegard en este punto don Victor, protago-
nista de la comedia, para defender su felicidad? El es lo que se dice
todo un hombre, no una simulacidn de masculinidad, sino un inte-
gro cardcter, que, por su volume y contenido psicoldgico y especi-
fico, bien pudiera equipararse al Orozco de Galdds. Cirujano emi-
nente, aureolado por la fama, no tuvo juventud, como tantos otros
hombres de ciencia, que nos son conocidos por la vida y el teatro,
y vieron transcurrir lo mejor de sus aios absorbidos, enfebrecidos
por el studio. Pero esta juventud, que pasd de puntillas por su
lado, reacciona, aunque tardiamente, en el, y le hace sentir, con re-
doblada violencia, las primeras emociones del amor. Su instinto,
adormecido, larvado, despierta con aquellos ahincados afanes con
que se pretend retener una felicidad que se escapa y de la que nun-
ca se supo ni su nombre ni su bienhechor influjo. Don Victor, que
atn muestra arrests y gallardias moceriles y es todo equilibrio de
entendimiento y corazdn, cuando advierte que Paulina, su mujer,
leal y llena de gratitud en los venturosos albores de su matrimonio,
le traiciona mds tarde con Eugenio, el discipulo amado, el hijo es-
piritual, formado a imagen de su ciencia y de su verdad, se refugia
en si mismo, estrangula el terrible secreto-aquel secret que pone
espanto en los burladores, mds inconscientes por irrefrenables im-
pulsos de juventud y de amor que culpables-, y en su serenidad
desconcertante no deja traslucir ninguna inquietud>.

MARIN ALCALDE (A.).-[Ahora. Madrid, 20 de enero de
1934.]- siva le llevan con excesiva frecuencia a la frondosidad del coloquio









y a la esgrima de la frase, que en la obra dramdtica del insigne
autor alcanza calidades de much precio, aunque alguna vez, incli-
nado el didlogo por este proclive, acabe en barroquismo verbal re-
cargado de mdximas ingeniosas al estilo de La Rochefoucauld.
Los tres primeros actos del drama estrenado anoche en el Espahiol
presentan, pese a su aparente sobriedad, demasiados remansos co-
loquiales, al margen de los cuales se va desarrollando morosamente
la obra. El process espirital de los personajes no fluye de las vicisi-
tudes sometidas en la escena a la contemplacidn del espectador.
Vienen siempre del pretirito-de un preterito quizd muy inmedia-
to-, arrastradas al cauce del didlogo present por alusiones exper-
tas a sucesos e incidencias cuyos choques nos han sido hdbilmente
sustraidos. Es, en fin, agua pasada la que pretend mover el moli-
no. Y el molino, naturalmente, no se mueve.
SPero llega la jornada cuarta y cambia totalmente el curso y el
ritmo de la representaci6n. Desde que se levanta la cortina, la ac-
cidn surge impetuosa y bravia, y al conjuro de su dinamismo los
caracteres cobran vida, brio y patetismo y todas las escenas apare-
cen sobresaturadas de substancia dramdtica. Los personajes no tie-
nen ya espacio ni encuentran ocasi6n para enderezar al public fra-
ses alambicadas ni sentencias emulas de las de La Bruy&re. Todo lo
que ante nosotros ocurre es fuerte, tenso y human. Y las almas se
van desnudando ante nuestros ojos, sin que el autor de la obra se
tome la innecesaria molestia de explicarnos aquello que se estd re-
velando, por fuero de su propia evidencia, ante la conciencia del
espectador. Eso es teatro. Anoche el maestro de la esceno espaiola
acertd a reivindicar felicisimamente durante un acto entero los fue-
ros de la accidn dramdtica, sin la cual no hay obra teatral que se
tenga en pie.
SEl juego de las pasiones, en libdrrima actividad durante el acto
cuarto de la obra, dota de contorno preciso a los caracteres, cuya
intima contextura se manifiesta con toda evidencia tan solo con
abandonarlos a sus raptos magnificos de espontaneidad. La idea
central del drama surge asimismo corporeizada por obra de la ac-
cidn y como atributo, tambidn espontdneo, de aqudlla. El amor,
como el mar, no admite dique que acierte a limitar definitivamente
el espacio de su dominio. Sdlo es verdadero el amor cuando rompe
todas las esclusas que se oponen a sus impetus. Asi lo adivina la
protagonista, muchacha de la clase media, que acepta un matrimo-
nio de conveniencia, despaes de haber sufrido un fracaso sentimen
tal en que el hombre que la amaba no acertd a mostrarse valeroso
en el infortunio....








LINARES RIVAS (Manuel).-Por tierra de hidalgos.-Co-
media en tres actos, estrenada en el Teatro Benavente, de Madrid,
el 20 de enero de 1934.- piginas, 16.-Pesetas 0,50.
En Villamayor de los Quejigales, Fernanda, duefia de extensas
tierras, y sus arrendatarios, viven en paz y en una mutua compren-
si6n, basada, de una parte, en la generosidad del ama para sus
colonos, y de otra en el respeto y veneraci6n con que 6stos la co-
rresponden. Muestra patente de esa generosidad es Fernandin,
ahijado de Fernanda, que de pastor de ovejas se ha convertido en
ingeniero agr6nomo. Al empezar la comedia, Fernando es espera-
do con ansiedad por Fernanda, pero bien pronto le defrauda
su ahijado. Fernando viene imbuido de ideas de igualdad so-
cial y quiere mejorar la situaci6n del campesino merced a un
reparto mis equitativo de la tierra. Pero los lugareiios interpretan
mal sus ideas. Hay incendios, violencias, represiones y, como con-
secuencia de todo ello, un dia de luto para Villamayor. Fernan-
din, desilusionado del resultado de sus predicaciones, abandon
sus ideas y se reconcilia con Fernanda y tambi6n con su novia la
Florecida, que habia roto sus relaciones con 61 ante la exposici6n
que Fernando le hizo de sus ideas acerca del matrimonio. Fernan-
da, por su parte, compadecida de la mala situacion en que estin
muchos de sus antiguos colonos, los perdona a todos y Villamayor
de los Quejigales vuelve a quedar en la misma paz en que estaba
antes de la propagaci6n de las nuevas ideas. [11]



LITERATURE HISTORIC:


D) BIOGRAFfA

POCH NOGUER (Jos&).-Prim.-Editorial Juventud, S. A.-
Provenza, 101.-Barcelona, 1934.-167 piginas, 8.-Pesetas 6.
En la present biografia del military y politico catalAn, el autor
tiene sobre todo en cuenta su personalidad p6blica, dejando a un
lado toda referencia a su vida intima y personal. Juan Prim naci6
en Reus, de familiar de militares y juristas. A los diecinueve afios
era cadete en un cuerpo franco destinado a luchar contra los car-
listas. En aquella guerra civil de site afios mostr6 un valor ciego
y temerario. Fu6 herido varias veces y lo condecoraron y ascen-
dieron ripidamente. A los veintis6is afios era coronel. No tard6 en
intervenir en political, y al triunfar el movimiento contra Espartero








fue nombrado brigadier y gobernador military de Madrid. Poco
despu6s consigue dominar violentamente la rebeli6n de los mancios, revolucionarios que llegaron a ser duefios de Barcelona.
Se le ascendi6 a general, y le fueron otorgados los titulos de conde
de Reus y vizconde del Bruch. Perseguido despues por el Gobier-
no de los moderados, hubo de viajar algun tiempo por Europa
hasta que fu6 concedida una amnistia. Estuvo algunos meses de
capitAn general en Puerto Rico y a su regreso se mantuvo alejado
de las contiendas political, hasta que present su candidatura en
las elecciones de 1851. Diputado por Barcelona, atac6 energica-
mente al Gobierno Narvaiez en las Cortes. Al cerrarse 6stas se
produjo gran agitaci6n entire los militares, pero como las autori-
dades estaban sobre aviso, Prim hubo de marchar otra vez al
extranjero. En nuevas elecciones volvi6 a salir diputado, y al repe-
tirse el Kcerrojazo- al Parlamento, atraves6 una vez mas los Piri-
neos, por ser personalidad political poco grata al Gobierno. Estan-
do en la capital francesa estall6 la guerra de Crimea y Prim se di-
rigi6, en comisi6n de studios militares, al frente turco. Alli supo
que se habia producido en Espaiia un nuevo pronunciamiento y
que los liberals, con Espartero a la cabeza, estaban en el Poder.
Prim fue miembro de las Cortes Constituyentes que se convocaron
en noviembre de 1854. Acept6 la Capitania general de Granada,
y durante su mando logr6 veneer a los rifefios que hostilizaban la
plaza de Melilla. Cinco afios despues volvi6 a combatir en tierra
africana. Espania habia declarado la guerra al Imperio marroqui.
Prim fu6 el heroe de aquella campafia. En Castillejos y Wad-Ras
fu6 otra vez el military temerario de su juventud. A su regreso a
Espafia fue recibido triunfalmente y la reina le otorg6 el marque-
sado de Castillejos. Si en Marruecos supo hacer alarde de valor,
posteriormente, en la espinosa cuesti6n mejicana, que tanta pre-
ocupaci6n trajo a lot gabinetes europeos, di6 muestras de habili-
dad y tacto politico. Nombrado jefe de las fuerzas expedicionarias
espafiolas, despues de complicadas negociaciones, cuya dificultad
aument6 al iniciar Napole6n III sus manejos para nombrar a Ma-
ximiliano de Austria emperador de M6jico, Prim comprendid el
error que esto significaba y se retire de Mejico sin haber interve-
nido militarmente. Su actitud soliviant6 a la opinion espafiola y
fu6 objeto de calumniosas acusaciones. El tiempo, sin embargo, le
di6 la raz6n. En Espafia sigui6 un period de intensas luchas po-
liticas. La political de represi6n del ministerio conservador del ge-
neral Narviez fu6 encrespando los Animos de tal manera, que pro-
voc6 la revoluci6n que habia de derribar a Isabel II. El general
Prim conspir6 sin descanso. Oculto en Espafia, o refugiado en el
extranjero, fue durante various afios el organizador de una series de
pronunciamientos, que o no Ilegaron a estallar o fueron dominados.
A la muerte de Narviez, el ministerio de GonzAlez Bravo, que le su-
cedi6 en el poder, aceler6 con sus desaciertos la march de la re-
voluci6n. Los progresistas, partido al que pertenecia Prim, tenian









ya a su lado a otras importantes agrupaciones political, desde los
liberals hasta los republicans. En septiembre de 1868 salia Prim,
disfrazado, de Londres, dirigiindose por mar a Cadiz. Alli se
reuni6 con otros revolucionarios, y el 17 de aquel mes estallaba el
movimiento que arroj6 del trono a Isabel II. Triunfante la revolu-
ci6n, se convocaron Cortes Constituyentes. Estas se pronunciaron
por la forma monairquica y, hasta encontrar rey se nombr6 Regen-
te del Reino al general Serrano. Prim qued6 como president del
nuevo ministerio. Su actividad se dirigi6 a encontrar un principle
que quisiera aceptar la corona de Espania, cuesti6n que por diver-
sos motivos de political national e international aparecia llena de
dificultades. Por fin acept6 un miembro de la Casa de Saboya, el
principle Amadeo, duque de Aosta. La oposici6n que se hizo
a Prim por la political desarrollada desde el Gobierno pro-
visional, aument6 extraordinariamente al conocerse la aceptaci6n
de Amadeo. El tono de quienes p6blica u ocultamente le comba-
tian lleg6 hasta la amenaza personal. El dia 27 de diciembre de
1869, mientras el nuevo rey Amadeo embarcaba para Espafia, las
Cortes votaban la lista civil. Prim sali6 del Congreso al terminar
la sesi6n y subi6 a su berlin. Al Ilegar a la calle del Turco tuvo
que detenerse porque otro vehiculo interceptaba el paso. Unos
hombres armados de carabinas se acercaron al coche de Prim e
hicieron fuego a trav6s de las ventanillas. A los tres dias Prim
moria a consecuencia de las heridas, sin que ni entonces ni ahora
se haya sabido con absolute certeza quidnes fueron los autores del
atentado. [121



E) TEMAS CONTEMPORANEOS

BERGUA (Juan B.).-La Repdiblica agoniza. iSalvemos a
Espaiia!-Libreria Bergua.-Mariana Pineda, 9.-Madrid, 1934.-
134 piginas, 16.-Pesetas 2,50.
El autor sefiala en su obra las diferentes causes que, a su juicio,
han desvirtuado la esencia del regimen republican en Espaiia.
Ataca por ineficaces a los partidos politicos y en general al siste-
ma democritico-parlamentario, basado en el engaiio del sufragio
universal,. Estas consideraciones son concretadas luego a prop6-
sito del desarrollo y resultado de las elecciones legislativas del 19
de noviembre de 1933. Por 1ltimo, el autor traza las lines a se-
guir para








BELAUSTEGUIGOITIA (Ram6n de). Con Sandino en
Nicaragua.-La hora de la paz.-Con diez laminas fuera de texto.
Espasa-Calpe, S. A.-Madrid, 1934.-244 paginas, 8.-Pesetas 5.
Estas lineas-dice el autor de la obra en el pr6logo-tienden
a reflejar lo que ha sido la guerra nicaragiiense y, sobre todo, a
dar a conocer la personalidad de Sandino.> En las primeras pagi-
nas narra el Sr. Belausteguigoitia su viaje desde M6jico a Nicara-
gua. Ya en la capital de esta Rep6blica describe el ambiente de la
poblaci6n y refiere las circunstancias political y econ6micas que
han influido en el movimiento dirigido por Sandino. Esencialmente
se trata, como en otros paises centroamericanos, de una resisten-
cia de tipo nacionalista frente a la intervenci6n y predominio de
los Estados Unidos, cuya potencia econdmica, al desenvolverse en
estos territories, pone en peligro, cuando no anula de hecho, la
independencia national. No han faltado elements en Nicaragua
dispuestos, por muy diversos motivos, a favorecer los intereseses
extranjeros. Asi, las luchas frente a la penetraci6n forastera han
podido tener el aspect de una contienda civil dentro del marco
de la naci6n. Despues de estas consideraciones political nos Ileva
el autor al campamento de Sandino, describi6ndonos el ambiente
de aquel pequefio y abigarrado ej6rcito, su entusiasmo, su disci-
plina, sus diferentes maneras de pelear. La vida de Sandino le fu&
revelada al autor por el mismo caudillo y por su padre. De una
familiar que poseia algunas propiedades ganaderas en el centro del
pais, Sandino, que no se habia distinguido como alumno aventaja-
do durante la ensefianza primaria, curs6 studios comerciales, y
desde los dieciocho aiios encontr6 empleo en diversas Compafiias
industriales. El modesto empleado surgi6 a la vida political en 1927
a consecuencia de la actitud del jefe liberal Moncada, durante la
llamada revoluci6n constitucionalista, al entregar las armas a los
intervencionistas, acto que Sandino consider como una traici6n
a los intereses revolucionarios y a los ideales del pueblo nicara-
giiense. Entonces public su primer manifiesto y se lanz6 al com-
bate frente a los igual. En ocasiones vi6 reducido su ejercito a veintinueve hombres,
mal armados y sin recursos, teniendo delante a los marines yan-
quis, muy superiores en niimero y provistos del mejor material de
guerra. Cuando el autor visit el campamento de Sandino se esta-
ba ya en los preliminares de la paz entire los rebeldes y el Gobier-
no, despues de haberse retirado las fuerzas de los Estados Unidos.
Los Ailtimos capitulos de la obra estan ocupados por una series de
conversaciones entire el Sr. Belausteguigoitia y el caudillo nicara-
giiense, en las que 6ste va exponiendo sus ideas y prop6sitos res-
pecto a la situaci6n de su pais, y que sirven, con el relato de su
actuaci6n guerrera, para completar la personalidad del guerrille-
ro muerto despues, cuando ya la lucha habia cesado. [14]
*









CASTRO ALBARRAN (A. de).-El derecho a la rebeldia.-
Pr6logo de D. Pedro Sainz Rodriguez.-cEdiciones Fax,.-Plaza
de Santo Domingo, 13.-Madrid, 1934.-448 paginas.-Pesetas 7.
El libro del Sr. Castro Albarran intent ofrecer a la considera-
ci6n de los cat6licos espaiioles las doctrinas de las autoridades
tradicionales de la Iglesia acerca del Poder civil y de las relacio-
nes de acatamiento o rebeldia que frente a el debe mantener la
comunidad cat6lica. Bien que abundante en material hist6rica y ju-
ridica, la obra tiene, sin embargo, un marcado caracter polemico
y actual que justifica su inclusion en este INDICE. La relaci6n de los
cat61licos respccto al regimen constituido es una de las cuestiones
mas debatidas en Espafia desde la instauraci6n de la Republica.
A esta realidad espaiiola de hoy responded la obra del Sr. Castro
Albarran, cuyas paginas terminan incitando a los cat61licos a unirse
para la lucha. [15]
*

JUARROS (Dr. Cesar).-Atalayas sobre el fascismo.-
j. M." Yagiies, editor.-Madrid, 1934,-222 paginas, 8.-Pe.
setas 5.
El autor ha escrito el present libro al regreso de un viaje por
Italia. No la italiana, sino la realidad political espafiola ha sido el
mayor acicate para decidirse a publicar sus impresiones. Escribo
estas paginas como reacci6n al partidismo espaiiol dice en una
de las paginas preliminares. Y despues de declarar que pretend
ser objetivo en sus consideraciones sobre el regimen fascista, afia-
de que los datos en que se basa su obra yendo ni preguntando. Preferi oir y ver -. Examina en primer lugar
el Dr. Juarros las diferentes direcciones political y sociales del
mundo contemporaneo, para entrar luego en el analisis de la crisis
social italiana durante el period en que surgi6 la ideolo-
gia fascista. A continuaci6n hace historic de los mementos mas
significativos en el desarrollo del partido y su relaci6n con los
problems sociales, deteniendose a analizar la Carta de Trabajo>.
En un breve capitulo traza, de Mussolini no personal y fisica, sino psicol6gica y political, en la
que destaca de sus observaciones sobre la doctrine fascista, el autor hace re-
saltar le resta consistencia>, lo que obliga a una political dura e inflexi-
ble. Por otra, parte el caracter dinamico, en continue evoluci6n, del
fascismo, intentando superar sus contradicciones intimas, impide
adoptar actitudes estaticas que serian su muerte. En lo que res-
pecta a la political international del fascismo, se observa la misma









falta de plan coordinado* que en otros 6rdenes, suplida por el
acierto de actuar con rapidez y habilidad en determinados mo-
mentos favorables. Los acuerdos entire el Vaticano y Mussolini no
significant una formula duradera; las contiendas anteriores pueden
reproducirse el dia en que los cat6olicos represented el menor obs-
taiculo a la formaci6n y desarrollo del nuevo espiritu italiano. Este
nuevo espiritu ha de inculcarse sobre todo en el barro blando>
de la juventud. La militarizaci6n de la infancia es uno de los extre-
mos que mas grave y adversamente enjuicia el autor, viendo en
ello para las nuevas generaciones ita-
lianas. ,Por ser la adolescencia una edad en que el hombre se bus-
ca a si mismo, no puede hablarse de normas sistemaiticas>. En el
capitulo titulado Fiel de la balanza, se hace un resume de las
ventajas e inconvenientes del regimen italiano. Entre las primeras
se apuntan: la defense de la riqueza national, el acrecentamiento
del nivel medio de producci6n y la siembra de un orgullo patri6-
tico; entire los desaciertos figuran: el amordazamiento de la' prensa,
el fomento del mesianismo y, sobre todo, la hibridez ideol6gica. El
autor terminal considerando el fascismo como nado a preparar estados de una mayor consciencia social que la
existente en la epoca de la march sobre Roma*. Al final de su
obra el Dr. Juarros vuelve su mirada al panorama politico espafiol
para Ilamar la atenci6n sobre el error que significaria emplear aqui
en vez de crear una doctrine verdaderamen-
te national. [16]







PUBLICACIONES PERIODICAS
DEL CENTRO DE STUDIOS HISTORICOS





REVISTA DE FILOLOGIA ESPANOLA
DIRECTOR: R. MENENDEZ PIDAL
PRECIOUS:
ESPA&IA, 20 pesetas ajio. EXTRANJERO, 22 pesetas ano.
Se public en cuadernos trimestrales, que forman al afio un
tomo de unas 450 paginas. Van publicados dieciocho volume-
nes, 1914-1931.


ARCHIVE E
DE ARTE Y ARQ
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Otros paises, 40 pesetas. Numero suelto, 15 pesetas
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