ELS I E ALVAAD O
D E I C O I D
ESTILO YDEN-
SIDAD EN LA
POESIA DE
RICARDO J.
BER M UDEZ
SI1 Yao..
PRIsTE 6 P1 ( 1 O
SICA.R DO M vIO 1 9S
SICCIO 3 DE EN2S.'YO S
T1 9 6 0
ELSIE ALVABADO
DE BICOBD
(TY
IDA
IES
k
Naci6 en David, provin-
cia de Chiriqui. En la
Normal J. D. Arosemena
recibi6 el diploma de
Maestra. Obtu v o el ti- EEN
tulo de Profesora de Es-
pafiol en la Universidad OF
de Panam. Es tambi6n
Licenciada en Filosoffa y
Letras. Actualmente es
Profesora de Espafiol de
nuestra Universidad. Sus
obras publicadas son:
Holocausto d RoaM
(poscas).
Notas sobre la poesia
do Demetrio Herre S.
(ensayo). -
I
ESTILO Y DENSIDAD EN LA POESIA DE
RICARDO J. BERMUDEZ
ELSIE ALVARADO DE RECORD
ESTILO Y DENSIDAD EN LA POESIA DE
RICARDO J. BERMUDEZ
de
CABLOS MANUEL GASTEAZOBO
PRIMER PREMIO RICARDO MIRO. 1958
SECCION DE ENSAYOS
PanamA, 1960
A, le1
A mi madre
EMMA vda. DE ALVARADO,
y a la memorial de mi padre
MANUEL BALBINO ALVARADO.
PROLOGO
Cuando a Gertrudis, la dulee cieguecita de la SINFO-
NIA PASTORAL. se le pregunto sobre sus impresiones al
recobrar la rista, ella se limit a deeir que habia risto el
rielo mds azul. los prados ads rerdes y la naturaleza ads
hermosa. Es deeir, la heroin de Andre Gide logro un
reconocimiento supremo del paisaje que la rodeaba, que
le permitid eomprender a rabalidad su mundo eircundante.
Viene esta alusi6n a la tierna norela francesa porque
ahora Elsie AIrarado de Ricord. que tiene "ojos de ver"
como diria Ricardo Palma. nos permitird observar a tra-
ris de su extraordinario ensayo critico, el mundo interior
de uno de nuestros hombres de letras mds importantes, y
sin duda alyuna. el poeta "difieil" por excelencia.
El sugestiro riaje escalonado a to largo de la obra
podtica de Bermiidez no rise a ser una simple aventura
para la autora del present ensayo. En efecto, en 1951
present para optar al grado de profesora de Espaiiol el
primer trabajo orgniaeo y de conjunto sobre la obra poe-
tica de Demetrio Herrera Serillano; no s6lo hizo alli gala
de informacidn copiosa, laboriosidad sorprendente, easti-
za galanura en el estilo. independencia y sagacidad en el
juicio. ferror jurenil y sensibilidad equilibrada y serena.
sino que sus notas critics rinieron a ser principalmente
una esperanza de renoraci6n cultural y moral en la deli-
rada discipline de la critical literaria en Panamd. Del
seno del estudiantado panamento salia en ese entonces una
persona ya madura a pesar de sus aios mozos, trabajado-
ra. generoia, sefialando rutas y sembrando entusiasmos.
;Que hermoso ejemplo este para serrir de estimulo
y recordaci6n para las presents y renideras promociones
inirersitarias panamefias!
La fuerza y el rerdadero sentido del trabajo de gra-
duaci6n de Elsie Alrarado de Ricord no estaban inica y
implemented en la selection del tema. sino precisamente
rn el tratamiento del mismo: se proponia nada menos que
hacer critical literaria, no limitada al elogio que cautiva al
cortesano ni a la simple negaci6n que subyuga al icono-
clasta, sino que, con la serenidad del juez just, se aden-
traba por las moradas interiors de Herrera Serillano.
considerado como el "*poeta del pueblo" por antonomasia.
Pero mirando el asunto desde un dngulo menos res-
tringido, la experiencia de la autora de este ensayo del
que ahora result improrisado prologuista, traia sobre to-
do una nuera risi6n de lo que debia ser el andlisis litera-
rio en nuestro medio.
Hasta entonces, y ain el pecado continia, entire nos-
otros la critical habia tenido inrariablemente un sello de
compadrazgo adulador y ditirambo desenfrenado. Nada
habia de rerdad en aquellos certdmenes. reladas y premios
literarios que encantaron a nuestros letrados en la inicia-
ridn de la RepTblica. Panamd, que irid alejada de todo
progress a lo largo de una centuria durante su roluntaria
anexion a Colombia, necesitaba a partir de 1903, calzar
aquellas botas de siete leguas del Pulgarcito de los euentos
infantiles. para brincar rertiginosamente y ponerse a la
altura de los tiempos. Habia que correr por nueras rulas,
las imd fdciles y las mids rdpidas. y por consiguiente las
mids alejadas del camino de "chez Swram" y del Lendero
iluminado de Rimbaud, para arribar a una meta sin es-
peranzas de rerdad, ausente del autintico ralor que se
renuentra despues del riaje. lento pero seguro de la me-
-10-
ditaeidn cientifica, con el propdsito de enecotrar la belle-
za ausente de todo personalismo pasajero y de today glosa
amigable.
El primer alto en esta rertiginosa carrera lo hizo el
poeta Roque Javier Laurenza en 1933. En tua confmere-
cia brere pero sustanciosa. se enfrent6 con una rehemen-
cia inedita hasta entonces. y una irrererencia ineslita a
la obra de los poetas de la generaci6n republican. jQue
result de este encuentro? Una just protest contra
nuestras letras, ausentes de ralores legitimos. una denun-
eia furiosa contra aquellos Ilamados poetas que s6lo ie-
nian de tales la apariencia rimada que ponian en sua
obras; una sacudida terrible al amodorramiento d.
nuestros literates que seguian embebidos en to que ya co-
menzaba a fatigar. como eran la cursileria romdntica o
la melodia modermista que apenas pocos elegidos entire esta
pleyade de poetas habian logrado captar y desarrollar con
relatira discreci6n.
La denuncia de Laurenza fue fructifera. De ella vinw
una corriente rerisionista en la que desfilan en ronda uni-
da por igual preocupacidn los nombres de Rodrigo Mir6.
Enrique Ruiz Vernacci, Manuel Roy. Manuel Firrer, Di6-
genes de la Rosa, que como El ie Alarado de Ricurd apun-
ta. "colaboraron en dirersas forms en la batalla por la
renoraeidn de nuestra poesia".
Esta saludable reaccion es digna del mayor elogio, pv-
ro todo elogio por subido que sea tiene su limited. y si fue
beneficiosa la nuera area, hay que sefialar tambiWn que
el camino que siguieron pronto se desri6 por otras rutas.
Asi por ejemplo. Rodrigo Mird se dedico preferentemente
a historiar nuestra literature; Ruiz Vernacci. si bien use
el b'sturi se rali6 del anestisieo del elogio; Mindez Pereira
si anim6 much, perdono tambien mucho. De la Rosa des-
brozd otros campos de la cultural national y Ferrer Valdes
escogi6 la ficei6n y abandon la critical.
- 11-
Era nrcesaria una nueva roz para hat. r el nuevo alto,
y he aqui que aparece la figure de Elsie Alrarado de Ri-
rord con nueros metodos de trabajo y eon amplias capo-
ridades para realizarlo. Se une a esta capacidad el aliento
de la jurentud. porque aunque es ya maestro en letras y
docencia. es indudable que poseen sus escritos la frescura
que se pierde por lo general ruando lon hombres se hacen
ranon y renerables.
Pero pasando un tanto por alto las cronologias, hay
que sefialar que Elsie Alrarado de Ricord aparece en nues-
Ira literature bajo el sign de un erasmismno conciliador.
comprensiro y humano. Ese don cordial de la equidad la
ha llerado a analizar las figures repreventatiras de la poe-
sia rontempordnea panameia y lan altitudes humans que
concuerdan con su armoniosa posicidn intellectual. De alli
el x.ito rotunda de su tarea. siempre constructira y erea-
dora. itil y aprorechable.
Pero la autora ruenta a su haber con otra extraordi-
naria facultad para la critical literaria y es su profunda
rocaci6n podtica. En efecto. o que en un conmienzo de su
rida fuc una timida area spiritual, a trards de publica-
ciones dirermas en periddicos locales, en 1952 se rino a
cristalizar en el muy hermoso libro HOLOCAUSTO DE
ROSA.
La poesia fenenina en Panamd tluo principalmente
un tono hogareiio y un lirismo comnin. Ahora con el HO-
LOCAUSTO se sali6 de la cocina casera a los amplios sa-
lones del espiritu. Sin embargo. no fue la primera en esta
area. Le antecedieron otras mujeres en la experiencia
que nupieron con prudencia. recato y buen gusto entrar en
las filas, siempre abiertas y sugestiras. de la poesia de
ranguardia.
En el libro de poesias de Elsie Alcarado de Ricord
hay que destacar su original lirismo que ra desde los tiernos
ensueiio. de lox prinmeros rerso hasta los poems apasio-
-12-
nados del final. Aunque narida en el pais agro (Elsie
Alrarado de Ricord es chiricana) su sensibilidad se ra
nmoldando a la video de la ciudad, coincidiendo en los ver-
sos finales del HOLOCAUSTO con los opuleinos eolorme
y los riolentos sentires de la capital. Con esa edlida re-
reptiridad transport a los poemas su information de las
cosas y las refund en una ereaeion plastica exquisite. El
mundo asi reconstruido podria dirigirse a ella y decirle
,aenw la Amada al Amado en el CANTICO de San Juan de
la Cruz:
"ya hien pueden mirarmr,
despuis que me miraste;
qur gracia y hermosura en mi dejaste".
Por eso dlestaea tan noble y just, tan llena de sere-
nidad analitiea y de mirada escrutadora la figure de Elsie
Alrarado de Ricord en la critica literaria panamenia. Su
nuero aporte sobre la obra poitica de Ricardo J. Bermsi-
dez. super a su tesis unirersitaria (y es much decir).
porque el estilo se ha ruelto amds rico en color pldstico, i
en capacidad de caracterizartin. Su mirada critical ha
escrutado con serena lueidez an hermosn mundo interior
que se eseondia en una seira rica y brillante de metdforas
singulares. Para Ilegar a el.'a. a exa "tierra de promi-
sian" del poeta Bermidez. Elsie Al'arado de Ricord puso
lo mejor y mds delicado de si y regreso de su experience
no s6lo con la satisfacci6n interior del deber cumpido sino
tambien con el reconocimiento flue siempre. tarde o tem-
prano. acomlpaa a las areas dr la cultural herhas con se-
riedad. justicia y rerdad.
Su actitud recuerda la de aquellos argonautax de la
nntigiiedad. Ellos dejahan sus tierras y rida contidiana
para ir en pos de las lejanias desconocidas. Cuando re-
tornaban no solo rolrian con ricos trofeos, perfumes er6-
ticos y productosn xtraios. Traian ademds un mensaje.
-13-
rual era el de que en otras tierras, otros hombres tambien
sentian y guardaban una rida interior que. a pesar de lo
interino de las cosas humans, es la fuente permanent
de un mundo superior que es el mundo de las creaciones
espirituales.
CARLOt MANUEL GASTgAzoRo.
Panamd. 1960.
-14-
I PARTE
UBICACION HISTORICO-UTERARIA
CAPITULO I
BERMUDEZ EN LA ECLOSION DE
LA POESIA NUEVA
Quien revise las obras po6ticas panamefias anterior.
res a la decada del 30, las sentira desteaidas por el tiem-
po. en su apariencia y en su contenido. Las convulsiones
del mLndo han hecho evoludonar tanto nuestra sensibili.
dad que hoy nos parece remota la aspiraci6n clasicista
que en esa 6poca inform nuestra poesia, retrasada en va.
rios aios con respect a la poesia universal.
Esa distancia artistic que en gran parte todavia man.
tenemoc muy a nuestro pesar, es naturalmente explica-
ble por el retraso social con que inauguramos el siglo.
Si el desarrollo cultural del Istmo hubiera sido uno
de los agents y no s61o un objetivo de nuestra indepen-
denci. political de 1903, sin duda los poetas de los comlen-
zos de la repiblica habrian desplegado su actividad crea-
dora dentro de las corrientes universales de la poesla, con
oportunidad y con mejor 6xito. El desamparo cultural con
que la naci6n inici6 su vida de Estado independiente, se
palpa en las producciones po6ticas nacionales de las trees
primeras d6cadas de este siglo, reveladoras de que, si bien
nuestros poetas asumieron la responsabilidad de la dificil
hora que lea toc6 vivir, inclusive haciendo a veces de las
letras un instrument politico, en general sue obras no
resisten la severidad de un juicio critic, en ocasiones por
ausencia de contenidos vitales, con frecuencia por su re-
-17-
petido temario, finalmente por su anticuado corte, con el
que rindieron un tribute en exceso prolongado al Roman-
ticismo literario y al Modernismo, cuando ya la sensibi-
dad universal reclamaba y lograba formas nuevas para
las nuevas modalidades que In vida contemporinea impu-
so al hombre.
No es el anacronismo literatio el unico responsible
del pebre merito artistic de tales obras, pues algunas
lograron calidad po4tica en gracia a la intense vocaci6n
de sus autores. Es el caso de Ricardo Mir6 y Gaspar Oc-
tavio Hernandez. Mas esos raros poemas -rares por lo
escasos- figuran en las antologias semidispersos entire
un arsenal de versos mindsculos cuya lectura s61o realizan
quienos sienten por la poesia un amor a prueba de histo-
ria. es decir, capaz de metodizarse y depurarse a base de
documentaci6n. S61o un interns de orientaci6n hist6rica
puede sostener a una persona en la lectura de las mencio-
nadas obras literarias.
Tan habituada a su modesto circulo provinciano es-
taba hl producci6n po6tica national, que nuestros bardos
causaban ya la impresi6n de concursantes con un mismo
tema ('). y el cambio habria de sobrevenir de suyo, cum-
(1) Compairense Inr siguientes :noneto; el prinmro, "Descintento".
de Le6n A. Soto, del libro Eclcticas. 1907.
El segundo, "Muisicas". del libro de Gaspar Octavio Hernin-
dez, Mlclodis del Pasado, 1915.
El tercero y el cuarto. de Los Segundne Preludioe de Ricarda
Mir6, 1916 (pig. 73-74).
1.-"To'lo me hiere, todo: la secrets...."
2.-"Todo vibra con music: los mair...."
3.-"Todo se apaga en el aunl: la ela...."
4.-"Todo se enciende bajo el sol: la gota...."
Compirese "Cristo y la Mujer de Siehar." de Gaspar Octavio
Hcrnindez, (Imprenta Esto y Aquello). Panama 1915. pig. 9)
con los "Poemns profanos" de Ricardo Min'. de I Segundwl
Preludios (Tipografia Moderns. Panama 1916 pig. 105).
Compirese el soneto de Dario Herrera, "Diana" (Rodrigo Mi-
r6 lo reproduce en Cien ailos de Po.ia mr Panamd, pig. 97).
con el de Le6n A. Soto "A la Venus de Milo". del libro Eelicti-
cas, 1907 y con el poema en alejandrinos. "Euterpe", de Cris-
t6bal Martinez.
-18-
pliendt. el fen6meno que Damaso Alonso denomina can-
sancio po6tico, que se present cuando "agotadas una t4c-
nica y una imagineria, los poetas sienten el no mitigable
prurito de la variad6n" (2).
Tal acontencimiento, condicionado por las presiones
universales en mayor media que por una exclusive auto-
determinaci6n national, se realize aqui tardfamente y por
influencia europea, como ocurri6 en general en Am6rica,
con la cxcepci6n de los pauses mis avanzados culturalmen-
te. Encauzar la actividad literaria national hacia las co-
rrientes de vanguardia fue empresa ardua en la cual se
empefiron algunos intelectuales progresistas como Ro-
que Javier Laurenza (V), Enrique Ruiz Vernacci, Jose
Dolores Moscote, Octavio M6ndez Pereira, Di6genes de
la Rosa, Rodrigo Mir6, Manuel Ferrer, Manuel Roy, etc.,
quienes colaboraron en diversas formas en la batalla por
la renovaci6n de nuestra poesia.
Mas el agent que con mayor eficacia inyect6 en nues-
tro medio el aliento innovador de la mentalidad naciente
fue Oida, el Agil y revolucionario libro de Rogelio Sinin,
publicado en 1929; con lo cual se comprende que una bue-
na obra de arte siempre entusiasma mis que lo mejores
razonamientos de la mas atildada prosa.
Desde la publicaci6n de este libro, que por su forma
novedosa y su tendencia a la universalidad es una impor-
taci6n de las conquistas literarias europeas, nuestros poe-
tas parecen cobrar conciencia de que el arte como produc-
to social estA inmerso en el flujo temporal de la historic
y que su esencia eterna no desconoce, antes bien supone,
el cumplimiento de la ley evolutiva.
(2) Alonso, Dimaso, .Esoao sobre poesia espaiola, Revista de
Occidente Argentina.-Buenos Aires, 1940, pig. 61).
1:It VCnse u conferencia "Los potai( de la gemer e io republican.
pronunciada en 1933 y publicada en ese mismo aih por la
Eldiorial L Moderna, S. A. -Panama.
-19-
Habria que insistir en que no se trata de simples "mo-
das" literarias, sino de movimientos de honda raz social,
que por ser caracteristicos del moment hist6rico que los
engendra, pasan con la celeridad propia de todo lo que es
product de nuestro tiempo, pero dejando siempre un ras-
tro, ya una preocupaci6n, ya una ruina sobre la cual se
levantarin las nuevas obras.
Segdn reciente confesi6n del propio TristAn Tzara,
redactor del Manifiesto Dada 1918, que elev6 el absurdo
a categoria po6tica, "cuando digo nosotros, pienso sobre
todo en esa generaci6n que, durante la guerra de 1914-
1918, sufri6 en la came de su adolescencia pura y abler-
ta a Ih vida, al ver a su alrededor la verdad burlada, ves-
tida con los despojos de la vanidad o de la bajeza de los
interests de clase. Dada naci6 de una exigencia moral, de
una vcluntad implacable de alcanzar un absolute moraL..".
"Honor, Patria, Familia, Arte, Religi6n, Libertad, Fra-
ternidad, etc., etc., de tantas nociones que responded a ne-
cesid,.des humans, no subsistian mai que esqueleticas
convenciones, porque estaban vacias de su contenido esen-
cial" (4).
De tal movimiento y practicamente con los mismos
poetas naci6 luego el surrealismo impulsado principalmen-
te por el poeta Andre Breton, quien sobre el absurdo que
caracteriz6 al dadaismo proclam6 la valides po6tica de
la imnginaci6n, del suello.
Sobre la base cientifica de las teorias freudianas del
subconsciente, que constitula un mundo inexplorado para
la poesia, el surrealismo tuvo repercusi6n universal: su
influencia en la poesia de hoy es innegable, aun en los
poetas de intenci6n social que pretenden negarla, pues
si el individualism que lo caracteriz6 ha sido superado,
(') Tzara, Tristin, El Surrealismo de hoy. Alpe. Buenos Airs,
1955 (Pigs. 25 y 26).
-20-
en cambio algunos recursos tecnicos como el predominio
de la metifora, continian vigentes
En Panama seria una audacia definir la obra de al-
gun autor como perteneciente a determinada escuela van-
guardista, puesto que la morosa incursi6n de nuestra poe-
sla en los predios del arte nuevo la hizo compleja. For
otra parte, a prop6sito de nuestra renovaci6n podtica no
podria aplicarse el concept de generaci6n, pues el grupo
que la impuls6 no fue homogeneo, ya que aunque tales
poeta- coincidieron cronol6gicamente en cumplir una ac-
titud iconoclasta tan necesaria como la del fuego y mis
fecunda, no lenaron los requisites minimos para consti-
tuir una generaci6n literaria, y es dificil definir hoy esa
etapa con otro nombre mAs apropiado que el genirico que
se le da de "poesia nueva" (s), pues es bien sabido que el
de "vanguardismo" s61o le fue adecuado en su primer im-
pulso, cuando represent una verdadera fuerza de cho-
que. (')
(5) En Europa los im e habian surgido eon tal precipitacl6n qou
de todos ellos se hiso un solo frente, pero vasto y hetorogiso,
animado por un afin innovador que rompi6 con los moldes m6-
trices tradicioales, con loa procedimientos estilisties, eon lon
enfoques, can Ia 16ica rational Ensanch6 el borizonte de
los temas y en ansa de libertad abri6 puertas prohibidas qur
ya algunos antecesores. digamo por ejemplo Baudelaire y
tods los "poetas malditos" hablan oado penetrar. La U-
bertad invocada procure la double perspective de la multiplici-
dad de loa medics expresiv3 y de las manifestaciones mAs
audaces de la individualidad.
(6) En te studio e etd e mples on casiones la denominacin "poe-
sia vanguardista", puesto que la relatividad de tal denomina-
ri6n es de todos modos la misma implicita en la de "poesai
nueva" y puede suceder que referid a determnninada etapa
de la poesla esto nombres pierdan su valor semntico pro-
pio y queden e el lenguajv con un sentido estritamente his-
turico. Cabe suponer que al tirmino "vanguardismo" pue-
da ocurrir lo mismo que al de "modernnimo"; tal acontece en
la historic con la dominaci6n de las edade Moderna y Co-
tempornes.
-21-
Perteneci6 Ricardo J. Bermddez al grupo de loP poe-
tas -Antonio Isaza A., Demetrio Herrera S., Roque Ja-
vier Laurenza (-), etc., que con devoci6n artistic y
admirable audacia intellectual realizaron el movimiento,
si bien cada uno de ellos infundi6 a su obra un sello pro-
pio inconfundible, tanto en los temas como en el estilo. Su
principal tarea fue la de sacudir la inercia que mantenia
a nuestra poesia en el recinto ya en ruinas del Romanti-
cismo literario y del Modernismo, para insuflarle los nue-
vos recursos tdcnicos y las nuevas concepciones del arte
de nuestro tiempo.
Dentro de las corrientes nuevas, la obra de Bermu-
dez se singulariz6 desde sus inicios por su esmero formal
y por la hondura de sus contenidos. Su trayectoria ha si-
do ascendente, desde el primer libro, Poemas de Ausencia
("), que se acredit6 por la profusi6n extraordinaria de
metiforas originales y por sus audaces sugestiones; con
la Elegia a Adolfo Hitler ('), libro de encrucijada en que
su poesia cambia de norte, orientAndose hacia la manera
nerudiana que parece ya mis nuestra, pero alimentado
de savia personal. Es la misma tecnica que se prolong
hasta el Aain Liberado (10), para luego girar hacia el
ejercicio mins dificil, mis abstract y mis frio de las Va-
riaciones del Pez en la Sangre ('"), que luego se atempe-
(7) Roque Javier Laurenza fue uno de los principals gestures;
Antonio Isaza A. habia publicado poemas vanguardistas ais-
lados en fecha anterior a la publicaci6n de Onda. (Viese Ro-
drigo Mir6, Cien aios de poesia em Panamd, pit. XVI).
(8) Poemas de Aasencia.-Talleres de la "Tribuna de PanamA",
3-VIII 1937.
(9) Elegia a Adolfo Hitler.-Editorial Dario. Los Angeles, Cali-
fornia, 1941.
(10) Addli Liberirdo. segundo premio de poexia del Concurso lite-
rnrio Ricardo Miro, 1942.- Imprenta l.pez, Buenas Aires,
.90- VI-- 44.
(" ) Variacioner del pez rn la samgre. Panama Amirica 26-1-
48. Reproducido en Cire alos de Poesia re P'ammai, por Ro-
drigo Mir6, paiina 298.
-22-
r6 formal y cualitativamente en Laurel de Ceniza (,).
obra de plenitud que seiala ya la expresi6n definitive
continuada en Cuando la Isla era Doneella (s2).
En general, los poemas de Bermfdez ofrecen la pe-
culiaridad de que domina en ellos un acentuado caracter
intellectual. Las cualidades de intelectualismo y selecci6n
definen su poesia como culta, por lo cual esta no ha po-
dido echar races en el pueblo; y ello (a pesar de que sus
temas fundamentals son de interns human: el amor con
todos sus derivados, la vida, la muerte, la lucha social),
es consecuencia de la forma culta e intellectual de su ex-
presi6n.
Como las preferencias del lector ordinario se decide
siempre abiertamente por la poesia apasionada, sobre to-
do aquilla en que se hacen menos perceptibles las elabo-
raciones racionales, estos poemas, reflexivos por excelen-
cia hasta en el mis lirico de sus moments, no contarin
nunca con un pblico muy numeroso. Ejemplifican, con
los de Rogelio SimAn, el mas acendrado fruto de la poesia
minoritaria en Panam.
Bermndez, poeta en quien la fuerza cerebral es tanta
que super a la emotividad, hace adenms en sus poemas
incursiones filos6ficas, aunque nunca de manera discursi-
va, sino intuitive, direct y sint6tica como corresponde al
genero po6tico.
En la historic de la literature panamefa la obra de
Berm6idez se destaca por su excelsitud y perfecci6n, y en
tal aspect super casi toda la obra po6tica anterior: es una
culminaci6n de todas las virtudes expresivas, porque su be-
lieza abreva en las fuentes clAsicas escogidas en cuanto a
(12) Laurel de Crisza.- Editora -El Pais", Panama 1952.
(13J) (Cuado la Isla era Doneella.- Segundo premlo de poesia del
Concurso Ricardo Mir6 1964. Inddita.
-23-
la mitrica; aiiade las conquistas del Modernismo sin in-
currir en su afectaci6n; incorpora los procedimiento. poe-
ticos novisimos, y ello con tal capacidad selective, con tal
exquisitez, que todo tema queda expresado con impeccable
pulcritud.
-24-
II PART
RASGOS ESTIUSTICOS
CAPITULO II
CARACTERES GENERALS
Si el anilisis tradiciounl tie las creacione~ literi.l ias
en lo que se denomina fondo y forma, hoy en %vas de
ser superado. no tuviera otro prop6sito que ei de metodi-
zar el studio de hl obra. serin innecesario comentar por
separado estos dos aspectos, tan fundidos estian entire si.
Mas, para una apreciaci6n total te la obra literaria,
la expresi6n no se puede desvincular del contenido, puesto
que no es sino el modo como .w exteriorizan la ideologia
y la sensibilidad del autor. No cabe hablar entonces de
artificio en la forma. ya que todas su. caracteristicas
exteriores surgeon del fondo mismo de hi inspiraci6n y
no pueden evitarse sin afectar la plenitud de la misma.
No es que el contorno mida la calidad de la poesia.
sino que los atributos que lo distinguen son siempre ma-
tices del complejo vital dl Ioeta, senderos que 61 deja
abiertos al lector hacia la gran riqueza de su intimidad
:irica. En tal sentido. cauda rasgo es un iingulo de la obra
integra y cono tal ha de apreciarse, soslayando las pre-
ferencias entire lo sencillo y to complejo con que tantas
veces el prejuicio comin cierr hlos caminos del goce es-
tetico.
La raz6n del estilo es la raz6n internal de today la
poesia, de la personalidad del escritor. Cuanto mnis se
detalle y analice el estilo tanto mais se penetratri en el
sentido de los temas, en la evoluci6n intellectual, emotiva
y est4tica del bardo. y mais ~ conocera de su concepci6n
-27-
del mundo y de los mdviles profundos que condicionan sil
actitud ante la vida, inclusive su conduct social. Las
mismas fuerzas de determinismo y libertad que chocan y
se complementan en cada individuo. hasta conformarlo
sin lograr definirle absolutamente sino hasta la hora de
la muerte, son las que luchan y se armonizan en el estilo
con igual vastedad de perspectives, aunque a veces los
mismos poetas no son muy conscientes de las fuerzas con-
trarias que configuran su obra.
Por esa armonia entire formas de expresi6n y con-
tenidos expresados, inherent a toda creaci6n de positive
valor, la poesia de Ricardo J. Bermnidez brill6, desde su
amanecer, signada por un ideal de perfecci6n est6tica
digno de su densidad de pensamiento. Se puede respi-
rar a travis de la forma, el aire de selecci6n y universa-
lidad que alienta en su obra. ademis de las esencias sen-
timentales y reflexivas que la sustentan.
Hablar en este caso de vaciedad, de falseamiento de
las realidas, de esnobismo y de falta de sentido es la-
marse a engafio, porque la obra en cuyo examen nos em-
pefiamos estii saturada de un grave contenido, interpre-
tado por una inteligencia mnet6dica y una sensibilidad
refinada, con form;.ls hasadas en la tradici6n pero inyec-
tadas de savia nueva, y con un sentido que se va captando
lentamente en una especie de voluptuosidad est6tica. Un
lector que sea perspicaz y bien informado se regocijaria
sin duda con innumerable hallazgos que otros lectores
no hemos logrado percibir.
Por otra parte, no es il6gico que un hombre de vasta
informaci6n observe en sus actividades intelectuales una
actitud acorde con su formaci6n academic. y el hecho
de que algunos escritores hayan alcanzado logros extra-
ordinarios polarizando simultAneamente sus creaciones
hacia los dos extremes de la corriente cult y la corriente
popular -G6ngora. el caso mils radical en Espaia donde
-28-
hay muchos aun hoy- no implica en modo alguno que
ia posici6n cultista sea falsa.
Ahora bien. ademis de culta. o quizas en gran parte
por ello, la poesia de Bermnidez tiende a la iuiversalidad,
.n el sentido de que su contenido, sus motives, no se ciien
por su expresi6n a una determinada regi6n geografica
como en la poesia localistn (regionalismo del habla, luga-
res y tradiciones), sino que a pesar de nutrirse en nuestro
ambiente (en la acepci6n mais amplia del t6rmino: natu-
raleza, sociedad, con todo lo que abarcan). ste aparece
asimilado y proyectado en radiaciones amplias, universa-
les. perfectamente concebibles en otros sitios de la tierra.
Y despues de esta clasificaci6n sintetica de poesia
culta y universal extraida fundamentalmente de las singu-
laridades de su estilo. convene analizar los caracteres
estilisticos mirs sobresalientes en nos poemas de Bermbadez,
a saber:
1.-La metAfora como principal medio de expresi6n.
2.-La novedad y originalidad de las mismas.
3.-Empleo de sinestesias.
4.-Visiones de character onirico.
5.-Prescindencia de la aniedota.
6.-Adjetivaci6n riquisima, portadora de matices
emotivos, politics y conceptuales.
7.-Abstracci6n de los tfrminos.
8.-Selecci6n del vocabulario.
9.-Pureza idiomatica.
10.-Impecabilidad m6trica.
-29-
CAPITULO III
LA METAFORA COMO PRINCIPAL
MEDIO DE EXPRESSION
Entre las caracteristicas del estilo de Bermlde7 se
destaca de manera relevant la expresi6n simb6lica. Sin
caer en excesos puede afirmarse que today su obra esta ba-
sada en la metifora. y algunas veces en la metafora pura.
ei decir, aquilla en que el piano irreal no se mezcla con
el piano real que le sirve de sustento. (El termino purn
se restringe aqui a tal figure literaria, y nopuede ser ex-
tendido a la poesia de Bermndez como maliciosamente se
acostumbra entire nosotros, pues su poesia no es pura en el
.entido ticnico que ha adquirido el vocablo, ya que esti
plena de contenido filos6fico). (')
La mettifora pura exige al lector un gran esfuerzo
imaginative para aprehender el contenido y como a me-
nudo hay mis de una en cada verso. result indispensable
detenerse en cada frase a sondear el sentido pleno de la
misma, fragmentando asi el torrente portico como en nu-
merosas fotograflas estiticas, lo cual produce un efecto
de frialdad de que no siempre padece el poema.
(I) Huela decir que la metafora n> es un recurso que irrumpe
bruscamente en la poesia de boy, sino que tiene una larga tra-
yectoria. A prop6sito puede citarve a Dimaso Alonso: "La
poesia nuestra, concretamente la espavola, cominua eon sim-
pies imirenes ccuacionales. La de la pura rmet-
fora es un lento proc*so que tiene dos momentous culminantes:
el gonsorino y el contemporineo". (Op. cit. pai. 40).
-31-
Se ha considerado que es mas propio del lenguaje
poetico sugerir que expresar, y es el simbolo el Ilamado a
cumplir esta misi6n de atesorar el misterio de la plesia.
que despierta en el lector ese estado de ansiedad qile
Nietzsche Ilamara "la embriaguez del enigma". (')
Gran parte del deleite que la lecture de un pocma ,de<-
pierta se debe a lo que el mismo lector pone de ri, y can
es una de las virtudes de la poesia nueva. que suxiriendo
sin definir. convierte al lector en participe del acto crea-
dor, porque en la interpretaci6n que hace de cada simbolo
pone en juego su imaginaci6n. sus recuerdon. sus resortes
f.motivos mAs intimos.
Aludiendo a esta comunicaci6n que se entabla entire
el lector y el poema se ha dicho con justicia que "no se
puede hallar poesia en parte alguna si no se la Ileva en
sf" (2).
Para aventurarse a explorer el mirterio de los sim-
bolos es necesario entrar al poema con la imaRinaci6n en.
cendida y el animo despierto a todas lan .orpresas. El
goce estetico comienza en la bisqueda.
Para descifrar la ecuaci6n metaf6rica en Bermtidez.
nos serviremos de ejemplos torados de sus distintas obras.
cada una de las cuales represent una etapa de la trayec-
toria po6tica del autor. Sun cinco libros estan colmados
de metAforas, provistas de una funci6n que no es deco-
rativa sino esencial, pues Ilevan sohre si tulIo el caudal
de la inspiraci6n y constituyen el instrument que el poe-
ta encuentra mas digno, por lo cual casi todo el lIrnguaje
que emplea es de caraicter simb6lico.
En la creaci6n de las metiforas, el optimism de Cer-
mudez seriala siempre los nmias elevados puntos dte seme-
(2) Asi hablo Zaaulunln. "DIl la viii'n y del enigma".
:') La cita es de Henri Bremond. 'orsia Pura. Ed. C. e I.. Buenos
Aires. 1947.- pig. 106).
-32-
janza. El esteticismo (') que se revela con claridad en
todos los aspectos de su obra explica la condici6n enalte-
cedora de los simbolos, entire los que muy rarn vez se en-
cuentra alguno que disminuya el nivel del objeto compa-
rado. Las metitforas Ilamadas radicules por su prosaismo,
no se encuentran en esta obra. Todas son po6ticas. In-
clusive en hl Elegin a Adolfo Hlitler, que es un poema po-
litico.
Metdforans sn,iins iles.-Segdn el 6rgano de percep-
ci6n con que el poeta recibe el estimulo del ambiente, las
de caricter sensorial vienen en profusi6n por las cinco
vias; sobre todo las i.suales, centre las cuales abundan las
que aluden a formal y a colors; nl gama de colors que
utiliza es muy variada; la luz aparece varias veces con el
sentido de vitalidad que tiene tradicionalmente.
En el primer libro publicado por Bermudez, Poemas
de Assencia, cargado de erotismo, son frecuentes tambikn
las metaforas palatales, las tictiles, las olfativas; las au-
ditivas son preferenteme-nte imusicales.
Del tercero de los Poemao de Auseni2, tomamos los
siguientes ejemplos:
A cada beso de tu rosn rira
No es esta una metAfora simple; como hay entire los ob-
jetos comparados (hI boca y la ro.sa) varias razones de
semejanza. se trata fde una metifora compleja, de las Ila-
madas mailtiples. Si se atiende al color, que es quizis la
mis llamativa de las sEmejanzas, su caricter es visual.
Pero con ella se hace referencia tambien a la tersura y al
perfume, por lo cual es tambi6n tictil y olfativa; impre-
siona a la vez various "entidos (En el caso de la rosa hay
sin embargo que hater un IIrentesis aclaratorio: se trata
(4) El termino ha del tonarn en el nis objetivo de sus sentidos.
La autora de este studio no compare la opinion desdefiota que
sceie dar ail termino un rairAter delpectivo.
-33-
de un simbolo traditional que ha de comentarse mis ade-
lante).
Entre las de carActer palatal pueden citarse:
-para el sueiio de miel de tu reir (5)
-vainilla de mis lunas sin sabor
Una de caracter auditivo seria:
-en todos mis silencios has vibrado
Y una tictil:
-Fecunda entire mis alas extraviadas
el nido de tu pecho de jazmln.
En Poemas de Ausencia, los ejemplos parecen multi-
plicarse, y es verdaderamente sorprendente la habilidad
de Bermlidez para simbolizar, destacindose en tal aspec-
to aun en este tiempo en que la metfifora reina en la poe-
sla como en ilustraci6n del postulado de Ram6n G6mez de
la Serna: "Hay que emplear hoy dos imigenes cada cinco
segundos de epcritura para emplear mahana tres en los
mismos cinco segundos". (').
La simbologia da siempre indicio cierto de los inte-
reses que Ilenan la vida del poeta. Y como la profesi6n
de Bermidez es otra arte, la Arquitectura, en ella toma
motives de comparaci6n parn sus figures po6ticas. Laurl
de Ceniza y Cuando la Isla crg Doncella son las obras en
done aparecen estos ejemplos:
-Casi domo sin lustres ni guirnaldas...
-Serenisimo albur en capitelre
de claridad...
-Ya en 6sea arquitectira terminada
-tus barrocas colinas despeinara
(5) Cada guiin indica que el verso que se cita es independiente del
anterior. Es necesario recorder esta indicaci6n porque mis
adelante abundarin las eitas de versos independientes, aislados.
(6) Ram.n G6mes de la Serna, /mos. Ed. Poseid6n. Buenos Aires,
1943. pig. 14.
-34 -
-en esta reposada arqmitecturn
de tropicales frisos mariners
-la ci'pula del pueblo desfallece
-Barloventos de conchas, capiteles
-Raudos geranios guardian el alftizar
y los canceles...
-Ala en las tiernas aispides del alba.
Su afici6n por Ia pintura asoma en los siguientes
ejemplos:
-Aguafuertes de brumas asustadas
en la aeuarela de los tamarindos
Y su devoci6n musical en estos otros:
-A cada beso de tu rosa viva
comienzan otras eras de canci6n
-En tu jibilo blanco en do de sol.
Estas metiforas musicales se hacen cada vez mis de-
finidas y mis audaces:
-Tus 16bregos cabellos de ciherzos y sonatas (A.
L) (;)
-Aqui el adagio de la Iluvia renau. (L de C.)
Y no falta por alli un "ballet de pajaros" (A. L) con
que se rinde tribute al arte de la danza.
Metdforas conceptuales.-A cada nuevo libro y a me-
dida que la vida va hacienda mis compleja la personali-
dad. menos simple que en hl ardorosa efusi6n adolescent,
(7) Para abreviar, las ritas de las obras de Bermnidez we harin
en Ia formal que se seAalari a continuac6n:
a) Poemas de Ausencia: P. de A.
b) Elegia a Adolfo Hitler: E. a A. H.
c) Adin Liberado: A. L.
ch) Variaciones del Pez en la Sangre: V. del P. en la S.
d) Laurel de Ceniza: L de C.
e) Cuando la Isla era Doneella: C. !a I. era D.
-35-
las metAforas van evolucionando con los temas hacia una
line cada vez mis conceptual, hasta culminar en el ca-
racter filos6fico de Laurel de Ceniza.
Se trata de metAforas conceptuales no porque el pla-
no figurado busque como asiento concepts; al contrario:
los concepts (el tiempo, la muerte, la vida) se represen-
tan con simbolos tomados del mundo concrete: la luna, el
rio, etc. Pueden reputarse conceptuales porque el parale-
lismo que observan no consiste en una semejanza de ca-
ricter fisico, sensorial, como en el caso de unos ojos que
por ser verdes se parecen a las luci6rnagas, sino en unn
correspondencia conceptual: cuando Bermidez califica
de "ardorosa" la compania de la muerte (L de C.,) no se
refiere precisamente al calor sensorial, torque la sensa-
ci6n que la muerte produce es de frio; el adjetivo alude
conceptua!mente al caricter devastador del fuego, cuyo ar-
dor aniquila, convierte en ceniza cuanto toca, y es por eso
una de las forms que la miierte assume. Se expresa la
idea, no la sensaci6n, de qtue el fuego es, como el agua,
uno de los caminos hacia el fin.
Por eso no hay contradicci6n cuando en un mismo
poema llama a la muerte: jardinera de frias soledades, y
luego dice: ya sosegado de ttle rdorosa compauia (L de
C., V). Lo que sucede es que uno de los adjetivos es de
caracter sensorial, y el otro conceptual.
En "Exilio y double exilio" (poema aislado. 1948). que
es una elegia al professor Juan Maria Aguilar. espaihol que
muri6 en nuestra patria en ese mismo afio
un toro resucita en el olvido
como simbolo de hispanidad. En "Carta" ("), a Stella
Olmsted (norteamericatna nacida en Guatemala) el toro es
uno de los simbolos con que "1 !oeta le recuerda su ascen-
dencia hispanoamericana, en un paisaje tropical:
Estoy ante ti 3y 1un toro
(8) Letras de Pananai. N9 2.- Enero de 1958.
-36--
negro cruza la plaza del pueblo con que suetias:
con hombres, frutas, rios, turpiales y ventanas
que, tal vez, nunca a flor de piel serA realmente
tuyo...
En Cuando la Isla era Doneella el mismo simbolo an-
terior es la inmensidad. la fuerza enorme, incontenible:
-las rocas, las sardinas, las guitarras,
y el deslumbrante toro del vacio.
Los peers: por una generalizaci6n que arranca de las
teorias evolucionistas referentes al hombre, los peces son
la vida que comsieur, piero extendida a la naturaleza toda,
no exclusivamente al reino animal. Este motivo inicia y
da unidad a las Variaciones del Pez en la Sangre: los cua-
tro elements con que ya las antiguas cosmogonias expli-
caban el origen y la formaci6n del mundo contienen en su
neno el pez de la evoluci6n vital:
De un tiempo sin edad y por el tiempo vivo
del aire, el agua, el fuego, la tierra y la memorial
del hombre elemental y del espacio puro.
.sohaba con ,u pez clamando por la sangre.
Este poema, sustentado con base en la contradicci6n
de vida y muerte, de todo lo que nace y perece, que se
inicia y tiene fin, express que con el alborear del amor -
promesa de multiplicaci6n de la especie- que a la vez
engendr6 el olvido, ya el iz. vida primigenia y sujeta a
la continuidad, nadaba. se movia en las interminables co-
rrientes de la vida:
Cuando emplum6 el amor las alas del olvido,
alli en seniles parques de musgo congelado,
ya erritil por las sienes de trashumantes novios
el raudo pez de espumas nadaba por la sangre.
Ias doncellas y las norias son las posibilidades de vida
afn en potencia, la fecundidad del future, la esperanza to-
davia en flor de fructificaciones vitales; las que realiza-
-37-
rin por la ley del amor la continuidad de la especie. Con
tal sentido aparecen en la estrofa precedent, y tambiin
en las que siguen:
...los cefiros salinos
que fecundan los valles y las novias
-Donde la mano pule sus torturas
y esconde las arcanas confidencias
es mejor que lloreis porque el olvido
lastima los cimientos del verano,
las apacibles trenzas de las novias.
Los pdjaros: la evoluci6n en el uso de este simbolo
ejemplifica muy bien la de las concepciones del poeta, apo-
yadas en sus comienzos en metAforas sensoriales que se
fueron haciendo cada vez mas conceptuales. Cuando los pi-
jaros aparecieron en Poemas de Ansencia, tenian un valor
auditivo, musical, segun ejemplo que se estudiari oportu-
namente: "de pajaros tachonas mi silencio"...
En Addn Liberado los pajaros son el fluir de la exis-
tencia sometida a constant cambio por las presiones in-
teriores y exteriores, y dentro de este concept de cambio
caben todos los estados animicos y todas las circunstan-
cias que implican una variaci6n: el hastio, el olido, el
tiempo, la distancia, el morir. Es uno de los simbolos nis
misteriosos y dificiles porque no tiene un contenido sus-
tancial, concrete y definido, sino que present una moda-
lidad especial: su contenido es verbal y su dificultad es-
triba en que con pdjaros no se denota el ave sino su vuelo,
con lo que la figure literaria es una metAfora lograda a
travys de una metonimia:
-Pasaron unos pajaros con alas infinitas...
Despues no imaginaba siquiera tu sonrisa.
-Pasaron unos pijaros con alas plateadas
y fuiste adelgazando hasta quedar en nada. (A.
L Primer recuerdo)
-38-
Cuando la vida cesa el ave se detiene, como se expre-
sa en los versos siguientes, de "Presencia de mi padre a
los veinte afios de su muerte" (A. L):
-para poder hundirme en tu conciencia ausente..
..hoy estuve mirando intensamente
la forma exacta de un gorri6n en vuelo cancelado.
-Hacia tiempo que buscaba tus anclas extraviadas
sin sospechar la permanencia
de tu mortal cansancio agazapado
como un are noctuo ai en mi dolor marchito.
En esta misma obra hay un verso en que representan
los instintos:
-La vida corre por mis venas sin pretensiones fi-
los6ficas,
sin azotar mis pdjarvs malignos.. (Encuentro
con la vida)
Pero ya en Laurel de Ceniza son un signo de vida
pura, vida que canta triunfalmente frente a la muerte,
pero que en cierto modo la anticipa en el canto:
-y en imbitos de sombra tu figure
cejara en sus ardides, denmuiado
tarde para que el mirlo lo deplore. (VII)
-la calandria te advierte en su quejido.. (VII)
Sin embargo, el simbolo analizado adquiere significa-
ci6n contraria en un caso especial en que el poeta desdo-
bla su personalidad y junto a las memories del pasado se
contempla como un artist muerto, es decir, que no logr6
realizarse y adivin6 su porvenir en el volar de las aves,
como los antiguos augures:
-Los haberes de ayer junto a la limpara:
el libro abierto y el difunto urtista
que vislumbr6 su refulgente double
con hielos en los ojus, demasiado
temprano en el volar de las goviotas. (L de C.,
IV).
-39-
Naturalmente, las gaviotas se asocian con la muerte
por una semejanza de indole conceptual, no visual: son
aves emigrantes cuyo vuelo, en fuga hacia otros climax,
trae a la mente del hombre recuerdos de partidas acaso
sin retorno; y en tal sentido la metifora tiene un antece-
dente en nuestra poesia en "La ultima gaviota", el bello
soneto de Ricardo Mir6.
Los espejos: este simbolo aparece desde Poenas de
Auseneia. Aqui el espejo represent la imagen: despren-
dido de ella el poeta la contempla como una proyecci6n
complete de su yo, pero tan real, tan animada como si Ai
mismo se hubiera vaciado en ella:
-El habla del espejo no se empalia
si voy a conversar con mi dolor. (IX)
En Laurel de Ceniza son una forma tie la muerte:
-Como imigenes vueltas del espejo
sin celestes visions ni relatos. (L de ('.. I)
Hay aqui una reminiscencia de "Alicia en el pais de
las maravillas", recogida tambi6n en "Alice Blue" (A. L):
"Como aquella otra Alicia sumergida en cristales, -te
escapaste a travis del agua del espejo"; s61o que ahora en
vez de los fantisticos suefios de Alicia. alude a una vida
vacia, desprovista del encanto que pudo contener. una vida
que concluye "sin celestes visions ni relatos".
Tambien asonma la muerte en los siguientes versos del
poema IV de Laurel de Ceniza:
-Nadie acompalia a la marchita adclfa.
sombra de flor en los cristales vagos.
figure de tu ser en la obstinada
comba de los espejos intranquilos.
Naturalmente que trash esta ipotica dkscripci6n hay
un subsuelo filos6fico de marcada orientaci6n plat6nica
por la cual el mundo que vemos es el de las imagenes, el
de las copias, el de las sombras; tal caracteristica aparece
muy clara en el ultimo ejemplo citado.
-40-
Irs 'stistauts: en Bermudez, las estatuas son valores
(r6ticos ya muertos. congelados en su antigua belleza pero
exinimes, ubicados en la memorial como en un estrato fo-
silizado que no alcanza a la emoci6n:
-La acumulada y libre transparencia
del tiempo en el espiejo de sus ojos
revive los aromas tde la amante
ausente en las estatuas del olvido. (')
En este ejemplo hay una referencia er6tica. En el
que sigue. simbolizan la inmovilidad de las cosas muertas
frente al fluir de las que viven: se habla a la Muerte:
-Reina en la magnitude de los solsticios
que envejeces de amor sin abatirme
y sigues siendo nifia en los horariox:
reclina tis stalitus y contempla
las vastas posesiones de la sangre. (L. de C., 1)
A veces las metaiforas se dan por perifrasis en rea-
lidad jada claras. que recuerdan much los procedimien-
tos gongorinos. Asi cuando llama a las campanas.
-iOh suplicnites brones prevenidos!
Es mejor que Iloreis porque la rosa
desespera rasgada entire las dunas... (L. de C.,
VIII)
Perifrasis (sobre una sin-cdoque) sustentada en la
idea reiigiosa de las cinmpna.s que doblan a la muerte
de un creyente; simbolo del que muere es aqui la rosa.
En ocusione~, c dbin cases en que una idea abstrac-
ta simboliza a otra: asi al expresar el future por las po-
sihilidades vitales:
-Entonces, el velado escalofrio
de tu rosada lengua sin futro (L. de C., VI)
19) "Divagacion piniordial": inmtita.
-41-
-El deseo de continuidad. expreaado como
... un culto
varonil por los cefiros salinos
que fecundan los valles y las novias. (L de C.,
I)
Desde luego que las metaforas sensoriales aparecen
en toda la obra y es natural que asi sea, pues si se aspi-
rara a las conceptuales como a un ideal, la poesia per-
deria lo mis agradable de su encanto: la facultad de dar-
nos la belleza de manera intuitive, sin los razonamientos
inherentes a la poesia reflexi6n; y ningin poeta puede
descartar de su actividad lo que fue la manera primige-
nia de expresar la poesia. Sobre todo en poemas descrip-
tivos como los de Cuando la Isla era DoneeUla, la metA-
fora sensorial vuelve al primer piano:
Ciudad de callejones inclinados:
piidica floor de marieros pitalos. (C. la I. era
D., X)
-En las olas, tu rostro por las manos,
como un arpa de luz que se suaviza, (10)
avanz6 entire las mirgenes, enhiesto
con un calor de porcelana oxtwra. (C. la I. era
D., XII)
bletiforas visuales, tictiles, etc., a veces emergen en
armoniosa unidad por imperatives de la inspiraci6n y re-
sultan perfectas imagenes aleg6ricas que aureolan con
inusitado resplandor la visi6n de la isla y el mar:
Desde entonces abraza su cintura
iOh enajenada nifia en las almenas!
y los labios le cubre de corales
con marejadas de zafiros fuegos. (C. la I. era
D., II)
El acentuado canicter sensorial en la poesia ha sido
(10) En raras ocasionei aparece el "como" que ticnicamcntt lhae
de la figure unu rarmpnitirrn.
- 42-
wsealado como propio del barroco (11) y aunque tal aser-
to ha sido varias veces impugnado, es obvio que si hay ui
predominio sensorial en la poesia barroca, concept es-
te l6timo que no restringimos a un determinado momen-
to de la literature, sino que entendemos vigente como
una constantt" de la historic del arte literario, y aun
ie todas las artes.
Metiforas emotivo-sensoriales. Ademais de las meti-
foras sensoriales y de las conceptuales, en la obra de
Bermudez figuran algunas que parecen presentarse per
un mecanismo sensorial- emotivo, desprovistas de reflexi
vidad y de 16gica rational, surgidas por asociaci6n aen
timental direct:
Insulas de alcanfor y tantorindos,
hermeticas y multiples, descubren
en el tel6n de plata sus coronas
para verte pasar, ciega y erguida,
por los morosos causes del sonido. (L de C..
VIII)
A lh Muerte deificada le abren paso insulas de alean-
fnr. v aqui entra en juego la aetitud est6tica setsorial
con una segura meela de cierto temor infantil, bastante
inconsciente, que muchos experimentamos ante la fragan-
cia de alcanfor que despedian los antiguos muebles de lo1
abuelhs, particularmente los bales, que a cualquier per-
sona con un minimum de imaginaci6n le parecen seme.
jantes por su forma y su color oscuro a las cajas mortuo-
rias. El miedo al ancanfor y su evocaci6n de muerte se
dan. como diria un psic6logo, por condicionamiento.
Este es uno de los casos excepcionales en que la me-
'tiforn se hace excesivamente subjetiva y por consiguien.
(I11 Viase Guillermo Diaz-Plaja. Defrua de la Critiea.-"Sobr.e
el epiritu del barroco".-Ed. Barna. S. A.. Barcelona, 1953.
pifina 112).
-43-
te miiu dificil, y es cuando exige al lector una participt-
ci6n casi creadora.
Metadloras que euentan con una tradicion.- Sobre todo
en Laurel de Ceniza que es una elegia en nueve cantos
en que sc desarrolla el tema de la muerte, el poeta con
gran sentido ha abrevado en las fuentes tradicionales de
la pol~si aa par buscar motives que sugieran Ia idea de la
mucrte, ya que su concepci6n es tan personal y tan ar-
tistica que si de piano rompiera con la tradici6n recaerLi
en el hermetismo de hlu Variaciones del pez en la sangre.
Natura.lmente que por la capacidad creadora del autor,
estaMs inetAforas adquieren caracteres novedosos, pero sur-
gen esencialmente de la tradici6n greco-latina:
El laurel, cuyas hojas -emblema de gloria- han
coronado a travs de las edades las testas de los poeta
y de los heroes venerados. En la poesia de Bermddez el
laurel resume todas las posibilidades triunfantes del uni-
verso: la vida. que es la primer gloria de que puede en-
vanecerse el hombre. Con tal sentido se habia empleado
ya en las Variacionex del Pez en la Sangre, poema que
contiene en germen, aislndamente, algunas ideas que mis
tarde han de desarrollarse en Laurel de Ceniza:
Cual intuyeron levels delicias metafisicas
ineluctables naufragos lorando en los cantiles.
sumerjo el coraz6n herido de tormentas
sin entrever los licidos laurels de la sangrt.
No es necesario insistir en la asociaci6n de gloria que
cl laurel conlleva.
J.a n'ucrte estit representada en la ceniza, que bien
puede equivaler a lo que los religiosos liaman el polvo o
cl barro a que ha de volver el hombre, por lo que el sim-
bolo es de facil deducci6n. Tambien las naves y las aguas,
y aqui cabe recorder, como ejemplos clisicos, la barca de
('aronte y los rios con que Manrique simboliza nuestraq
vidas "que van a dar a la mar".
-44--
Este simbolismo del mar tiene tambiin huellas per-
tonales subconscientes que pueden rastrearse desde el
Addn Liberado. cuyo poema "Ruptura con el mar" con-
tiene epta patetica estrofa:
..y me acosan recuerdos de hospitals,
de Ilagas adornadas con rosas de mercurio
y gritos de mujeres que se arrancan los hijos a
(pedazos
por es:. asociaci6n de vida torturada
que existe entire el sollozo de tus olas
y aqucl otro dolor sin horizontes.
La amapola tiene entire sus multiples significa-
ciones la de la muerte. En nuestra literature national no
se ha generalizado el simbolo porque se trata de una floor
ex6tica. Pero en Neruda, por ejemplo, tenemos "las ama-
polas negras que nadie puede contemplar sin morir". (12).
Tambien por su color rojo puede aludir a la sangre,
ya sea como indicio de energia vital, (sonrisa de amapo-
las. A. L) o bien de luchas violentas, que es el sentido
que parece desprenderse de las piginas finales de Addn
Liberado:
y tine de amapolas encendidas
las linguidas espaldas
inquebrantablemente sordas. (Porque desde mi
infancia...)
Otro de los simbolos de la muerte es el cipris, quizas
por la costumbre que hay en algunos lugares de sembrar-
lo en los cementerios. Entre los espaloles contempora-
neos el simbolo ha hecho fortune, sobre todo con Antonio
(12) Pablo Neruda, Residemeia en la Tierra. Ed. Losada. S. A..
Buenos Aires, 1951 (2a. ed.) "Vuelve el otofio". Amado Alon-
so. en su 'orsia y rstilo de Pablo VNrurda hace un detallado
comentario sobre este simbolo.
-45-
Machado (1), lo mismo que en nuestra America; valga
cl ejemplo del "Coloquio bajo el ciprds", de Andr6s Eloy
Blanco (del libro Giraluna). que es un poema cantado n
la som br casi mortuoria de ese arbol.
Bermidez se represent la vida en su peripecia co-
tidiana como un laberinto (no es necesario aludir al Mi-
notauro) :
;Oh laberinto, hermoso laberinto! (L de C., III);
el mundo, como un bosque (la selva de Dante):
en donde las natales estrellas sucumbieron:
extralio resident de un bosque desahuciado.
(V. del P. en la S.).
y quien lo habitat como un extrafto es desde luego el hom-
bre.
Como fuerza en movimiento dentro de la evoluci6n
de la naturaleza, la vida esta representada por la sangre,
termino que se reitera al final de cada estrofa en las Va-
riacioies del Pez en la Sangre: pero ademas de este sig-
nificado genirico, la sangre es tambien el signo de la con-
ciencia individual, de lo personal, del yn:
---en soterradts cauces de mirlos y anumrntos
redime el panorama los tumbos de la sangre.
Lux ma, iposis como signo de rotismo pueden tener
origer un tanto oecuro en una asociaci6n pir similitud
con la paloma que era, junto a la manzana y la rioa. atri-
buto de Venus:
--he corrido mas lejos que tudsi' mi.s amargas
(resistencias
(13) Un e.emnlo entree muchos: "ya del cenit 'leclinando
iba del ciprer del huerto
friamente iluminando
el alto ramaje yert'".
La ponsi dr .l Autinio .Macledu.-Ed Gredos.- Madrid, 195,5.
pia. 62).
-16-
..hasta desfigurar la tierna mariposa de tu sexo..
(A. L, "Segundo recuerdo")
-..ahora recuerdo que fui Iluvia sexual para tu;
senos.
...mariposa de fuego sobre tu blca despiadada-
mente tierna) (A. L, Alce Blue)
iParece muy claro que es el mismo sentido con que se
aludel a las palomas, en los siguientes versos de las Va-
riaciones del Pez en In Sangre:
Con lenta libertad y con bruaidos goces
transmigran las fortuitas palomas del deseo.
Le rose es uno de los simbolos de mayor prestigio
y empleo dentro de hl tradici6n, porque a traves de la
hi4toria., ca flor ha estado asociada at amor y a todos sus
rito.4, delide a I si singular belleza, a su perfume y a su
rom:ni:tica Ieyendti: cuando de lIs espumas del mar naci6
Afrodita en Citeres. brotaban rosas blancas donde
sus pies hollaban. Pero un dia en que el celoso Ares
--met.mnorfoseadlo en jabali parn ejercer su venganza-
liti6 mortalmente a Adonis, la diosa Citerea "amiga de
I: voluptuti"ida:l". corri6 por la selva en protecci6n de
s, amnante moribund, y se hiri6 el pie con la espina de
nil royal; In rosl, tefnida por la divina sangre se torn6
purpire'ai. la diosi del amor y li belleza, que hizo de
esta flor uno de sios atributos, solia regular con rossas
los mortales elegidos de su coraz6n, costumbre que here-
daron los humans, pues edad hubo en la historic en
olue una ofrendah tie rnsas era la forma adecuada para las
dteclaratcionec de amor.
K I lit poesia, lt rtoa hia mantenido su valor simb6li-
co que se ha enriquecido con el tiempo, haciindoee cada
din mnais complejo. Referida a los labios de una mujer,
a cada Ibeo do( tu rosa viva (P. de A., III)
-47-
puLede .significar la sensualidad, la belleza, la fragancia.
'n la I.'lalmnma de la naturaleza,
de pie en los huracanes,
coll mna rcsa ro.a en los amores ('. la I. era D., Il
puede Limboiizar el renacer continue, la manrvilla con
que khi fu(erans naturales se nmanifiestan. En un poemn
rilo4 fico,
Ipair dlespues, oh rosa pensativa,
huindirmp entire tu forma transitiva
cavilando en tu muerte y en mi muerte
("A una rosa". soneto) (")
puede tener el caricter negative de la fugacidad de la vida,
de la fragilidad de la belleza, con lo que el simbolo cobra
un matiz temporal; puede aludir tambin al dolor que la.
apariencias nalagiiefias original, por la contigilidad espa-
iial de la rosa con la espina:
engarzalrd. en la lanza del espino
que desgarra la nube del sollozo. (del mismo
:oneto)
Los poetas profundos de todas las epocas, los que
viven tortura(dos por el tiempo, no con el frio interns es-
peculativo de los "metafisicos" sino con la desgarradora
angustia del hombre que se sabe mortal irremediablemente,
con frecuen'ia s., mjiran en la rosa como en el mejor es-
l-'jo iqe la nabturaleza le, ofrece:
"Ayer naciste. y moriras mafiana.."
-"ls.las, |quti fueron pompa y alegria.."
lia anterior alusi6n a G6ngora y a Calder6n pare-
ce redunlantt y min scula en la mar de ejemplos famo-
oss que pueden citarse.. La rosa, venerada desde los tiem-
pos antiguos. se hizo inmortal en las letras a travel de
414) "Viliraci'in.-s litcrarins dominicales". Estrella *e 'Pan:mini.
Mir-11 17.
-48-
Honiero, de Hesiodo, de Safo; esta poetisa la distingula
ya como reina entire las flores ('). De modo que entire los
.imbolos tradicionales, la rosa es quizas el mais antigua
y el mais empleado.
En la obra de Bermudez hay, ademas de las metiafo-
ras, confundidos con ellas, algunos tropos que pueden de-
finirsc como metonimias, y que logran el caricter de sim-
Ibolos debido a que cumplen esa funci6n especifica, y a que
se repiten no pocas veces en la obra, siempre con igual sig-
nificaci6n. Por ejemplo, cuando para expresar la idea del
tienipo se emplea el signo reloj o el horario, y aun la luna:
-Naufrago de ese mundo sin horario (A. L, Re-
greso a Alfredo Navarro).
-De nuevo oigo tu voz de gelatin y hueso frio
para siempre ensuciada con el rudo compias de
(los relojes
(A. L. Presencia de mi padre a los veinte anos
de su muerte).
y sigues siendo niia en los horarios (L de C., I)
............bajo un ciego
crepusculo de oniricos carbones.
donde jamais In luna se reve!a. (L. de C., IX)
-Pero una noche el puso de la tuna
dejarfi de latir en los orficulos. (L. de C., VI)
('on los dndos express el azar, lo qu3 de eventual, im-
previsto e involuntario entra en la fijaci6n de los destinos:
-Al resurgir el dia en los a'jibes
corren los dados con premura y miedo (L. de C.
Ill)
Hay otro ejemplo de metonimia cuando con el sim-
115) Safo, "Oda a Io Rosa": "Floridds prados: si los altos dio-
-* -- os dieran una reina, escogerian entree las lindas flo-
rti a la rowa, --esas rjsas de Venus, que prodigan sus fa-
vor"....".
-49-
bolo material del coraz6n alude a los sentimientos bonda-
dosos, o a una especial condici6n de sensibilidad:
-y asi, tu coraz6n propicio para el beso,
tu iluminado coraz6n interminable.... (A. L,
Alice Blue)
Es usual el empleo de esta palabra en el lenguaje co-
rriente, con esa misma acepci6n; asi se dice: tiene buen
coraz6n, o mal coraz6n, para indicar que determinada per-
sona es bondadosa o cruel. Pero Bermudez ensalza este sim-
bolo con cualidades egregias: habla de un coraz6n no sim-
plemente bueno, sino tocado de luz, y ademas, de bondad
ilimitada, "interminable"; propicio para el beso, que es
tambien un tropo con que alude al amor que se realize nor-
malmente.
--Donde el polo jams cubre las puertas
que cierran las inmnsiones del pasado. (L. de
C., V)
El polvo es aqui el simbolo del tiempo, pero no abs-
tracto y filos6fico como las categories kantianas, sino el
paso sensiile del tiempo sobir nuestras vidas; tiene por
ello un matiz hondamente subjetivo: es un simbolo triste.
porque sugiere la idea del abandon en que caen los obje-
tos por la ausencia de series que se esmeren en su cuidado
diario. El cine, que tantos recursos tecnicos utiliza para
sugerir, frecuentemente emplea el polvo y la telaraila pa-
ra presenter la huella del tiempo en las casas deshabitadas.
Para el hombre, el tiempo pierde su sentido cuando se
han traspasado los umbrales de la muerte. porque se en-
tra por ellos a un estado definitive. O mara decirlo en
otra forma, hablando con rigor metafisico, la temporalidd
de la vida humana se pierde en la eternidad del tiempo.
por ello el reino de la muerte es aqul6
donde el polvo jams cubre las puertas
que cierran las mansiones del pasado.
-50-
Es una idea desconsoladora que recuerda por su con-
tenido frio e inexorable aquel tereeto dantesco de la en
trada al infierno:
"Y como no hay en mi fin ni mudanza
nada fue antes que yo, sino lo eterno....
Quien entire aqui renuncie a In espernaza".
-51-
CAPITULO IV
NOVEDAD Y ORIGINALIDAD DE LAS
METAFORAS
En los ejemplos anteriormente citados, aun en los tra-
dicionales, puede notarse el caricter original que ostentan
las metaforas de Bermudcz, originalidad que es una de
sus principles virtudes artisticas, pero que al mismo tiem-
po contribute a aumentar la dificultad de interpretaci6n
de los poemas.
Hay que tener present que su afan de simbolizar no
se restringe a lo que podriamos llamar los contenidos sus-
tantivos, sino que se extiende a las cualidades, a la acci6n,
y a todos los elements que conforman la frase. Por su
facultad creadoru y por su capacidad para captar todos los
matices, enormemente desarrollada, su estilo es abundan-
te, pero no de una abundancia adjetiva sino sustancial, col-
mada de sugestiones. Para que un estilo de esta natura-
leza subyugue como el de Bermddez, la originalidad es res-
ponsable de saturar de novedad cada expresi6n y de evitar
el lugar comin y la frase hecha. En este sentido la li-
teratura panamelia, que ya estaba abusando de formas miiy
trilladas, debe much a la labor innovadora de este poeta
y de Rogelio Sinln.
Tomados al azar, estos ejemplos demuestran lo afir-
mado:
De pijaros tachonas mi silencio (P. de A., II)
es una manera original de indicar el dulce sortilegio con
-53-
que la voz de la amada llena de m6sica el silencio, median-
te una figure en que de la expresi6n pijaros. por dna es-
pecie de sinicdoque, hay que abstraer su facultad de emi-
tir sonidos musicales, ya que es la nota que correspond
asociar si se estA hablando de "tachonar el silencio".
Para aludit al color verde de los ojos no recurre al
socorrido simil de las esmeraldas, sino que con una forma
perifrastica dice:
Romeria de luciernagas verdes
albea en tu mirar de hilfin-hilin. (P. de A., IV)
Y como la propiedad mas Ilamativa de la luci6rnaga es
su luz, con el vocablo sugiere tambien la luminosidad de
esos ojos verdes.
Para expresar la idea comdn de que los besos con su
calor despiertan la pasi6n, en profusi6n de metiforas alu-
de a los labios como un asilo, un lugar al que se lega hukr-
fano de todo caririo, y en donde el amor realize sus ven-
dimias, palabra con la cual se evoca el moment de expri-
mir las uvas, que es imagen muy apropiada para designer
el beso:
En el asilo de tus besos tibios
se acogen las vendimias del amor. (P. de A., IV)
Procedimicnto e'npleado.-Hay una particularidad de
caricter sintActico en estas metiforas, que ayuda much en
la comprensi6n de las mismas: por regla general, cada me-
tffora queda explicada tras la preposici6n de, cuya raz6n
cs aclurar el vuelo imaginative con la realidad subyacen-
te. Asi los dos estratos, el real y el figurado, quedan re-
lacionados por la preposici6n, en lugar de la f6rmula co-
rriente en los verses, que es la aposici6n de los dos planoa.
En lugar de: "tu pecho, nido. Tu risa, llama", Bermn-
dez dice: "el nido de tu pecho; la llama de tu risa".
El valor psicol6gico de la anteposici6n de la meta-
fora es el de herir primero nuestra sensibilidad con una
apreciaci6n subjetiva, en este caso enaltecedora.
54-
Observese bien que aqui la funci6n de la preposici6n
"de" no e. lo que nuestra Academia llama, por analogia
con la lengua madre, de Genitivo. Al decir "el nido de
tu pecho" y "la llama de tu risa" no se quiere significar ni
propiedad, ni pertenencia, ni sustancia, sino semejanza.
Esto es obvio.
Para dar una idea de la frecuencia con que Berm6-
dez utiliza este procedimiento lIanse los siguiente3 ver-
sos de un solo poema de Adda Liberado:
Pienso de nuevo en ti, en la risueaa y franca simpatia
enredada en tus 16bregos cabellos de scherzos y sonatas
en tus labios de frutas sin espinas despiertas
-....con su lejano adids de porcelana y hielo.
--....que todos los prejuicios que chuparon Ia llama
(de tu risa
hasta desfigurar la tierna mariposa de tu sezo. (Se-
gundo recuerdo).
Parece a primer vista que en algunos de los ejetn-
plos dados, la preposici6n imprimiera a la methfora un
character de frase adjetiva, calificativa del piano real que
es siempre un nombre.
Pero en realidad no es asi. Ia frase metaforizada
conserve su caracter sustantivo, pues como se ve, la fun-
ci6n que la frase encabezada por la preposici6n asume no
es sino aclaratoria, nunca modificadora. La ambigfiedad
surge porque a veces los terminos se invierten, y en tal
caso la metAfora va pospuesta: labios de frutas, que bien
podria equivaler a una frase adjetiva indicative de la na-
turalea de esos labios, y que podria reemplazarse por fru-
tales. Pero conociendo el vuelo de la imaginaci6n de Ber-
mudez tal interpretaci6n estA fuera de sitio, sobre todo
si se tiene en cuenta la evidencia esclarecedora de la ma-
yor parte de los ejemplos que podrian ser citados.
-56-
Lo que man moveria a adjudicar a estas metaforas un
significado adjetivo es que hay tras la figure po6tica
un element que se sugiere y nunca se menciona: la cuali-
dad que es la causa originaria de la relaci6n entire los dos
pianos. Al decir
tu adi6s de porcelana y hielo
se piensa en una despedida fria, no puede uno subi'r si en
si misma por falta de efusi6n, o si fria por lo que prenun-
cia: la distancia, la soledad. Por estar basada en una de
esas metaforas lexicalizadas (se dice corrientemente: cn-
friarse una amistad) no es precise esfuerzo alguno para
advertir la cualidad a que se alude con "adi6s de porcelana
y hielo".
Pero si l6gica y gramaticalmente surge ha posibilidad
de la frase adjetiva. este character es esteticamente nulo.
Precisa un previo razonamiento para llegar a la conclusion
gramatical. Mas en la lecture de un poema el anilisis es
siempre actividad de segundo orden, por lo menos en el
tiempo, y ello determine la primacia de la intuici6n en el
goce estetico. Lo que nuestra intuici6n nos da a la lectu-
ra del verso no es una sustancia y una cualidad (despues
de todo no son tales un gesto y un objeto) sino dos imit-
genes: el adi6s y el hielo. Hieren nuestra sensibilidad
simultineamente, pero como dos imaigenes paralelas, cada
una como unidad independiente, con valor sustancial. De
alli que la funci6n de estas metaiforas sea siempre estkti-
camente sustantiva.
De mayor audacia es aquilla de "tus 16bregos cabe-
!los de scherzos y sonatas" porque alli hay un estrato mis.
Estin en primer lugar los cabellos, comparable a scherzos
.y sonatas por alguna cualidad de los mismos, que ha de
ser, segfin la experiencia nos indica, o bien la suavidad.
o bien una especial ondulaci6n: pero de estos dos pianos,
el uno tafitil (la suavidad), el otro visual (la ondulaci6n)
.e salt a un tercero, con el que no guardian relaci6n 16gi-
-56--
ca. Iperi polticamente aximilable por sinestesia: la m(isica:
cabellos -suavidad de ondulaci6n- suavidad mu-
sic-al: scherous y sonatas.
En hi Elegiti at Adollo Hitlrr hay un ejemplo quc pue-
tie considerarse antecedente tie ste. y es el eslab6n entire
SI piano real tie la cabellern y el imaginario de los scherzos
y sonatas. Es el siguiente:
Que suelten las campanas sus cabelleras de misica y
de suefio.
Es la misnia asociaci6n tie los cabellos y la maisica,
s6-lo que en este caso la misica esti en el piano real, por-
que es hl m6sica de las campanas, que se suelta como una
cabelleru, trmiino este ul1timo que constitute el piano figu-
rtido, sugerido quizais por el verbo soltar. Pudo surgir de
aqui ia idea de los cabellos de scherzos y sonatas, que es
na format much nuis exquisite que la visual simple de
calelllos de oro o de baino con que la poesia traditional
hit en.sulzado por sigrls la cabellera femenina.
Con lat evoluci6n general dte su poesia, la metiifora se
va haciendo en Bermudez mis dificil, hasta culminar en
hl imagen purnt la que tenemos access guiados por el sen-
tido general dl-Il poema.
Apoyadas en la tradici6n, muchas de estas imigenes
p.uran son de faicil interpretaci6n. pero su pureza consti-
tuye para el lector un factor dilatorio en el logro del goce
estetico. porque el ioenia no puede leerse de manera in-
interrumpida y fluida sino fragmentariamente. lo cual.
como se ha dicho antes, .. traduce en frialdad rational,
Rio torque la Ipmidetca el poema mismo. sino pIr el metodo
de lecture quc stu interpretaci6n require.
Es injusto considerar artificiosa esta poesia por la
txpresi6n asiduamente simb6lica que constitute su prin-
cipal caracteristica. Todo artist tiene sus propios hi-
- 57--
bitos de crear que se afianzan y se perfeccionan en el
ejercicio. Bermtidez revel6 desde el comienzo la tendencia
al pensar metaf6rico, es decir, aquil en que lo intuido se
da directamente como simbolo, sustituyendo el termino de
comparaci6n.
La a.sociaci6n de ideas no es desde luego privativa del
poeta sino comun a todos los hombres. y la peculiaridad
con que se da en los individuos ha sido objeto de studio
del psicoan lisis. Sin embargo, queda la observaci6n for-
mulada para aclarar el echo de que esta poesia. por ela-
borada que sea. -y lo es en grado sumo- tiene tambien
su parte de lo que se llama espontaneidad. que aflora sin
prop6sito deliberado, si bien por determinaci6n de aso-
ciaciones subconscientes que confluyen en el moment de
la creaci6n.
Tal condici6n no se da en la prosa porque en ella todo
ha de pasar por el tamiz de la raz6n, y la actitud del pro-
sista no es el trance poetico, por apasionado que su escri-
to sea. En realidad podria afirmarse que cuando en la
prosa la intuici6n priva sobre la reflexi6n. el prosista se
acerca al poeta.
Pero en Ilermudez este afan de poetizar a base de
imagenes evolucion6 de manera progresiva a tal grado.
que en las Variaciones del pez en la sangre la interpreta-
ci6n se le hace al lector un verdadero problema. SintAc-
ticamente rompe con el procedimiento de explicar con la
expresi6n del piano real el figurado, porque le parece in-
necesario tal vez. Como ejercicio po6tico es una valiosa
evoluci6n, pero parad6jicamente, en el aspect de la reso-
nancia en el lector -por minoritaria que sea- a que debe
aspirar today obra, el resultado es negative, porque la im-
posibilidad de comprensi6n acarrea la ineficacia est4tica.
Ante el mencionado poema si cabe hablar de una as-
piraci6n a la poesia pura, porque la intuici6n ha sido des-
pojada de los elements racionales, emotivos, empiricos;
-58-
aqui los simbolos intentan, y lo logran, desrealizar el con-
tenido, desprendi6ndolo de todo entronque con la vida co-
tidiana, evadiendolo hasta del marco temporal:
De un tiempo sin edad y desde el tiempo vivo
del aire, el agua, el fuego, la tierra y la memoria..
No tiene esta poesia las cualidades de sencillez y bre-
vedad que se dan en la poesia pura de Juan Ram6n Jim-
nez por ejemplo. SI tiene la frialdad. la abstracci6n, el in-
telectualismo de la poesia pura de Jorge Guill6n, y re-
cuerda sobre todo la majestuosidad formal, el contenido
filos6fico y lo que en un tiempo se llam6 "el hermetismo"
del "Cementerio Marino" de Paul Val6ry:
Desposeido n6made de preexistentes rumboa
sumerso en nemorosas prisiones semovientes,
los modulares ciclos del refractario pielago
dimanan de los hdmedos raizales de la sangre.
(V. del P. en la S.. IX)
Dentio de las limitaciones de ambiente y epoca cabe
considerar este poema como una derrota artistic del pru
rito de la pureza, porque si el primer deber del artist e-
el de ser fiel a si mismo en Ia rxpre"i6n ele su mensaje:
vaya 6ste dirigide a la masa o a uina minoria. la idea di
"mensaje" implica un destinatario: y el acto mismo de In
creaci6n involucra un destiny para lo crendo. Pero si sR
rechaza a conciencia este fin en homenaje al arte por el
arte, la trtsceudeucit (sentido popular del vocablo) del
mismo se liquid. y el arte no serial; fin en si mnismo, pues
no seria fin siquiera. sino actividad purn: dlI sujeto que
crea.
La poesia es como la vida, integral, y es artificial to-
da division en facetas: la Raz6n. la Pasi6n, la Acci6n. son
colors de una misma catarata que cada uno encauza s'-
gun el rumbo que las circunstancias le hayan imnpuesto.
Pretender en un poema. decantar Il poesia, a futrza tie
imuigenes puras, de todos los ingredients que la hacci
poesia, es como descartar de la vidan I reflexi6n, el senti
miento y la acci6n que la hacen vida.
No se objeta este poema precisamente por su pureza
expresiva. A la poesia se le ama por su calidad y se le
admira por sus otras virtudes. ('on hi pvNsia sucede comer
con el agua, con el amor, con la idea: centre lo puro y h'
impuro hay que escoger siempre lo potable.
Las largas polemicas sostenidas sobre este tenma (')
no tienen mais sentido que el de la expresi6n de irreducti-
bles puntos de vista antag6nicos, cadai uno on defense de*
caraicter exclusive de su verdad. 1A) notorio es que, al
pretender por medio de iniagenes el logro tie la pureza
poItica, se desvirttfa la poesia. Y tal ejercicio no es re-
comendable.
Felizmente Bermundez advirti6 e.4te peligro y en la
obras subsiguientes a este poema (en Laturil te C(.'ciz:a I
(uando la Isla era Dono lla) cumple un esfuerzo de cla-
ridad, cada vez mais evident. que hace su poesia asequi.
ble a un piblico menos reducido. Y si este esfuerzo .s
mantiene en las obras Ipr venir, su ipcsi;a senri nis clarn
y por lo tanto cumplira mejor su funci6n social, por asi
decirlo en sentido lato, o, restringiendo un pocc. su fun-
ci6n estctice. Es presunible, ademias. que andando el tiem-
Ip ocurni con Cualdo ih Islai ri DAncella (todavia inili-
ta) lo que sucede ahora con Addn Liberado: transcuridos
quince aiios de su publicaci6n que tanta sorpresa produjo.
ya hoy se le puede entender por entero porque en ese lapso
los nuevos poetas ban cultivado en abundancia los recursos
que entonces eran considerados un desprop6sito por falta
:absoluta de tradici6n en nuestro medio. D) laurde de Cc.
,iize puede suponerse que el hermetismo con que esta es-
crito ha de vedarle la popularidad, pero si es deseable
tna acogida mia calurosa. al menos en los circulos uits
SI) Vbase Henri Bremuont, op. cit.
-60--
aplicados a estos menesteres, entire los que es frecuente
elogiar dogmiticanente a unos y otros poetas come lo m;i:'
grande que ha dado nuestro pais. a vece.i con raz6n, per)
sin la menor preocupaci6n por demostrar la verdad de lo
afirmado. Y el dogma debe evitar-.e, iporque e- el camir,
mis facil hacia el engafro.
-61-
CAPITULO V
EMPLEO DE SINESTESIAS
Casi con la frecuencin de las metitforas y a veces cou-
fundidas con ellas, aparecen en ia obra de Bermudey. ia
sinestesias. La sinestesia es el recurso po6tico que popula-
rizaron los simbolistas franceses, consistent en la mez-
cla de percepciones sensoriales distintas, fen6meno que
en In literature ha adoptado el mismo nombre cientifico
que le asignuarn los psic61ogos. Se explica por la simul
taneidad con que captamos las cualidades de los objetos,
sean reales, objetivas. o product de nuestra imaginaci6n.
Las sinestesins, fundidas con :as metiforas, pueblau,
tod lan ohrm de Bermudez desde sui etapa initial.
Las percepciones visuals se mezclan con las auditi-
vas, las ialatales. las ilfativas y lan tactiles, y istas en-
tre si:
Y tu sonrisa se abre en nis oidos
tiendiolos de misica y de miel. (IP. de A., II)
En estos dos versos figuran various sinestesias: en pri-
mer lugar, el poeta percibe -dende luego con la vista-
la sonrisa de una mujer; pero esta sonrisa no "se abre"
(metiforn tambi6n visual) simplemente a su mirada, sino
en sus oidos (aqui aparece la primer sinestesia: tu son-
risa en mis oidos) y los "tifie" (otra metfifora visual), no
de un determinado color -que es el complement que 16-
gicament e e eslpra- sino de misica (segunda sineste-
-63-
sia: tefiir de musica, y de mid (tercera sinestesia), que
viene a ser triple: tefir-de miel-el oido.
Otro ejemplo:
S61o alli... ioh prisionera en lia esnucelho
music tie los rios invitados.... (L. de ('., V)
La esmeralda alude, como es trndicional. al color ver-
de; y la mdsica esmeralda es la miisica verde o musica de
los rios verdes. Como las dos cualidades del rio, la visual
y la auditiva, se captain simultAneamente, surge la sines-
tesia.
Hay tambien la mezcla visual-olfativa en "tu mirar
de hilin-hilan" (P. de A.. IV), en que se confunden la
belleza de la mirada y la exquisite fragancia nocturna de
las flores del hilan-hilian (nombre popular del farbol cien-
tificamente denominado Canangium odoratum), dco las que
se extraen esencias para hacer agua de florida.
Caso mAs complejo seria el de "piijaros maduros" (P.
de A., IX), torque aqui el epiteto, ademas de aludir a un
ser animal con una calificaci6n vegetal, le imprime un sen-
tido double a la sinestesia, que puede ser visual, o gusta-
tiva, o mas probablemente, ambas cosas a la vez.
Este recurso po6tico no es ins61ito en la literature
espaiola, ni en nuestras producciones panameias. Tiene
consagraci6n definitive con el Modernismo, que lo tom6 del
Simbolismo franees, pero el genio poItico de G6ngora ya
lo habia descubierto siglos atris, aunque el empleo que
hizo de el fue muy parco. (I)
Es presumible que este procedimiento no hubiera
prosperado en la epoca del vate cordob&s por falta d( terre-
no propicio. dada la primacia con que. entonces y en si-
(1) Vease Alonso, Daimaso: I'oesia Espaiola.- "Monstruosidad y
belleza en el Polifemo de G6ngora".- Ed. Gredon. Madrid,
1950. Pigina 407.
-64-
glos posteriores. la 16gica rational domin6 en la literature.
aun en las expresiones mis acentuadas de la subjetividad,
como las del Romanticismo.
El descubrimiento del subconsciente fue la revoluci6n
cientifica que abri6 nuevos caminos tambi4n al arte, y
asi ai incorporarse la intuici6n al hecho po6tico este fe-
nomeno (la sinestesia) pudo cobrar la magnitude de for-
ma y de expresi6n que hoy ha alcanzado.
- 65 -
CAPITULO VI
VISIONS DE CHARACTER ONIRICO
Quise llegar a ti alargando mis dedos uipalpables
y naufrag6 el afan siguiendote en el viaje ..
-Pasaron unos pijaros con alas plateadas
y fuiste adelgazmndo hasta quedar en nada...
(A. L. Primer Recuerdo)
Son ejemplos de lo que se denominaria una visit
segtin la nueva terminologia propuesta por Carlos Bou-
sofo (') para estas novedades que la tradici6n desconoce
y que en consecuencia carecen de sitio en las preceptivas
literarias. Aqui se atribuye a un cuerpo una funeion
irreal, la de adelgazar hasta quedar en nada, y a unas ma-
nos la de alargarse en el afin de seguir a una mujer.
Como se ve no se trata de metiforas, porque no hay
aqui un piano real suplantado por otro, sino que al mismno
objeto aludido con propiedad se le atribuye una acci6n que
no le es propia en el terreno empirico.
Si en el ambito de la experiencia exterior estas vi-
siones se presentan como irreales, Ilevan implicita, sin em-
bargo, una innegable realidad subconsciente. En el pri-
mer caso, "alargar" los dedos es la forma como se concre-
ta el ansia de seguir en el espacio al ser amado, prolon-
gandose hasta lo impossible (el adjetivo nunca es ocioso),
(1) La Poesia de I'icnrU Alei.maudre.- Ed. Inqula, Madrid. 1959.
ogina 30).
- 67 -
es decir, agotando todIa; las posibilidades reales. y nan
mis alli.
El otro caso (y fuiste adelgazando hasta quedar en
nada) responded a un process similar de desmaterializit-
ci6n, pero ya no por un impulso creciente sino il contra-
rio, por un agotamiento progresivo del instinto er6tico que
fuera el soporte unico sobre cl que sp afirmn cl idilio n en
otras palabras, la inica raz6n que diera categoria real ali
complejo amoroso que se evoca.
De la misma manera que en estos versos de Addn Li-
herado:
---rl deslie, las piedras opacas dI!. la ccsta
-sus faros derretidos
-con su largo manitrinull de gquitari,'s podridas
se dan c sos de risi~'u a traces de p a id,-,t tan nerudi;an:
de desintegraci6n general del mundo.
Seguin se Iha visto en el es.tudio dr lus simbolos. los pAi
jaros con su intenci6n temporal s'iialan que algo se tran-
forma, y en el ejemplo
'asaron unos pajaros con tlas infinitii
despues no imaginab: siquiera tu sounrisa
(A. L. Primer recuerdo)
ia infinidad de las alas (cualidad que no les es propia) de-
nota la irrestricta ley de variaci6n a que estin sujetas to-
das las cosas; en este caso el olvido que sucede al amor.
Son frecuentes en los r:uotivc e-ta;s vision.-.: irbolcN!
que en n 'tstaulte se vani ci'l. ieindo d-l tlorts ; Iluestra
mirada perpleja, y c;s
Estas visions halt sido c'xplot:idas cI la literature de-
bido al papel relevanite que conqui:t6 to ste .sfo ton 4il ya alu-
dido descub -imiento freudiaino tie :ibdc' lKinscinite. Cuan-
do todo el misferio dle esta oscura region dle la mente aflo-
r6 por el :;ueit al arte, y Ir. poi;a ( ncontr6 fuentt nucva
de temas y do formas que se definieron en en l superrealis-
mo, nuestros poetas, con Sinain a la vanguardia, al incorpo-
68 -
rar nuestra pw'sia panamena a las corrientes universales,
tuvieron Ia suficiente perspicacia para captar lo positive
y desechar el 'esgrehco formal tipico de que se hacia res-
ponsable a las urgencias de la espontaneidad: el automa-
tismo.
Por ser la de Bermudez una poesia muy elaborada, la
conciencia vigilante constrifle much las marejadas del
subconsciente, y esta condici6n result ventajosa para el
lector, que no encuentra asi la valla de un poema demasia-
do subjetivo, personalisimo. como los que dieron a luz los
principles poetas del surrealismo francis y los espaholes
como Alberti y Aleixandre en la etapa de su obra en que
siguieron esa misma tendencia.
Sentir que en la locura de las manos
la aguja del suicidio se hace flor.
(P. A. de A., X)
Aqui las manos reciben por sinecdoque la represen-
taci6n de la psiquis, y por vision una cualidad que les es
ajenm: la locurn. No por capricho, sino porque serian
ellas el agent director del suicidio a que se alude, y que
por nueva vision, se hace floor, es decir, se sublima en una
forma de belleza vegetal.
Ilay en los versos de Bermddez algunos casos espe-
ciale. de vision, en que vista se da por via negative, como
ciando dice "Margarita sin voz..." (L. de C., II) caso en
el que ul aplicar la preposici6n negative a una flor de ma-
nera especificai, .i4 insinda hl posesi6n de la facultad de
la voz a Ins demiis flores, porque sefala como particulari-
dad de una la carencia de ella. cuando en la realidad
eo lo natural y generico, y desde luego, obvio, por lo cual
no precisa menci6n siquier.. ya que hasta el sentido 16-
gico la rechaza. Deoir prosaicamente que una margarita
no tiene voz equivaldria a un superfluo lugar comun. Pe-
ro al decir poeticamente
- 69 -
Margarita sin voz, cuya palabra
el coraz6n entiende....
se express como vision la posibilidad ideal de que la tu-
viera, y se hace infasis en que su mutismo (el de la muer-
te, que es aqui la aludida metof6ricamente) no impide la
comunicaci6n spiritual con el coraz6n del hombre.
- 70 -
CAPITULO VII
PRESCINDENCIA DE LA ANECDOTA
Entre las diferencias esenciales que caracterizan a
la poesia de hoy frente a la traditional estA el menospre-
cio de la an6cdota.
A traves de los siglos, con algunas excepciones, los
poemas tenian un argumentto. Esta caracteristica, nece-
saria tn las largas epopeyas, se di6 en todos los g6neros
de la poesia, hasta en los mis exaltados y breves poemas
liricos.
Cuando la poesia nueva hizo tabla rasa de los valores
tradicionales rechaz6 la anecdota como un recurso extra-
po6tico. El poema debla serlo por sus esencias propias,
no por su interest novelistico. QuizAs fue la exageraci6n
del Romanticismo con sus largas y complicadas tramas lo
que movi6 a esta reacci6n, que en tal sentido result be-
neficiosa.
Los afios de experiencia han obligado a una modi-
dificaci6n del concept de la poesia sin an6cdota y la
han Ilcvado al nivel de remanso que sucede necesariamen-
te a today revoluci6n. La anedota aparece, pero muy par-
camente, como algo accesorio, no como el centro de atrac-
ci6n en que el Romanticismo la convirti6.
Debe hacerse la salvedad de que en la corriente de
poesia social que cobra auge en nuestra America con la
orientaci6n del puebo por objetivo, la anecdota ha ganado
- 71 -
importancia porque cumple una gran funci6n esclarece-
dora. Constituye un material de intuici6n fAcilmente ac-
cesible a la gran masa de hombres cuya Iobreza econ6-
mica les ha vedado los caminos de la cultural. Pero I:
anecdota de la poesia social es casi siempre muy real, bre-
ve y contundente, distinta en verdad a las artificiosas
elaboraciones de la poesia traditional. Nombres, fech;,:
y lugares aparecen de nuevo, virtudes a veces exaltadas.
pero ahora como simbolos humans mais reale., nias ol.
jetivos. cuya raz6n es ejemplificar, no aso prenJer.
Es el tipo de poesia que aparece en la ultima part
del Addn Liberalo. Desdichadamente. Bermidez no fue
feliz en este intent, no porque sus producciones carezca:
de calidad po6tica pues si la tienen. sino porque los te-
mas sociales no se compaginan con la manerai elcvaida y
formalmente subjetiva en que los poemas fueron mscritos.
Formulada esta advertencia, examinemos el cas.o de
'a anecdota en las otras producciones de Bermddez que
responded con mis armonia a las cualidadte artisticas
del poeta, no sin antes aclarar que dada su juventud, su
poesia puede todavia evolucionar much en un sentido *
en otro.
Desde su primer libro, Poemas lde Asachci, se ad-
vierte la tendencia a prescindir de la anecdota en lo po-
sible. No es la moda literaria la unica raz6n de este h.-
cho: mis bien, una especie de orgullo masculine muev.*
a lo. poetas liricos a no exponer muy al sl s us grande-.
debilidades afectivas.
En esta obra saturada de optimism anort-uo, hay
gran tuidado de no dejar salir a flote ninguna alusi6nt
demasiado personal, ningun dato objetivo. Es un mode
de poetizar que podria contrastarse con el de otro de
nuestros buenos poetas, Eduardo Ritter Aislin, en cuya
-72-
poesia. hondlamente sentimental. se udivinan low ra.gos
y las cirdunstanciavS die Im 4-re. zm;miuos que puebian ,u
ambiente hogurefifo (').
Est Adtiu Liberuado. por ser obra 'mis ctmplcija. hay
fuits :Ilusioft-. a circunt4atcias tie diolor y tie ternura, pC-
3.0 mIn I adelgmuzadas, titMi impeaieltptibles, entrett'jidus cout
reflexiones nmoraties exentats de dognuatianthm.
Es /as los a'*rao0icup fe Pu: aj c lit ItIImuge, II poexia so
dtes.en uelve en tin clinic bastumnte eirarecido en qte t I
catlor ce lI unkedotta H) tiene sitio. En es4te plenut linsta
el yo parece perder su individualidad. tiiluida en el con-
vepto penkrico del hombre.
En LuAirrl dc Ceaizet hi unircdota d'-apumirece lr comn-
pieto. A lxsar de que e, una eltgias ei pasatio no asomit.
y sin iH no huy anciotlu, porqite eI pi-rsente y ce future
ent qui. 4e desarroll tit) suza .-iito un presente que ouefia
vt unI futurts dleTconov1ca, etn cvt.ya eternidad no tiene ci-
bidA c fiujo temporal.
IA; nthSItti Cen Cu"lPudi Its 1.4t cott I)opeelfi, que pinata
iprinmuro.-tamente ei paisacj dle i:a ikla de Taboga. pero porn
su nombre s6io La de-igna en el epigrate. istMi escrita
e!n un:. formal seniejante a lin forumiat descriptiv.a itlealiz-
Ila (ie In jIexi:a i'UC6liCai, ma4 sin los lairgos idilios que
,tu dtcsarrullai'a. Ni argumetato ni annedotit participani
.1? cstat deesctrijcitt Ipul-.t v liella, IlHen si id l0q mnrtices
mm-4c variadn:4.
F:1 jc-ojiciatji It, Ia obrat tie IirermidCe, desApaovistaa d-.
atiwtcdota'. si!rata' ht liainen: amni':::l dle Ina puesia cult coll-
tenmpor."entu.
It) P rincilmpaicneie t n su dImra tmfld, rtcicflte, Silrmlt .4u.Aear it WOIU
gtwoias IPanunim. 1959a).- Nturalmente que eIta poexia que
a veces ticne viso% tie misticismo. mantient, una lines de equi.
librio espiritual que -it Inr lirica mT... dificil de aicaniar.
- 73 -
CAPITULO VIII
ADJETIVACION RIQUISIMA, PORTADORA DE
MATICES EMOTIVOS, PLASTICOS Y
CONCEPTUALES
Gran parte de la riqueza sugestiva de los poemas de
Bermddez se ha confiado a los epitetos, que muchas ve-
ces no son imprescindibles para la claridad de las ideas,
pero atesoran tal carga de subjetividad que por ellos des-
cubrimos una posici6n idealista, un afin embellecedor,
una actitud de admiraci6n pmnteista que a veces raya eni
la adoraci6n, y tambien las dudas y las amarguras que la
conciencia ha querido reprimir.
E! primer hallazgo que nos sorprende es el de los ca-
lificativos que sefialan los sabores y los colors. Toda It
cvoluci6n del poeta en su concepci6n del mundo y de las
cosas puetie seguir.s a trav6s de estos adjetivos, algunos
de ellos no simple, sino froses adjfetivas (Hay que insis-
tir en que a veces se trata de frases adjetivas, formadas
por la preposici6n de y un sustantivo, que constituyen
complementos de verbose o de sustantivos y tienen por lo
mismo una funci6n claramente adjetiva).
Por ejemplo, es patente la adolescencia del poeta en-
cendid.. por un amor no realizado, cuando el sueflo es
quien color los objetos y da un sabor melifluo a las le-
janas esperanzas. De tal etapa, vertida en el primer li-
bro. Poeumas d Ausaiciua. son los siguientes ejemplos:
-Palabra dulce de cristal maduro
para el suenio de mniel de tu reir. (III)
-75-
Es notoria en este libro la frecuencia con que se in-
siste en l: 'dulzu : a; hi cual se contrapone rara vez el
sabar de hla ausencia, anmargo iorque impide la realizaci6n
tangible del amor que se suefia como un nectar. Pero el
salhr (ie la ilusi6n predomina sobre todos los imposibles
que I; distancia opone:
-Mis niveles del bIx-su se sublevan
en su viajar a ti en vuelo de mil. ('.')
I'or otra part, el suefio dia tintes de luz a la inumgen
del retuerdo y con ella al paisaje:
-La fragancia del cosmos se derrama
en las almas l,,orad de :-ufrir. (I)
-Todo me doy en |polvo (ie hoja seca
por In armonia de tu alma az:l (IV)
-Trigueiia. juego clHtro de armonia (VI)
-floy mi savia florece en las estrellas
en tu julilo hlan,,e en do de sol. (IX)
('omo se ve, todas son tonalidades claras y lumino-
sas, verdaderamente idealizadas. Responden a una an-
siedad insatisfecha por la ausencia que una carta no pue-
de colmar, y que encuentra soluci6n en la renuncia:
-Fantasma rEd'luinegrt entire la sombra (XII)
-Estela de las quillas iinposibles (XII)
-Ultima floor de las tstrellas n:urrt'nu (')
resi('uo de nrhlinut y soledad. (XIV)
St. cierra as; una etapa del coraz6n para dar comien-
zo a t ira no por amarga mas real, Iero si mis terrena,
menos ilusa, que como se verl; revela un cierto desencan-
to tir- el triunfo del amor, de-enc.anto que se revierte so-
( I Recuei-,des. 'ue s utan cuonu adjetivor lo- participios pa- ivce
cuaitndo no fouman tietirnis compue~tos cuni el auxiliary halwr.
- 76 -
bre el mundo. Es el moment que se recoge en el Add'
Liherado, cuando el poeta cobia conciencia de la irrealb
dad de sus pasados sueios:
-Porque yo no vivia en la grix superficie de las
(cosas
y tu tan solo estabas en las islas del canto,
cubriendo con jazmines y sonrisas
his desri tunadus realidades. (Alice Blue)
El sabor C.e miel que endulzaba perennemente los li
bios se torna amargo, y en un sentido moral, aciago:
-Hora de bajamar, silohre y verde
amntrga como el pesw do niebla de la muerte.
-he corridor mis lejos que todas mis amargn.
(resistencias
-como una fruta iiterminablemente anargO.
-Sobre mi coraz6n utnaaro y desbocado
-El mar. con su humedad de senos agrios
-en tu Mtlaih r vtoz de muerte mariners
-Asi, libie en lit sed de senuaciones de mi cuerp,
(amaryo
-cuando el 6xido neiagan de la muerte
-calen sobre tu ninargo resentimiento
-encallada en cenizas tde agrion suefios
-en el i tlonbr e4planto ('e mi sangre
-entre los agrios rios d.L lagrimas descalzas.
-no lenara de circulos ainargos el agua acostum-
(brada de mis ojos.
Puede verse que el cambio h;a sido radical, y lo mis-
mo acontece con la gama de colored, que pasa de los ma.
tices luminosos a los grises y oscuros:
-Nade en mares de sombras
-Tu ilinnltado,, coraz6n interminable
se pleg6 a mis intentos varoniles
despiadados y oslcuros.
(Adviertase que el iltiminado coraz6n hace mis dra-
matico el poema por su contrast con los intentos oscuros).
- 77 -
-No hay ruta de jab6n ni clavos rojos
-ni espumas negras
--se deslien las piedras opacas de l costa
Es tambien sintomfitica la aparici6n fiecuente del tir-
mino manchada, tras el cual se adivina in cs epecie de de-
:ilusi6n. de ;rotosta pasiva por el encu.ntl'o de rasgos ne-
gativos en una realidad que se creia sin maicula. Luego la
protest se hace mis concrete. y es entonces el rojo el co-
lor dominant, tifiendo de sangre el horizonte politico:
--La dura estupidez de mi infancia mnaehada de
(barreras
-su rojA, efervescencia tonifica his islas de mis ojos
-subirai por sus rojis canales ,ncarchitudc e
-de done hoy vuelan marinlsas i';irat
-adornaria mis palabras muntlchaludi de nmargura
-para siempre ensuciada por el rudo compas de los
(relojes
-y lievar tus riiiones de.pllomados y ,ncrin
-y los tempanos grises del silencio
Puede observarse hasta quO punto la subjetividad se
vuelca en estos adjetivos y c6mo los conflicts emocionales
se proyectan sobre el mundo circundante. que. va cubran-
do el color del moment psicol6gico que el Ixeta vive:
-por donde subirain. con pasos rijos
-rojo ha de ser el estupor naciente
-y las manos olmwes de la vitda
-miis allai del delirio rojo del ipunal y del rifle
-En los campos del mundo gorminan trigos
(rojos (=)
-Desde el fondo del hambre alzarin huellas rojan
I-s sandalias de bronce d:. Ik p-tria impotente,
y cl estigma de rabia de la paz de Versalles
enrollara tu cucrpo de (ribrIfga serpientes.
(2) Este vero y los siguientel pertenecen a la Elegia a Adolfo
Hitler, y ticnen tambien intenci6n political.
-78-
Estos ejemplos son elocuente muestra del valor su-
gestivo de la adjetivaci6n cuando responded a una realidad
interior, no a un lujo estilistico.
En las Variaeioies del Pez e Inl Saiogre la impresi6n
de la existencia es desoladora: en manifestaci6n del mas
agudo pesimismo, el poeta concibe al hombre como un ser
arrojado a la vida en un mundo que cs un mosque (la sel-
\a de Dante o bien el Laberinto) sin orden ni raz6n do
ser:
En donde las natales estrellas sucumbieron:
ertraflo resident de un bosque desuhieiado
-Flibil y esquira carcel de transitables humos
-Hondero desterrado por islas de tiniebla
que batian los salobres zafiros del silencio
-Desmborido y horrido pasaje irremisible
por desdefiadas sombras inciertas y aflictivas
-Desarraigados pajaros reintegran su ornamento
-AAmbiguas impresiones de un dios desmemoriado
-Irreroanble albergue de consagrados duelos
Inveterada y luenga vivencia incommovible
-El defranidod estanque de lilas de la infancia
retiene los depurarto perfiles de la sangre.
La tristeza de una infancia deshecha por la muerte
del padre del poeta. le hace lanmarhl "defraudado estanque"
en el que se reflejan los recuerdos de los que murieron.
La muerte es una
-ciudad de los exilios infaustos y pereinies:
es tambien
El insolvent, enigma, furtiro y despiadado
con su sayal de sierpes y derrunmbados soles
Estos versos traen una reminiscencia de la vengainza
de la Esfinge consumada sanguinariamente sobre quienes
no resolvian su enigma, y las sierpes y los soles derrum-
iados una alusi6n indirect a los sacrificios aztecas; am-
bas son asociaciones de muerte.
- 79 -
En una variaci6n (de la idea del hombre perdulI', pm
selva. dice el Imeta:
--desplli' idi n6made de preexistentes rumibos
sunmerso en nemor.sas prisiones semoviente(
Es un Iwsimismo de lo miis fatalista que imaginarse
puede, lo que le hace ccncebir al hombre como nti n6made
.in pertenencias. solitario. que cumple un destino aciago,
:. cu.a unica libertad possible es el afianzamiento en sus
propios recuerdos dolorosos.
Larel dr ('rniza, el cuarto libro de Bermdidez. repre-
senta ya una etapa tie verdadero equilibrio. y crmo es obra
,ii nmiadrez. is adjetivaci6n se ha hechr mn:is conceptual y
:-alculada. Sin embargo, en ella st- trasluce vivamente el
ulcalimno filo.s'fico con que el poeta ha sublimado su de-l-
Siianltoo. v .-e dlescubren las contradiccion-s interiores con
que la conciencia vigilante se olpon.e al vuelo de la ima-
"finiilon.
Ilay por ejemplo una contradicicin entire el esteticis-
iii dtl i'teta tlue concede a la Muerte el don de una be-
Ile:a suiirahuliuian;. pIorr la cal a llama "'tella durmiente.
hermian.i del jacinto", y la conciencia de la acci6n funesta
ique ,.!la e*jerce sobre fa vitalidad (del honibre. I)e aqui
surge li ;adjetivaci6n casi toda de carsicter moral. -por
c>l-h'ciiidn ;a l~ p;istica embellecedora- con que impreca:
-Inchl,m ntc deidad que me persigut.;
--'l'a;mlliei ctrca del mar. ya nosrfedim
d( tu rIdorilof compafiia. busco
-Tu riorrimira lengua. Oh inoprltdim.
iniu.r,r-hl hoguera de suspiros
--I'iriih, capitana de tinieblas!
Is iiriptlor face de frescura !
-- I : s*, criftitlin,. oh inconiirihbl
n arge;n tde muy iegrelgia certidumbres:
-/l,.".*lt en tu esplendor, blandel y dtlifui
lw', -,ci't le ngiua incoinmoribI
oh ilteitinnt
-- SO --
raifaga tie topacios subversivos! (2)
-Por que persigues con arteros goes
la indeft sa mirada que te intuye
-Inuriril altitude! Vigilia initial
tle rama en rama! Vuelos invisible
por inkhspitas dirsenas aleves
Es muy elocuente la frecuencia del prefijo in en estos
adjetivos: inclemente, inoportuna, inexorable, inerme, in-
conniovi'le, indefensa, inm6vil, invisible, inh6spitas. Son
lo derivados que se denominan contradictorios, de nega-
cioin aisoluts, de sustantivos abstractos, o bien de verbos.
Su insistente empleo en estos poemas puede tener origen
lsicol6iico en un deseo subconsciente -no digamos frus-
tando. pero si reprimido- de que la realidad hubiera asu-
mido estas mismas cualidades en su forma positive. La
autora de este studio consider que todo adjetivo en cuya
comlnsici6n entra un prefijo negative, plantea a la imagi-
naci6n !as dlos posibilidades. la positive y la negative, aun
sin necesidad de entrar en pormenores gramaticales.
Los adjetivos son a veces los que hacen possible al lec-
tor captar el sentido de la estrofa. Oba.rvcse d2 que ma-
nera puedle valerse de ellos para la interpretaci6n de ver-
sos dificiles:
-En el terror de niebla prometido (la segura
Muerte)
ellas combaten, pfuberes y esbeltas
(rllrs alut'e a his huestes de la luz, mencionadna
en estrofa anterior)
cadii noche en los cielo; snhbalcrnoa
(sf trata del cielo personal de cada individuo: su a&pira-
ci6n v sus realizaciones: son cielos uslbalternos porque ini
4:t) El topacio por su fulgor amarillo, casi tornasol, sria simbola
de luz, de vida. pcro el adjetivo rubvrtrsiv Io sefiala como c6m-
plice de la muerte.
-81-
se refieren a la gloria que las religions prometen, sino
a la que cada ser encuentra en la realidad de so pequc-
iio mundo).
Er decir: la vida en su florecer, comparable por su
belleza y por su esperanza con una nifia piiber, esbelta.
combat con la Muerte (el terror de niebla promet'do)
en los cielos subalternos: el cielo de cada hombre, que no
es sino su propio empuje, su voluntad de lucha y de re-
sistencia contra cualquier forma negative de destrucci6n.
Signo visible de la evoluci6n complete que ha sufri-
do el artist en su concepci6n del mundo. lo dan estou
adjetivos:
Infinito primor tie as corolas:
sensittvas, impsiberes. 7pacien tcs.
-Oh lisonjero serafin del aire
-Las armonionns formal del espacio
tranquilas, nesurailas..
-Agrcste y rcsonant paraiso
para mi soledad incauta y nibil.
-Oh laberinto, hrrmoso laberinto!
Donde encontramos profusi6n de adjetivos es en Cuan-
do la Isla cra Doncella, con lo cual el valor descriptive
del poema se enriquece notablemente. Con raz6n se ha di-
cho que "es el epiteto, por s.r un element de la frase que
nunca es necesario a ella. aquel recurso estilistico en el
que, de unt manera m'is pura, se da lo expresivo libre,
con exclusion de lo significativo obligado" (').
Los paisajes de (''vndot la Isla era Doncella tinene
una gran movilidad, y por consiguiente los epitetos que
alli se emplean son dinimicos. No se habla ya del aire
estaticamente "azul" de Latrcl de Ceniiza, sino de un aire
(1) Gananlo Sobtjano: El epitero e la liriea espaiola.- Ed. Gre-
dos, Madrid, 1956.- (pig. 161).
-82-
"marinero". Abundan aqui los epitetos de caricter sen.
serial. muchos de ellos empleados metaf6ricamente. Son
portadores de tantas virtudes subjetivas que a pesar de
que se enfocan directamente hacia el paisaje, descubren
el cntt.siasmo. la admiraci6n y hasta el amor con que el
Ixpcta siente ahora la naturaleza.
K- el poemt en que Bermudez ha captado con am-
plitud la riqueza del mundo exterior en todas sus forms,
y es tan delicada su sensibilidad que no se le escape el
mits Ilve matiz. No es ya s61o el cromatismo, sino todas
las cualidades de los objetos que aparecen en el poema:
los himnedos follajes, los dulees plenamares, lienzos aus-
trales de organdi florido, espumas placenteras.
Ia- placidez de los epitetos que califican al mar es
opuesta a la visi6n amarga y aterradora que revelan en
Add, I.iberado:
Somos de nuevo nifos y sirenas ()
a ver nos lBevan dulces tiburones
-De un caracol de nicar que consume
eclestes 61eos de fulgor mojado
-y el roce de los naufragos, tan suave
como el eilieo anis de la memorial.
-nubes de terracota y pan molido
con sabor a pastel azuearado.
('C.tamos en la adjetivaci6n el sabor dominant en
cada moment de la experiencia vital que nutri6 las di-
velats etapas de esta poesia: inicialmente una dulzura
(5) Esta vuelta a Ia infancia a travis de los recuerdos parece ser
inlunencia de Rilke: "Y aun cuando used estuviese en un&
prisi6n cuyns parede, no dejasen llegar hasta sus sentidos nin
guno de lcs rumors del mundo, no le quedaria uiempre so in-
fancia. esa riqueza precious. imperial. esM area de recuerdos?"
('arias a nu jorr* pofa.- Sociedad Editorial Americans.
Buenos Aires, 1941.-(Pfina 18).
-83-
frtoal. que esta en la naturaleza de los jugos de las pri-
meras ilusiones; luego la amarga sensaci6n de los prime-
ros chnques con la realidad compleja, y por iltimo una
especie de azficar sintetica extraida experimentalmente
con designios idealistas, de los multiples sabores que se
prueban en el transcurso de la vida.
-84-
CAPITULO IX
ABSTRACCION DE LOS TERMINOS
La abstracci6n de lon t6rminos es una de las resul-
tuntes del canicter filos6fico de los poemas.
El primer libro de Bermddez, Poemas de Ausencia.
se inicia con estos versos:
Es soledad afluente de la nada
que destruye lo cierto en su correr.
Los sustantivos, que son los elements gramaticales
que sbportan la mayor densidad expresiva de la fraae,
tienen aqui un caracter abstract porque expresan con-
ceptos metafisicos: la soledad, la nada.
Igual sucede con Io cierto, adjetivo sustantivado por
el articulo; con el infinitivo correr (catalogado grama-
ticalmente por su significado, como sustantivo abstrac-
to) : y con el participio active "afluente".
Los verbos agravan mas la nebulosidad expresiva:
ex. forma del copulative ser -que es uno de los verbos
Ilamadros vacios-, y destruye, con su significado negative.
Resulta asi que una frase en cuya composici6n ban
entra&d tantas palabras conceptuales (nombres, verbos)
y que por lo mismo pudo estar recargada en su contenido,
no alcanza sino una tenue revelaci6n, por el valor semAn-
tico y la abstracci6n de los vocablos que la forman.
-- 85 -
El primer poema se desarrolla en este ambiente de
abstrvcci6n dominant en todo el libro, hasta el punto de
que muchos concepts que pudieron ser vertidos concre-
tamente lo han sido como infinitivos, pero no en construc-
ci6n verbal sino sustantiva, y como tales son abstractos.
perdiendo ademis la movilidad caracteristica de los ver-
bos. El correr, el caer, el sufrir, etc., son formas sono-
ras que aumentan la armonia del verso, pero a la vez
le dan un dejo de afectaci6n y le restan el carkcter que
habrian ganado con el empleo de un sustantivo propia-
mente tal o de un verbo en tiempo finito. He aqul el
poema, que se transcribe integro porque la edici6n de
Poemas de Ausencia esta totalmente agotada desde hacr
muchos aios:
Es soledad afluente de la nada
que destruye lo cierto en su correr.
Hay una sombra entire el dolor y el gozo
en puente de silencio y de verdad
que recorre el intent cotidiano
en la ruta descalza del vivir.
Aumenta la inquietud de los insects
tras el ritmico caer del coraz6n.
Ensayo del sentido y del no siento
con siluetas de vida en renacer:
profundo aprendizaje de la muerte
bajo el rito constant del callar.
La fragancia del cosmos se derrama
en las almas doradas de sufrir.
Lucha de la burbuja y el silicio.
locura cabalgando en la virtud
como un reto de lirio hacia los cuervos
y un fragmento de estrella en el fangal.
En la ausencia se vuelve sangre el ansia
de la fauna que vibra en lo interior.
- E6 -
Toda pasi6n se siente en primer persona, es decir,
en came propia. Y aqul la persona gramatical que apa-
rece es la tercera, tan indeterminada que el poema pier-
de much fuerza lIrica.
Prosificando, eliminando toda poesia, estableciendo
los nexos racionales que la poesia por su character intui-
tivo rechaza, se diria:
La soledad es una de las formas que la nada asume,
porque sumerge la conciencia en un estado de negaci6u
total, de modo que se pierde hasta el sentido de la rea-
lidad circundante.
El gozo conduce al dolor, como si hubiera un silean
cioso puente de comunicaci6n entire los dos, para cada
actividad de la vida cotidiana.
Son tan tristes los latidos del coraz6n que se escu-
chan como pisadas que descienden, y el ambiente se hace
eco de esta tristeza.
Pero en mi se de la lucha de dos corrientes, y esta
contradicci6n silenciosa es como un anticipo, como un
aprendizaje de la agonia mortal.
El finimo ennoblecido por el sufrimiento siente que
el mundo se ofrece pr6digo de fragancias. Y he aqui que
la virtud se rebels contra los impulses negatives, con la
pureza vegetal de un lirio frente a la ofensiva animalidad
de un cuervo, o de una estrella que refulge en un pantano.
Pero al sentir de nuevo la soledad, el ansia (mia)
reveal la necesidad humana con que la sangre reclama
(tu) presencia.
Bermidez da dignidad poetica a este material, pero
tu lo toma asi prosaicamente para luego transformarlo
en simbolos y versificarlo, sino que lo sufre, y su instin-
to poetic le impele a escribirlo, infundiendole encanto y
armonia.
-87-
Man como puede verse en la prosificaci6n con que
se ha extraido del poema s61o el material estkticamente
indiferente, se trata de un contenido de indole mias inte-
lectual que afectiva, que luego al estructurarse y adquirir
eficaci. estCtica se mantiene en un tono muy distant del
lirico por la manera impersonal y abstract de enfocar-
lo, a pesar de que el origen de este poema es un vivo
sentimiento de soledad, tan human y tan personal co-
mo cuailquiera de los sentimientos profundos que inspi-
ran otros de los poemas subjetivos del poeta.
En las tr'iaciones del Pe: ei la sangre hay tambien
un predominio de los terminos abstractos; en la estrofa
que ha de citarse, seguida de una imprecaci6n a la Muer-
te. se insinda que en un moment dado todos los recuer-
dos que el poeta creia olvidados afloran conjuntamente a
la memorial:
-Convergen las disueltas riolencias del olvido
en esta poma ardiente de reencarnados gestos,
y aspiro la infinita presencia del faantasma
que desmenuza un eco de aromas por la sangrc.
Irrevocable albergue de coniagrtados duelon!
Inveterada y luenga rirentci inconmovible!
En IAr'el de Ceniza el tema mismo, la muerte, es
propicio a las abstracciones, por si y por los motives
que atrae: el tiempo, el espacio, la vida, el olvido, la me-
mori:. los valores, todos ellos de carficter metafisico, si
no psiquico.
Se habla de la vida y de la muerte, y los elementos
concretos que sustentan estas abstracciones se adelgazan
tanto que pierden corporeidad:
-Oh ingrata libertad Oh compaiiia
por los turbos senderos del crepuiscdo
que corren hacia el mar, siempre al oceano
donde postreras naves aseguran
omino.so rednmenes de ,iehlas.
La manera tie enfocar el problema de la muerte es
impersonal, g6nerica, y el yo con todas sus concreciones
no aparece por ninguna parte, solamente cuando, desvia-
do el problem psicol6gico hacia el terreno est6tico me-
diante nl hermosa personificaci6n de la Muerte, el poeta,
frente a ella, se escurre velado entire las meditaciones
cuando la vida generosa -"el reino de su gloria"- le
concede el alcance de la belleza, aspiraci6n humana que
Paris consider la primer en el mito de la manzana de
la I)iscordia.
La Belleza, en abstract, o c6smica, o personificada,
es el motivo que busca mis concreci6n en la obra de Ber-
mudez por influencia de su orientaci6n estetica, mientras
que a los desvalores alude principalmente con expresio-
ntes pyorativas de caracter moral, abstract:
-Por las frondas tu voz era exaudible,
y duplicaba el brillo tu hermosura
alejada de todo duelo, como
si fu6ramos amantes conciliados
por el vino y la paz de las alcobas.
(L. de C., V)
St- necesita un gran fuerza animica para que un poe-
ma tan abltracto como este, logre a veces estremecimien-
tts como los que provoca la estrofa citada on el minim'
dIe! lector.
I:L sintesis. la abstracci6n de los poemas de Bermi-
ilez les rest calor vital, pero cuando este asfma. la poe-
si; rrconquista sut don de conmover.
--89-
CAPITULO X
SELECTION DEL VOCABULARIO
En la obra que comentamos es notorio el empleo de
un vocabulario select, a veces en grado superlative, po-
blado de voices cultas; entire ellas, algunos tecnicismos.
ST en cualquiera de los libros de Bermidez se ad-
vierte la tendencia al empleo de vocablos escogidos, es
on las Variaeiones del Pez en la Saingre y en Laurel de
Cenira donde esta tendencia, convertida ya en hibito, le-
ga a su climax.
En este iltimo libro hay poemas cuya interpretaci6n
se hace dificil por el esfuerzo que demand coordinar el
significado de una line ininterrumpida de cultismos con
el sentido figurado de los mismos:
Oh obsidional image invivida
en la memorial, tremula pavura
en z6calos de nieve contemplada.
i D6nde tu soledumbre te refleja
inexistente y purn como el suefo?
Todos los nombres que figuran en esta estrofa sosi
selects. principalmente algunos adjetivos cuya etimolo-
gia sefiala un origen culto, porque pertenecen a las pia-
rejas de adjetivos contradictories compuestos con el pre-
fijo iih (invivida. inexistente, ineluctable, inh6spitas) que
tanto abundant en el libro.
-91-
Otros expresan la abstracci6n que caracteriza a la
acepci6n cul'a fr..nte a su correspondiente acepci6n po-
pular: inmllaen y ni'tio no estfin empleados aqui en sen-
tido vulgar, sino que expresan una acepci6n poctica, mi':
abstracta, uIuy comdn por lo demais en la literature.
No falta ci lit obra algun latinismo como "n4bula".
en lugar de "niebla".
Algunos son terminos cultos por la misma natura-
leza metafisica del concept que expresan: "olas de eter-
nidad, olas que arrastran." (L de C., II).
Otros que son de naturaleza concrete deben su eleva-
da categoria a la rareza de su contenido. Pertenecen a
esferas reales de icsas que no entran en las relaciones
frecuentes de la vidi ordinaria, y cuyo conocimiento de-
manad:i una cierta dedicaci6n intellectual:
-Reina en la magnitude de los solsticios
-la cauda de los astros, el eterno
devenir de los 6xodos marines.
Se dan casos tamnlien de vocablos que no manejamos
en nuestra habla (oml6, y que aun en el lenguaje litera-
rio no han a'-raigado en nuestro medio y por eso nos pa-
reccr -xtrafios a i-inar tde que en otros prises son de us-
corriente. So! trata dte los nombres de flores ex6ticas, que
por lo misnmo rara vez figuran en nuestra literature:
adelf:;s, an'nimonas. Si aparecen en la obra de Bermndez
no es por cxotismo sino porque tiienen en la poesia uni-
versal una reconocida tradici6n como flores simb6licas.
La an6mona por ejeinmlo, naci6, segun la leyenda griega,
de las liagrinms que la diona del Amor y la Belleza verti6
a la muerte de su amante- Adonis.
En el nmi:;mo caso que el de estos nombres de flores
desconocidas esti -con respecto a la realidad geografica
nacional- el termino paramera, derivado de piramo.
Luego tnemus un derroche de terminos completa-
mente extrafios al dominio del vasto public, que pueden
encontrarse fn cualquiera de los poemas de las Varfacio-
.2 -
,nes d.i Pez ,'e In Sangre y de Lau'rl de Ceniza. Para
muestra, dos estrofas tomada. al azar; otras hay much
mis eievadas. La priimera es de las Variaeiones del Pez
en Ia Sangre, y la segunda de Larel de Ceniza. N6tese
en ambas la frecuencia en el empleo de esdrdjulos y de
altisonantes adjetivos tetra y pentasilabicos:
-Dest.lorido y h6rrido pasaje irremisible
por dl ldciadhas sombras inciertas y aflictivas,
las orlas de los sauces, eternos y enigmiticos
descarnan los concentricos remansos de la sangre.
-Desde entonces, oh ruta matutina
con sui cridula floor de lapislizuli
tu voz circular grfivila de suefits.
Agreste y resonante paraifo
para mi soledad incauta y n6bil.
Olras palnbras hay que son de u.o exclusivamente
potico, como "aligeras". por "aladas".
El vocabulario que Bermndez emplea es riquisim,.
a veces en exceso. Por ello en sus tiltimas obras, a pesar
de su unidad de concepci6n, no hay repeticiones. Siempr;
encuentra para el tema la palabra adecuada a cada su-
tileza uUti desea expresar. La riqueza del vocabulario
es uno de los mis tiles y codiciados instruments de la
poesii.: de ella depend la concordancia que se establece
entire la intuici6n y la expresi6n, dos moments del actor
creador. Por ello la variedad de matices en los poemas de
Bermfidez no debe tomarse en absolute como rasgo or-
namertal, sino como la manera de hacer mis integral y
inis field la expresi6n de su poesia.
-93-
CAPITULO XI
PUREZA IDIOMATICA
Otra caracteristica del estilo de Bermudez es la pu-
reza idiomaitica: la audacia de los concepts y de los gi-
ros no obsta para que la lengua aparezca libre de todo
vicio. Aunque desde luego sus frases no guardian un ri-
guros orden 16gico, no encontramos aqui las frecuentes
transponiciones a que son tan adictos los poetas cultos
de todos ios tienmpos (). De mis estA Ilamar al recuerdo
que en la Edad de Oro de la literature espafiola, el gon-
gorismo hizo de la transposici6n ejercicio favorite. (:)
Como ocurre tambien en las piezas literarias clsi-
cas. en las obras de Bermn dez es frecuente el empleo
i'e la construcci6n figurada, pero sin alterarla nunca has-
ta el hip&rbaton violent.
Se diferencia de la sintaxis regular en el uso de
ciertaq licencias cuyo objeto es mejorar las expresiones,
tales como la frecuente anteposici6n del adverbio al ver-
bo, interjecciones que interrumpen la frase, la colocaci6n
de complementos que no observa el rigor que la construc-
(1) Baste el ejemplo de Letn de Greiff: "El irrumpir no adviertes
-fresco-- de la aleiria?" IS3natina).
(2) Asi inicia Gcngora In "Fibula de Polifemo y Galatea":
"Estas que me dict6, rimas sonoras
culta si. aunque bucelicn Talia...."
- 95 -
ci6n regular establece. Pero todo esto sucede hasta en
v; lenguaje hablado de las conversaciones ordinarias.
Es necesario sefialar como particularidad que %e dan
casos de elipsis verbal, pero no son frecuentes:
-Oh laberinto! Hermoso laberinto
si dentro de la sangre contemplada
la augusta vanidad de los jardines
interiores, la replica tranquil
de la amapola pr6xima y profunda.
(L- de C., Ill)
La llamada oscuridad de esta poesia no reside en el
empleo de giros anfibol6gicos; lejos del terreno sintacti-
co, is origen hay que buscarlo en la altura con que In
imaginaci6n supera el nivel de la realidad palpable. y I:;
condici6n largamente sostenida de este vuelo.
Er, los versos de Bermddez no aparecen barbarismo-
que maculen ia pureza del idioma. Contra lo que ha su
cedide en otras epocas en que los poetas cultos incidlaii
en el campo de las lenguas extranjeras para enriquecer
la propia, hoy Imr hoy son los escritores cultos quiene:.
tratan de pCreservarla de la invasion de barbarismo.;
-ahhoia anglicismos-- torque estos han minado nuestrt
lengua no sl6o en el eixico -tal fen6mneno la hace evo-
lucior.ar y enriquecers sino por desgracih tambiin
en la sintaxi!i, a pesar de que la nuestra es tan flexible.
La sivtaxis es la medula espinal del idioma y si Ilega :
dislocarse, la lengua no cumple ya una evoluci6n progre-
siva sino que degenera y el caudal vivo del habla que no
puede desvincularse del lenguaje escrito, terminaria ha-
ciendc de nuestra admirable literature castellana articu
lo de museo. Conscientes de este peligro los escritore.
rultos guarlda n en sus producciones una gran veneraci6,
por l:s reglas del idioma y sobre todo de la sintaxis, con
!o cu'l depuran la calidad de sus obras.
-96-
En tal aspect, Ricardo J. Bermtidez ha mantenido
un inalterable respeto por el idicma. Su obra pre3enta
una curiosa dualidad: si en el sentido estrictamente
poetico e4 revolucionaria, sus innovaciones son siempre
positivas y fecundas, sometidas a un exigente anhelo de
perfecci6n formal en que el idioma es instrument em-
plestile con esmero indeclinable. A este poeta vanguar-
dista podIria considenlirsele adscrito a la f6rmula horn-
ciana:
"HaI de ser de sublime pensamientos
vario, elegant. terso. generoso.
puro en la lenguai, y propio en los acentos."
("Epistola ad Pisones")
Eni las manos dc Bermudez el idioma brilla en sit
pureza, armonio.o, musical y vastisimo, con today la Ix-
liezn ( que el arte de un poeta culto sait encontrar en unn
eIngun: lleint de Ipesia como la nuestra.
-97-
CAPITULO XII
IMPECABILIDAD METRIC
1o metrica de Bermidez puede calificarse de impe-
cable. No ofrece gran variedad en el empleo de los me-
tros del verso castellano, sino una marcada predilecci6n
por el endecasilabo, quizis por su estirpe de selecci6n.
Centre sus principles distintivos esta la ausencia de
ver~ss de arte menor, con la excepci6n de los dos prime-
ros poemas de Addn Liberado, que son octosilAbicos, con
algo de influencia lorquiana en el caricter irrational, su-
perrealista, de que fue ejemplo El Poeta en Nueva York.
Se explica esta particularidad porque el octosilabo
ha sido en la poesia espafiola el metro popular por exce-
lencia y aunque, como lo demuestra la historic literaria,
es apto para todo tema y todo tono, aun el elegiaco, en
general el poeta culto acude con preferencia al de arte
mayor, que da mas amplio margen a la expresi6n de vi-
vencias muy complejas que con frecuencia refunden mul-
tiplicidad de contenidos.
Los heptasilabos que figuran en Addn Liberado al-
ternan con versos de arte mayor y por tanto no des-
tacan su propia individualidad; impresionan al oido co-
ino hemistiquios (').
(I) Del poema "Ruptura con el mar" (A. L):
Caracoles y conchas y silencios de arena
donde mis dedos niios amasaron caricias,
N las Drimeras formas
revelaron alegres dimensions einiticas.
-99-
El primer libro, Poemas de Ausencia. escrito en su
totalidad en endecasilabos, contiene catorce poemas que o-
frecer varias peculiaridades: cada uno consta de siete
estrofas; la primer de dos velsoe, la segunda de cuatro,
y asi sucesivamente en forma alterna hasta terminar en
un distico. (arecen por complhto de rima. Todos los poe-
mas fueron escritos bajo el signo rubendariano: comien-
zan con un verso grave al que sigue otro agudo, y esta
form alterna continue rigurosamente hasta concluir en
un verso agudo. Interesado desde entonces por la belle-
za de los poemas, quizis el autor se deleitara con esta
disposici6n metrica que daba a la escritura misma una
armoniosa configuraci6n pl;istica, regalo visual que com-
plementara la melodia internal de los cantos; pero el pro-
p6sito se malogra por el inevitable efecto de monotonip
que se produce. Tal impresi6n se compensa con creces
en la novedad de las figures poeticas.
Bermuidez tiene ademiis un gran instinto musical, y
esos finales agudos son casi siempre en silaba trabada
en r o 1, que son sonidos que se destacan por su sonoridad.
Los poemas combinan el endecasiabo a maiori con
el a minor. Ejemplo del primer caso lo constitute la si-
guiente estrofa que sobresale por su impeccable ritmo:
Feliz espigadora de poemas
camino de agua, jifbilo de pan.
las cuencas de tus ojos sofiadores
estdn Ilenas de espiritu del sol.
(III) (2).
Puede notarse la regularidad del acento constitutivo
en la silaba sexta, lo mismo que un acento auxiliar en la
segunda, que da gran riqueza ritmica a la estrofa.
(2) Iut. lertra curn~vas indtican lo acentor.
-100-
Del mismo poema, que es uno de los mis hermosos
tanto por su contenido como por su m6trica, es la estrofa
siguiente:
-En tu pena mi pena fu6 tu arrllo,
en mi dicha, tu dicha fu6 mi hz,
en todos mis silencios has vibrado,
vanilla de mis lunas sin sabor.
Es el endecasilabo que mis abunda en el libro.
Como una muestra del endecasilabo sifico (acento
constitutivo en la cuarta y en la octava), los dos versos
con que finalize uno de los poemas:
-Txoio me doy en polvo de hoja seca
por la armonia de tu alma azul. (IV)
La Eleyia i Adolfo Hitler eisti escrita en versos
blancos. No se piense por eso en una extrema libertad
m6trica, pues casi todos sou alejandrinos, aunque tam-
bi#n aparecen decasilabos, endecasilabos y algunos hep-
tasilabos.
En AddtiI .Ibeiado se vale tambien del verso libre,
aunque dentro del mismo se observa bastante armonia
y es visible el predominio de alejandrinos y endecasila-
bos. El "Primer Recuerdo" tiene rima asonante.
Como una nota que no ha de repetir en today la obra
subsiguiente, se encuentran los dos ya aludidos poemas
octosilibicos que inician el libr,, y que tanto por su me-
trica come Ir so caricter no guardian much unidad
con el resto de la obra: son bastante fragiles y carecen
,1*l acento grave de los demnis. Tienen una ciertn inten-
ci6n popular que el metro tambi n cumple.
lientras la mayor part de los libros de Bermdides
estin escritos en endecasilabos (3), la Elegia a Adolfo
Hitler y Addn Libnrrdo se aventuran en el versolibris-
131 Salvo Ias Variaciuuris Irl I'r: eN la Sangrr. largo poems ef-
erito en alejandrinoi; su extension es suficiente para un p-
quefio lihrn, peru nunca ha sislo publicado como tal.
-101 -
mo. Tal libertad puede relacionarse con la influencia ne-
rudiana que se advierte tambiin en los temas de estas
obras y en la actitud amarga e irreverente de enfocar
problems vitales como la injusticia social, el amor, los
convencionalismos, etc.
La libertad m6trica responded ciertamente a la acti-
tud de rebeldia contra los cinones establecidos, como si
fueran vallas demasiado artificiales en un mundo en que
todo st ha dislocado por la acci6n devastadora de la gue-
rra. La form ha respondido de la manera mis field al
moment psicol6gico que esta obra recoge, independien-
lemente de la flexibilidad de expresi6n que permit el
versolibrismo.
Luego estai Laurel de Ceniza, obra de madurez que
recapccita con frialdad reflexiva y retorna al equilibrio
musical que parece inherente a la poesla de Bermidez.
Con esta obra el autor se coloca entire los poetas mas ar-
moniosos de nuestro parnaso, incluyendo a los modernis-
tas, a quienes supera formalmente porque su musicalidad
es consustancial, vijtud por la cual en ocasiones sus poe-
mas padecen de una perfecci6n abrumadora.
El endecasilabo adquitre exclusividad en Laurel
de Centza, y Cuando la Isla era Doncella. El poeta hace
gala no s61o de un verso metricamente pulcro ,sino que
el conjunto de los poemas es de una arquitectura calcu-
lada con precisi6n matemitica, que es sin duda resul-
tado de la tendencia apolinea de su pensamiento, desa-
rrollada en el ejercicio de la profesi6n de arquitecto. A-
polinea en cuanto a las formas metricas, a los moldes,
a lo que puede Ilamarse el contorno, porque en cuanto
se refiere a la expresi6n misma, la tendencia es opuesta.
Esta infatigable actitud selective para temas y for-
mas, que puede considerarse esteticismo, es una precio-
sa supervivencia de lo que fue el clima modernist. s6lo
que de manera menos ostensible y sobrepuesta.
Laurel de Ceiniza es una elegia en nueve cantos. Ca-
- 102-
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