RUBEN
CANTOS
DE VIDA
Y ESPERANZA
Octava edicin
NXac~
NBroi.
COLECCIN AUSTRAL
DARIO
&9
UNIVERSITY
OF FLORIDA
LIBRARIES
THrTS V1 A
MiCR-GFILMED
13v TU-F UN'IVERSI-T OF
FLUt<1&A LIBRARIES.
RUBN DARO
CANTOS DE
Y. ESPERA
VIDA
NZA
OCTAVA EDICIN
ISPASA-CALPE ARGENTINA, S. A.
BUENOS AIRES MXICO
EBdiCiom.s popu~are para la
OOLECCIN AUSTRAL
Priera edicin: 0. I 1940
Segunda edicin: 5 VI 194
Tercera edicin: 10 X 194
Cuarta edicin: 0 VII 1945
Quinta edicin: 15 X 19s4
Sexta edicin: 20 XII 19,4
Sptima edicin: 2 X 1949
Octava edicin: 10 XI 195.
Queda hecho el depsito dispuesto por la ley Nf 1172S
Todas las caracteriaticas grdficas de esta coleccin has
aido registradas en la Oficina de Patentes a Marcas
de la Nacin.
Copyright by Ca. Editor Espasa-Calps Argentina. S. A.
Buenos Aires, 1952.
IMPRESO EN LA ARGENTINA
PRINTED IN ARGENTINB
Acabado de imprimir el 10 de noviembre de 1S1*
Cia. Grl. Fabril Financiera S. A. Iriarte tOS Buenos Aire*
CRUBeN DARIO / CANTOS DE VIDA Y.ESPERANZA
COLECCIN AUSTRAL
INDICE
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA Pa.
6xo G .............................................
Excri ...........................9
...... Yo soy aquel que ayer no ms deca ..... 25
...... Salutacin del optimist ................. 31
I ..... Al reyOscar .......................... 36
r ...... Los tres reyes magos ..................... 39
....... Cyrano en Espaa ..................... 40
...... Salutacin a Leonardo .................. 44
... Pegaso .................................. 48
..A Roosevelt ............................ 49
K .. Torres de Dios! Poetas! .............. 52
S...".. Canto de esperanza ..................... 4 ./
I ....... Mientras tenis, oh negros corazones! .... 56
I ...... Helios .................................. 57
S... Sps .................. ............. 61
V ...' Marcha triunfal ............ ....... 6
LOS CISNES
...... Qu sign haces, oh Cisne, con tu encor-
vado cuello? .......................... 71
.. En la muerte de Rafael Nez ........... 74
n ....... Por un moment, oh Cisne, juntar6 mis
anhelos .............................. 75
V ....... .Antes de todo, gloria a ti, Leda! ........ 76
OTROS POEMAS
....... Retratos ................................. 88
........ Por el influjo de la Primavera .......... 86
I .......La dulza del Angelus ................. 89
8 INDICS
PG.
IV ....... Tarde del tr6pico ............... ... 90
V ..... Nocturno ......................... ... 92
VI ..I.V/Cancin de Otoo en Primavera ........ 94
VI ...... Trbol ............................ 98
VIII ...... "Chantas" ............................. 101
IX ....... No obstante ............................ 103
X ........ Lbranos, Seor ....................... 104
XI ....... Filosofa ............................ 105
XII ...... Leda ................................. 106
XII ..... Divina Psiquis .......................... 107
XIV ..... El soneto de trece versos ............... 109
XV ...... Oh, miseria de today lucha por lo finito! 110
XVI ..... A Phocs el campesino ................. 112
XVII ... Carne, celeste carne de la mujer! Arcilla 113
XVIII Un soneto a Cervantes ................. 116
XIX Madrigal exaltado ...................... 117
XX .. Marina ................................. 119
XXI ...... Cleopompo y Heliodemo ............./.. 121
XXII .. Ay, triste del que un da ............ ... 122
XXIII .... En el pas de las Alegoras .............. 123
XXIV .... Augurios .............................. 124
XXV .... Melancola .............................. 128
XXVI .... Aleluya! ............................... 129
XXVII ... De Otoo .......................... 130
XXVIII A Goya ............................... 131
XXIX Caracol ................................. 134
XXX .... Amo, amas ............................. 135
XXXI Soneto autumnal al marqus de Bradomin 136
XXXII Nocturno ............................. 137
XXXIII .. Urna votiva ........................... 139
XXXIV .. Program matinal ....................... 140
XXXV ... Ibis .................................... 141
XXXVI .. Thanatos ............................... 142
XXXVII Ofrenda .............................. 143
XXXVII Propsito primaveral .................... 145
XXXIX .VLetana de nuestro Seor Don Quijote .. 146
XL .... All lejos ............................. 150
XLI .... Lo fatal ............................... 151
A
NICARAGUA
A LA REPOBLICA ARGENTINA
R.D.
PROLOGO
I
En la Historia de mis libros, dice Daro: Si
Azul... simboliza el comienzo de mi prima-
vera, y
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA encierra las esen-
cias y savias de mi otoo.
Cree Daro que la autumnal es la estacin re-
flexiva. En ella el recuerdo ilumina con su inte-
rior luz-apacible los ms amables secrets de nues-
tra memorial. Respiramos dice como a travs
de un aire mgico el perfume de las antiguas ro-
sas; la ilusin existe an, mas su sonrisa es discre-
ta y el amor mismo adquiere en ella cierta dulce
gravedad.
La crtica, al aparecer este libro, ech de me-
nos en l el tono matinal de Azul.... Una vez
ms fu incomprensiva, como lo hace notar el
13 PRdLOGO
mismo Dario al advertir que el ttulo -CAd-
TOS DE VIDA Y ESPERANZA -, Si correspond en
gran parte a lo contenido en el volume, no
se compadece con algunas notas de desalien-
to, de duda, o de temor a lo desconocido, al
ms all, esa preocupacin profunda del fin de la
existencia, que existi ciertamente en el poeta
desde los comienzosde su vida, ese terrorajo ig-
norado, ese pavor a la tumba, como preocupacin
constant, como obsesin martirizadora que rio
le abandon jams en el correr de sus das.
La crtica no observ que el poeta de CAN os
DE VIDA Y ESPERANZA es el mismo que pudo de-
cir despus: Me he llenado de congoja cuan-
do he examinado el fondo de mis creencias, y
no he encontrado suficientemente maciza y fun-
damentada mi fe, cuando el conflict de mis
ideas me ha'hecho vacilar y me he sentido sin
un constant y seguro apoyo. Todas las filoso-
fas me han parecido impotentes, y algunas abo-
minables y obras de locos y malhechores. En
cambio, desde Marco Aurelio hasta Bergson, he
saludado con gratitud a los que dan alas, tranqui-
lidad, vuelos apacibles, y ensean a comprender
de la mejor manera possible el enigma de nuestra
estancia sobre la tierra,.
PRLOGO J'Is-
SPor eso al hablar de CANTOS DE VIDA Y
ESPERANZA, pudo el autor agregar en su
toria de mis libros>: El mrito principal de
mi obra, si alguno tiene, es el de una gran sin-
ceridad, el de haber puesto mi corazn al des-
nudo, el de haber abierto de par en par las puer-
tas y ventanas de mi castillo interior para ensear
a mis hermanos el habitculo de mis ms ntimas
ideas y de mis ms caros ensueos. He sabido lo
que son las cruelda4es y locuras de los hombres.
He sido traicionado, pagado con ingratitudes, ca-
lumniado, de sonocido en mis mejores intencio-
nes por projimos al inspirados; atacado, vili-
pendiado. Y he sonredo con tristeza. Despus de
todo, todo es nada, la gloria comprendida. Si es
cierto que el busto sobrevive a la ciudad>, no
es menos cierto que, en lo infinito del tiempo y
del espacio, el busto, como la ciudad, y, ay!, el
planet mismo, habrn de desaparecer ante la mi-
rada de la nica eternidad!>
Ese a que alude Daro, esa
gran sinceridad palpitante que emerge de todas
las pginas de este libro cumbre en la lrica es-
paola, es, precisamente, lo que le da carcter
human, destacndolo de toda la produccin ru-
beniana, apartndolo de todo prejuicio de escue-
,- -.-i"-
l i '
14 PR6LOGO
la, de todo preciosismo, as como de los capri-
chos siglo xvii, las versalleras y los madrigales
galantes a todas las princess tristes.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA es el libro del
poeta-hombre, libertado ya de toda influencia
libresca, la historic como dice el mismo Da-
ro- de una juventud llena de tristezas y de
desilusin, a pesar de las primaverales sonrisas;
la lucha por la existencia, desde el comienzo, sin
apoyo familiar, ni ayuda de mano amiga; la sa-
grada y terrible fiebre de la lira; el culto del en-
tusiasmo y de la sinceridad contra las anagazas y
traiciones del mundo, del demonio y de la carne;
el poder dominate e invencible de los sentidos
en una idiosincrasia calentada a sol de trpico en
sangre mezclada de espaol y chorotega o na-
grandano; la simiente del catolicismo contrapues-
ta a un tempestuoso instinto pagano, complicado
con la necesidad psico-fisiolgica de estimulantes
modificadores del pensamiento, peligrosos com-
bustibles, suprimidores de perspectives afligentes,
pero que ponen en riesgo la mquina cerebral y
la vibrant tnica de los nervios.
En CArNos DE VIDA Y ESPERANZA aparece
tambin con calidades inconfundibles el poeta
de Amrica, virtud.que algunos crticos neg-
ronle a Daro al publicarse Prosas profanas.
No se podr sostener ya la tesis contraria al
leer composiciones como la del canto A Roose-
velt, donde se preco*iza con acentos de una vi-
rilidad artstica superior
hispanoamericana ante las posibles tentativas im-
perialistas de los hombres del Norte>; y aquella
otra donde surge el smbolo csnico y en la cual
el poeta torna a ver lucir la esperanza para nues-
tra raza solar.
En cuanto a la realidad de su hispanismo, ne-
gado tambin tantas veces con relevant injusti-
cia, basta para demostrarlo recorder el poema a
Goya, genial prncipe de luces y tnieblas, an-
te cuyo poder se inclina, y la Letana de Nues-
tro Seor Don Quijote, donde afirma, una vez
lO PR LOGO
ms, su ~ raigado idealism, su pasin por lo ele-
vado y lo heroic, al evocar la figure del caba-
llero simblico, coronada de luz y de tristeza en
la
Con CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA se cum-
ple el ciclo principal de la obra rubeniana. Es-
te libro constitute la prueba culiifnf-te de la
labor del poeta. Con l pudiera decirse que ste
alcanza la forma definitive de expresin. Aunque
renovador por excelencia, rebuscador incansable
de combinaciones mtricas, al escribir este libro
su autor abandon todas las preocupac es an-
teriores para entregarse, libre de tr'bas retoricas
y de preciosismos modernos, a los temas que con-
sidera dgnos de su lira, y como si cumpliera as
el sabio precepto de arte: aprende la tcnica, pe-
ro a condicin de olvidarla despus. As Daro.
Por eso su obra, su gran obra, su mejor obra de
poeta, l la realize tambin desentendindose de
cuanta preocupacin de forma le attaa antao,-
le subyugara y le impidiera exteriorizarse huma-
namente, sinceramente, como lo exige today labor
perdurable.
PROLOGO 17
que de modo superior hace que nos reconozca-
mos, ntima y exteriormente, ante la vida>. Una /"
supervision, que va ms all de lo que est su-
jeto a las leyes del general conocimiento, y le-
jos de la conocida comparacin
juego>, le impide caer en la preocupacin de nue-
vas y pueriles iconoclastias, porque piensa acer-
tadamente que hace falta a la creacin el -tiem-
pq para destruir. Y crear ahora, sin esclavizar-
se ya al prejuicio de moldes viejos o modernos,
puesto que el arte no es, no ha sido, no ser Mun-,
ca un conjunto de reglas, y no puede ser durade-
ro sino cuando el intrprete, el sensitive, el co-
municador de sensaciones, en una palabra, el poe-
ta, tiene
vida...
ALBERTO GHIRALDO
/ A-.-L f. :;<-; '. -.*-
AL LECTOR
Podra repetir aqu ms de un concept de las
palabras liminares de Prosas profanas>. Mi res-
peto por la aristocracia del pensamiento, por la
nobleza del Arte siempre es el mismo. Mi anti-
guo aborrecimiento a la mediocridad, a la mula-
tez intellectual, a la chatura esttica, apenas si se
aminora hoy con una razonada indiferencia.
El movimiento de libertad que me toc iniciar
en Amrica se propag hasta Espaa, y tanto
aqu como all el triunfo est logrado. Aunque
respect a la tcnica tuviese demasiado que decir
en el pas en donde la expresin potica est an-
quilosada al punto de que la momificacin del rit-
mo ha llegado a ser un artculo de fe, no har
sino una corta advertencia. En todos los pases
cultos de Europa se ha usado del hexmetro ab-
solutamente clsico sin que la mayora letrada y,
sobre todo, la minora leda se asustasen de seme-
20 RUBN DARIO
jante manera de cantar. En Italia ha much tiem-
po, sin citar antiguos, que Carducci ha autoriza-
do los hexmetros; en ingls, no me atrevera ca-
si a indicar, por respeto a la cultural de mis lecto-
res, que la Evangelina de Longfellow est en los
mismos versos en que Horacio dijo sus mejores
pensares. En cuanto al verso libre moderno...,
no es verdaderamente singular que en esta tierra
de Quevedos y de Gngoras los nicos innova-
dores del instrument lrico, los nicos libertado-
res del ritmo, hayan sido los poetas del Madrid
Cmico y los libretistas del gnero chico?
Hago esta advertencia porque la forma es lo
que primeramente toca a las muchedumbres. Yo
no soy un poeta para muchedumbres. Pero s
que indefectiblemente tengo que ir a ellas.
Cuando dije que mi poesa era ma, en m5>
sostuve la primera condicin de mi existir, sin
pretensin ninguna de causar sectarismo en men-
te o voluntad ajena, y en un intenso amor a lo
absolute de la belleza.
Al seguir la vida que Dios me ha concedido te-
ner, he buscado expresarme lo ms noble y alta-
mente en mi comprensin; voy diciendo mi ver-
so con una modestia tan orgullosa que solamente
las espigas comprenden, y cultivo, entire otras flo-
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA s2
res, una rosa rosada, concrecin del alba, capullo
de porvenir, entire el bullicio de la literature.
Si en estos cantos hay poltica, es porque apa-
rece universal. Y si encontris versos a un presi-
dente, es porque son un clamor continental. Ma-
ana podremos ser yanquis (y es lo ms proba-
ble); de todas maneras, mi protest queda escri-
ta sobre las alas de los inmaculados cisnes, tan
ilustres como Jpiter.
R.D.
A
J. ENRIQUE ROD
I
Yo soy aquel que ayer no ms deca
el verso azul y la cancin profana,
en cuya noche un ruiseor haba
que era alondra de luz por la maana.
El dueo fui de mi jardn de sueo,
lleno de rosas y de.cisnes vagos;
el dueo de las trtolas, el dueo
de gndolas y liras en los lagos;
y muy siglo diez y ocho y muy antiguo
y muy modern; audaz, cosmopolitan;
con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo,
y una sed de ilusiones infinite.
Yo supe de dolor desde mi infancia;
mi juventud..., fu juventud la ma?
Sus rosas aun me dejan la fragancia...
una fragancia de melancola...
CANTOS DO VIDA Y BPBANZA 2
Ut RUBN DARIO'
Potro sin freno se lanz ii instinto,
mi juventud mont potro sin freno;
iba embriagada y con pual al cinto;
si no cay, fu porque Dios es bueno.
) En mi jardn se vi una estatua bella;
se juzg mrmol y era carne viva;
una alma joven habitaba en ella,
sentimental, sensible, sensitiva.
Y tmida ante el mundo, de manera
que, encerrada en silencio, no sala
sino cuando en la dulce primavera
era la hora de la meloda...
Hora de ocaso y de discreto beso;
hora crepuscular y. de retiro;
hora de madrigal y de embeleso,
de te adoro, de ay! y de suspiro.
Y entonces era en la dulzaina un juego
de misteriosas gamas cristalinas,
un renovar de notas del Pan griego
y un desgranar de msicas latinas
J'*, , toa U.A4t Y
|O o ^^^C
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA
Con aire tal y con ardor tan vivo,
que a la estatua nacan de repente
en el muslo viril patas de chivo
y dos cuernos de stiro en la frente.
Cmo la Galatea gongorina
me encant la marquesa verleniana,
y as juntaba a la pasin divina
una sensual hiperestesia humana:
todo ansia, todo ardor, sensacin pura
y vigor natural; y sin falsa,
y sin comedia y sin literatura...
si hay una alma sincera, sa es la mia.
La torre de marfil tent mi anhelo,
quise'encerrarme dentro de m mismo,
y tuve hambre de espacio y sed de cielo
desde las sombras de mi propio abismo.
Como la esponja que la sal satura
en el jugo del mar, fu el dulce y tierno
corazn mo, henchido de amargura
por el mundo, la carne y el infierno.
8 RUBDN DARIO
Mas, por gracia de Dios, en mi-conciencia
el Bien supo elegir la mejor parte;
y si hubo spera hiel en mi existencia,
melific toda acritud el Arte.
Mi intelecto libr de pensar bajo,
ba el agua castalia el alma ma,
peregrine mi corazn y trajo
de la sagrada selva la armona.
Oh, selva sagrada! iOh, la profunda
emanacin del corazn divino
de la sagrada selva! Oh, la fecunda
fuente cuya virtud vence al destino!
Bosque ideal que lo real complica,
all el cuerpo arde y vive y Psiquis vuela;
mientras abajo el stiro fornica
ebria de azul deslie Filomela,
perla de ensueo y msica amorosa
en la cpula en flor del laurel verde;
Hipsipila sutil liba en la rosa,
y la boca del fauno el pezn muerde.
CANTOS DR VIDA Y ESPERA.ZA r59
All va el dios en celo tras la hembra,
y la caa de Pan se alza del lodo;
la eterna vida sus semillas siembra,
y brota la armona del gran Todo.
El alma que entra all debe ir desnuda,
temblando de deseo y fiebre santa,
sobre cardo heridor y espina aguda:
as suea, as vibra y as canta.
Vida, luz y verdad, tal triple llama
produce la interior llama infinite.
El Arte puro como Cristo exclama:
Ego smm lux et veitas et vita!
Y la vida es misterio, la luz ciega
y l verdad inaccesible asombra;
la adusta perfeccin jams se entrega,
y el secret ideal duerme en la sombra.
Por eso ser sincero es ser potente;
de desuda-que est, brTlla la estrelia;
el agua dice el alma de la fuente
en la voz de cristal que fluye d'ella.
30 -RVBTN DARIO
Tal fu mi intent, hacer del alma pura
ma, una estrella, una fuente sonora,
con el horror de la literature
y loco de crepsculo y de aurora.
Del crepsculo azul que da la pauta
que los celestes xtasis inspira,
bruma y tono menor- toda la flauta!,
y Aurora, hija del Sol toda la lira!
Pas una piedra que lanz una honda;
pas una flecha que aguz un violent.
La piedra de la honda fu a la onda,
y la fle.~ del odio fuse al viento.
La virtud est en ser tranquilo y fuerte;
con el fuego interior todo se abrasa;
se triunfa del rencor y de la muerte,
y hacia Beln... la caravan pasa!
II & -, "
SALUTACIN DEL OPTIMISTA
---c i/ JJ J\ f J ^ J T. '
nclitas razas nDerri-as, sanre de j^a- a u
[fecunda,
espritus fraternos, luminosas almas, salve!
Porque llega el moment en que habrn de can-
[tar nuevos himnos
lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los mbi-
[tos; mgicas
ondas de vida van renacindo de pronto;
retrocede el olvido, retrocede engaada la muer-
se anuncia un reino nuevo, feliz sibila suea [te;
y en la caja pandrica, de que tantas desgracias
[surgieron,
N -encontramos de sbito, talismnica, pura, riente,
cual pudiera decirla en su verso Virgilio divino,
la divina reina de luz, ila celeste Esperanza!
sU RUB*N DARLO
Plidas indolencias, desconfianzas fatales que
S[a tumba
o a perpetuo presidio condenasteis al noble en-
[tusiasmo,
ya veris el salir del sol en un triunfo de liras,
mientras dos continents, abonados de huesos
S1 [gloriosos,
del Hrcules antiguo la gran sombra soberbia
[evocando,
digan al orbe: la alta virtud resucita
que a la hispana progenie hizo duea de siglos.
Abominad la boca que predice desgracias eter-
[// Z I[pas,
abominad los ojos que ven slo zodacos unsts,
abominad las manos que ape rean las ruinas ilus-
.?r?^. l_[tres,
o que la tea empuan o la daga suicide.
Sintense sordos mpetus en las entraas del
-. *-. [mundo,
la inminencia de algo fatal hoy conmueve a la
[tierra;
fuertes colosos caen, se desbandan bicfalas gui-
[las,
y algo se inicia como vasto social cataclismo
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 8d
sobre la faz del orbe. Quin dir que las savias
[dormidas
no despiertan entonces en el tronco del roble
UlA, [gigante
bajo el cual se exprimi la ubre de la loba ro-
[mana?
Quin ser el pusilnime que al vigor espaol
[niegue msculos
y que al alma espaola juzgase ptera y ciega y
[tullida? ,
No es Babilonia ni Nnive enterrada en olvido y
[en polvo
ni entire momias y piedras reina que habitat el
S [sepulcro,
la nacin generosa, coronada de orgullo inmar-:.
[chito,
que hacia el lado del alba fija las miradas an-
[siosas,
ni la que tras los mares en que'ace sepultada la
[Atlntida,
tiene su coro de vstagos, altos, robustos y fuerces.
Onanse, brllen, secndense tantos vigores dis-
[persos;
formen todos un sololiaz de energa ecumnica.
ni) -
RUBSN DARIO
Sangre de Hispania fecunda, slidas, inclitas ra-
[zas,
muestren los dones pretritos que fueron antaoi
[su triunfo.
Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espritu
[ardiente
que regard lenguas de fuego en esa epifana.
Juntas las testas ancanas ceidas de lricos lauros
y las cabezas jvenes que la alta Minerva decora,
as los manes heroicos de los primitivos abuelos,
de los egregios padres que abrieron el'urco pris-,
[tino,
sientan los soplos agrarios de primaverales re-
[tornos
y el rumor de espigas que inici la labor tripto-
[lmica.
Un continent y otro renovando las viejas
[prosapias,
en espritu unidos, en espritu y ansias y lengua,
ven llegar el moment en que habrn de cantar
[nuevos himnos.
La latina estirpe ver la gran alba future,
y en un trueno de msica gloriosa, millones de
[labios
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 35
saludarn la esplndida luz que vendr del Orien-
[te,
"Oriente augusto en donde todo lo cambia y re-
[nueva
la eternidad de Dios, la actividad infinite.
Y as sea esperanza la vision permanent en nos-
[otros.
Inclitas razas ubrrimas, sangre de Hispania fe-
[cunda!
AL REY OSCAR
Le Roi de Sude et de Norvage.
aprs avoir visit Saint-Jean-de-Luz
s'est rendu A Hendaye et i Fonte-
rrabie. En arrivant sur le sol espa-
gnol, i a cri:
Le Figaro, mars x899.
As, Sire, en el aire de la Francia nos llega
la paloma de plata de Suecia y de Noruega,
que trae en vez de olivo una rosa de fuego.
Un bcaro latino, un noble vaso griego
recibir el regalo del pas de la nieve.
Que a los reinos boreales el patrio viento lleve
otra rosa de sangre y de luz espaolas;
pues sobre la sublime hermandad de las olas,
al brotar tu palabra, un saludo le enva
al sol de medianoche el sol de Medioda!
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 27
Si Segismundo siente pesar, Hamlet se inquieta.
El Norte ama las palmas; y se junta el poeta
del fiord con el del carmen, porque el mismo ori-
[flama
es de azur. Su divina cornucopia derrama
sobre el polo y el trpico la paz; y el orbe gira
en un ritmo uniform por una propia lira:
el Amor. All surge Sigurd que al Cid se ana.
Cerca de Dulcinea brilla el rayo de luna,
y la musa de Bcquer del ensueo es esclava
bajo un celeste palio de luz escandinava.
Sire de ojos azules, gracias: por los laureles
de cien bravos vestidos de honor; por los claveles
de la tierra andaluza y la Alhambra del moro;
por la sangre solar de una raza de oro;
por la armadura antigua y el yelmo de la gesta;
por las lanzas que fueron una vasta floresta
la gloria y que pasaron Pirineos y Andes;
por Lepanto y Otumba; por el Per, por Flandes;
por Isabel que cree, por Cristbal que suea
y Velzquez que pinta y Corts que domea;
por el pas sagrado en que Herakles afianza
sus macizas columns de fuerza y esperanza,
mientras Pan trae el ritmo con la egregia siringa
88 RUBiN DARIO
que no hay trueno que apague ni tempestad que
[extinga;
por el len simblico y la Cruz, gracias, Sire.
Mientras el mundo aliente, mientras la esfera
[gire,
mientras la onda cordial aliente un sueo,
mientras haya una viva pasin, un noble empeo,
un buscado impossible, una impossible hazaa,
una Amrica oculta que hallar, vivir Espaa!
Y pues tras la torment vienes de peregrino
real, a la morada que entristeci el destino,
la morada que viste luto sus puertas abra
al purpreo y ardiente vibrar de tu palabra:
iY que sonra, oh rey Oscar, por un instant;
y tiemble en la flor urea el ms puro brillante
para quien sobre brillos de corona y de nombre,
con labios de monarca lanza un grito de hombre!
LOS TRES REYES MAGOS
-Yo soy Gaspar. Aqu traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
Todo lo s por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. l es la luz del da.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
Y en el placer hay la melancola!
-Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. l es el grande y fuerte.
STodo lo s por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.
Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida.
." CYRANO EN ESPAA
He aqu que Cyrano de Bergerac traspasa
de un salto el Pirineo. Cyrano est en su casa.
No es en Espaa, acaso, la sangre vino y fuego?
Al gran gascn saluda y abraza el gran manchego.
No se hacen en Espaa los ms bellos castillos?
Roxanas encarnaron con rosas los Murillos,
y la hoja toledana que aqu Quevedo empua
concenla los bravos cadetes de Gascua.
Cyrano hizo su viaje a la Luna; mas, antes,
ya el divino luntico de don Miguel Cervantes
pasaba entire las dulces estrellas de su sueo
jinete en el sublime pegaso Clavileo.
Y Cyrano ha ledo la maravilla escrita,
y al pronunciar el nombre de Quijote, se quita
Bergerac el sombrero; Cyrano Balazote
siente que es lengua suya la lengua del Quijote.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 47
Y la nariz heroica del gascn se dira
que husmea los dorados vinos de Andaluca.
Y la espada francesa, por 1 desenvainada,
brilla bien en la tierra de la capa y la espada.
Bien venido, Cyrano de Bergerac! Castilla
te da su idioma, y tu alma, como tu espada, brilla
al sol que all en tus tiempos no se ocult en Es-
[paa.
Tu nariz y penacho no estn en tierra extraa,
pues vienes a la tierra de la Caballera.
Eres el noble husped de Caldern. Mara
Roxana te demuestra que lucha la fragancia
de las rosas de Espaa con las rosas de Francia,
y sus supremas gracias, y sus sonrisas nicas,
y sus miradas, astros que visten negras tnicas,
y la lira que vibra en su lengua sonora
te dan una Roxana de Espaa, encantadora.
Oh poeta! Oh celeste poeta de la facha
grotesca! Bravo y noble y sin miedo y sin tacha,
prncipe de locuras, de sueos y de rimas:
Tu penacho es hermano de las ms altas cimas,
del nido de tu pecho una alondra se lanza,
un hada es tu madrina, y es la Desesperanza;
y en medio de la selva del duelo y del olvido
las nueve musas vendan tu corazn herido.
4 RUB*N DARIO
All en la Luna hallaste algn mgico prado
donde vaga el espritu de Pierrot desolado?
Viste el palacio blanco de los locos del Arte?
Fu acaso la gran sombra de Pndaro a encon-
[trarte?
Contemplaste la mancha roja que entire las rocas
albas forma el castillo de las Vrgenes locas?
Y en un jardn fantstico de misteriosas flores
no oste al melodioso Rey de los ruiseores?
No juzgues mi curiosa demand inoportuna,
pues todas esas cosas existen en la Luna.
Bien venido, Cyrano de Bergerac! Cyrano
de Bergerac, cadete y amante, y castellano
que trae los recuerdos que Durandal abona
al pas en que aun brillan las luces de Tizona.
El Arte es el glorioso vencedor. Es el Arte
el que vence el espacio y el tiempo, su estandarte,
pueblos, es del espritu el azul oriflama.
Qu elegido no corre si su trompeta llama?
Y a travs de los siglos se contestan, od:
la Cancin de Rolando y la Gesta del Cid.
Cyrano va marchando, poeta y caballero,
al redoblar sonoro del grave Romancero.
Su penacho soberbio tiene nuestra aureola.
Son sus espuelas finas de fbrica espaola.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA U -
Y cuando en su balada Rostand teje el envo,
creerase a Quevedo mirando un desafo.
Bien venido, Cyrano de Bergerac! No seca
el tiempo el lauro; el viejo Corral de la Pacheca
recibe al generoso embajador del fuerte
Molire. En copla gala Tirso su vino vierte.
Nosotros exprimimos las uvas de Champaa
para beber por Francia y en un cristal de Espaa.
SALUTACION A LEONARDO
Maestro, Pomona levant su cesto. Tu estirpe
saluda la aurora. Tu aurora! Que extirpe
de la indiferencia la mancha; que gaste
la dura cadena de siglos; que aplaste
al sapo la piedra de su honda.
Sonrisa ms dulce no sabe Gioconda.
El verso su ala y el ritmo su onda
hermanan en una
dulzura de luna
que suave resbala
(el ritmo de la onda y el verso del ala
del mgico Cisne, sobre la laguna)
sobre la laguna.
Y as, soberano maestro
del estro,
las vagas figures
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 40
del sueo se encarnan en lneas tan puras,
que el sueo
recibe la sangre del mundo mortal,
y Psiquis consigue su empeo
de ser advertida a travs del terrestre cristal.
(Los bufones
- que hacen sonrer a Monna Lisa,
saben canciones
que ha tiempo en los bosques de Grecia deca la
de la brisa) [risa
Pasa su Eminencia.
Como flor o pecado en su traje
rojo;
como flor o pecado, o conciencia
de sutil monseor que a su paje
mira con vago recelo o enojo.
Npoles deja a la abeja de oro
hacer su miel
en su fiesta de azul; y el sonoro
bandoln y el laurel
nos anuncia Florencia.
Maestro, si all en Roma
quema el sol de Segor y Sodoma
RUBDN DARIO
la amarga ciencia
de purpreas banderas, tu gesto
las palmas nos da redimidas,
bajo los arcos
de tu genio: San Marcos
y Partenn de luces y lneas y vidas.
(Tus bufones
que hacen la risa
de Monna Lisa
saben tus antiguas canciones.)
Los leones de Asuero
junto al trono para recibirte,
mientras sonre el divino Monarca;
pero
hallars la sirte,
la sirte para tu Parca
si parts en la lrica barca
con tu Gioconda...
La onda
y el viento
saben la tempestad para tu cargamento.
Maestro!
pero t en cabalgar y domar fuiste diestro.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 47
Pasiones e ilusiones:
a unas con el freno, a otras con el cabestro
las domaste, cebras o leones.
Y en la selva del Sol, prisionera
tuviste la fiera
de la luz; y esa loca fu casta
cuando dijiste: Basta.
Seis meses maceraste tu Ester en tus aromas.
De tus techos reales volaron las palomas.
Por tu cetro y su gracia sensitiva,
por tu copa de oro en que suean las rosas,
en mi ciudad, que es tu cautiva,
tengo un jardn de mrmol y de piedras preciosas
que custodia una esfinge viva.
VII
PEGASO
Cuando iba yo a montar ese caballo rudo
y tembloroso dije: La vida es pura y bellas,
entire sus cejas vivas vi brillar una estrella.
El cielo estaba azul, y yo estaba desnudo.
Sobre mi frente Apolo hizo brillar su escudo
y de Belerofonte logr seguir la huella.
Toda cima es ilustre si Pegaso la sell,
y yo, fuerte, he subido donde Pegaso pudo.
Yo soy el caballero de la humana energa;
yo soy el que present su cabeza triunfante
coronada con el laurel del Rey del da;
domador del corcel de cascos de diamante,
voy en un gran volar, con la aurora por gua,
adelante en el vasto azur, siempre adelante!
n1
.VIII
m vm
A ROOSEVELT
Es con voz de la Biblia, o verso de Walt
[Whitman,
que habra que llegar hasta ti, Cazador!
Primitivo y modern, sencillo y complicado,
con un algo de Wshington y cuatro de Nem-
[rod!
Eres los Estados Unidos,
eres el future invasor
de la Amrica ingenua que tiene sangre indgena,
que aun reza a Jesucristo y aun habla en espaol.
Eres soberbio y fierte ejemplar de tu raza;
eres culto, eres hbil;,te opones a Tolstoy.
Y domando caballos, o asesinando tigres,
eres un Alejandro-Nabucodonosor.
(Eres un professor de energa,
como dicen los locos de hoy.)
CANTOS DB VIDA Y BPURANZA 3
RUBAN DARIO
Crees que la vida es incendio,
que el progress es erupcin;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.
Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vrtebras enormes de los Andes.
Si clamis, se oye como el rugir del len.
Ya Hugo a Grant le dijo: Las estrellas son vues-
[tras>.
(Apenas brilla, alzndose, el argentino sol
y la estrella chilena se levanta...) Sois ricos.
Juntis al culto de Hrcules el culto de Mammn;
y alumbrando el camino de la fcil conquista,
la Libertad levanta su antorcha en Nueva York.
Mas la Amrica nuestra, que tena poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcoyotl,
que ha guardado las huellas de los pies del gran
[Baco,
que el alfabeto pnico en un tiempo aprendi;
que consult los astros, que conoci la Atlntida,
cuyo nombre nos llega resonando en Platn,
CANTO' DS VIDA Y BSPIEPZrANZA s
que desde los remotos moments de su vida
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor,
la Amrica del gran Moctezuma, del Inca,
la Amrica fragante de Cristbal Coln,
la Amrica catlica, la Amrica espaola,
la Amrica en que dijo el noble Guatemoc:
Yo no estoy en un lecho de rosas; esa Amrica
que tiembla de huracanes y que vive de Amor;
hombres de ojos sajones y alma brbara, vive.
Y suea. Y ama, y vibra; y es la hija del Sol.
Tened cuidado. iVive la Amrica espaola!,
hay mil cachoiros sueltos del Len Espaol.
Se necesitara, Roosevelt, ser por Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenemos en vuestras frreas garras.
,Y, pues contis con todo, falta una cosa:
[Dios!
Torres de Dios! Poetas!
Pararrayos celestes,
que resists las duras tempestades,
como crestas escuetas,
como picos agrestes,
rompeolas de las eternidades!
La mgica esperanza anuncia un da
en que sobre la roca de armona
expirar la prfida sirena.
Esperad, esperemos todava!
Esperad todava.
El bestial element se solaza
en el odio a la sacra poesa
y se arroja baldn de raza a raza.
La insurreccin de abajo
tiende a los Excelentes.
El canbal codicia su tasajo
con roja enca y afilados dientes.
CANTOS DU VIDA Y ESPERANZA 58
Torres, poned al pabelln sonrisa.
Poned ante ese mal y ese recelo
una soberbia insinuacin de brisa
y una tranquilidad de mar y cielo...
CANTO DE ESPERANZA
Un gran vuelo de cuervos mancha el azul
Celestee.
Un spplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este.
Ha nacido el apocalptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno de Cristo.
La tierra est preada de dolor tan profundo
que el soador, imperial meditabundo,
sufre con las angustias del corazn del mundo.
Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombra la humanidad se encierra
con los rudos molosos del odio y de la guerra.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 55
iOh, Sefor Jesucristo!, por qu tardas, qu
[esperas
para tender tu mano de luz sobre las fieras
y hacer brillar al sol tus divinas banderas?
Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
sobre tanta alma loca, triste o empedernida
que, amante de tinieblas, tu dulce aurora olvida.
Ven, Seor, para hacer la gloria de ti mismn,
ven con temblor de estrellas y horror de cata-
[clismo,
ven a traer amor y paz sobre el abismo.
Y tu caballo blanco, que mir el visionario,
pase. Y suene el divino clarn extraordinario.
Mi corazn ser brasa de tu incensario.
Mientras tenis, oh negros corazones!,
concilibulos de odio y de miseria,
el rgano de Amor riega sus sones.
Cantan; od: .
Para ti, pensador meditabundo,
plido de sentirte tan divino,
es ms hostile la parte agria del mundo.
Pero tu care es pan, tu sangre es vino.
Dejad pasar la noche de la cena
-oh Shakespeare pobre, y oh Cervantes man-
[co!-
y la pasin del vulgo que condena.
Un gran Apocalipsis horas futuras llena.
Ya surgir vuestro Pegaso blanco!
XII
HELIOS
iOh ruido divino,
oh ruido sonoro!
Lanz la alondra matinal el trino,
y sobre ese preludio cristalino,
los caballos de oro
de que el Hiperionida
lleva la rienda asida,
al trotar forman msica armoniosa,
un argentino trueno,
y en el azul sereno
con sus cascos de fuego dejan huellas de rosa.
Adelante, oh cochero
celeste, sobre Osa;
y Pelin sobre Titania viva.
Atrs se queda el trmulo matutino lucero,
y el universe el verso de su msica active.
58 RU-B DARIO
Pasa el dominador, oh conductor del carro
de la mgica ciencia! Pasa, pasa, oh bizarro
manejador de la fatal cuadriga
que al pisar sobre el viento
despierta el instrument
sacro! Tiemblan las cumbres
de los montes ms altos,
que en sus rtmicos saltos
toc Pegaso. Giran muchedumbres
de guilas bajo el vuelo
de tu poder fecundo,
y si hay algo que iguale la alegra del cielo,
es el gozo que enciende las entraas del mundo.
Helios!, tu triunfo es se,
pese a las sombras, pese
a la noche, y al miedo, y a la lvida Envidia.
T pasas, y la sombra, y el dao, y la desidia,
y la negra pereza, hermana de la muerte,
y el alacrn del odio que su ponzoa vierte,
y Satn todo, emperador de las tinieblas,
se hunden, caen. Y haces el alba rosa, y pueblas
de amor y de virtud las humans conciencias,
riegas todas las artes, brindas todas las ciencias;
los castillos de duelo de la maldad derrumbas,
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA r
abres todos los nidos, cierras todas las tumbas,
y sobre los vapores del tenebroso Abismo,
pintas la Aurora, el Orifiama de Dios mismo.
Helios! Portaestandarte
de Dios, padre del Arte,
la paz es impossible, mas el amor eterno.
Danos siempre el anhelo de la vida,
y una chispa sagrada de tu antorcha encendida
con que esquivar podamos la entrada del infierno.
Que sientan las naciones
el volar de tu carro, que hallen los corazones
humans en el brillo de tu carro, esperanza;
que del alma Quijote, y el cuerpo Sancho Panza
vuele una psique cierta a la verdad del sueo;
que hallen las ansias grades de este vivir pequeo
una realizacin invisible y supreme;
Helios! Que no nos mate tu llama, que nos
[quema!
Gloria hacia ti del corazn de las manzanas,
de los clices blancos de los lirios,
y del amor que manas
hecho de dulces fuegos y divinos martirios,
y del volcn inmenso,
y del hueso minsculo,
60 RUBAN DARIO
y del ritmo que pienso,
y del ritmo que vibra en el corpsculo,
y del oriented intenso
y de la meloda del crepsculo.
Oh ruido divino!
Pasa sobre la cruz del palacio que duerme,
y sobre el alma inerme
de quien no sabe nada. No turbes el destino,
oh ruido sonoro!
El hombre, la nacin, el continent, el mundo,
aguardan la virtud de tu carro fecundo,
cochero azul que riges los caballos de oro!
XIII
SPES
Jess, incomparable perdonador de injuries,
oye; Sembrador de trigo, dame el tierno
pan de tus hostias; dame, contra el saudo in-
[fiemo,
una gracia lustral de iras y lujurias.
Dime que este espantoso horror de la agonia
que me obsede, es no ms de mi culpa nefanda,
que al morir hallar la luz de un nuevo da
y que entonces oir mi Levntate y anda!
x-iv
?V. YXIV ir
MARCH TRIUNFAL
V .7 J ^ 1
iYa viene el cortejo!
iYavine el cortejo Ya se oyen los claros cla-
[nnes.
La espada se anuncia con vivo reflejo;
ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.
Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas
S/ J J V [Minervas y Martes,
los arcos triunfles en done las Famas erigen sus
S .'' J largas trompetas,
'lagloria solemn de los estandartes
llevados por manos robustas de heroicos atletas.
Se escucha el ruido que forman las armas de los
[caballeros,
los frenos que mascan los fuertes caballos de
[guerra,
los cascos que hieren la tierra
y los timbal ros,
que el paso \acompasan con ritmos marciales.
Tal pasan ls fieros guerreros
debajo los aros triunfales!
Los claros clarines de pronto levantan sus so-
su canto sonoro [nes.
su clido coro,
que envuelve en un trueno de oro
la augusta soberbia de los pabellones.
l dice la lucha, la herida venganza,
las speras crines,
los rudos penachos, la pica, la lanza,
la sangre que riega de heroicos carmines
la tierra;
los negros mastines
que azuza la muerte, que rige la guerra.
Los ureos sonidos
anuncian el advenimiento
triunfal de la Gloria;
dejando el picacho que guard sus nidos,
tendiendo sus alas enormes al viento,
los cndores llegan. Lleg la victoria!
s$ m r ia *B D AJiO
Ya pasa el cortejo.
Seala el abuelo los hroes al nio:-
Ved cmo la barba del viejo
los bucles de oro circundan de armifo.
Las bellas mujeres aprestan coronas de flores,
y bajo los prticos vense sus rostros de rosa;
y la ms hermosa
sonre al ms fiero de los vencedores.
;Honor al que trae cautiva la extraa bandera;
honor al herido y honor a los fieles
soldados que muerte encontraron por mano ex-
[tranjera!
Clarines! Laureles!
Las nobles espadas de tiempos gloriosos,
desde sus panoplias saludan las nuevas coronas y
[lauros: -
Las viejas espadas de los granaderos, ms fuertes
[que osos,
hermanos de aquellos lanceros que fueron cen-
[tauros. -
Las trompas guerreras resuenan;
de voces los aires se llenan...
-A aquellas antiguas espadas,
a aquellos ilustres aceros,
que encarnan las glorias pasadas...
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA o5,
Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ga-
[nadas,
Sy al hroe que gua su grupo de jvenes fieros,
al que ama la insignia del suelo materno,
al que ha desafiado, ceido el acero y el arma en
[la mano,
los soles del rojo verano,
las nieves y vientos del glido invierno,
la noche, la escarcha
y el odio y la muerte, por ser por la patria in-
[mortal,
saludan con voces de bronce las trompas de gue-
[rra que tocan la march
triunfal!...
LOS CISNES
A
JUAN L JIMNEZ
Qu signo haces, oh Cisne, con tu encorvado
[cuello
al paso de los tristes y errantes soadores?
Por qu tan silencioso de ser blanco y ser bello,
tirnico a las aguas e impasible a las flores?
Yo te saludo ahora como en versos latinos
te saludara antao Publio Ovidio Nasn.
Los mismos ruiseores cantan los mismos trinos,
y en diferentes lenguas es la misma cancin.
A vosotros mi lengua no debe ser extraa.
A Garcilaso visteis, acaso, alguna vez...
Soy un hijo de Amrica, soy un nieto de Espaa...
Quevedo pudo hablaros en verso en Aranjuez...
7" RUBAN DARIO
Cisnes, los abanicos de vuestras alas frescas
den a las frentes plidas sus caricias ms puras
y alejen vuestras blancas figures pintorescas
de nuestras mentes tristes las ideas oscuras.
Brumas septentrionales nos llenan de tristezas,
se mueren nuestras rosas, se agostan nuestras pal-
[mas,
casi no hay ilusiones para nuestras cabezas,
y somos los mendigos de nuestras pobres almas.
Nos predican la guerra con guilas feroces,
gerifaltes de antao revienen a los puos,
mas no brillan las glorias de las antiguas hoces,
ni' hay Rodrigos ni Jaimes, ni hay Alfonsos ni
[Nuos.
Faltos del alimento que dan las grandes cosas,
qu haremos los poetas sino buscar tus lagos?
A falta de laureles son muy dulces las rosas,
y a falta de victorias busquemos los halagos.
La Amrica Espaola como la Espaa enter
fija est en el Oriente de su fatal destino;
yo interrogo a la Esfinge que el porvenir espera
con la interrogacin de tu cuello divino.
CANTOS DB VIDA 7T SPERANZA 78
Seremos entregados a los brbaros fieros?
Tantos millones de hombres hablaremos ingls?
Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?
Callaremos ahora para llorar despus?
He lanzado mi grito, Cisnes, entire vosotros,
que habis sido los fieles en la desilusin,
mientras siento una fuga de americanos potros
y el estertor postrero de un caduco len...
.. Y un cisne negro dijo: La noche anuncia
[el da.
Y uno blanco: La aurora es inmortal, la au-
[rora
es inmortal! Oh tierras de sol y de armona,
aun guard la Esperanza la caja de Pandora!
EN LA MUERTE DE RAFAEL NO1EZ
Que sais-je?
El pensador lleg a la barca negra;
y le vieron hundirse
en las brumas del lago del Misterio
los ojos de los Cisnes.
Su manto de poeta
reconocieron los ilustres lises
y el laurel y la espina entremezclados
sobre la frente triste.
A lo lejos alzbanse los muros
de la ciudad teolgica, en que vive
la sempiterna Paz. La negra barca
lleg a la ansiada costa, y el sublime
espritu goz la suma gracia;
y oh-Montaigne! Nez vi la cruz erguirse,
y hall al pie de la sacra Vencedora
el helado cadver de la Esfinge.
Por un moment, oh Cisne, juntar mis anhelos
a los de tus dos alas que abrazaron a Leda,
y a mi maduro ensueo, aun vestido de seda,
dirs, por los Dioscuros, la gloria de los cielos.
Es el otoo. Ruedan de la flauta consuelos.
Por un instant, oh Cisne, en la oscura alameda
sorber entire dos labios lo que el Pudor me veda,
y dejar mordidos Escrpulos y Celos.
Cisne, tendr tus alas blancas por un instant,
y el corazn de rosa que hay en tu dulce pecho
palpitar en el mo con su sangre constant.
Amor ser dichoso, pues estar vibrant
el jbilo que pone al gran Pan en acecho
mientras un ritmo esconde la fuente de diamante.
IV
Antes de todo, gloria a ti, Leda!,
tu dulce vientre cubri de seda
el Dios. Miel y oro sobre la brisa!
Sonaban alternativamente
flauta y cristales, Pan y la fuente.
Tierra era canto, Celo sonrisa!
Ante el celeste, supremo acto,
dioses y bestias hicieron pacto.
Se di a la alondra la luz del da,
se di a los buhos sabidura,
y melodas al risueor.
A los leones fu la victoria,
para las guilas today la gloria,
y a las palomas todo el amor.
Pero vosotros sois los divinos
prncipes. Vagos como las naves,
inmaculados como los linos,
maravillosos como las aves.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 77
En vuestros picos tennis las prendas,
que manifiestan corales puros.
Con vuestros pechos abrs las sendas
que arriba indican los Dioscuros.
Las dignidades de vuestros actos,
eternizadas en lo infinito,
hacen que sean ritmos exactos,
voces de ensueo, luces de mito.
De orgullo olmpico sois el resume,
oh, blancas urnas de la armona!
Ebrneas joyas que anima un numen
con su celeste melancola.
Melancola de haber amado,
junto a la fuente de la arboleda,
el luminoso cuello estirado
entire los blancos muslos de Ledal
OTROS POEMAS
--.
AL DOCTOR
ADOLFO ALTAMIRANO
oGNIs Do VIDA Y uIm NZA
I
RETRATOS
1
Don Gil, Don Juan, Don Lope, Don Carlos,
[Don Rodrigo,
cuya es esta cabeza soberbia? Esa faz fuerte?
Esos ojos de jaspe? Esa barba de trigo?
Este fu un caballero que persigui a la Muerte.
Cinco veces hizo cosas tan sonoras y grandes,
que de guilas poblaron el campo de su escudo;
y ante su rudo tercio de Amrica o de Flandes
qued el asombro ciego, qued el espanto mudo.
La coraza revela fina labor; la espada
tiene la cruz que erige sobre su tumba el miedo;
y bajo el puo firme que da su luz dorada,
se afianza el rayo slido del yunque de Toledo.
s .RUBAN DARIO
Tiene labios de Borgia, sangrientos labios dig-
[nos
de exquisitas calumnias, de rezar oraciones
y de decir blasfemias: rojos labios malignos
florecidos de ancdotas en cien Decamerones.
*Y con todo, este hidalgo de un tiempo inde-
[finido,
fu abad solitario de un ignoto convento,
y dedic en la muerte sus hechos: AL OL-
[VIDO!
y el grito de su vida luciferina: AL VIEN-
[TO!
ir
En la forma cordial de la boca, la fresa
solemniza su prpura; y en el sutil dibujo
del valo del rostro de la blanca abadesa
la pura frente es ngel y el ojo negro es brujo.
Al marfil monacal de esa faz misteriosa
brota una dulce luz de un resplandor interno,
que enciende en las mejillas una celeste rosa
en que su pincelada fatal puso el Infierno.
iOh, Sor Mara! iOh, Sor Mara! iOh, Sor
[Mara!,
la mgica mirada y el continent regio,
no hicieron en un alma pecaminosa un da
brotar el encendido clavel del sacrilegio?
Y parece que el hondo mirar cosas dijera,
especiosas y ungidas de miel y de veneno.
(Sor Mara muri condenada a la hoguera:
dos abejas volaron de las rosas del seno.)
POR EL INFLUJO DE LA PRIMAVERA
Sobre el jarrn de cristal
hay flores nuevas. Anoche
hubo una lluvia de besos.
Despert un fauno bicorne
tras un alma sensitiva.
Dieron su olor muchas flores.
En la pasional siringa
brotaron las siete voces
que en siete carrizos puso
Pan.
Antiguos ritos paganos
se renovaron. La estrella
de Venus brill ms lmpida
y diamantina. Las fresas
del bosque dieron su sangre.
El nido estuvo de fiesta.
CATJ!OS Dr VIDA y AVIZRla
Un ensueo florentino
se enflor de primavera,
de modo que en care viva
renacieron ansias muertas.
Imaginaos un rble
que diera una rosa fresca;
un buen egipn latino
con una bacante griega
y parisiense. Una msica
magnfica. Una supreme
inspiracin primitive,
llena de cosas modernas.
Un vasto orgullo viril
que aroma el odor di femina;
un tronco de roca en donde
descansa un lirio.
-Divina Estacin! Divina
Estacin! Sonre el alba
ms dulcemente. La cola
del pavo real exalta
su prestigio. El sol aumenta
su ntima influencia; y el arpa
de los nervios vibra sola.
iOh, Primavera sagrada!
SR5'8U*R DARIO
iOh, gozo del don sagrado
de la vida! Oh, bella palma
sobre nuestras frentes! Cuello
del cisne! Paloma blanca!
Rosa roja! Palio azul!
Y todo por ti, oh alma!
Y por ti, cuerpo, y por ti,
idea, que los enlazas.
Y por Ti, lo que buscamos
y no encontraremos nunca,
jams!
LA DULZURA DEL NGELUS
La dulzura del ngelus matinal y divino
que diluyen ingenuas campanas provinciales,
en un aire inocente a fuerza de rosales,
de plegaria, de ensueo de virgen y de trino
de risueor, opuesto todo al raudo destino
que no cree en Dios... El ureo ovillo vespertino
que la tarde devana tras opacos cristales
por tejer la inconstil tela de nuestros males
todos hechos de care y aromados de vino...
Y esta atroz amargura de no gustar de nada,
de no saber adnde dirigir nuestra prora
mientras el pobre esquife en la noche cerrada
va en las hostiles olas hurfano de la aurora...
(iOh, suaves campanas entire la madrugada!)
TARDE DEL TROPICO
Es la tarde gris y triste.
Viste el mar de terciopelo
y el cielo profundo viste
de duelo.
Del abismo se levanta
la queja amarga y sonora.
La onda, cuando el viento canta,
llora.
Los violines de la bruma
saludan al sol que muere.
Salmodia la blanca espuma:
miserere.
La armona el cielo inunda,
y la brisa va a llevar
CATOS DI VIDA Y sSPEAMEZA U"
la canci6n tiste y profunda
del mar.
Del clarn del horizonte
brota sinfna rara,
como si la voz del monte
vibrara.
Cual si fuese lo invisible...
cual si fuese el rudo son
que diese al viento un terrible
len.
-/
V
NOCTURNO
Quiero expresar mi angustia en versos que
[abolida
dirn mi juventud de rosas y de ensueos,
y la desfloracin amarga de mi vida
por un vasto dolor y cuidados pequeos.
Y el viaje de un vago Oriente por entrevistos
[barcos,
y el grano de oraciones que floreci en blasfemia,
y los azoramientos del cisne entire los charcos
y el falso azul nocturno de inquerida bohemia.
Lejano clavicordio que en silencio y olvido
no diste nunca al sueo la sublime sonata,
hurfano esquife, rbol insigne, oscuro nido
que suaviz la noche de dulzura de plata...
r"AM.pd "u wTTD Y EPI PAN.T7A
Esperanza olorosa a hierbas frescas, trino
del ruiseor primaveral y matinal,
azucena tronchada por un fatal destino,
rebusca de la dicha, persecucin del mal...
El nfora funesta del divino veneno
que ha de hacer por la vida la torture interior,
la conciencia espantable de nuestro human cieno
y el horror de sentirse pasajero, el horror
de ir a tientas, en intermitentes espantos,
hacia lo inevitable, desconocido, y la
pesadilla brutal de este dormir de llantos
ide la cual no hay ms que Ella que nos des-
.[pertar!
os
f*Aia*wC nv wmnl v wvfW~aW
VI
CANCION DE OTOO EN PRIMAVERA
A MARTINEz SERRA
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no -lloro...
Y a veces lloro sin querer...
Plural ha sido la celeste
historic de mi corazn.
Era una dulce nia, en este
mundo de duelo y afliccin.
Miraba como el alba pura;
sonrea como una flor.
Era su cabellera oscura
hecha de noche y de dolor.
1
CANTO# DO VIDA Y MSPIERAZA DI
Yo era tmido como un nio.
Ella, naturalmente, fu,,
para mi amor hecho de armio,
Herodas y Salom...
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro..
Y a veces lloro sin querer...
Y ms consoladora y ms
halagadora y expresiva,
la otra fu ms sensitiva
cual no pens encontrar jams
Pues a su continue ternura
una pasin violent una.
En un peplo de:.gasa pura
Suna bacante se envolva...
En brazos tom mi ensueo
y lo rrill como a un beb...
y le mat6, triste y pequeo,
falto de luz, falto de fe...
96 RUBN DARIO
Juventud, divino tesoro,
te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
Y a veces lloro sin querer...
Otra juzg que era mi boca
el estuche de su pasin;
y que me roera, loca,
con sus dientes el corazn,
p oniendo en un amor de exceso
a mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
sntesis de la eternidad;
y de nuestra care ligera
imaginar siempre un Edn,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban tambin...
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA
Y las dems! En tantos climas,
en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazn.
En vano busqu a la princess
que.estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
Ya no hay princess que cantar!
Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco
a los rosales del jardn...
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Mas es ma el Alba de oro!
VII
TRRBOI
DE D. Luis DE GNGORA Y ARGOTE
A D. DIEGO DE SILVA VELZQUEZ
Mientras el brillo de tu gloria augura
ser en la eternidad sol sin poniente,
fnix de viva luz, fnix ardiente,
diamante parangn de la pintura,
de Espaa est sobre la veste oscura
tu nombre, como joya reluciente;
rompe la Envidia el fatigado diente,
y el Olvido lament su amargura.
Yo en equvoco altar, t6 en sacro fuego,
miro a travs de mi penumbra el da
en que el calor de tu amistad, Don Diego,
jugando de la luz con la armonia,
con la alma luz, de tu pincel el juego
el alma duplic de la faz ma.
|