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COLECCION POSTUMA.
COLECCION POSTUMA
JDE
PAPELES GIENTIFICOS, HISTORIWOS, POLITICOS
Y DE OTROS RAMOS
SOBRE LA ISLA DE CUBA,
YA PUBLICADOS, YA INEDITOS
D. JOSE ANTONIO SAC0.
S2- 0-56
HABANA.
EDITOR: MIGUEL DE VILLA, OBISPO 60.
1881.
1V7 Qa c
LATIN
AMERICA
Imprenta del AVISADOR COMERCIAL, Amargura 30.
Pages
3-16
Missing
From
Original
COLECCIONt POSTULA. 17
ser uno.de los electos para representar a Cuba en las C6r-
tes constituyentes que a la sazon se hallaban congregadas.
Pero esas C6rtes, cerrando sus puertas A los repre-
sentantes de Ultramar, decretaron, en Abril de 1837, por
90 votos contra 65, que en lo sucesivo no se admitiesen
diputados por aquellas provincias, y que todas fuesen go-
bernadas por leyes especiales. A pesar de haber corrido
mas de veinte y cinco afios, esas leyes ain estin por hacer-
se; y como al prometerlas fueron despojados los pueblos
ultramarinos de todos sus derechos politicos, unica garan-
tia de los civiles, inaugur6se desde ent6nces una nueva
era, que rompiendo con todos los precedentes de los pa-
sados siglos, pusieron las instituciones de Espafia y sus
provincias de Am6rica en la mas abierta contradiccion,
pues que libertad en aquella y absolutismo en esta, son
las bases en que descansa el sistema introducido por la
revolution de la Granja.
No pretend yo que haya una identidad'absoluta en-
tre todas las instituciones de Espaia y las que i Cuba se
dieren.
Se que hay algunas que desde luego se pueden apli-
car integramente, asi como hay otras que se deben modi-
ficar; pero estas modificaciones siempre deben ser inspi-
radas por la libertad, pues ella es tan flexible y tan elhstica
que se acomoda ficilmente a las mis diversas circunstancias.
Tiempo es ya de volver, en un sentido liberal, A la antigua
conformidad de instituciones entire Cuba y Espaiia; y mien-
tras llega ese dia feliz, expongamos brevemente el contras-
te que ellas ofrecen hoy.
4Tiene Espafia una Constitucion que la rige? Si. 4Y
en Cuba existe alguna, 6 cosa equivalent? No.
ZHgllanse en Espafia divididos los tres poderes fun-
damentales, legislative, ejecutivo y judicial? Si. 6Y no es-
tin perfectamente deslindadas sus atribuciones, movi6n-
dose cada una en su circulo respective con la debida
independencia? Si. "Mas sucede lo mismo en Cuba? Para
ella no hay mas que-dos poderes, el ejecutivo y el judicial,
pues el legislative esta confundido enteramente con el eje-
cutivo, que es quien ejerce las funciones de aquel en toda
su plenitud. En cuanto al judicial, si bien existe, se puede
decir que esti avasallado por el ejecutivo; pues armado
2.
18 COLECCION POSTUMA.
este de inmensas facultades, encadena sus movimientos y
restringe su independencia.
Groza Espaiia de una representation national verda-
deramente digna de tal nombre? Respondan por mi sus
Congress y sus libres y solemnes debates. GMas suena en
ellos alguna voz de Cuba? Y ya que ninguna suena, sse
escucha alguna, por ventura, en el suelo cubano? 6Existe
alli algun organo que se pueda considerar como el field in-
terprete de sus derechos, de sus necesidades y de sus
grandes interests?
A los ecos de la tribune espafiola responded tambien
la prensa, que aunque no tan libre todavia como en otros
paises, esti exenta de today censura: rigela una ley discu-
tida y aprobada por las C6rtes, v cada ciudadano puede
escribir con mas 6 menos latitud"bajo su re ponsabilidad
personal. 6Pero son asi las cosas en Cuba? Allino hay leyes
ni reglamentos de imprenta; y no los hay, porque ni una
sola palabra se puede imprimir sin la pr6via censura, y la
previa censura es la voluntad del censor, y la voluntad del
censor es today la legislation. Yo no culpo en esto a los
hombres; todo depend del sistema, y yo mismo, si me
hallase en sus circunstancias, quiza procederia del mismo
modo.
Para la buena administration interior de las provin-
cias, hay en cada una de las de Espaia una junta que se
llama Diputacion provincial. Esta institution, que debe
ser elective, y que bien organizada es muy itil a los pue-
blos, existi6 tambien en Cuba en tiempos de mejor andan-
za; pero perdidos que fueron sus derechos, desapareci6
tambien enteramente de su seno.
No fu4 esta ni pudo ser la suerte de los ayuntamien-
tos, porque siendo la mis antigua de todas las institucio-
nes de la monarquia, es tambien la que estL mcs arraiga-
da en las costumbres political del pueblo espaiiol y en la
iiidole de su gobierno. Pero si en pie quedaron esas cor-
poraciones en Cuba despues del gran terremoto de 1837,
fu4 bajo la primitive forma que recibieron desde el si-
glo XVI.
Injusto y falaz seria yo, si no hiciese aqui una impor-
tante advertencia. Lo que acabo de decir respect A los
ayuntamientos, debe entenderse de lo que ellos fueron has-
COLECCION P6STUMA. 19
ta 1859, pues desde ant6nces aci se les ha dado una orga-
nizacion diferente; y aunque esta deja todavia que desear,
yo la acepto con gusto, porque A lo menos veo en ella
sancionado, en g6rmen, el principio elective. No me avengo
en political con la maxima, 6 todo, 6 nada: guiome por la
contraria, si no todo, algo; y cogiendo lo que me dan, sigo
pidiendo para luego coger mIs.
Esa reform de los ayuntamientos de Cuba, obra es
del actual ministerio; y complAzcome en decir, movido de
un sentimiento de imparcialidad, que entire tantos gabine-
tes como le han precedido desde 1837, y algunos con infu-
las de muy liberals, 1l es el iniico que ha dado el primer
paso en favor de la libertad cubana. Delante de los ojos
tiene en este rApido bosquejo, la conformidad v armonia
en que por toes siglos vivieron las instituciones ae Cuba y
Espaiia, y la an6mala situation en que hoy se hallan; y si
penetrado, como debemos esperarlo, de la urgente necesi-
dad de uniformarlas en lo possible, entrase francamente en
la send de las reforms liberals, ent6nces no solo alcan-
zarg una gloria inmarcesible reparando las pasadas injus-
ticias, sino que, estrechando los lazos entire la metr6poli
y la Antilla, har ai entrambas el mas eminent servicio.
COLECCION P0STUMA. 21
ARTICULO II. (1)
Motives que nfluyeron en privar a Cuba de sus derechos politicos
en 1837.
Dije en mi articulo anterior, que Cuba fue despojada
de sus derechos politicos en 1837. Ahora que se trata de
devolv6rselosimporta much saber cuiles fueron los m6-
viles, no aparentes, sino verdaderos, que impulsaron a co-
meter tan grande injusticia. Envuelto ent6nces el pueblo
espafiol en una guerra civil, apenas tuvo noticia de lo que
contra Cuba se habia decretado. Pensando solo en pelear
y veneer, ni se ocupaba del modo con que se la gobernaba
ni de la opresion que sus habitantes sufrian, y lo l-nico
que le interesaba era conservarla, fuesen libres 6 desp6ti-
cas sus instituciones.
A primer vista parece que los motives que arranca-
ron a las C6rtes de aquella 6poca tan dura determination
contra Cuba fueron puramente politicos; pero ent6nces
sucedi6 lo que por desgracia acontece frecuentemente en-
tre los hombres que, mezclindose los interests personales
con las ideas political, solo invocan esas para mejor
encubrir aquellos. Siento much hablar de mi, y mis to-
davia de personas que ya duermen en el sepulcro; pero
me es forzoso nombrarlas, no tanto por el carActer hist6-
rico de que participa este papel, como porque la exposicion
dde los hechos en que ellas tomaron part, cumple en alto
grado a la defense de Cuba y A la pronta reparacion de
sus males.
Habia tomado el mando de ella en 1834 el teniente
general D. Miguel Tacon, y al siguiente aio de 35 empe-
2zo6 gobernar political y militarmente la provincia de
Santiago de Cuba el mariscal de campo D. Manuel Loren-
(1) Publicado en ,La Amirica'n de Madrid de 8 de Setiembre de 1862.
22 COLECCION POSTUMA.
zo. Entrambos habian peleado en el continent de Ame-
rica contra la independencia de aquellos pueblos; y si bien
en esto convenian, dando pruebas de su espaiiolismo, en
otros puntos esenciales tenian opinions enteramente con-
trarias.
Lorenzo era liberal; Tacon absolutista; este ninguna
parte to m6 en la guerra contra D. Cirlos; aquel fea uno
de los primeros que empuiiaron ]a espada para defender
el trono de Isabel II, y muy pronto tuvo la fortune de cu-
brise de laureles. Tacon odiaba el nombre americano; Lo-
renzo no tenia prevenciones ni antipatias contra l1. Tacon
gobernaba con una soberbia insolente y con un despotis-
mo sin limits; Lorenzo era llano, accessible y templado en
su mando. Con principios tan opuestos, muy dificil era
que marchasen de acuerdo los dos jefes. (Alfogando, dice
Lorenzo en el manifesto que public en Cidiz en Fe
brero de 1837, ahogando mis sentimientos personales,
uniform mi administration con la del jefe superior de la
isla, bien que atemperindome en su ejecucion a las cir-
cunstancias especiales de mi carActer y condiciones politi-
cas.))
(Nada, empero, vali6me tan circunspecta y prudent
conduct. Sea el influjo de una prevention adverse, sea
nimia desconfianza por razon de mis antecedentes y opi-
niones liberals, el capitan general seiial6 contra mi su
desafeccion desde mi ingreso, 6, por lo menos, desde
Soco despues de mi ingreso al mando de la provincial.
odria yo citar copiosisimos comprobantes, casos nume-
rosisimos persuasivos de su hostile y siniestra disposicion.)
Y citando efectivamente algunos de ellos, aparece desmos-
trado por Lorenzo con documents oflciales, que Tacon lo
despojaba de atribuciones importantes y que no perdia
occasion de contrariarle, sin duda con el fin, 6 de compro-
meterle con el supremo gobierno, 6 de forzarle A renunciar
el mando de aquella provincia.
Mientras estas cosas pasaban, estalla la revolution de
la Granja en 1836; cae el Estatuto Real; restablecese en
Espafia la Constitucion de 1812: llega a manos de Lorenzo
un ejemplar de la Gaceta de Madrid que contenia el decre-
to en que la reina gobernadora mandaba publicar aquel
C6digo en la nacion; y 4l, imitando lo que se acababa de
COLECCION POSTUMA. 23
hacer en muchas parties de la Peninsula, y lo que en la
Habana y en Puerto-Rico se habia ejecutado en 1820, pro-
mulga tambien la Constitucion en la provincial de su man-
do, intes de haber recibido oficialmente la no ticia.
Vali6se Tacon de esta coyuntura para perder a Loren-
zo. Pint6le 4 los ojos del gobierno, no ya como un espailol
liberal, sino como un jefe ambicioso que aspiraba a la in-
dependencia de Cuba; y para dar visos de verdad 4 su
falsa acusacion, persigui6 y desterr6 al mismo tiempo co-
mo revolucionarios y complices suyos, i muchednmbre de
honrados padres de families tan pacificos como inocentes.
Aqui es de notarse que lo que Lorenzo hizo en San-
tiago de Cuba, hizolo tambien en aquellos dias en la isla
de Puerto-Rico su capitan general el conde de Torre-Pando:
y, sin embargo, ni en AmBrica ni en Espaiia nadie tach6 &
este, ni a porto-riquefio alguno, de revolucionario 6 inde-
pendiente. Lo cierto es que si el real decreto que mand6
publicar la Constitucion en toda la monarqufa, hubiese si-
do para abolirla, y Lorenzo aun sin haber recibido la 6r-
den de oficio, se hubiese anticipado A ejecutarla, ent6nces
habria merecido lbs elogios de Tacon.
No es del caso trazar aqui la historic de los tristes
acontecimientos que ocurrieron en la provincia de Cuba,
cuando Lorenzo entreg6 el mando de ella y cay6 la Cons-
titucion; pero si lo es advertir, que poco antes de ese su-
ceso ya se habia hecho alli la election del diputado &
C6rtes que le correspondia; y que esa election se verified,
no por mandate de Lorenzo, sino en virtud del real decreto
de 21 de Agosto de 1836, comunicado al general Tacon
por el ministerio que naci6 de la revolution de la Granja.
Recay6 el nombramiento en quien ya habia sido elec-
to dos veces en el mismo a.io de 36, aunque sin haber po-
dido entrar en las C6rtes en ninguna de ellas; no en la
primera que fu6 en Mayo, porque cuando llegaron sus po-
deres a Madrid, ya el ministerio del Sr. Isturiz habia
disuelto aquellas C6rtes; no en la segunda que fu4 en Ju-
lio, porque sobrevino la revolution de la Granja. Era ese
diputado un j6ven, cuyos escritos liberals habianresona-
do much en Cuba, pero esos escritos, que no respiraban
mas que 6rden y libertad, si bien acojidos con entusiasmo
por los buenos patricios, fueron considerados como revo-
24 COLECCION POSTUMA.
lucionarios y abolicionistas por los enemigos de toda refor-
ma. En el conflict de estas opinions Saco, autor de ellos,
si para unos era un Angel, para otros era el corifeo, el de-
monio de la independencia; y bajo de este punto de. vista
apareci y i los ojos de Tacon. Ya mis lectores inferirin
cuin terrible armas emplearia 61, no solo contra mi, sino
contra Lorenzo, pues supuso que mi election habia sido
obra de un partido independiente con el cual se habia li-
gado ese jefe.
Ni fueron 6dios politicos los ainicos que irritaron a
Tacon contra Lorenzo y contra mi. Apenas habian corrido
dos meses de su llegada A Cuba, cuando me lanz6 de ella
sin sentencia ni formacion de causa, y solo en uso de sus
facultades dictatoriales. PPero qug le incit6 a perpetrar tan
escandalosa injusticia? Incit6le el deseo de Oomplacer a
ciertas personas, que interesadas en mi destierro, y .muy
poderosas en Madrid, p3dian influir en quitarle 6 en con-
sevarle el mando de Cuba, que era cabalmente por lo que
61 mis suspiraba. En tales circunstancia, no podia ver con
indiferencia mi entrada en las C6rtes, ni tampoco perdo-
nar A Lorenzo que se hubiese hecho en la provincia done
gobernaba, una election que tan funesta podia serle.
A un hombre puro como yo no era ficil ponerle una
tacha personal que le impidiese sentarse en las C6rtes; y
he aqui por qu6 Tacon asest6 sus baterias, no contra la
conduct integ6rrima del diputado, sino contra sus opinio-
nes liberals, contra las del cuerpo electoral que lo nom-
br6 y contra las del jefe que no se opuso i tan legitima
election.
Rencor personal movi6 tambien a Tacon, contra otro
diputado cubano. De los dos que nombr6 la Habana en
1834, uno.de ellos fu6 D. Juan Montalvo y Castillo; des-
pues conde de Casa Montalvo. Tom6 este un dia la pala-
bra en el estamento de Procuradores para denunciar las
violencias de Tacon, quien considerindose gravemente
ofendido, jur6 desde entonces a Montalvo la mis encarni-
zada enemistad. Trat6se de reelegirle en la Habana, en
1836; mas como las elecciones debian hacerse segunel mo-
do prescrito por el Estatuto Real; como los electores eran
solo veinte y cuatro, a saber: doce regidores y un nuimero
igual de mayores contribuyentes; como todos votaban por
COLECCION POSTUMA. 25
papeleta cerrada, y muchos eran 6 sus parientes 6 sus
amigos, Montalvo; fu6 reelecto, 6 pesar de los impuros
manejos de su formidable adversario.
El6dio de Tacon se fij6 tambien en uno de los hombres
de m6s talent y de m6s m6rito que ha producido el suelo ~ ,
cubano, en el eminente orador y profundo jurisconsulto
D. Nicolas Escovedo. Ni ain su triste estado de ciego su-
po respetar Tacon; y cuando ya iba 6 descargar el golpe
sobre su victim desterrAndole de Cuba, la Habana le sal-
v6 nombrAndole su diputado en 1836.
Vi6se, pues, Tacon al frente de una diputacion hostile,
y A la que aborrecia, no tanto por principios politicos, co-
mo por resentimientos personales. Si los cuatro miembros
que la componian, pues no eran mas, gracias A las precan-
clones que se tOmaron para mutilarla, llegaban a entrar en
las C6rtes, 61 temia que sonase la uiltima hora de su poder
en Cuba, poder 6 que estaba fuertemente asido, ya por la
ambition de mandar cual d6spota desenfrenado, ya por el
esquilmo que recogia de tan ventajosa position. No le
quedaba, pues, mas recurso que desacreditar con el go-
bierno a la dipatacion cubana, calumniar A sus individuos,
suponer el pais envuelto en una horrible conspiracion, y
como esas elecciones coincidieron con el establecimiento
de la Constitucion en la provincia de Cuba por Lorenzo,
di6le a todas un falso carActer, considerAndolas hijas de un
partido independiente. De este modo las pasiones political,
y mis que ellas los intereses personales del General Tacon,
prepararon la ruina de las libertades de Cuba, ruina que
otros mis poderosos que 61 ya meditaban en Espaia, y
ain habian empezado 6 ejecutar,
Pero Antes de exponer la part que ellos tomaron en
tan inicuo proyecto, es precise manifestar que cuanto he
dicho y pudiera decir de Tacon, no debe mirarse como el
injusto desahogo de un hombre ofendido y apasionado.
Nunca fui su enemigo personal: siempre le he hecho la
mis complete justicia; y si no temiera recargar de citas
este papel, yo insertaria en 1e lo que escribi en 1835 (1).
Efectivamente, para juzgar A Tacon con imparcialidad en
su gobiernode Cuba, es menester distinguir en el dos hom-
(1) Vcase l een d s l iOlneis .paei rc' lesnbr lat ila dle Cuba. tomo III. p;ig,. 8s y 89. edi-
cion de Paris, 1858,
'1
26 COLECCION P6STUMA.
bres diferentes: el hombre civil 6 de la policia, y el hombre
politico. El primero persigui6 el juego, los ladrones y otros
delincuentes; y aunque en esto mismo atropello muchas ve-
ces las formulas y las leyes, puede decirse que los resul-
tados justificaron los medios, pues di d los pueblos y
campos una seguridad envidiable en el 6rden puramente
civil. El segundo fue el azote m:is cruel que pudo caer
sobre Cuba, pues jams ha pisado sus playas tirano tan
espantoso.
Hecha esta sincere manifestation de mis sentimientos
hicia aquel jefe, vengamos a considerar lo que pas6 en
Espana contra la libertad de Cuba.
Sabido es que la Constitucion de 1812 declar6 laigual-
dad de derechos entire los espafioles de am.os mundos, y
que todos ellos fuesen regidos por unas mismas institu-
ciones. Triunfante la revolution de la Granja, mand6se pu-
blicar el c6digo de Cadiz en toda la monarquia por real
decreto de 13 de Agosto de 1836. Concebido este en ter-
minos absolutos, ninguna restriction impuso i la publica-
cion de aquel, y por lo mismo fue extensive A todos los
pueblos del imperio espafiol, como igualmente lo habia
sido cuando se restableci6 en 1820. Y que asi debi6 ser,
confirmalo expresamente el manifiesto que la reina Gober-
nadora di6d la nation el 21 de Agosto de 1836, en el que
se leen estas palabras: (
publicar y jurar en todo el reino la Constitucon de 1812.)>
Promulgada que fu6 en el referido afio de 36, todas las
provincial de la monarqufa, aquende y allende el mar, to-
das entraron bajo del imperio de esa lev comun; todas re-
cobraron los derechos que ellales concedia, derechos, que
por estar consignados en el C6digo fundamental, jams se
los pudo arrancar la antojadiza voluntad de un ministry,
ni tampoco de un monarca. El gobierno, pues, cuando i
los seis dias ds haber mandado jurar la Constitucion en
todo el reino, previno a las autoridades de Ultramar que
no la publicasen en aquellos paises, ese gobierno cometi6
una infraccion tan grave contra el mismo C6digo que aca-
bbab de jurar, que bien merecia un severe castigo.
Pero no s6lo anti-constitucional, sino tambien contra-
dictoria, fnu la conduct de aquel ministerio. Los senores
Gil de la Cuadra y Camba, ministros, el primero de la
COLECCION P6STUMA. 27
Gobernacion, y el segundo de la Guerra, comunicaron al
general Tacon la real 6rden de 19 de Agosto de 1836, que
entire otras cosas, dice.... ( Tan luego como su Magestad
se digne aprobar la convocatoria a las C6rtes, que se ests
formando, se comunicard A V. E., dcfia de qe sin la menor
dilacion, se ejecuten (e esa isla las elecciones de diputados; por-
que los deseos de S. 1M. son q(te el cterpo representiifdio 'de todtas
las parties hitrf!llI'lts de esta vasta ilonarq ci i, ftje lI Consti-
tucion que hta de regirla.
Lo digo t V. E. de real orden, para su inteligencia y
efectos correspondientes A su cumplimiento.)
El mismo senior ministry de la Gobernacion comunic6
tambien al capital general de Cuba la real 6rden de 23 de
Agosto de aqaelafio, en que se dice:.... (Deseando al
propio tiempo que no se pierda monmento en que se verifique
en esas islas la election de diputcados, y que estos vengan con la
brevedad possible 4 desempeitar las importantes faunciones de
tan d1;I,,,;,,;,. euwcargo, remito i V. E. de la misma real
6rden el decreto dado por S. M. en 21 del actual, convo-
cando a C6rtes para el 24 de Octubre pr6ximo, al que vts
unida la exposicion hecha por el ministerio a S. M.
Ordenes semejantes se circularon a las demis provin-
cias de Ultramar; y hechas en ellas las elecciones, los
diputados cubanos se apresuran, surcan los mares, llegan
a Madrid, y cuando esperaban sentarse en las C6rtes, alli
congregadas, oyen con asombro decir en ellas.al gobierno,
a ese mismo gobierno que con tanta urgencia los habia
llamado, 6yenle decir, que d declaraba por su parte que
en el Congreso espanol no debian admitirse dipdtados, ni
presents ni futures, por las pravincias de Ultramar. Esta
conduct, tan contradictoria, no necesita de comentarios,
y el piblico imparcial la juzgara.
Habia Tacon enviado al gobierno falsos informes con-
tra la diputacion cubana y contra Cuba; y los ministros,
poniendose de acuerdo con algunos de los prohombres
de 1812, presentaron A las C6rtes esos informs, para que
los diputados los examinasen, y espantados de su conte-
nido, votasen contra la admission de los representantes
de Cuba.
Tal fu la parte que tom6 el gobierno en este asunto;
28 COLECCION P6STUMA.
y como ya hemos visto la de Tacon, r6stanos solamente
exponer la que tuvieron las C6rtes.
Congregadas estas el 24 de Octubre de 1836, mudas
permanecieron casi tres meses sobre las cuestiones de
Ultramar; y aunque en este period aprobaron los pode-
res de los diputados de Puerto-Rico, profundo silencio
guardaron acerca de los de Cuba, A pesar de las reiteradas
reclamaciones de uno de sus representantes. Hablaron
aquellas por primer vez, pero fu6 en la session secret
de 16 de Enero de 1837, en la que se aprob6 una propo-
sicion del Sr. Sancho, sobre si convenia 6 nd que las provin-
cias de Ultramar fuesen representadas en aquellas y en las
futures C6rtes. Nombr6se al efecto una comision, y esta
present su informed al Congreso en la sesion tambien se-
creta del 10 de Febrero de aquel afio. Ese informe, que
vi6 despues la luz pdblica, que fu6 refutado victoriosa-
mente por mi, y contra el cual ya habiamos protestado
los diputados cubanos (1), contenia dos parties: una, en
que se proponia que las provincias de Ultramar fuesen
gobernadas por leyes especiales; y otra, en que se negaba
A aquellos paises toda representacian en las C6rtes. La
primera obtuvo casi la unanimidad de sufragios, pues los
diputados creyeron que la legislation especial que se ofre-
cia no era una vana promesa. La segunda fu6 aprobada
por 90 votos contra 65, mayoria que probablemente no se
hubiera alcanzado si muchos diputados hubiesen sabido
que de lo que realmente se trataba era de esclavizar a los
pueblos ultramarinos.
Los que como yo conocen los resorts que se pusie-
ron en juego para conseguirlo, no deben echar toda la
responsabilidad sobre el partido progresista. Progresista
era y esto no puede negarse, todo el ministerio; pero
Tacon, que tanto influy6 con sus maleficos informes, no
lo era por cierto. De progresistas en gran nlmnero se
compuso aquel Congreso; pero tambien hubo en l1 dipu-
tados pertenecientes A otras opinions. Nominal fu6
aquella votacion y los individuos de un mismo partido
votaron ya en pr6 ya en contra. De los mismos progre-
(1) La protcsta que cxtendida por mi fu6 firmada por dos de mis colegas, que en-
t6nces se halliban en Madrid, se insertO en el tomo 3, pagina 100 dc mi coleccion de
papeles.
COLECCION POSTUMA. 29
sistas hubo algunos muy inflayentes que se abstuvieron
de votar; otros que votaron en contra, y aun no faltaron
quienes impugnasen el informed.
Asi debi6 acontecer en una material que por su novedad
y patente injusticia traia inciertos y turbados los 6nimos
de muchos diputados. S61o sabian lo que querian, aque-
llos que en cortisimo nmimero habian meditado en secret
la esclavitud de los paises de Ultramar. Los seiiores D.
Ramon Gil de la Cuadra, D. Vicente Sancho, D. Martin
de los Heros y D. Agustin Argiielles, esos fueron los mrs
empeiiados en realizar proyectos tan liberticidas; pero al
uiltimo de ellos es 4 quien debe adjudicarse la palma del
triunfo.
En medio de las relevantes cualidades politics y mo-
rales que adom aron al Sr. Argiielles, 41 fun el author, el
inspirador de la funesta resolution que tomaron las C6rtes
contra las provincias ultramarinas. Este hombre, tan
destituido de conocimiento sobre las cosas de America,
como preocupado contra sus hijos, con un espaiiolismo
tan exagerado que 4 veces rayaba en quijotesco, sin com-
prender las causes que produjeron la emancipacion de las
colonies, y atribuy4ndola err6neamente a los derechos
politicos que ellas alcanzasen en 1810, este hombre, digo,
fue en todos tiempos el enemigo mas encarnizado de la (
libertad americana. Libertad americana ibndependencia /
fueron sin6nimos para 41, y en su fatal empeiio de irape- /
dir la una, acab6 con la otra, transformaindose de este 2
modo en defensor de la tirania en America el que con
tanto denuedo la habia combatido en Espaiia.
Bajo el manto de la political escondia Argiielles las
mis6rias de nuestra flaca naturaleza. Imaginose en las
C6rtes constituyentes de 1810, que 41 era el primero de
los diputados, y A que lo creyese contribuyeron los aplau-
sos, en parte bien merecidos, que muchos de sus compa-
tricios le tributaron. Duro, pues, hubo de serle encontrar
en la arena de sus triunfos, un adversario que se los dis-
putase, y mas duro todavia, que este adversario fuese un
americano; el americano D. Jose Mejia, quien dotado de
inmensas fuerzas intelectuales, 4 veces le eclipsaba y vencia
en las luchas parlamentarias. El orgullo ofendido, la
envidia, que siempre nace al lado del talent, y una ven-
30 COLECCION P6STUMA.
ganza indigna del noble pecho de Argiielles, tuvieron
much parte en los esfuerzos que 41 hizo para cargar a las
colonies de cadenas en 1837.
Pero si tales sentimientos le animaron, 4c6mo es que
no los realize en 1820 cuando la revolncion lo llev6 A la
silla de la Gobernacion, y cuando gozaba de un prestigio
inmenso? Todavia en eseaiio habia colonies en el conti-
nente, pele-base en Costa Firme contra la independencia,
las tropas espaiiolas ocupaban el Peri; y M6jico estaba
tan quiet, que envi6 sus diputados a las C6rtes que en-
t6nces acababan de reunirse. Quitar, pues, en tales cir-
cunstancias los derechos politicos a los paises americanos,
hubiera sido dar nuevo pabulo y extension al incendio que
los devoraba. Mas estos temores ya habian cesado en
1837. Pues consumada la independencia en todas las re-
giones del continent, s6lo quedaban las dos desvalidas
Antillas de Cuba y Puerto-Rico, contra las cuales pudo
ejecutarse impunemente lo que no se habia osado contra
otras colonies que podian defenders.
El 16 de Abril de 1837 fueron los funerals de la
libertad de Cuba; y los males que la mano ferrea de Tacon
derramaba sobre aquella tierra infeliz, llegaron a su colmo,
cuando e1 supo, que ya no habia diputados, ni leyes que
lo enfrenasen. No sere yo quien hara la pintura de aquella
6poca calamitosa; dejar6la a otros, que no teniendo la tacha
de ser cubanos, seran considerados por muchos como mas
imparciales que yo. Oigase lo que ent6nces dijeron en el
senu del Congreso, dos diputados peninsulares de aventa-
jada ilustracion y ta!ento, y que habiendo residido en las
Antillas, sabian lo que alli pasaba.
El Sr. Benavides, en la session de 9 de Diciembre de
1837, al discutir el parrafo 17 de la contestacion al dis-
curso de la Corona, habl6 en estos t6rminos:
(Y que si echamos una ojeada sobre la isla de Cuba,
no nos sorprenderemos al ver c6mo circunstancias particu-
lares han hecho que el olvido de las leyes mas sagradas
vaya en aumento, cuando deberia en razon a estas mismas
circunstancias prestarse el mayor desvelo en restablecer
su imperio. En efecto, seliores, solamente en este uiltimo
afio se ha empeorado la situation de aquella isla (y sera
un cargo para los anteriores gobiernos y para el actual
COLECCION POSTUMA. 31
por no haber remediado el mal) estableci6ndose ese
sistema de terror en que se procede contra particulares sin
oirles, con secuestros 6 desterrdidolos ( praises remotos. Extre-
mece la pintura que se hlce de las islas por los que ileqan de
ellas. La palabra person alli no se ha oido; la avmnistia no
ha podido pasar los mares, y domina el despotismo y el sistema
de terror mds impropio respect de nuestras instituciones.
Estas palabras es necesario que lleguen alli, y consuelen
como un bilsamo dulcisimo A aquellos habitantes que han
peleado por nuestra causa y perecido en la demand, que
nos prestan sus auxilios, y que ahora mismo nos dan
60.000,000 de contribuciones.),
El Sr. Olivan, que acababa de llegar de la Habana, ha-
bl6 asi en la citada session: (Dire, pues, la verdad; pero
no today, porquees demasiado aflictiva: me ceiiire4 decir lo
bastante para que los senores diputados puedan inferir de
lo que oigan cuanto es lo que call y me reserve
........
mente perfect e infalible. Su conduct diaria lo est
demostrando. Sus mAximas favorites de gobierno, son:
maximas de que no hace misterio, sino quee se las repite A
quien las quiere oir .... Asi es, que aquel jefe ha llegado
por sus pasos contados i ser, no el capitan general de /
Cuba, sino el GENERAL DE UN EJIRCITO DE CONQUISTA Y OCUPA-
CION; NO EL GOBERNADOR DEL PAIS, SINO EL JEFE DE UN PARTI-
DO, DESPUES DE HABER DESUNIDO A LOS QUE ANTES ERAN
HERMANOS.... Sits jfculades, como las de los capitanes
generals de Puerto-Rico y Filipinas, son ilimitadas, omni-
modas, las de un gobernador de plaza. sitiada. Asi es que en
la isla de Cuba, donde todo era paz, union y alegria, todo
es hoy inquiethd, desunion y tristeza. Son mucihs lasfamilias
que derraman ld rimna sin encontrar una mcano que se las
en uigue.
(No trazare, sefiores, el cuadro de aquel pais, porque
desgraciadamente, no podria emplear sino colors bien
oscuros: la discretion de los sefiores diputados penetrara
lo que no creo deber patentizar. Mas para hacer ver quo
no me apoyo en declamaciones, sino en hechos, voy A citar
dos, que son entire los que ahora me ocurren, los que me
32 COLECCION POSTUMA.
parecen minos odiosos. Y ruego al Congreso crea qw. por
cada palabra que pronincio me quedan de reserve mil, y por
cada echo cincienta.)
De los dos hechos que menciona el Sr. Olivan, omiti-
re el primero en obsequio de la brevedad, pero no el
segundo.
((Otro hecho (son sus palabras) no m6nos significativo
se refiere a un capitan de partido que hace de esbirro 6
corchete para encarcelar A roso y velloso, para repetir
visits domiciliarias, y para amedrentar las gentes. Lo
cual ejecuta de tan buena gana, que ha llegado a adquirir
una especie de celebridad tan funesta como la de Chape-
ron tiempos pasados en Madrid: la execracion pdiblica
acompaiia todos sus pasos. Fu6 este hombre con aparato
a registrar la casa de un propietario rieo, respectable y
aislado, con objeto de ver si encontraba m6ritos para pren-
der a un dependiente suyo, en lo cual tuvo la pesadumbre
de llevarse chasco. Despues de algunos-incidentes que no,
son del caso, se propuso el propietario demandar judicial-
mente al capital de partido; y sucedi6, seiiores, que en una
Habana, donde hay 400 abogados, algunos de ellos acos-
tumbrados, muy acostu'mbrados, A todo, no encontr6 con
el oro en la mano uno solo que se atreviera a poner su fir-
ma en el escrito de demand. (
((terror, tal es el grado de estupor que la inquisicion poli-
((tica ha llegado a entronizar en un pais, donde antes se
c(pasaba tan agradablemente la vida!
(iY esto lo he visto yo, lo he visto precisamente despues
de la creacion de un ministerio especial, para el mejor
manejo de los negocios ultramarinos! Pero ese ministerio,
por efecto de disputes de atribuciones, fue concebido en
la debilidad, naci6 entire dudas, naci6 cadaver; y ese cadd-
ver ha dejado establecer en Cuba el regimen de los cementerios!]
Si tal fue la inmediata y dolorosa consecuencia del
nuevo regimen establecido en aquel pais, otras no m6nos
lamentables nacieron tambien ent6nces y alin despues.
De cuantos jefes gobernaron a Cuba en el espacio de
mas de tres siglos, ninguno se valid de los medios infer-
nales que Tacon, pues 61 fu6 el primero que arrastrado
de sus instintos anti-americanos, inaugur6 la funesta po-
litica de dividir la poblacion blanca en dos bandos, po-
COLECCION POSTUMA. 33
ni4ndolos en continue antagonismo y convirtiendo al uno
en opresor, y al otro en oprimido. Sin entrar tanto en esa
senda fatal, algunos de sus sucesores se han inclinado mas
6 menos a ella, pero otros afortunadamente han marchado
por contrario rumbo: y dicho sea sin lisonja y juzgando
por lo que vi en la Habana en 1861, ninguno se ha distin-
guido tanto en borrar tristes recuerdos como el ilustre
duque de la Torre.
Si los ministros de la Corona siempre estan obligados
i escojer hombres dignos para el gobierno de las provin-
cias espaiiolas, nunca deben poner tanto cuidado como en
los que nombren para Cuba. En Espafia, todos ellos han
nacido en el mismo suelo que sus gobernados; todos ellos,
asi como 4stos, han respirado siempre la misma atmosfera;
todos conocen, cual mas, cual minos, la march de los
negocios, la tAndencia de los partidos y la indole de los
pueblos; todos ejercen su autoridad muy cerca del gobier-
no central, y bajo su inmediata vigilancia; y si 41 se mues-
tra remiso en llamarlos A su deber cuando de la buena
senda se apartan, hay unas C6rtes y una imprenta que
denuncian sus abuses para reprimirlos y castigarlos, ora
con la pena de la ley, ora con el fallo terrible de la opinion.
IMis son estas las circunstancias de Cuba? Los jefes que
a ella llegan, se encuentran rodeados de un especticulo
enteramente nuevo. No conociendo el carActer de sus ha-
bitantes, ni las cosas del pais, estin muy expuestos i reci-
bir falsas impresiones, y A caer en las redes de hombres
mal intencionados, que erigi4ndose en 6rganos de la opi-
nion, empiezan a prevenirlos contra personas meritorias,
y a recomendarles otras que jams debieran pisar las es-
caleras de su palacio. De este modo, siembran en su ani-
mo la desconfianza, mantienen la division entire los que
deben vivir unidos, y como alli no se puede acudir pron-
tamente A la fuente del poder, en razon de la distancia; ni
tampoco hay diputados que hablen, ni prensa que came,
ni garantia de ningun genero que sirva de escudo al ciu-
dadano, el pueblo queda absolutamente entregado la&
buena 6 mala voluntad del que manda; y lo que A veces es
peor, ( la perniciosa influencia de aquellos que perfida-
mante le engafian.
Desde que Cuba perdio sus derechos politicos en 1837,
34 COLECCION P6OTUMA.
un profundo descontento se apoder6 de sus hijos; descon-
tento que fu6 creciendo, al paso que se retardaba el cum-
plimiento de la promesa de gobernarlos con libertad. De
ahi nacieron los graves conflicts en que Espafia y Cuba
se vieron envueltas con la Confederacion Norte-americana:
y cuando pasada aquella torment todo aconsejaba que
a la noble Antilla se le diesen las prometidas insti-
tuciones, corren afios tras aios, y nunca llega la hora
de la reparacion y la justicia. Sean buenos cuanto se
quiera los decretos administrativos que para Cuba se
han dictado 6 que en adelante se dictaren; pero esa bon-
dad siempre seri muy incomplete y precaria, mi6ntras no
descansen sobre libres instituciones, pues que sin ellas
es impossible vigilarlos, ni m6nos exigir su fiel cumpli-
miento.
Un cuarto de siglo ha que se nos esta repitiendo la
cantinela que Cuba no estd preparada para los derechos poli-
ticos; que hay grades peligros en concedgrselos; y con estas y
otras frases huecas, calculadas para asustar A los incautos
y perpetuar los abuses, se quiere defender un sistema con-
denado por el siglo y tan funesto a Cuba como 4 Espafia.
Para arrancarnos de un golpe en 1837, cuantos derechos
politicos poseiamos atropellronse todos los sentimientos
de justicia, y todas las consideraciones de la prudencia y
la political; mas cuando se trata de que se nos devuelva lo
que falsos informs y lamentables pasiones nos quitaron,
ent6nces, todos son miramientos, escripulos y temores
que nunca tienen fin.
Ya no es possible retardar por mis tiempo, sin inmen-
sos peligros la reform fundamental de las instituciones
de Cuba. Los extraordinarios acontecimientss del Sep-
tentrion de la America, han venido A sorprender A los que
dormian entregados a una vana confianza. Cuestiones de
vida 6 muerte se presentan 4 nuestra Antilla bajo de una
forma terrible: el gobierno no puede eludirlas, y en la im-
periosa necesidad de resolverlas, fuerza es, que para ha-
cerlo con acierto se rodee de todas las luces, y no niegue a
los habitantes de Cuba la intervention que debe ddrseles
en los piblicos negocios. Este es el lnico camino que puede
salvarnos; el que hasta ahora se ha seguido nos lleva A la
perdicion.
COLECCION P6sTUmA. 35
Refutacion de los arguments con que se pretend defender en Cuba
el actual regimen absolute. (I)
Cuando en 1837 se priv6 de sus derechos politicos a
las provincias de Ultramar, buscaronse razones en que
fundar tan violent despojo. Ellas fueron, mis de una vez
por mi refutadas; y si bien fue su refutia~ o.conocida del
piblico cubaao, no asi del de la meaiipbji, ya porque al-
gunos de mis escritos fueron impress el extranjero,
ya porque ain los mismos que vieron la luz en Espafa,
apenas circularon entire un cortisimo numero de personas.
Hoy, pues, que se trata seriamente de restituir sus dere-
chos a los paises ultramarinos, y que los enemigos de la
libertad cubana redoblan sus esfuerzos para impedirlo,
reproduciendo aquellos arguments, precise es combatir-
los de nuevo, y condenar al silencio a sus menguados de-
fensores.
ARGUMENT I.
Los derechos politicos que se concedieron d las provincial
de Ultramar, por decreto de las C6rtes constituyentes de Cddiz
en 15 de Octubre de 1810, y por la Constitucion de 1812, fue-
ron la causa de la independencia del continente hispano-omeri-
cano: luego para que Cuba no la consiga, debe ester privada
de ellos.
Yo i mi vez sirviendome del mismo argument, pu-
diera decir: Cuba, Puerto-Rico y Filipinas gozaron tam-
bien de esos derechos, y sin embargo, no se declararon
(1) Estos Argumentos se insertaron por primera vez en el opOsculo titulado: La
situation political de Cuba y su remedio, reimpreso en el tomo 3? pkg. 444 de la Coleccion
de papeles del autor, pero habiendo reaparecido corregidos y aumentados en el niim?
20 de La America de Madrid del 27 de Diciembre de 1862, respetando la voluntad del
Sr. Saco, se publican de nuevo en la coleccion pOstuma de sus escritos. Vidal Morales
y Morales.
36 COLECCION POSTUMA.
independientes; luego las concesiones political del 15 de
Octubre de 1810, y de la Constitucion de 1812, no produ-
jeron el resultado que se les imputa. Efectivamente, atri-
buir al c6digo de Cadiz la independencia de las colonial.
continentales, es no solo un anacronismo escandaloso, si-
no un sofisma inventado por el partido servil de ent6nces
para desacreditar en Espafia los principios de libertad
consignados en aquella Constitucion, y del que por des-
gracia se apoderaron despues aun los mismos liberals
para esclavizar a Cuba en 1837.
La idea de la independencia es coetinea A la conquis-
ta de America, y d6sde ent6nces, nadie particip6 tanto de
sus temores como el mismo gobierno, pues de ellos nacie-
ron las injusticias contra Colon, y los recelos y descon-
fianza contra Cortes, quitindose al primero todo mando en
el mundo que descubri6, y al segundo en lis opulentas.
rejiones que su espada habia conquistado. Las guerras ci-
viles de los Almagros y Pizarros arrastraron a uno de es-
tos hasta el extreme de hacerse independiente de la coro-
na de Castilla, y de combatir con las armas A los vireyes
sus representantes. Espaiia oy6 en el siglo pasado los
gritos de independencia, que resonaron en algunas de sus
colonies continentales; y en 1806 la proclam6 tambien, sin
haberla conseguido, el general Miranda cuando desembar-
c6 con 500 hombres en Coro, ciudad de Venezuela. La
invasion francesa en 1808 trastorn6 y dej6 sin gobierno A la
Peninsula; sus colonies se aprovecharon ent6nces de la oca-
sion favorable que se les present, y much Antes de ha-
berse publicado la Constitucion de 1812, y aun reunidas
el 24 de Setiembre de 1810 las Cortes constituyentes que
la formaron, ya el fuego de la insurrection se habia ex-
tendido por el continente americano. Pero n6tese bien, y
tengase muy present, que en medio de ese incendio gene-
ral, Cuba siempre se mantuvo fiel 4 la metr6poli, y aun
la socorri6 con sus caudales y la sangre de sus hijos en
la guerra contra la Francia.
Para que no quede ninguna duda sobre la falsedad
del argument que estoy refutando, invocare la autoridad
de un hombre, que asi por su talent y acendrado espaflo-
lismo, como por haber sido uno de los diputados mAs in-
fluyentes en aquella epoca y en las posteriores, merecerg
COLECCION P6STUMA.
de los peninsulares una confianza que jams podra inspi-
rarles ningun cubano en materials semejantes. El conde de
Toreno, despues de haber indicado en el libro 13 de su
Historia del levantamiento, guerra y r'evolucion de Espaia,
algunas causes de poca importancia, que en el siglo XVIII
influyeron en la independencia, y de decir que no obstante
ellas, el vinculo que unia A las colonies de Ultramar con
su metr6poli, era todavia fuerte y muy estrecho, continia:
(Otras causes concurrieron A aflojarle paulatinamente.
Debe contarse entrelas principles la revolucion de los Esta-
dos-Unidos anlo-americanos. Jefferson en sus cartas. asevera
que ya ent6nces dieron pass los criollos espailoles para lograr su
independenqcia ... Incurri6 en error grave la c6rte de Madrid
en favorecer a causa anglo-americana .... Di6se de ese
modo un punto en que con el tiempo se habia de apoyar
la palanca destinada a levantar los otros pueblos del con-
tinente americano....
(
brevino la revolution francesa, estimulo nuevo de indepen-
dencia, sembrando en America como en Europa ideas de
libertad y desasosiego..... ) Aqui sigue Toreno refi-
riendo las graves turbulencias del Peru acaudilladas por
el indio Tupa-Amaro, y las conmociones de Caracas en
1796, de las que fueron principles promovedores el ma-
yorquin Picornel y el general Miranda, natural de Vene-
zuela; y concluye diciendo, que A pesar de ellas, ain per-
manecian muy hondas las raices del dominio espafiol, pa-
ra que se las pudiera arrancar de un solo y primer golpe.
(,Requeriase, pqes, (prosigue Toreno) algun nuevo su-
ceso, grande, extraokdinario, que tocara inmediatamente
A las Americas y d Espaiia, para romper los lazos que
unian A entrambas, no bastando A efectuar semejante
acontecimiento, ni lo apartado y vasto de aquellos paises,
ni la diversidad de castas y sus pretensiones, ni las fuer-
zas y riqueza que cada dia se aumentaban, ni el ejemplo
de los Estados-Unidos, ni tampoco los terrible y mis re-
cientes que ofrecia la Francia; cosas todas que colocamos
entire las causes generals y lejanas de la indepen-
dencia americana, empezando las particulares y nds pr6xi-
mas en las revueltas y asombros que se agolparon en el ato de
1808.
38 COLECCION P68TUMA.
'En un principio y al hundirse el trono de los Borbo-
nes, manifestaron todas las regions de Ultramar en favor
de la causa de Espaia verdadero entusiasmo, contenien-
dose a su vista los pocos que anhelaban mudanzas. Vimos
en su lugar, la irritacion que produjeron alli las miserias
de Bayona, la adhesion mostrada a las juntas de provincial
y A la central, los donativos, en fin, y los recursos que con
larga mano se suministraron a los hermanos de Europa.
Mas apaciguado el primer hervor, y sucediendo en la Pe-
ninsula desgracias tras de desgracias, cambi6se poco A
poco la opinion, y se sintieron rebullir los deseos de indepen-
dencia, particularmente entire la mocedad criolla de la cla-
se media y el clero inferior. Fomentaron aquella inclinacion
los ingleses, temerosos de la caida de Espafia fomentdronla
-los franceses y emisarios de Jose, aunque en otro sentido, y
con intent de apartar aquellos paises del gobierno de Se-
villa y Cadiz, que apellidaban insurreccional;fomentdronla
los anglo-americanos, especialmente en Mejico; fomentdronla,
por idtimo, en el Rio de la Plata los emisarios de la infant
donta Carlota, resident en el Brasil, cuyo gobierno inde-
pendiente de Europa, no era para la America meridional
e mejor ejemplo que lo habia sido para la setentrional la
separacion de los Estados-Unidos.
((A tantos embates necesario era que cediese y empezase
a crujir el edificio levantado por los espafioles mAs all de
los mares, cuya fAbrica hubo de ser bien s6lida y compac-
ta para que no se resquebrajase antes y viniese al suelo.
(... Verific6se el primer estallido sin convenio anterior
entire las diversas parties de la America; siendo dificiles las
comunicaciones, y no estando ent6nces extendidas ni arre-
gladas las sociedades secrets, que despues tanto influjo
tuvieron en aquellos sucesos. El movimiento rompi6 por
Caracas, tierra acostumbrada a conjuraciones; y romplo,
segun ya insinuamos, al llegar la noticia de la perdida de
las Andalucias y dispersion de la Junta Central.
(El 19 de Abril de 1810 apareci6 amotinado el pue-
blo de aquella ciudad, capital de Venezuela., al que se
uni6 la tropa; y el cabildo o sea ayuntamiento, agregando
Ssu seno otros individuos, eriji6se junta supreme,
midntras.que conform anunci6, se convocaba un congre-
so.. Siguieron el impulso de Caracas las otras provin-
COLECCION ~OSTUMA. 39
cias de Venezuela, except el partido de Caco y Ma-
racaybo, en cuya ciudad mantuvo la tranquilidad y
buen 6rden la firmeza del gobernador D. Fernando Mi-
yares.
(... Alz6 tambien Buenos-Aires el grito de indepen-
dencia al saberalli, por un barco ingl4s que arrib6 4 Mon-
tevideo el 13 de Mayo, los desastres de las Andalu3las..
.(Montevideo que se disponia 4 unir su suerte con
la de Buenos. Aires, detidvose noticioso de que en la Pe-
ninsula tod;avia se respiraba, y de que existia en la isla
de L3on con nombre de regencia un gobierno central
((No asi el Nuevo reino de Granada, que sigui6 el im-
pulso de Caracas, creando una Junta Suprema el 20 de Ju-
lio (de 181e). Acaecieron luego en Santa F6, en Quito y
en las demis parties altercados, divisions, muertes, gue-
rra y muchas histimas, que tal esquilmo coge de las revo-
luciones la generation que las hace.
((Ent6nces y largo tiempo despues se mantuvo el Perui
quiet y field 4 la madre patria, merepd 4 la prudent for-
taleza ael virey D. Jose Fernando Abascal, y 4 la memo-
ria aun viva de la rebellion del indio Tupac-Amaro y sus
crueldades (1).
((Tampoco se meneaba Nueva Espaiia, aunque ya se
habiau fraguado varias maquinaciones, y se preparaban
alborotos de e que ms adelante darenmos noticia.
(Por lo dm is, tal fae el principio de irse desgajando
del tronco paterno, y una en pos de otra, ramas tan fruc-
tiferas del imperio espaiiol.. .
Hd aqui el docreto de 15 de octubre de 1810 y la
constitucion de 1812, absueltos por un juez espafiol, y sin
duda de los mias colnpetentes, del crimnen revolucionario
que se les imputa. Y sin embargo, el conde de Toreno, ya
por falta de valor, para decir today la verdad, ya por una
parcialidad que rebaja at historiador, cal6 algunos de los
motives principles de la independencia. Otro c6lebre es-
pafiol, con menos artificio oratorio, pero con m4s franque-
za y concision que 61, expuso en breves palabras, desde
el pasado sigWB-uchas de las causes verdaderas de aquel
(1) En el niimero die fl AnmiLia del 27 de Enero dce 1863 public el S Saco tun
documcnto oflcial, inddito hasta ent6nces, sobre la rcbelion del iidi6 Tupac-Amaro,
40 COLECCION P6STUMA.
acontecimiento. Reconocida por Espaia la independencia
de los Estados Unidos, el conde de Aranda previ6 desde
ent6nces la suerte future de todo el continent americano,
y en el informed reservado que present a Carlos III en
783, se express asi:
oDejo aparte el dict6men de algunos politicos, tanto
nacionales como extranjeros, en que ban dicho que el do-
minio espaiiol en las Amrricas no puede ser duradero,
fundados en que las posesiones tan distantes de su metr6-
poli, jamrs se han conservado largo tiempo. En el de
aquellas colonies ocurren aun mayores motives, A saber:
la dificult;ad de sccorrerlas desde Europa cuando la nece-
sidad lo exije; el gobierno temporal de vireyes y gober-
nadores, que la mayor part van con el inico objeto de enri-
quecerse; las injusticias que algunos hacen a aquellos infe-
lices habitantes; la distancia de la soberania y del
Tribunal Supremo, donde han de acudir 6 exponer sus
quejas; los afios que se pasan siu obteiier resolution; las
vejaciones y venganzas que mi6ntras tanto experimental
de aquellos jefes; la dificultad de descubrir la verdad A tan
larga distancia; y el influjo que dichos jefes tienen, no so-
lamente en el pais con motive de su mando, sino tambien
en Espaiia, de donde son naturales: todas estas circuns-
tancias, si bien se mira, contribuyen a que aquellos natura-
les no estdn contentos, y que aspiren d la independencia, siem-
pre que se les present occasion favorable. )
Esta occasion se les present con la invasion france-
sa en 1808, y la indep6ndencia de las colonies continentales
se realize, no 6 impulse de las concesiones political del
15 de Octubre de 1810, ni de la Constitucion de 1812, sino
por las causes ya manifestadas.
ARGUMENT II.
Cuba tiene muchos esclavos: luego no puede -gozar de
libertad political, porque esta ocasionaria la revolution de
aquelos.
4Y de cuando acA la esclavitud domestic ha sido
obst6culo para que en los raises donde existed, gocen los
hombres libres de derechos politicos? Esa lamentable
institution fue tan general en la antigiiedad, que hasta las
rep3blicas m6s libres se apoyaron en ella. Las de Grecia,
COLECCION P6STUMA. 41
plagadas estuvieron de esclavos; y en Atenas, la mas flo-
reciente de todas, y en algunas otras, ellos escedieron en
much al numero de ciudadanos.
Abundaron tanto en Cartago, que cartagineses hubo
que los poseyeron A millares. Emple6los tambien aquella
repiiblica como remeros en sus galeras deguerra, y las
350 que entraron en combat con las romanas en la pri-
mera guerra pinica, llevaron 4 su bordo, segun Polybio,
el asombroso nimero de 105,000.
Roma, la conquistador del mundo, ech6 las cadenas
de la esclavitud personal sobre una porcion considerable
del genero human; pero en medio de su inmensa muche-
dumbre, los ciudadanos ejercieron en el Senado y en los
Comicios los d@rechos politicos que aseguraban su orgu-
Ilosa libertad.
Mucho Antes que Venecia hubiese perdido la suya,
ya posey6 esclavos, y de ello hizo .an vasto comercio con
varias naciones. Tuvieronlos tambien, y el mismo trifico
hicieron las repiiblicas de Pisa, Florencia y Genova en
los dias mas gloriosos de su libertad.
Si de la edad media paso a los tiempos modernos, yo
presentaria como ejemplo a las colonial inglesas y france-
sas, a los Estados-Unidos, al Brasil y A otros paises; pe-
ro habiendo tratado ya extensamente de este asunto en
La America del 12 del corriente mes, refierome a ella para
evitar repeticiones (1).
ARGUMENT III.
Cuba, bajo el gobierno que la rige, se ha ilustrado y enri-
quecido; luego no necesita de libertad political.
Cabalmente por las mismas razones debe ser libre;
pues siendo ilustrada, conoce sus derechos, y 6dia la tira-
nia; y siendo rica, tiene mis intereses que defender, y mas
necesidad de garantias political para conservarlos.
Las luces y riquezas que Cuba ha adquirido, en vez
de ser obra del despotismo, son conquistas que ha hecho
luchando contra el. 6No es verdad que si ella hubiese si-
(1) Donde se ieimprimi6 el ExAmen analitico del Informe de la Comision especial
nombradapor las C6rtes sobre la exclusion de los actuales y futures diputados de Ul-
tramar, publicado primeramente en 1837 en Madrid, y despues en el tomo 3 pag. 105
de la Coleccion de Papeles del autor. V. M. M.
42 COLECCION P6STUMA.
do libre, estaria incomparablemente mas ilustrada y mis
rica que hoy? Su ilustracion proviene de que un numero
considerable de cubanos'han recibido su education en
paises extranjeros; de que otros muchos han viajado, ya
solos, ya con sus families, por America y Europa; de que
vueltos A su tierra, han derramado en ella las luces que
han recogido; del contact en que el comercio ha puesto
A aquellos habitantes con las naciones civilizadas; y del
instinto 6 fuerza internal que llevan en si las sociedades,
principalmente las nuevas, para mejorar su condition i
pesar de las trabas que se les pongan. No afirmare yo,
que nada se debe al gobierno, porque esto seria una fal-
sedad y una injusticia; pero mas falsedad 4 injusticia seria
considerar como resultado del despotismo la ilustracion
que poseemos. *
La prosperidad material de Cuba debida es a sus fer-
tilisimos terrenos, a los brazos africanos que los cultivan,
a la excelencia de sus frutos, y a los buenos precious que
han tenido en los mercados extranjeros. De estas cuatro
causess, tres son absolutamente independientes del gobier-
no, y la iinica que ha emanado de l1, ojal6 que nunca hu-
biera existido; pues aunque sin negros fuesemos menos ri-
cos, tambien estariamos libres de las inquietudes del por-
venir. 6Y acaso correspond esa decantada prosperidad A
los elements de riqueza que Cuba encierra en su seno?
Rec6rranse sus pueblos y sus campos, y al contemplar
muchos de aquellos tan atrasados, y la mayor parte de es-
tos tan incultos todavia, unos y otros me servirAn de tes-
timonio irrefragable contra los que osaren desmentirme.
Mas concedase que los intereses materials de Cuba
hayan llegado ya al estado mis fioreciente. jSe dir6 por
eso, que ella es realmente feliz? La alta mission de un
gobierno no esta circunscrita a tan reducida esfera; otros
deberes sagrados reclaman su atencion, y ningun pueblo
pide reforms political, sociales y morales con mas urgen-
cia que Cuba. Negarse por mas tiempo a introducirlas,
es correr desbocadatnente al abismo donde todos pode-
mos perecer. El progress de las sociedades modernas, y
del que aquella isla tambien participa, ha creado nuevas
necesidades y nuevos sentimientos; y si en aios anterio-
res, los cubanos vivian contents con las ideas que hereda-
COLECCION P6STUMA. 43
ron de sus padres, hoy se consideran desgraciados porque
carecen de toda libertad.
Los que para privarnos de ella avanzan el argumen-
to que estoy refutando, no reparan en las armas terrible
que ofrecen al despotismo; porque si bajo su accion e in-
flujo, los pueblos pueden ilustrarse y engrandecerse, 6por
que se declama ent6nces tanto contra el? 6D6nde estgn
los males que se le achacan? Si 61 d6 lo mismo que la li-
bertad, Iqu6 necesidad hay de cambiar la forma de los'
gobiernos? Las naciones que viven subyugadas por el ab-
solutismo, deben seguir viviendo bajo su cetro, y pecarian
contra sus intereses, si intentasen salir, aun por los me-
dios mas legitimos, de un estado tan venturoso.
El adelantamiento material de un pais no es signo se-
guro para juzgar de la bondad de sus instituciones, porque
a veces existen al lado del despotismo principios einfluen-
cias de tanta vitalidad, que 61 no tiene fuerzas para so-
focar. Venecia, en la edad media, se engrandeci6 territo-
rial y mercantilmente mAs que ninguna otra nacion euro-
pea; y con todo, los ciudadanos de aquella repriblica
gimieron bajo la espantosa tirania del Consejo de los Diez.
y de la Inquisicion de Estado. En el present siglo, y en
medio de los des6rdenes de un regimen absolute, hicieron
progress materials el Piamonte, ]a Lombardia, la Tos-
cana y Napoles, y hoy mismo los hacen Austria, Rusia y
otras naciones. Aun las mismas colonies del continent
americo-hispano, comparando lo que fueron en el siglo
XVI con lo que llegaron a ser al tiempo de su indepen-
dencia, prueba evidentisima son de que los pueblos pue-
den mejorar su condition aun bajo las instituciones mas
desp6ticas. Si algunos de nuestros hermanos peninsula-
res estan convencidos de que los adelantos materials son
por si solos bastantes para hacer felices a los pueblos re-
gidos desp6ticamente, jpor qu6 no se contentan con la
misma d6sis de'felicidad que recetan a los cubanos? GPor
que no piden que se ahogue en Espafia lalibertad de la im-
prenta, que se abata la tribune, se cierre el Parlamento y
se rompa de un vez la miquina que compone el gobierno
representative? Cuando la tirania pesaba sobre la metr6-
poli, delirio hubiera sido que las colonies reclamasen de
ella principios de libertad; pero despues que esta se ha
44 COLECCION POSTUMA.
sentado en el trono de Castilla, monstruosa contradiction
es mantener a Cuba bajo el imperio de las caducas insti-
tuciones que le legaron los monarcas absolutos.
ARGUMENT IV.
Las antilpuas leyes de Indias son la verdadera leqislacion
colonial: modificadas, satisfacen d todas las necesidades de Cu-
ba; luego no deben introducirse en ella novedades politics.
A tan repetido y viejo argument contestare con razo-
nes, parte de las cuales he dado ya en otro tiempo (1).
Lasreformas political que exige Cuba son inconcilia-
bles con la legislation indiana. Los nueve liAros que compo-
nen la Recopilacion de leyes de Indias, no forman un C6digo
police, civil, criminal, ni de ninguna especie. Como lo in-
dica su mismo nombre, no son el fruto de un plan combi-
nado, sino el conjunto de las numerosas disposiciones que
para los vastos paises de America, se fueron dictando en
diversas circunstancias, durante el espacio de casi dos si-
glos. Al cabo de este tiempo, tanta vino a ser la muche-
dumbre de cedulas, ordenanzas, cartas, provisions, y tan-
ta su incoherencia y confusion, que a veces, ni los gober-
nantes sabian lo que mandaban, ni los gobernados lo que
habian de obedecer. Para salir de este laberinto, mandl-
ronse compilar las disposiciones que andaban desparra-
madas por los archives del reino: mas hecho este trabajo
sin el debido discernimiento, se hacinaron leyes sobre le-
yes, resultando no un C6digo sencillo y filosofico, sino un
conjunto informed en que se amonton6 lo bueno y lo malo
que para la America se habia ordenado. Ya desde el rei-
nado de Felipe II. se pens6 hacer una compilacion, pero
con alteraciones considerable: y si esto sucedi6 en el si-
glo XVI., 4qu6 no sera hoy que nos hallamos A la mitad
del siglo XIX? Preciso seria rehacer enteramente las le-
yes de Indias; pero rehacerlas, seria destruirlas; y para
destruirlas, mejor es levantar de nuevo el edificio.
Importa much advertir, que Cuba no fu6 el punto
de America a que se dirigi6 la Recopilacion indiana. Cla-
(1) En mi C(rta sobre el ~iformnefsral del Sr. Vazquez Queipo, impresa en Sevilla
en 1847,
COLECCION POSTUMA. 45
vados los ojos de Espafia en las riquezas del continent,
carg6 hacia 61 la fuerza de la emigracion europea; y las
cuatro grandes Antillas, que se habian empezado A poblar
desde fines del siglo XV y principio del XVI, quedaron
casi abandonadas. Enflaquecidas con la p6rdida de gente
y capitals, vieronse olvidadas del gobierno; y en el cu-
mulo de leyes que encierra aquella compilacion, rara vez
se oye sonar el riombre de Cuba. 4C6mo, pues, aplicarle
una legislation que no se form para ella, y en que no se
consultaron sus interests ni necesidades? 4DirAse, que
siendo part de la America, se encuentra en iguales cir-
cunstancias que los paises continentales, y que por lo tan-
to puede regirse por las mismas leyes? Facil seria de-
mostrar, que unas regions tan dilatadas como las que
abrazaron las colonies amgrico-hispanas, bien difieren
unas de otras bajo de muchas relaciones; pero sin entrar
en esta discussion, porque me conducirfa a un t6rmino de-
masiado lejos, bastara observer, que una parte de la Re-
copilacion indiana se refiere exclusivamente A la situation
peculiar de algunas de las colonies continentales, cuyas
leyes, en razon de su misma especialidad, no pueden con-
venir A Cuba. Otra parte, mayor que la primera, tuvo por
objeto principal la policia de los indios y el arreglo de las
relaciones entire ellos y los espaiioles; y como hace much
mas de dos siglos que los indigenas perecieron en nuestra
isla, no puede aplicarse con acierto a sus actuales habi-
tantes, lo que se habia ordenado para una raza de hom-
bres del todo diferentes.
Aun cuando no existiese ninguna de las razones ante-
riores, nunca seria atinado regir a Cuba por las leyes de
Indias. Si en los tiempos que siguieron i la conquista,
se crey6 que con ellas se podia hacer feliz A la America,
hoy pensarlo asi, es una fatal illusion. Las circunstancias
political, mercantiles y morales han cambiado much; y
condenar A Cuba A vivir bajo los restos del C6digo india-
no, seria perpetuar sobre ella el yugo de la esclavitud. La
prosperidad material de Cuba empez6 con la abolicion de
muchas leyes de Indias; y su importancia political y aun
su dignidad moral, claman por la derogacion de cast todas
las restantes. No hay duda que algunas honran la memo-
ria del gobierno que las dicto, porque se propusieron sal-
46 COLECCION PSTUMA.
var la raza indigena de los horrores de la conquista: pero
las demis, en su conjunto, consideradas mercantilmente,
.son protectoras del monopolio y enemigas de todo pro-
greso; consideradas judicialmente son tan imperfectas, que
no pudiendo decidirse por ellas ni en lo civil, ni en lo cri-
minal, es menester acudir los c6digos de Castilla; consi-
deradas literariamente, lejos de elevarse 6 la altura de los
conocimientos modernos, contienen disposiciones que son
la mengua de la ilustracion; consideradas religiosamente
son un monument de la intolerancia y persecucion del
siglo XVI; consideradas, en fin, bajo el aspect politico,
-son barbaras y tirinicas, pues que arman A los gobernan-
tes de las facultades mis terrible. Tal es el c6digo de
Indias, y tal el c6digo que se recomienda para hacer feliz
SCuba. *
Y ya que de 41 se prevalen algunos para negarnos dere-
chos politicos, yo tambien me fundare en el para que se
nos concedan. La ley 13, tit. 2. lib. 2., dice:
((Porque siendo de una corona los reinos de Castilla,
y de las Indias, las leyes y 6rden de gobierno de los unos
y de los otros deben ser lo mas semejantes y conformes que ser
pueda, los de nuestro Consejo en las eyes y estableci-
mientos que paraaquellosEstados ordenaren, procuren re-
ducir la forma y manera del gobierno de ellos al estilo y 6rden
que son regidos y gobernados los reinos de Castilla y de Leon,
en cuanto hubiere lugar, y permitieren la diversidad y
difereacia de las tierras y naciones.))
Esta ley abraza dos puntos: L.,Que las leyes, 6rden y
forma de gobierno de Espafia y de America, deben ser lo
mas semejantes y conformes que ser puedan. 2. Que esta
semejanza y conformidad no se tome en un sentido tan ab-
soluto, que todo lo que se estableciere en Espaiia, se apli-
que siempre y sin variacion alguna i la America. Infid-
rese de aquf, que las instituciones y las leyes deben ser
unas mismas para aca que para alli, cuando lo permitan
las circunstancias locales; y cuando n6, que se modifiquen,
procurando siempre que sean entire si lo mas semejantes y
conformes que ser puedan. Modificar, pues, las institu-
ciones y la legislation, es lo unico que permit esa ley:
pero modificacion es cosa muy distinta de oposicion y contra-
riedad y oposicion y contrariedad hay entire el despotismo y
COLECCION P6STUMA. 47
la libertad, y por consiguiente, entire la forma de gobierno
de Cuba y laforma de gobierno de Espafia. A los que pa-
ra Cuba piden la aplicacion de las leyes de Indias, yo les
pido tambien el cumplimiento de la que acabo de citar.
ARGUMENT V.
Inglaterra no ha establecido el regimen representative en
sus vastas y opulentas posesiones de la India: luego Espaia
tampoco debe introducirlo en Cuba.
Aqui se arguye con la exception y no con la regla,
con la anomalia y no con la analogia. El Canadg, las An-
tillas, el cabo de Buena Esperanza, la Australia, y otras
colonies britinicas esparcidas por diferentes puntos de
la tierra, todas tienen consejos coloniales, y con ellos go-
zan de la mas a6plia libertad. Si, pues, Inglaterra no la
ha introducido en la India, forzoso es que existan motives
muy poderosos y obsticulos insuperables. Para estable-
cer paridad, sera menester que Cuba se hallase respect
a Espafia en el mismo predicament que la India respect
a su metr6poli. Hagamos un paralelo y resaltari la verdad.
6Hay en el vasto pais de la India algunas ciudades,
villas, aldeas ii otras poblaciones compuestas de raza
anglo-sajona? N6. ;Y en Cuba? Todas, todas sin escepcion,
son espaiiolas. 6Hay razas indigenas en la India? Solo los
naturales sibditos de la Gran Bretafia, pasan de ciento treinta
milones. 4Existen en Cuba los descendientes de los pri-
mitivos pobladores? Tiempo ha que desaparecieron de
aquel suelo. 4La religion, 6 mejor dicho, las religiones
de la India son las que profesa la Gran Bretafia? Justa-
mente son casi todas contrarias al cristianismo. 4Pero la
religion de Cuba, es opuesta & la de Espaia? Catolica,
apostolica romana es en esta, y cat6lica, apost6lica roma-
na es en aquella. 4Las lenguas que se hablan en la India,
son las que se estilan en la Gran Bretaia? Ni la mas re-
mota analogia tienen entire si. Mas en Cuba, 6qu6 idioma
se habla? El hermoso de Castilla, desde la punta de Maysi
hasta el cabo de San Antonio. ;Los' hbitos, usos, cos-
tumbres y preocupaciones de la India existen en la Gran
Br4aiia? De ninguna manera. gY las habitos, usos, cos-
tumbres y preocupaciones de Cuba? En el fondo son los
mismos que en Espafia, con solo la variacion que le dan
48 COLECCION P)STUMA.
las circunstancias locales, asi comosucede en la Peninsula
en algunas de sus provincias. Las leyes, los libros, y c6di-
gos sagrados que arreglan la conducts civil y religiosa de
los indios asiaticos, sson obra de la Gran Bretafia, o tienen
su origen acaso en ella? Ni lo uno, ni lo otro. Pero la legis-
lacion civil y criminal de Espafia, 4no impera tambien en
Cuba, y aun las leyes particulares en ella introducidas, no
han emanado en todos tiempos de la prerogative de los
monarcas castellanos? 6Desea la India deshacerse de sus
peculiares instituciones, apartarse de sus antiguas tra-
diciones, y trocar por ellas los grandes principios de la
civilizacion y de la libertad britAnica? Muy al contrario.
Mas Cuba, nno suspira por romper el yugo que la escla-
viza, asimilarse en lo possible a su metr6poli, y conseguir
aunque sea una part de los derechos politicos consigna-
dos en la Constitucion espafiola?
De este corto pero exacto paralelo aparecen dos ver-
dades. Una, que las diferencias y anomalias entire la India
y la Gran Bretaiia son tan profundas, que ni esta ha
podido todavia establecer alli sus instituciones liberals,
ni aquella querido recibirlas. Otra, que vaciada Cuba en
el molde de Espaiia, la semejanza entire las dos es mas
grande de lo que generalmente se cr6e, pudiendo asegu-
rarse, que hay entire ellas mas analogia que entire la mis-
ma Espaiia y algunas de sus provincias. Catalufia y los
pueblos vascongados, en razon de su lengua y de los an-
tiguos fueros que han gozado, difieren much mis del
resto de la Peninsula, que esta de nuestra Antilla. Los que
hayan hecho algun studio de las colonies extranjeras,
conoceran que estas, en su fisonomia social, no se parecen
tanto a sus metropolis como Cuba a la suya. Esto no obs-
tante, aquellas estin dotadas de instituciones liberals,
mientras Cuba, Cuba que refleja la viva imigen de su
madre, Cuba yace bajo de un regimen absolute.
ARGUMENT VI.
Las actuales institucione mantienen en Cuba ed rden
y la tranquilidad: las reformaspoliticas ocasionarian trastor-
nos e independencia: luego no se debe hacer alteracion.
Para apreciar este argument en su verdadero valor,
menester es, que volvamos la vista a los aiios anteriores,
COLECCION POSTUMA.
y que indiquemos rapidamente lo que en ellos aconteci6
bajo de esas instituciones. Si tan grades beneficios se
derivan de ellas, 4por que nadie tiene confianza en el por-
venir de Cuba? ,Por qu6 muchos capitalists han sacado
de la Isla todo el dinero que han podido? dC6mo se expli-
can de 1848 a 1855 las continues alarmas, las prisiones,
los numerosos destierros, las conspiraciones, las invasio-
nes y ain los patibulos en que se derram6 la sangre de
algunas victims? Estas cosas jams vistas en Cuba,
fueron la triste consecuencia del regimen absolute esta-
blecido en 1837; y una political que ha dado tan funestos
resultados, es una political detestable, y que si por desgra-
cia continuase, nos arrastraria tarde 6 temprano a la
catastrofe mAs lamentable. Si la libertad reinase en Cuba,
ent6nces podrian atribuirse A deseos inmoderados de sus
hijos los acontecimientos que deploramos; pero cuando
el absolutismo es el regimen que alli impera, el absolu-
tismo, y solo el absolutismo, es el inico responsible de
aquellas desgracias y de otras mis graves que pudieran
sobrevenir. El dia que se diere 4 Cuba libertad, ese sera
el de la muerte infalible de todo proyecto trastornador.
Cien mil bayonetas que el gobierno enviase a ella, no ten-
diian tanta fuerza para el dominion espaiiol, como la con-
cesion de libertades political. Esto lo jura por su honor
un cubano que es cubano, y que lee esta verdad en el cora-
zon de Ips cubanos.
En voz alta 6 a la sordina, y con buena 6 con mala f6,
imputan algunos a Cuba proyectos de independencia; pero
esta, como muchas veces he dicho en mis escritos, es
fisicamente impossible. La muy escasa poblacion de la
colonia, los heterog6neos elements de que se compone,
la imposibilidad de conciliarlos y reunirlos para acometer
empresa tan aventurada, las grades fuerzas maritimas y
terrestres que dominant toda la Isla, y lo que todavia es
inas important, el espiritu conservador de un pueblo rico
que conociendo sus intereses, sabe que la revolution es su
muerte, todo esto present obstAculos tan insuperables 4
la independencia, que ain los mismos que de ella hablan,
6 no conocen 4 Cuba, 6 no dicen lo que sienten.
Incurren en grave error los que asimilando a Cuba con
las posesiones del continent, se prevalen de lo que estas.
50 COLECCION P6STUMA.
hicieron, para concluir que aquella se halla dispuesta a
imitar su ejemplo. Las colonies continentales de Espaiia
estaban asentadas en la vasta superficie que se extiende
desde las Californias hasta la Patagonia, y desde las aguas
del Atlgntico hasta las playas del Pacifico; mas Cuba solo
ocupa un espacio muy pequefio en el mar de las Antillas.
La poblacion de aquellas era en nimero muy superior A
la de su metr6poli; mas la de Cuba, sobre ser muy escasa,
estA compuesta en much part de peninsulares. Defendian
A aquellas de los ataques exteriores la inmensa distancia
que las aparta de Europa, la dificultad de sus comunica-
clones internal, la espesura 6 inmensidad de sus bosques
y la fragosidad de sus montes; mis Cuba dista m4nos de
Espafia, y menos todavia por los prodigious del vapor,
apenas ent6nces conocidos; es de f~cil acso por todas
sus costas, y en razon de su misma pequeiez, se puede
recorrer en todas direceiones. Propagado en aquellas el
fuego de la insurreccion, c6mo sujetar A un tiempo pai-
ses tan inmensos y tan lejanos? Si todo el gran poder de
Inglaterra no hubiera podido someterlos, 6seria bastante
a conseguirlo una nation ent6nces muy empobrecida, sin
ejgrcitos ni escuadras, y que acababa de salir tan postra-
da de la sangrienta lucha con el Capitan del siglo? Cuba
empero por su corta extension tiene m6nos recursos para
su defense, pues estrechado por su naturaleza el circu-
lo de sus maniobras militares, puede el gobierno recon-
centrar con ventaja en un solo punto las fuerzas de la
nation, y cargar, con ellas sobre una d4bil Antilla, abierta
por todas parties a los golpes del enemigo.
El conde de Aranda, en su informed ya citado, (1) predijo
con un espiritu profitico la conduct future de los Estados
Unidos, y la perdida para Espafia de todas sus posesiones
continentales; pero jams le pas6 por el pensamiento la
idea de que Cuba y Puerto-Rico pudieran hacerse inde-,
pendientes. Asi fau, que cuando aconsej6 a Carlos III que
se desprendiese de todas las colonies del continent de
America, y coronase en ella tres infants de Espafia, uno
en MPjico, otro en el Peru y otro en lo restante de Tierra
(1) Este informed ha sido reproducido por el Sr. Saco en uno de los apdndices del
tomo 1 de la historic de la esclavitud de la raza aiiicana en el Nuevo Mundo, obra
que desgraciadamente no concluy6 V. M. M.
COLECCION POSTUMA. 51
Firme, tambien le propuso que se quedase unicamente
con las islas de Cuba y Puerto-Rico en la part setentrio-
nal, y con alguna que mas conviniese en la meridional, A
fin de que sirviese de escala 6 dep6sito para el comer-
cio espafiol. Y el conde de Aranda asi lo propuso, porque
considerando este asunto no con las pasiones, y preocu-
paciones del dia, sino con los ojos de un profundo politico
estaba intimamente penetrado de que Cuba no .podia ser
independiente ni aun en un remoto porvenir.
Gozando ya Espafia de un gobierno liberal, cobrari
eada dia nuevas fuerzas, y como tiene tantos elements
para engrandecerse, no tardarA much en ser una nacion
poderosa: de mauera, que aun cuando Cuba intentase, alli
en tiempos muy lejanos, adquirir una existencia propia,
ya tendria qA hab6rselas con una metr6poli capaz de
subyugar a colonies much mas grades y fuertes que ella.
Esta conviction bastaria por si sola para retraer A los cu-
banos de entrar en una lid, cuyos resultados frustrarian
todas sus esperanzas. GY por qu6 cuando ya tuviesen li-
bertad, habrian de aventurar todas las ventajas que a la
sombra de ella gozasen? 6Por qu6 romper unos vinculos
que serian dulces y provechosos a los padres y a los hijos?
La desmesurada ambicion de los Estados-Unidos, 6
de las nuevas naciones que de ellos se formen, es y seri
un obsticulo inmenso 4 la verdadera independencia de
Cuba, pues ain suponiendo que llegase A conseguirla,
muy pronto podria perderla, porque sin fuerzas pro-
pias para defenders, y privada del apoyo de su anti-
gua metr6poli, victim seria de la rapacidad americana,
en cuyas garras perecerian sus tradiciones, su nacionali-
dad, y hasta el iltimo vestigio de su lengua.
Refutados los arguments en que se fundan los ene-
migos de la libertad cubana, same permitido preguntar:
ges prudent y politico mautener en continue choque los
sentimientos do lealtad de. los cubanos con los nobles de-
seos de libartad que los animan, y que parmanezcan que-
josos y descontentos a vista de pueblos vecinos que coli-
cian la posesion de Cuba, y que si hoy no la pretenden
por la guerra civil que los destroza, maiiana cuando se pa-
cifiquen y repongan sus fuerzas, podrin renovar sus aspi-
raciones?
52 COLECCION POSTUMA.
6Es just y politico que un pueblo que en aiio comun
import y export por valor de 67 millones de pesos fuer-
tes, y cuyo presupuesto de gastos ascendi6 en 1861 a 31
millones de duros, carezca de toda intervention en el re-
partimiento de sus contribuciones y en la inversion que
se les di?
6Es just y politico, que cuando en los dos periods
de 1812 a 1814, y de 1820 a 1823 se dieron a Cuba por la
Constitucion que ent6nces regia, derechos semejantes a
los de la metr6poli, y que cuando por el Estatuto Real de
1834 se le permiti6 enviar sus representantes a las C6rtes
nacionales, se la haya despojado despues de today la liber-
tad que gozaba?
6Es just y politico, que cuando en la Constitu-
cion de 1837 se le prometi6 gobernarla*por leyes espe-
ciales, es decir, por leyes, no tiranicas, sino libres- y
conformes a sus necesidades, y al espiritu de las ins-
tituciones de la madre patria, ella, al cabo de casi
veintiseis afios, este gimiendo todavia bajo el yugo del
despotismo?
6Es jtisto y politico, que cuando la Peninsula ha sacu-
dido las cadenas que la esclavizaban, y recobrado su an-
tigua lib-rtad, Cuba por cuyas venas circula tambien san-
gre espaiiola, no sea digna d3 mercer hoy las concesiones
liberals qu- en otro tiempo alcanz6?
EEs just y politico, que cuando Espaiia se. gloria hoy
de pertenecer al numero de los pueblos libres, esa misma
Espafia mantenga en el niimero de los oprimidos a Cuba,
su hija predilecta?
EEs just y politico, en fin, que cuando las Antillas
extranjeras, con menos riqueza, con menos importancia,
con menos poblacion blanca, pero si con muchisimos mas
negros que Cuba, han gozado de libertad desde los siglos
pasado y antepasado, ella forme un contrast bin doloroso
con sus hermanas del mismo archipi6lago?
A tantas preguntas podemos responder, que todo
presagia ia una nueva era para Cuba; y findome para
creerlo, no solo en la pasada legislature, sino en las so-
lemnes palabras que desde la excelsitud de su trono aca-
ba de pronunciar ante las C6rtes la reina augusta de las.
Espaiias.
COLECCION POSTUMA. 53
Venta de los bienes de las 6rdenes relijiosas suprimidas en Cuba: in-
version de una parts del product de ellos a favor de la mis-
ma Isla.
ARTICULO I. (I)
ESTADO DE LAS CALLS DE LA HA'BANA.
El real decreto de 18 de Julio de 1862 mand6 vender
todos los bienes pertenecientes A las 6rdenes religiosas
que fueron suprimidas en Cuba desde el aiio de 1841.
Cuando este decreto se public en Madrid, various peri6di-
cos de la Peninsula lo aprobaron; apru6bolo yo tambien,
porque desamortizar la propiedad y ponerla en libre cir-
culacion es un bien para los pueblos. Pero yo no me limi-
to a solo esa aprobacion, pues deseo que el resultado de
la venta de aquellos bienes sea para Cuba lo mas prove-
choso que ser pueda.
Al dar el gobierno el mencionado decreto de 18 de
Julio, si bien modifica la Real c6dula de 1852 en lo relati-
vo a la forma de las ventas, ((se ha decidido (tales sol sus
palabras) por el medio que asegura al Estado la plena
adquisicion de la propiedad que le corresponde, sin dejar
comprometida la suerte de los institutes llamados a lle-
nar el vacio que se advierte en la education moral y reli-
giosa de algunas poblaciones de ]a Isla.)
Estas palabras revelan la buena intention que tiene
el gobierno de proteger la ensefianza de las classes menes-
terosas de Cuba; y fund.ndome en ellas, me atrevo a pe-
lir su pronta ejecucion, pues urge en alto grado al honor
de la metr6poli y al bien de aquella Antilla, que se disi-
pen cuanto antes las tinieblas en que viven muchos de
sus habitantes. Y ya que de Cuba se trata permitaseme
igualmente pedir que una part del product de la venta
de esos bienes se emplee, tambien en otras necesidades
(1) Publicado en La Amirica de Madrid de 12 de Febrero de 1863.
54 COLECCION P6STUMA.
imperiosas, y que satisfechas que sean, redundarin en
provecho de la madre y de la hija.
La masa de bienes de las 6rdenes religiosas su-
primidas ascendia, Antes del decreto de 1862, en que se
mandaron vender, la cantidad de 6.700,000 pesos fuertes;
y es casi cierto, que su valor aumentaria en la venta pi-
blica que de ellos se habra hecho 6 que en adelante se
hiciere. 6Pedire yo que toda esa cantidad se invierta ex-
clusivamente en las urgentisimas necesidades de Cuba?
De seguro que lo haria si solo atendiese i ellas y t la im-
posibilidad en que esti la Isla de cubrirlas. En prueba de
lo que digo, bien pudiera yo trazar aqui un cuadro muy
triste de Cuba, pues si bien su situation es de una parte
pr6spera y lisonjera, de otra present llagas profundas
y lastimosas. *
Reconozco que esos bienes, y todos los demis de se-
mejante naturaleza, pertenecen 4 la nation; reconozco que
esta no se compone de una ni de dos provincias, sino del
conjunto de todas ellas; y por lo mismo reconozco tambien
que no hay derecho para exigir que los bienes que se di-
cen nacionales, se inviertan exclnsivamente en la provin-
cia donde se hallan. Pero en medio de estas considera-
ciones, existen otras que me parecen muy dignas de
atencion en el punto que nos ocupa.
La inmensa fortune que durante muchos siglos acu-
mularon en la Peninsula las 6rdenes religiosas suprimidas
bajo el reinado de Isabel II, today so ha empleado en favor
de la metr6poli, sin que Cuba haya recibido un solo ma-
ravedi. No digo esto en son de queja, ni menos de acusa-
vion contra el gobierno, pues estoy convencido de que Es-
paiia necesitaba de tan poderosos recursos para levantar-
se de la postracion a que la habia reducido el pesado
despotismo de mis de tres centuries. Pero esta verdad,
que no vacilo en confesar, en nada disminuye el hecho de
que Cuba no ha percibido ni un peso fuerte de los cuan-
tiosos bienes pertenecientes A las extinguidas corporacio-
nes eclesiAsticas en la Peninsula. Por esta razon no es
injusto desear, que ya que no es dable invertir en aquella
isla todo el product de los conventos alli suprimidos, se
emplee ~ lo m6nos una parte considerable de 61, pues que
tiene muchas necesidades urgentes que remediar, y A las
COLECCION POSTUMA.
que no puede tender, ora por hallarse muy recargada de
contribuciones, ora por emplearse gran parte de estas fue-
ra de su territorio.
No es culpa de Cuba ni de Espaiia que el AtlAntico
tienda sus olas entire las dos, y que apartadas por tan lar-
ga distancia, la una no pueda siempre participar de las
mejoras de la otra. De aqui es que las escuelas de edu-
cacion primaria y algunos otros establecimientos litera-
rios, las calzadas, los canales, los casinos de hierro, las
lines telegrAficas y otras obras priblicas hechas 6 por
hacer en la Peninsula, son exclusivamente provechosas ..
ella, sin que Cuba pueda gozar de ese beneficio. Esta si-
tuacion la pone en el caso de que necesite de fondos es-
peciales, sacados de su propio seno, si quiere verse dota-
da de serejantes obras y establecimientos; y hd aqui otra
razon por que seria just y altamente politico que se in-
virtiesen en ella grand parte de los bienes de lus conventos
suprimidos.
No es de omitirse, que esos bienes fueron debidos
A la generosidad y sentimientos piadosos de los habitan-
tes de Cuba, y que por lo mismo no se hallan en el caso
de aquellas corporaciones religiosas, que fueron fundadas
y enriquecidas por la munificencia de los monarcas, por
las rentas del estado, 6 por la piedad de los fieles perte-
necientes i otras provincias de la nacion. A esto se agre-
ga, que muchos de esos bienes fueron donados en Cuba,
no para mautener frailes ni conventos, sino para objetos
especiales, que en aquel tiempo se crey6 que los religiosos
podrian desempeiiar con mas veutnija de la isla: de manera,
que los conventos, lejos de coi siderarse como propieta-
rios de tales bienes, no fueron mas que simples poseedo-
res 6 administradores de ellos; y que la extincion de esos
institutes no debe, en principios de equidad y aun quiza
de rigorosa justicia, destruir la naturaleza y carActer pri-
mitivo que se di6 A la parte de los bienes A que me refiero.
Por todas esas consideraciones, vuelvo a pedir, y aun su-
plico al golierno, que se digne invertir en el mismo suelo
cubano la mayor part possible de los bienes de los regu-
lares que A el pertenecieron,
Si yo fuera A indicar todos los objetos en que ellos
debieran emplearse para sacar Cuba de la mala situa-
COrECCION POSTUMA.
cion en que se halla, de seguro que no alcanzaria todo su
p-oducto, por cuantioso que fuese; pero como no aspiro A
imposibles, me limitar6 solamente a dos.
La importancia y cultural de la Habana presentan un
doloroso contrast con el estado de sus ca'les. Pocas de
intramuros edLin empadradas todavia, y las de ex-
tramuros, que es dond3 ya reside la mayor parte de la
poblacion, se hallan casi todas sin mas pavimento que el
que les di6 la Naturaleza. En las grades sequias que
alli se experimental, el polvo es insoportable; y en la es-
tacion de las luvias, que es cabalmente la de los fuertes
calories, muchas calls se inundan de agua, que ya por fal-
ta de curso, ya por el gran nimero de carruajes y caballe-
rias que circulan en ellas, se convierten, asi intra como ex-
tramuros, en beaches y cenagales. Esas agttas estancadas
revueltas con el cieno, y mezcladas con las mate-
rias orginicas que de varias parties reciben entran en
piitrida fermentacion y exhalando sus miasmas deletgreos,
produce las perniciosas enfermedades que cuestan la vi-
da a muchedumbre de nacionalesyextranjeros. Registran-
do las tablas de la mortandad en las ciudades civilizadas, po-
cas hay, que relativamente A la poblacion, presented ci-
fras tan espantosas como la Habana. No echemos toda
la responsabilidad sobre el clima; pues si este ejerce su
influencia en cierta clase de personas, y dentro de deter-
minados limits, la culpa mayor depend de los hombres.
La salubridad public y el fomento de la poblacion blan-
ca, en que estriba el s6lido porvenir de Cuba, claman por
el pronto remedio A tanto mal, y no hay duda que este
desaparecerA 6 disminuird notablemente el dia en que las
calls de la Habana sean dignas de la ciudad que tan
alto puesto ocupa entire los pueblos de la tierra.
Pero no solo claman por la composition de sus calls
la pfiblica salubridad y el fomento de la poblacion blanca,
sino la bahia de la Habana y el engrandecimiento de esa
capital. Si volvemos la vista g los afios trascurridos des-
de el promedio del pasado siglo hasta la primera part del
present, veremos que el mal estado de las calls ocasion6
un dafio inmenso a aquel magnifico puerto.
Los sondeos practicados en 61 en diferentes afios han
manifestado que'las tierras 4 inmundicias arrojadas en la
COLECCION P6OTUMA. 57
bahia por la fuerza de las lluvias, no solo han disminuido
la anchura de ella, sino tambien su profundidad. El
canal que se hall entire la costa de la Cabafia y el bajo de
San Telmo, tenia en 1743 la anchura de 350 varas, desde
el paraje en que se pone la baliza, A diez y ocho pies de
agua: en 1773 ya ese canal estaba reducido A 335 varas: en
en 1803 i 304; y en 1812 a solo 255, habiendo perdido en
su anchura en 69 afios 95 varas.
El punto del bajo de San Telmo, done estaba la ba-
lija en 1816, tenia 60 pies de profundidad en 1743; mas en
dicho afio de 1816 ya solo habia 18 pies.
En el placer del mencionado bajo, y a distancia de 160
varas de la muralla, se midieron 24 pies de agua en 1743;
pero en 1812 ya no se encontraron sino site.
Si de la b8ca de la bahia pasamos a sus extremidades,
alli contemplaremos con dolor las transformaciones que
se han sufrido. Basta recorder que las materials arras-
tradas por las aguas llovedizas del'barrio de Jesus Maria,
convirtieron en tierra firme cincuenta ainos ha parajes
done se construyeron buques al promedio del pasado
siglo.
No era dable cerrar los ojos por mis tiempo i males
que amenazaban cegar aquella bahia dentro de un plazo
no largo. Trat6se, pues, de aplicar el remedio, y desde
ent6nces se trabaja en la limpieza de aquel puerto; pero
nunca se podrA obtenet un resultado complete, mientras
no se remueva el obsticulo principal. Se ha procedido en
la Habana con acierto, adoptando para sus calls el siste-
ma de adoquines, y no el de Mac-Adam, tan generalizado
en los caminos de Europa, y establecido en muchas ciu-
dades de ambos mundos; pues aunque es verdad que en
las vias macademizadas, los carruajes trabajan poco, se
evita el ruido de ellos, sa movimiento se suaviza, y los
pies de las caballerias sufren m6nos; todavia estas venta-
jas no compensan los perjuicios que la aplicacion de ese
sistema ocasionaria en la Habana. Ni a impedirlos bas-
taria la mis exquisite diligencia, porque el gran numero
de carruajes que corren por aquella ciudad trituraria las
pequefias piedras que se emplean en semejantes construc-
clones; y como seria precise renovarlas continuamente
para mantener las calls en buen estallo, las fuertes y
58 COLECCION P68TUMA.
abundantes lluvias tropicales arrastrarian incesantemente
A la bahia una inmensa cantidad de materials trituradas
que en breve la obstruirian, 6 exigirian gastos enormes
para impedir ese mal. El sistema, pues, de Mac-Adam,
solo es aplicable en la Habana A ciertas plazas y paseos,
pero de ninguna manera a sus calls.
Si el sistema de adoquines es el que en ellas se debe
adoptar, y si su adopcion es urjentisima, 1por qud se
march con tanta lentitud, en una obra que tanta premu-
ra reclama? Porque esa obra es muv costosa; porque la
Habana estA ya muy recargada de tributes municipals;
porque los nuevos que se le impusieran, no bastarian para
dar un impulse vigoroso A trabajos tan vitales, y porque ca-
reciendo de fondos el Ayuntamiento de ella, es forzoso
apelar 4 recursos extraordinarios. Que dg fondos carece
aquel Ayuntamiento, es una triste verdad demostrada en
la luminosa memorial que el Sr. Mantilla, iltimo ex-gober-
nador civil de la Habana, public alli, acompaiiada del
pruesupuesto de gastos e ingresos de aquella corporation
para el ikio de 1862.
(En 1859, (lice el Sr. Mantilla, merced A las reden-
ciones de plumas de agua, los ingresos ascedieron A
1.251,196 pesos, 871 cents., y los gastos 1 1.153,449, 491.
En 1860, prdximo A agotarse el recurso de las redenciones,
los ingresos solo importaron 1.121,410-89;, y los gastos
1,103,327-80'. En 1861, agotado ya completamente ese
recurso, los ingresos naturales, apenas llegaron 4 1.060,000
pesos, inclusos los products del impuesto extraordinario,
y los gastos seguramente no pasaron da 1.050,000.
Al hablar de los presupuestos para 1862, se express
asi la citada memorial. Echando una ojeada sobre el resii-
men de ellos, el de gastos importa 1.346,2:'3 pesos, 31.
centavos, y el de ingresos solo asciende 4 1.000,144 pesos
909 centavos. Hay, pues, un deficit de 346,088 pesos, 46"
centavos.
Pero estas cifras, ya bien significativas por si solas,
aun no manifiestan toda la imposibilidad en que se hall
el Ayuntamiento de la Habana para terminal prontamen-
te empresa tan important, mAxime cuando gravitan so-
bre e1 otras muchas atenciones de las que no puede pres-
cindir.
COLECCION P68TUMA. 59
Aquella corporation tiene cr6ditos activos y pasivos.
Segun el Sr. Mantilla, los creditos pasivos que en 1859
ascendian ya A 1.016,332 pesos, 90 c6ntimos, que A fines
de 1860 se elevaban a 1.037,185, 161, al terminar el pre-
sente afio no bajaran seguramente de 1.250,000 pesos. Es
verdad que los cr6ditos activos, qae en 1859 importaban
solo 452,622-30., subieron en 1860 1 622,114-83;, y A fines
de este afio pasarin de 700,000 pesos. Pero no debe olvi-
darse que los cr6ditos pasivo., aunque no todos aparezcan
exigibles de moment, son exigibles en su totalidad mais
6 menos proi'to, mientras que los creditos activos dificil-
mente serin realizables en una tercera parte de su ascen-
dencia.p
Por tiltimo, y para acabar de deinostrar la imposibi-
lidad en que Ve halla el Ayuntamiento de la Habana de
emprender-y concluir una obra tan urjente, yo no puedo
m6nos de insertar aqui dos pirrafos de la citada Memo-
ria. Dice asi:
de esas situaciones, y, sin darse bien cuenta de ello sus
manlatirios, sin querer apercibirse de ello los mayores
contribuyenttes, el hecho es que entire los gastos ordinarios
imprescindibles y los ingresos de la misma naturaleza mas
favorablemente calctlados, hay un desequilibrio en baja
de 100,000 pesos al minos, que este desequilibrio se au men-
ta por la necesidad de consigner anualmente 200,000 pe-
sos m~s para d4bitos pendientes de alios anteriores, y
que, como no se conceden recursos suficientes para cubrir
el presupuesto por complete, el deficit real va hacie'ndose
cada vez mayor, mis profundo, mis transcendental,
No hay, pues, que hacerse ilusoines por la apparent&
disminucion que result en el presupuesto que present;
no hay que career que el deficit se vi extinguiendo natural-
mente; no hay que imaginar siquiera que nos aproxima-
mos al deseado equilibrio entire los ingresos y los gastos,
ni menos que el Ayuntamiento puede reproducir el mila-
gro del pan y los peces, pues los milagros solo estin re-
servados a Dios. En vez de eso, debemos contemplar con
detenimiento la situation y buscar con serenidad los me-
60 COLECCION POSTUMA.
dios de mejorarla Antes de que el mal se agrave y de que
sea tardio, impossible 6 demasiado costoso el remedio.)
En tales circunstancias, ano seria just y altamente
politico que una parte de los bienes que pertenecieron al
clero regular de Cuba, se emplease en favorecer una obra
tan necesaria ~ la salubridad, A la cultural y hasta al honor
de su ilustre capital? Mientras otros respondan a esta
pregunta, yo doy fin A este articulo, reservando tratar mis
adelante el segundo punto que me propuse.
ARTICULO II. (I)
INSTRUCTION PIJBLICA.
((Si yo fuera i indicar todos los objets en que ellos
debieran emplearse para sacar i Cuba de la mala situa-
cion en que se hall, de seguro que no alcanzaria todo su
product, por cuantioso que fuese; pero como no aspiro i
imposibles, me limitard solamente A dos.)
Esto dije en mi articulo anterior; y como en 61 trate
de las calls de la Habana, que son el primero de esos dos
puntos, ahora me ocupar6 en el segundo, cuyo objeto es
la Instruccion piblica de Cuba. Dividir6la para mayor cla-
ridad, en primaria, secudlaria y superior; y esta division,
aloptada en todos los paises, en ninguno es mis necesaria
que en Cuba, pues sin ser completes las dos iltimas, me-
dia, sin embargo, un abismo entire ellas y la pritaria.
Hallase esta en un estado tan lamentable, que mere-
ce la mas s6ria atencion del gobierno; y para inclinar su
Animo a que consagre en obra tan piadosa una part de
los bienes de los conventos suprimidos, yo debo trazar un
cuadro de lo que fu6 y lo que es la instrstccion. prinaria de
Cuba. Ella abraza cuatro grades periods. El primero,
desde la colonizacion de la isla a principios del siglo XVI,
hasta la instalacion de la sociedad Patridtica 6 Eco6rnica
de la Habana en 1793. El segundo, desde este afo hasta
el de 1816, en que partida eu secciones aquella sociedad,
se form una en la Habana bajo el titulo de Seccion de
Educacion. El tercero, desde entonces hasta el estableci-
(1) Publicad) en L' Amnrica de Madrid de 12 de Marzo de 1883.
COLECCION POSTUMA. 61
miento de la inspection general de studios, creada on
1843 en virtud de la ley de instruction public. El cuarto
y iltimo, desde ese aiio hasta el dia.
PRIMEII PERIOD.
Si buscamos el origen de las escuelas primaries en
Cuba, impossible es sefialar el afo en que empezaron.
Acaso se pensara, que su primer embrion se descubre en f,
las doctrinas 6 ensefianza que los monarcas de Castilla
mandaron establecer para los indios en los paises de Ame-
rica recien conquistados; pero ni esas doctrines se funda-
ron en Cuba, ni ain cuando hubiesen correspondido a la
expectation del gobierno merecerian el nombre de escue-
las, pues que se limitaron a los indios, se redujeron A ini-
ciar a estos, sin distinction de edad ni de sexo, en los ru-
dimentos del catolicismo; y en todas parties tuvieron mis
bien el caricter de misiones que de escuelas.
Establecidos en Cuba los primeros pobladores, empe-
zaron 4stos A multiplicarse, y no pasarian muchos afios
sin que algunos padres de familiar sintiesen la necesidad
de que sus hijos aprendiesen, lo m4nos, a leer y escribir,
Fu6 natural que desde ent6nces hubiera alguna persona,
que ya gratuitamente, ya pagada, reuniese en su rededor
un corto nimero de niiios para enseiiarles siquiera la lec-
tura y la escritura: y he aqui sin duda el origen de la pri-
mera escuela cubana, cuya 4poca no podemos fijar. No
solo hubo de ser mny lento el progress de la primaria
instruction en aquel tiempo, sino que debi6 de experi-
menter un retroceso, pues descubiertos los tesoros de
Nueva-Espafia v del Peri, los habitantes de Cuba corrie-
ron A bandadas hlcia esas regions; y tan grande fug la
emigracion, que much Antes del promedio del siglo XVI
ya la isla estaba casi despoblada.
Corri6 todo aquel siglo, y ap6nas se ensefiaba en Cuba
a leer v mal escribir. Pas6 el XVII y bajando hasta el
XVIII es precise saltar muchos aiios para encontrar con
un establecimiento digno de recordacion. Este es el de
los Padres Belemitas en el convento de la Habana, de
quienes dijo Arrate en la historic de ella las siguientes
palabras: (Se esmeran bastante en la escuela que tienen
62 COLECOION P6STUMA.
para los niiios, A quienes instruyen en los rudimentos de
la f4, y enseiian a leer, escribir y contar con el m6s exacto
cuidado y sin interns alguno; ni distinguir para la solicited
de su aprovechamiento los ricos de los pobres, ni los no-
bles de los plebeyos, porque es para todos igual sn des-
velo v atencion. (1)
En esa escuela, gratuita para todos, se daba ademis
a los niios pobres, papel, plumas y catecismos. De ellas
salieron por much tiempo las letras mas gallardas de la
Habana; y tan insigne beneficio se debi6 i D. Juan Fran-
cisco Carvallo, vecino caritativo de aquella ciudad, quien
despues de haber concluido a sus expenses la fibrica de
la iglesia y del primer clAustro del convento, leg6 i 6ste
gran parte de sus bienes para fundar en 61 un hospital de
convalecencia y una escuela. Carvallo muri6 en 1718, y
ese piadoso establecimiento en que centenares de nifos
pobres recibieron gratuita instruction, desapareci6 de la
Habana cuando fueron suprimidos en Cuba los institutes
monacales.
Este es el lugar oportuno de recorder el nombre de
otro gran bienhechor de las letras. El capital D. Fran-
cisco Paradas, rico habitante de Santiago de Cuba, falleci6
en la segunda mitad del siglo XVI; y una de las ben6ficas
disposiciones del testamento que otorg6 en 15 de Mayo
de 1571, feu, que con el product de las pingiies haciendas
que en Bayamo poseia, se costease en aquella villa la en-
seianza de la moral cristiana y del latin. Tan cuantiosos
fueron esos bienes, que A pesar de hallarse casi arruinados
en el siglo XVII, su valor pasaba todavia de 70,000 pesos;
y como ent6nces, y ain despues, campaban frailes en Cu-
ba, todo ese caudal cay6 en poder de los Dominicos desde
la primera mitad del siglo XVIII, en cuya 6poca ya se
habia fundado en Bayamo un convento de aquella 6rden.
Justo, empero, es decir, que ellos abrieron studios pi-
blicos, y que 6stos, bien 6 mal, continuaron hasta que ex-
tinguido el convento, pasaron todos sus bienes 6 la Real
Hacienda.
(2) Llave del Nuevo M.Irsdo, Aitemutral de las Aldian Oceidetllese. La Habana descri-
ta, por D. Jose Martin Fulix de Arrate, capitulo 41.-Arrate fu6 natural de la Habana,
y acab6 de escribir su obra en 1761.
En 1830 la seccion de historic de la Real Sociedad PatriOtica de esta ciudad y en
1876 los Sres. Cowley y Pego publicaron esta obra. V. M. M.
COLECCION P6STUMA. 63
Lleguemos al termino del primer period, y veamos
cuil fue el estado on que entonces se hallaba la instruc-
cion primaria en Cuba.
Instal6se la Sociedad Econdmica de la Habana el 9 de
Enero de 1793, y uno de los deberes que se le impusieron
al tiempo de su ereccion, fue que cuidase de la primera,
ensefianza. Animada aquella corporation del celo mas ar-
diente, uno de los primeros pasos que di6 fue investigar
el estado en que se hallaban las escuelas de la Habana; y
del informed que ent6nces le present la comision nombra-
da al efecto, aparecen los siguientes resultados para 1793.
Las escuelas en aquella capital eran siete de varones y
treinta y dos de hembras. Cuando digo que aquellas eran
siete, debe entenderse solamente de las principles, pues
existian otras fequeiias de que no hace mencion especial
el estado que tengo A la vista. Tampoco se iinluyo en 61
la famosa escuela de los Belemitas, la cual tenia en aquel
aio 200 discipulos.
En cuanto A las treinta y dos de hembras, debe ad-
vertirse que no todas merecian rigorosamente el nombre
de tales, sino el de mixtas, puesto que tambien iban A ellas
nifios varones.
El total de 4stos, en las siete escuelas principles, A
que asistian exclusivamente, ascendi6 A 552; siendo blan-
cos 408, y pardos y negros libres 144. Es muy curioso
ver al cabo de tantos aitos el 6rden en que esos nifios se
hallaban repartidos en las mencionadas siete escuelas:
ESCUELAS. TOTAL DE ALUTMNOS.
SBlancos .......... 107
S Dirigida por un sevillano........... Pardos............ 3
2* Por nu hijo de Cartagena de Indias.. 3 Blancos ........... 40
Blancos............ 70
3* Porun habanero .................. a y ngos... 0
P PardoF y negros... 20
4* Por uu navirro.. Pardos y negros... 5
5 on ej Blancos........... 30
SPor n erezno................... Pardos y negros... 30
64 Por un cl4rigo habanero............ Bacos ..... ... 26
Pardos y negr-os... 6
SBlancos........... 40
7' Por un pardo habanero... ... .. Pardos ........... 60
Negros ........... 20
64 COLECCION POSTUMA.
Examinando la column anterior, se notard:
1." Que solo habia una escuela exclusivamente para
blancos, y que esta era cabalmente la que tenia menos
discipulos.
2. Que solo en otra habia blancos y pardos.
3." Que en las cinco restantes, ademms de esas dos
classes, se educaban tambien negros.
4." Que la escuela mris numerosa era la del pardo
habanero Lorenzo Melendez, pues contaba 120 discipulos.
5." y iltimo. Que del total de nifios que asistian A
las siete escuelas, mas de la cuarta part eran pardos y
negros libres de color.
De las meficionadas siete escuelas, solo era entera-
mente gratuita la del presbitero habauero D. Joaquin Ze-
non. Las demas, aunque retribuidas porlos discipulos,
admitian de balde A muchos pobres, cuyo numero ascen-
di6 ent6nces A 76: no debiendo omitirse, que 35 de 6stos
correspondian a la escuela de otro habanero llamado D.
Marcos Tarimo. Estos rasgos generosos prueban, que en
medio de la postracion de las letras en Cuba, no era el in-
ter6s el iinico sentimiento que animaba d nuestros padres
en la noble profession de la ensefanza.
La pension mensual que pagaban los discipulos fluc-
tuaba entire 6 reales fuertes y 2 duros, que era el mixi-
mum en algunas escuelas. Esta diferencia consistia en los
diversos ramos que se ensefiaban, los cuales eran tan po-
cos, que todos se reducian i la doctrine cristiana, a leer,
escribir, y d las cuatro primeras reglas de aritm6tica;
debiendo causar asombro, que de aquellas siete escuelas
fuese la mis sobresaliente la del pardo habanero Lorenzo(
Melendez, pues sobre ser la mis concurrida, era la uinica
donde se ensefiaba la gramitica y la ortografia castellana.
En las treinta y dos escuelas de nifias, solamente tres
de las maestras se habian dedicado a la ensefianza desde
su juventud. Las demas lo eran, porque la parienta, la
amiga 6 la vecina les encargaban sus nifias, y agregandose
A estas las que de otras parties les acudian, de repente se
encontraban ejerciendo el magisterio. Fue de aqui, que
hubo muchas escuelas donde solo se aprendia A leer, pues
la ensefianza estaba confiada a blancas ignorantes, y a
mulatas y negras libres.
COLECCION P6BTUMA. 65
Ya he dicho que el total de nifios varones que se edu-
caban en la Habana en 1793 ascendia A 1232, y el de hem-
bras A 490. Estas cifras, tan lastimosas por su pequefiez,
ofrecen ademAs una dolorosa desproporcion entire las dos
cantidades, pues por cada 100 nifios de ambos sexos asis-
tian A las escuelas 71 varones y solo 29 hembras.
Supliendo las grandes omisiones del censo de Cuba
en 1792, bien puede calcularse la poblacion blanca y libre
de color de la Habana en 40,000 almas.
Comparando esta suma con los 1,731 nifios de ambos
sexos que ent6nces se educaban en aquella ciudad, apare-
ce que uno de ellos iba a las escuelas por cada 23 habi-
tantes.
Pero si tal fue en aquella 4poca el estado de la ins-
truccion primana en la Habana, gcuAl no seria el de las
demis poblaciones de la isla, incomparablemente mis
atrasadas que la capital? No existiendo datos para averi-
guarlo, lo inico quesabemos es que vivi-mos en las tinieblas.
Antes de proseguir en nuestra area, conviene hacer
tres observaciones importantes.
Es la primera, que en el espacio de casi tres siglos
que abraza este perfodo, ni el gobierno, ni los ayuntamien-
tos de Cuba costearon jamas ni una sola escuela gratuita
para los pobres.
La segunda es, la absolute independencia de que en-
t6nces se gozaba sobre este punto, pues todos los habi-
tantes de Cuba, ora blancos, ora libres de color, podian
erigirse en maestros, sin someterse a pr6vio exAmen, a
metodos de ensefanza, a libros de texto, ni al freno 6 vi-
gilancia de las autoridades 6 corporaciones. Es verdad
que la constitution sinodal de la diocesis de la Hgbana,
aprobada por el gobierno, previno que los maestros de
ambos sexos no pudiesen ensefiar la religion, sin haber
impetrado Antes el permiso del diocesano; pero esta dis-
posicion muy rara vez se cumpli6.
La tercera observation consiste en la gran tolerancia
de la raza blanca respect a la africana, pues no solo se
permitia que los blancos y los libres de color se educasen
juntos an unas mismas escuelas, sino que mulatos y negros
desempeiasen el magisterio, sirviendo de institutores A.
los niiios de ambas razas.
'66 COLECCION P6STUMA.
Esta conduct forma un contrast con la de otros
paises de esclavos, y sobre todo, con la de los Estados-
Unidos del Norte-America. Yo no apruebo, bajo del as-
pecto intellectual y moral, que la education de la infancia
se hubiese confiado en Cuba a tales manos; pero conside-
rado el asunto politicamente, no puedo menos de aplaudir
lo que ent6nces alli se hacia.
Es un fen6meno social muy digno de atencion, que un
pueblo como cl cubano, compuesto desde su origen de ra-
zas heterog6neas, y en que la una fu4 condenada A vivir
en la degradacion de la esclavitud, mientras la otra, su
dominadora, goz6 exclusivamente de todas las prerogati-
vas civiles, inherentes A su clase; sin revoluciones que
trastornasen sus fundamentos, dislocasen las posiciones
sociales, borrasen las costumbres y tra(icciones, y mez-
clasen 6 confundiesen las razas y las classes de aquella so-
ciedad; es muy digno de atencion, repito, que ese pueblo ha-
ya podido ofrecer un ejemplo de tan grande tolerancia
social.
Y ese ejemplo es mas admirable todavia, cuando se
compara con el que present la Confederacion Norte-
Americana. Alli existed un pueblo educado desde su na-
cimiento en los principios de la mas amplia libertad poli-
tica y religiosa; alli no hubo condecoraciones, ni titulos
de distinction, classes ni gerarquia, plebe ni nobleza; alli se
proclam6 la mas absolute igualdad de derechos civiles y
politicos; alli se levant una Repiblica sobre la ancha ba-
se de la mas complete democracia; y sin embargo de todo,
no hay pais sobre la tierra donde la raza africana este tan
abatida, y se la trate con tanto desprecio.
Ni se crea que esto solo acontece con los esclavos y
en los Estados de esclavos, que tan humillante condition
tambien se extiende a todos los libres que habitan ain en
la misma Nueva-Inglaterra, donde muchos afios ha que
desapareci6 la esclavitud, y donde 6sta nunca tuvo las hon-
das y dilatadas raices que en las parties meridionales. A
tal punto llegan las preocupaciones y la intolerancia de
.aquellos republicans contra la raza africana, que l pesar
del puritanismo religioso de que tanto alarde se hace en
los Estados del Norte, no se permit A ningun negro ni
mnulato, libre 6 esclavo, poner el pie en las iglesias de los
COLECCION POSTUMA. 67
blancos. iGracias A Dios, que en la tierra en que naci
nunca se ha visto la humanidad tan ultrajadi!
ARTICULO III. (1)
SEGUNDO PERIOD DE LA INSTRUCTION PRIMARIA DESDE 1793
HASTA FINES DE 1816.
Al general D. Luis ,de las Casas, nombre siempre
grato a los cubanos debi6se la fundacion de la Sociedad
Econ6mica de la Habana. Convencido este cuerpo patri6-
tico, por el informie que se le present en 1793, del atraso
en que se hallaba la instruction primaria de aquella ciu-
dad, procur6 darle algun impulso, estableciendo inmedia-
tamente dos escuelas gratuitas para los nifios pobres de
ambos sexos. 'us ben6ficas ideas merecieron la aproba-
cion del gobierno; y por real 6rden de 8 de Enero de 1794
se le encarg6, que para obtener los fondos necesarios se
pusiese de acuerdo con el Avuntamiento y con el Obispo
de la Habana. Dieron las dos Corporaciones todos los
pasos conducentes para realizar obra tan laudable; pero
ni el empeiio de la primer, ni la benevola disposition del
segundo, ni la santidad del objeto que los animaba, bas-
taron a veneer la dura resistencia del prelado, quien a to-
do se neg6, dando por excusa que las escuelas esparcidas
por la ciudad bastaban para la instruction de la infancia.
Cerrado este camino, la Sociedad trat6 de abrirse
otro. Cuando en la Habana se disolvi6 la congregacion de
la Buena muerte, el rey faculty al diocesano de aquel obis-
pado para que dispusiese, en algun objeto piadoso, de una
parte de los bienes que A ella habian pertenecido. Dos
eclesiAsticos, los doctors D. Jose Agustin Caballero y
fray FMlix Gonzalez, miembros esclarecidos de aquella
Sociedad, tomaron la iniciativa eni este asunto, y en su in-
forme de 24 de Setiembre de 1794 dijeron lo que sigue:
piadosas, por lo que nos parece muy oportuna la occasion
present, en que el tribunal eclesigstico est6 entendiendo
en cumplir la disposition de S. M., que el Cuerpo patri6-
(1) Publicado en La Ambrica de Madrid de 12 de Abril de 1863.
COLECCION P6STUMA.
tico pasase oficio A su seiioria ilustrisima suplicandole
tuviese present las escuelas patri6ticas, & fin de destinar
A su subsistencia la antedicha porcion... .
Acogido por la Sociedad tan benefico pensamiento,
se acudi6 de nuevo al mismo senor Obispo; pero 1e tam-
bien se neg6 4 conceder lo que 4 nombre de la instruction
de los pobres con tanta instancia se le pedia.
Me he detenido de intent en la relacion de estos su-
cesos, porque cuando un obispo se olvida, con tanto es-
cAndalo de su grey, de las santas funciones de su minis-
terio, su nombre debe entregarse la posteridad para que
la opinion piblica le imponga el castigo que merece;, cas-
tigo tanto mis just, cuanto que 61 recibia anualmente, de
las rentas de su obispado, muchas docenas de miles de pe-
sos. Se dice que la anti-evangelica conduct de ese pastor
provenia de su rivalidad con el benemerito general D.
Luis de las Casas; pero el motive que se alega, l4jos de
absolver al prelado, le agrava mas su culpa; y Cuba enter
conocerg el gran contrast que present la conduct del
Ilmo. D. Felipe Jose de Tres Palacios, qcue es el obispo de
quien hablo, con la de su inmediato sucesor, el por siem-
pre memorable D. Juan Jose Diaz de Espada y Landa.
El gran obsticulo con que luchaba la Sociedad eco-
n6mica para establecer escuelas gratuitas, era la falta de
recursos. Nombr6, pues, al efecto una comision, y esta le
propuso en 25 de Diciembre de 1794 los arbitrios siguientes:
1. Una contribution de dos reales fuertes por cada
negro africano que se importase.
2. Invertir en las escuelas la contribution de carruajes.
3. Un real de aumento en la contribution mensual
del alumbrado" piblico.
4. Un cuartillo sobre cada corte de tablas que para
cajas de azicar se introdujese de Nueva-Orleans.
5. Que cada vendedor de tabaco torcido diese uno
por cada medio real que vendiese.
6.0 Que el tabaco que por initial se quemaba en la
real Factoria de la Habana, lo cediese el gobierno 4 las
escuelas.
A pocos dias, 6 sea en 1. de Enero de 1795, no, solo
se trato de modificar esos arbitrios, sino de establecer
otros nuevos: tales fueron, una contribution sobre las cre-
COLECCION P6STUMA. 69
cidas rentas de la mitra de la Habana; la cesion por diez
6 mas anos de los terrenos realengos de aquella jurisdic-
cion pertenecientes a la real Hacienda; la cleacion a favor
de las escuelas de dos oficios, uno de procurador y otro
de escribano piblico; el establecimiento de una loteria, y
otros muchos que seria largo enumerar.
La aprobacion de esos arbitrios tropez6 desde un
principal con varias dificultades, y careciendo de fondos
a Sociedad, no pudo realizar sus miras; mas fija ella siem-
pre en la idea de promover la instruction gratuita, pens6
en el mismo aiio de 1795 que se trasladasen 4 la Habana
los religiosos de San Sulpicio, que con provecho de la pi-
blica ensefianza habian tenido un colegio en Nueva-Or-
leans, cuyo pais pertenecia ent6nces a Espaiiat Patri6tico
era el proyectopero las calamidades de aquellos tiempos
lo frustraron enteramente.
Como en Cuba era general la necesidad de instruc-
eion piblica, personas respetables de la Habana hicieron
freeuentes instancias 4 la C6rte, para que se les permitie-
se educar A sus hijas en el menasterio de religiosas Fran
ciscanas Observantes de aquella ciudad, y accediendo el
gobierno 4 su solicitud, despues de haber obtenido el Bre-
ve de Su Santidad, mand6 por real 6rden de 26 de Di-
ciembre de 1796, que las niiias, desde la edad de siete
anios, pudiesen entrar en clase de educandas, asi en
el referido Monasterio, como en los demas de monjas, exis-
tentes en aquella Isla. Pero esta disposicion, que se hizo
extensive a todos los dominios de America, no pudo llenar
las necesidades de Cuba, ya porque esos conventos, que
no eran mAs que tres, solo existian en la Habana, ya por
que sus puertas no debian abrirse indistintamente a todas
las niiias. Oigamos las palabras de la real 6rden:
pos y reverendos obispos de mis dominios de Indias, pa-
ra que puedan dar 4 su arbitrio licencia 4 las niinas pro-
ereadas de padres honrados y decentes, que tengan 4 lo
menos la edad de site afios, para entrar en clase de edu-
candas en el referido monasterio de Santa Clara y en los de-
mis conventos sujetos A su jurisdiction ordinaria, permane-
ciendo en ellos hasta que quieran casarse, tomar el habito
6 que cumplan 25 afios, precedido el beneplacito de la co-
70 COLECCION P6STUMA.
munidad por votos secrets, sin l1evar criadas, usando de
vestido y adoriio modeiado, observando las reglas de lo-
cutorio y clausura, pagando lo que dichos ordinarios es-
tablecieren, y cuidando de que tengan su habitacion sepa-
rada de las religiosas.)
Este pasaje manifiesta que la ensefianza en esos con-
ventos solo estaba calculada para la clase rica 6 acomodada,
mas no para la pobre. Fueron A esta de mas provecho la
escuela gratuita que se abri6 en 1799 en la casa de Bene-
ficencia, recien establecida en la Habana, y la llegada a
ella en 1803 de las religiosas Ursulinas, procedentes de
Nueva-Orleans, pues estas y aquella se ocuparon desde
ent6nces de la enseiianza primaria de las nifias.
Ya Antes de esa 6poca, la Sociedad Ecyn6mica habia
tratado de fundar escuelas gratuitas en los partidos rura-
les de la jurisdiction de la Habana, y dos de sus miem-
bros le presentaron un informed sobre este punto en 23 de
Octubre de 1800. Nada mas bendfico que ese deseo, por
que la infancia que habitat en los campos 6 pequenas po-
blaciones de Cuba, siempre ha vivido en medio de las ti-
nieblas; pero es triste decir que nada se consigui6, y que
aun en la misma Habana la instruction primaria se hallaba
en un estado muy deplorable. Esta verdad aparece de otro
informed presentado a la Sociedad en 11 de Diciembre de
1801, por la comision que ella nombr6 para que visitase
las escuelas y le propusiese las medidas que juzgase
convenient para mejorarlas.
La Comision dice asi:
(Se hallan en la ciudad 71 escuelas, que comprenden
mas de 2,000 nifios de imbos sexos y de todas classes y
condiciones. Las qua encuentro en mejor estado, son: ade-
mas de la de Belen y la Beneficencia, las de D. Francisco
WandarAn, D. Jorge Arrastia y la Sra. Peruani.
((La mayor parte de estas escuelas estin establecidas sin
facultad del gobierno ni del ordinario: una multitud de ellas
estin dirigidas por mujeres de color, que carecen de instruc-
cion, 6rden, ni metodo, hasta el punto de no saber muchas
de ellas dar razon del ndmero de discipulos que tienen.
((Todas padecen de estrechez de local, origen de su
poca salubridad, y de la mezcla de classes, y de que no se
pueda establecer ningun metodo en la ensefianza.
COLECCION P6STUMA.
((Son establecimientos casuales, y solo sostenidos por
contribuciones voluntarias, de donde nace, que los maes-
tros se vean obligados a buscar su subsistencia por otros
medios, y las miren con indiferencia y abandon.
cuelas por falta de otras mejores. En ellas a lo minos se.
ensefia a leer y escribir y los rudimentos de la fe.
((Entretanto se deben former estatutos provisionales,.
que contengan:
1.P Que los aspirantes al magisterio hagan plena in-
formacion de vita et moribus, y sean examinados en las re-
glas del arte, con inclusion de la gramAtica castellana.
2. ((Que se les sefiale numero fijo de nifios, con rela-
cion A la localidad, y A la actividad que manifiesten.
3. Que s9 les asigne estipendio fijo, y la obligacion
de ensefiar algunos gratuitos.
4. ((Que se les demarquen precisamente las materials
que han de ensefiar, segun la esfera de su capacidad.
5. (Que se destierre el abuso que hacen algunos
maestros del tiempo, dedicAndole a ensefiar A leer y escri-
bir a los esclavos. (1)>
El trozo que acabo de citar demuestra que desde 1793
& Diciembre de 1801, en que se escribi6 el informed ante-
rior, muy poco habia adelantado la Habana en la ense-
iianza primaria, porque si en aquel afio asistian a las
escuelas 1,731 niios blancos y libres de color, de Ambos
sexos, todavia en Diciembre de 1801 el total de todos ellos,
solo llegaba A poco m6s de 2,000.
Bajando a los tiempos posteriores, llego A 1816, que
es el termino del period que estoy recorriendo. El 22 de
Agosto de ese afio, la Sociedad Econ6mica de la Habana
cre6 en su seno una Seccion de Educacion A la que espe-
cialmente se confi6 el cuidado y adelanto de la instruction
primaria. Celosa del desempefio de sus deberes nombr6
comisiones que visitasen, sin previo aviso a los maestros,
todas las escuelas de ambos sexos de aquella ciudad; y de
los informes ent6nces presentados aparece lo que paso &6
exponer:
Intramuros de la Habana habia diez escuelas de va-
(1) El autor de cste informed fu6 el reverendo doctor fray Manuel de Quesada, re-
ligioso dominico.
72 COLECCION P6STUMA.
rones: la gratuita del convento de Belen, en que se educa-
ban 310 nifios blancos, y 69 libres de color; y nueve de
empresa particular, A las que asistian 915 discipulos blan-
cos, de cuyo numero se daba instruction gratuita a 81.
Estas cifras representan para intramuros un total de mil
doscientos noventa y cuatro.
Extramuros de aquella ciudad existian diez y nueve
escuelas de varones con 464 blancos y 33 libres de color.
Habia tambien, asi intra como extramuros, cincuenta
escuelas de hembras, con 883 nifias blancas, 164 pardas y
248 negras, todas libres. Muchas de estas escuelas mere-
cen mas bien el nombre de mixtas que de hembras, pues
que en ellas se educaban igualmente 321 nifios, de los cua-
les eran blancos 182, pardos 67 v negros 72.
Sin duda 11amara la atencion la enorme diferencia
que hay entire el nimero de escuelas de varones y de hem-
bras; pero esta desproporcion se explica reflexionando
que la de Belen contenia por si sola 379 discipulos; que
muchas de las de hembras eran poco frecuentadas y que
en algunas de ellas se contaban tambien muchos niiios
varones, segun acabo de decir.
El total de varoues blancs & fines de 1816 ascendi6 intra y
extramuros de la Habana ..................... 1,871
El de nifias blancas ....................... ........... 883
Total de blancos de ambos sexos.............. 2,754
El de varones libres de color ............................ 241
El de hembras idem.................................... 412
Total de color .............................. 653
Total general de blancos y libres de color de
Kmbos sexos............................ 3,407
Estos guarismos demuestran, que los nifios blancos de
ambos sexos escedian en much mas del cuadruplo A los
libres de color, que en la clase blanca el nimero de varo-
nes subia A mis del duplo del de las hembras, y que en la
clase libre de color result lo contrario, pues las hembras
no andaban muy lejos del duplo de los varones.
4Pero c6mo se ensefiaba, y que era lo que se ensefiaba
en esas escuelas? Rspecto 4 las de varones, si bien se
encontr6 alguna mejora, pues que adem=s de las primeras
COLECCION Pi6TUMA.
letras, algunas abrazaban los elements de matemiticas y
otros de eonocida utilidad, no sucedi6 lo mismo respect
Slas de las nifias, las cuales, con muy raras escepciones,
presentaban todavia el cuadro mas lastimoso. Oigamos
el informed de la comision:
< Por lo que toca a la lecture, hemos hallado que se
sigue el metodo ordinario de deletrear, &c.; pero al mismo
tiempo hemos tocado various vicios tan generalizados, que
parece dependent de un errado sistema. 1. A ninguna
nifia se le ensefia el valor de las comas, puntos &c.; de
donde nace que generalmente, no solo no pueden entender
lo que leen, pero ni tampoco los que las oyen. 2. Ningu-
na regla relative a la acentuacion ni A la cuantidad de las
palabras 6 silabas. 3." Ninguna idea de la gramatica cas-
tellana. 4. Us tono sin inflexion ni modulacion, que es
el propio mon6tono. La leyenda de nuestras niiias es el
martillo de un herrero. Este vicio depend de que en una
escuela de cuarenta 6 cincuenta nifias, todas leen y dele-
trean A un mismo tiempo; cada una trata de esforzarge lo
mis possible, y de aqui result una algarabia que produce
las mis tristes consecuencias. Por otra parte, en ninguna
escuela hemos encontrado division de salas 6 cuartos, en
que, por ejemplo, esten las que deletrean y las que leen.
Ensefian las maestras, pues, maquinalmente. GY pudieran
darse principios generals que fuesen igualmente iitiles a
todas las nifas, cuando se hallan en distintos escalones 6
con distintos adelantos? D (1)
Respecto & la escritura, dice el mismo informed, que a
escepcion de las escuelas de las Ursulinas y del colegio de
niias en San Francisco de Sales, apenas habia cuatro en
que se ensefiaba a escribir. Con gusto suprimiria los dos
parrafos que voy i transcribir del citado document; pero
su insercion es necesaria para el fin que me he propuesto.
(Despues de haber hecho el examen mas riguroso en
cada una de las escuelas, de los puntos de su ensefianza,
preguntando A la mayor parte de las nifias, segun su ca-
pacidad, aquellos rudimentos triviales que podrian estar
(1) Este informed se imprimi6 en 1817, en el tomo primero de las Memorias de la
Soeiedad Econ6mica de la Habana. Fud redactado por el presbitero licenciado D. Justo
Maria Velez, catedrAtico de derecho espafiol en el real y conciliar colegio de San CAr-
los de aquella ciudad, y uno de Ilos miembros de la comision nombrada en 1816 para
visitor las escuelas de nifas.
74 COLECCION P6STUMA.
a su alcance, hemos formado la idea general, que la ense-
fianza de las nifias se halla en bastante atraso. Si escep-
tuamos dos establecimientos dignos de la mAs alta consi-
deracion, cuales son el de las monjas Ursulinas y el del
colegio de San Francisco de Sales, hallaremos & los demAs,
en general (pues siempre hay algunas escepciones), en un
estado de tal abatimiento, que es necesario que la Socie-
dad ponga todo su esmero en darles un impulso que les
saque del misero estado en que yacen. De las cincuenta
llamadas escuelas que se numeran en el piano que hemos
tenido a la vista, debemos de traer ante todo treinta por
lo menos, en que no se enseiia sino a leer y A rezar por un
m'todo rutinero, que 16jos de presagiar adelantamientos,
hacen que las nifias queden paralizadas en unos conoci-
mientos estancados, de los que con difilultad, pueden
aprovecharse en lo sucesivo. Algunas hay buenas;. pero
son muy pocas......
((Pero ni puede ser de otra manera, porque en general
las nmaestras son ignorantes, sin principios y sin educa-
cion, y que acaso se hallan en una absolute incapacidad
de razonar sobre estos asuntos. Parecer6 esta proposition
una paradoja; pero confesamos con rubor y con sentimien-
to, que hasta ahora no ha habido uno que vele sobre la
ensefianza de las nifias, que se han erigido en maestras
algunas pobres negras que no tienen otro modo de susten-
tarse con alguna decencia: algunas desdichadas viudas que
han quedado en la desolacion por muerte de sus maridos,
y en fin, todas las que sabiendo la doctrine y conociendo
las letras del abecedario, han querido vivir decentemente
y con honor, convirti6ndose en Minervas de la juventud.
Ni han tenid,, que sufrir un examen para ocupar un pues-
to de tanta influencia, ni se ha velado por la piblica auto-
ridad aoerca de su conduct moral, ni han sido jams
visitadas. Admiremonos, pues, de que en tal abandon
no hayan izquierdeado en medio de la corruption del siglo
estos semilleros de la primera ensefianza. >
Tal era la que existia en la Habana al cerrar el afio de
1816. La Seccion de Educacion procur6 llevar su influjo
A toda la isla, y por el 6rgano de su digno president, el
benemerito intendente D. Alejandro Ramirez, se alcanz6
que el capitan general D. Jos4 Cienfuegos dirigiese circu-
COLECCION P6STUMA. 75
lares 6 todas las autoridades de Cuba, para/que remitiesen:
notas circunstanciadas de las escuelas que habia en el te-
rritorio de sus mandos respectivos. Mal se cumplieron
las 6rdenes del primer jefe; y por eso fua, que la comision
encargada de recibir los datos recogidos, fri pudo presen-
tar su informed intes del 20 de Marzo de 1817, ni menos
ofrecer un trabajo complete; mas a pesar de sus imperfec-
ciones, sus resultados son dignos de mencionarse aqui:
2N4mero de escuelas de primers letras, y de discipulos de&
ambos sexos en el interior de la isla.
POBLACIONEN.
Escuelas
Regla..... .......... 5
San Antonio, el Pilar y
Caimito ............ 3
Santa Maria del Rosario. 4
Cano........ ......... 2
Giiines (una gratuita) ... 3
Madruga................ 3
Bataban6.. ........... 2
San Juan de Jaruco..... 5
La prensa......... ... 4
Matanzas y su jurisdic-
cion... .... ..... 9
Villaclara ............. 6
Santo Espiritu (uma gra-
tluita). ........ ..... 4
San Juan de los Remedios
yCupey ............. 5
Tapaste ............... 2
Melena del Sur. ....... 1
Trinidad.......... .... 4
Puerto-Principe ........ 23
Bayamo. ......... .... 1
Baracoa........ ....... 4
Varones
blanucs.
144
74
48
6
115
28
10
27
213
37
173
109
28
58
461
135
68
TOTALES .... 90 1,788
Hmbras Varones Hembras
blaucas. de color. de color. TOTAL.
.21 15 2 182
36 14 0 124
12! 10 2 72
10! 0! 0 16
27 0 2 144
12 12 6! 58
12 0 0 22.
23 0 2 79
9 2 1! 39
115 20 22 370
48 0 0 85
0 12 0 185
23 23 13 168
0 0 01 28
.... .... 37
84 9 15 166-
184 65 471 757
0 0 0 135
36 10 12 12&
652! 192 124 2,793
76 COLECCION P6STUMA.
En este estado no aparece Santiago de Cuba, capital
de la provincia oriental, pero dandole en razon de su
poblacion el mismo nlmero de escuelas y de discipulos
que 6 Puerto-Principe, 6 sean 23 de aquellas y 757 de es-
tos, tendr6mos para las primeras un total de 113, y para
los segundos de 3,550 de ambos sexos, asi blancos como
libres de color. Estas sumas reunidas A las de la Habana,
nos dan para today la isla en 1816, el gran total de 192 es-
cuelas, y de 6,957 discipulos.
Estas cifras son bastante lastimosas, atendida la po-
blacion de Cuba en aquel afio. Pero en situation tan
aflictiva nos consuela el recuerdo de que ni Antes ni en-
t6nces faltaron alli personas caritativas que costeasen es-
cuelas, 6 que se dedicasen gratuitamente A la education
de la infancia. No me es dado citar los noibres de tantos
bienhechores; mas entire los que componen ese largo cati-
logo, debo hacer expresa mencion de dos cubanos bene-
meritos. El presbitero Juan Conyedo, natural de San Juan
de los Remedios, se consagr6 en la segunda mitad del si-
glo XVII i la ensefianza de los niiios (1); y lo mismo hizo
en Bayamo, i fines del pasado siglo y en todo el primer
cuarto del present, D. Mariano Acosta, hijo de aquella
villa. La casa de ese sacerdote fue siempre una escuela
p6blica, gratuita para ricos y pobres, y yo nunca olvidare
que en ella fue donde aprendi la escritura y el latin.
Al levantar la pluma, no puedo menos de advertir la
rara coincidencia de que el segundo period que he reco-
T rido empezase con el general D. Luis de las Casas y con-
cluyese con la entrada del intendente D. Alejandro
Ramirez. Yo no vengo a juzgar aqui A los vivos; pero
contrayendome solo a los muertos, debo decir con impar-
cialidad que entire todos ellos, esos dos jefes son los que
han prestado a Cuba los mas grandes servicios. Cuando
Casas muri6 tribut6se en la Habana a su memorial el just
homenaje que merecia; mas no habiendo sido Ramirez tan
afortunado, permitaseme concluir este papel con una bre-
ve digresion, si es que tal puede llamarse, pues que recae
(1)- Alborada de Villaclara, ndmero 1, 18&i. Esta cita la he torado de un intere-
*sante opisaulo, intitulado: Apunteg para la historic de las letras de la isla de Cuba, por
.D. Antonio Bachiller y Morales.
COLECCION P6STUMA. 77
sobre un personaje que tanto influy6 en promoter la pii-
blica instruction cubana.
Naci6 ese ilustre espafiol en la villa de Alaejos, pro-
vincia de Avila, en Castilla la Vieja. el aiio 77 del siglo
pasado: a los 17 de su edad, despues de haber servido
desde los 15 en una oficina de rentas en Alcalg de Henares,.
pas6 A Am4rica A la ciudad de Guatemala .'Alli puede
decirse que se form al calor de la protection Faternal del
magistrado D. Jacobo de Villa-Urrutia: estudi6 literature,
economic political 4 idiomas extranjeros, fue periodista y
secretario del consulado: viaj6 por las Antillas y los Es-
tados-Unidos, y sigui6 desde ent6nces correspondencia
epistolar con personajes ilustres de Espafia y del extran-
jero: todo esto A los 22 afios de edad. A los 25 se le nom-
br6 secretario del gobierno y capitania general de Puerto-
Rico. En 1813 tom6 posesion de la intendencia de aquella
isla. En breve convirti6 el pais de inculto, atrasado y
miserable que era, en una colonial floreciente y civilizada.
El secret de su sistema consistia en soltar las trabas que,
por las antiguas leyes de Indias, obstruian la agricultnra.
y el comercio en la America espaiiola, y sembrar las semi-
Hlas de la instruction piblica, de la economic political y
de las ciencias naturales en los paises que gobern6. En
1816, A los 39 de su edad, fue elevado al puesto de supe-
rintendente gerieral de ejercito y real Hacienda de la isla
de Cuba. La Habana le debi6 el establecimiento de una
Seccion de Educacion en su Sociedad Econ6mica, que di6
vigoroso impulse al adelanto de la ensefianza primaria. El
realize el pensamiento de fundar el periodico, que bajo el
titulo de Memorias de la Real Sociedad Econ6mica de la Ha-
bana, comenz6 & publicarse desde Enero de 1817. Fun-
d6 ademis una citedra de economic political en el colegio
de San Carlos, otra de anatomia en el hospital de San
Ambrosio, otra de quimica, otra de botinica con su co-
rrespondiente jardin. y una escuela gratuita de dibujo. La
isla, en general, le debe la supresion del derecho de double
alcabala en la venta de tierras A censo reservativo; la san-
cion definitive de la propiedad de las tierras mercedadas
por titulo de prescription; la defense constant de nuestras
libertades mercantiles; la fundacion de nuevas poblaciones
y el fomento, en fin, de todos los ramos de prosperidad
78 COLECCION POSTUMA.
p~blica. Fu4 uno de los espafioles mas entendidos y hon-
rados de su tiempo. Muri6 en la Habana el 20 de Mayo
de 1821. Su memorial se conserve con amor y respeto en-
tre los cubanos, amantes ilustrados de su pais, que lo co-
locan al par del general D. Luis de las Casas, del obispo
Espada, de D. Francisco Arango, del presbitero D. Felix
Yarela y de D. Jos' de la Luz y Caballero, insignes bien-
hechores de aquella tierra.
ARTICULO IV. (I)
TERCER PERfODO DE LA INSTRUCTION PRIMARIA DESDE FINES DE
1816 HASTA 1843. .
Establecida la seccion de education 4 fines de 1816,
.abri6se una nueva er.a A la instruction primaria de Cuba,
y no tard6 much tiempo sin que se empezase a recoger
el fruto de los esfuerzos patri6ticos de aquella corpora-
cion. Di6se nueva march a las escuelas, exigi6se A los
maestros la capacidad y la buena conduct, aboli6se la
costumbre de que los nifios de ambos sexos estuviesen
reunidos en unas mismas salas, y que se hallasen mezcla-
-das las razas blanca y africana; prohibi6se el magisterio
a la gente libre de color, sin que por eso se extendiese la
prohibicion a la ensefianza de los individuos de su clase;
.ampliaronse los ramos de instruction, asi en las escuelas
de varones como en las de hembras, pudiendo asegurarse
que estas no presentabanya el deplorable estado de los tiem-
pos anteriores; mand6se, en fin, que cada escuela celebrase
;anualmente un examen pdblico, al que debia asistir una
comision compuesta de uno 6 mis miembros de la Sec-
.ion.
Como la ensefianza primaria estaba tan abatida, se
trat6 de levantarla prontamente, estimulando con premios
y honors A los maestros y a los discipulos. Abri6se,
(1) Publicado en La Amdrica de Madrid de 12 de Mayo de 1863.
COLECCION P6STUMA. 79
pues, un certamen general y solemne, en el que cada maes-
tro debia presentar dos de sus mas aventajados alum-
nos; y los dos que entire todos ellos se calificasen de so-
bresalientes fuesen condecorados, uno con una banda ro-
ja, y otro con una azul. A pesar de lo vistoso que son, yo
habia sustituido a esas bandas, 6 lo menos acompaiia-
do, como de mis solidez y trascendencia, un diploma 6
certificado de aplicacion y aprovechamiento. Si los dos
discipulos laureados pertenecian a una misma escuela, su
maestro seria premiado con quinientos pesos y una me-
dalla de oro que le pondria al cuello el Presidente del
examen; pero si los dos nifos eran de diferentes escuelas,
entonces, ademas de la medalla de oro, sa daria 300 pesos
a cada maestro, y por complement de honor, tanto estos
como aquellosserian convidados a la mesa del director de
la Sociedad pafridtica, en el primer dia festive siguiente al
examen, y le acompaiarian despues al paseo public (1).
No faltaron cubanos, que animados de ferviente celo,
favorecieson las miras de aquella corporation; y digno es
de mencionarse entire ellos D. Desiderio Herrera, quien
hizo en el Diario de la Habana del 23 Julio de 1818, la
oferta de ensefiar gratuitamente A cierto nmmero de nifos,
y de darles tambien el papel y lo demas necesario para su
instruction. Tan generosa conduct de parte de un hom-
bre pobre, y muy pobre, i pesar de que era en aquel tiem-
po uno de nuestros mas entendidos matemdticos, mereci6
que el Cuerpo patri6tico le sefialase una corta pension
para que ensefase veinte nifos.
Pero en medio de tantos esfuerzos, precise es recono-
cer que la ensefianza gratuita para los pobres habia ade-
lantado muy poco: y asi debi6 suceder, porque los escasos
fondos con que contaba la Sociedad Econ6mica (2) no le
permitian fundar nuevas escuelas. Empeor6se esta situa-
cion, cuando las angustias del real Erario emanadas de
los trastornos de la Peninsula y del despotismo que de
(1) Memorias de la real Sociedad Economica de la Habana, tomo 1 correspondien-
teal aflo 1817.
(2) Para evitar confusion, debo recorder aqul que la Seccion de education no te-
nia una existencia propia 6 independiente, sino que formaba parte de la Sociedad pa-
tri6tiea 6 eeon6mica, y que por lo mismo, dsta, y no aquella, era la que disponia de
todos los fondos que se le habian sefialado.
80 COLECCION P6STUMA.
nuevo habia caido sobre ella & fines de 1823, privaron al
Cuerpo patri6tico de mas de 32,000 pesos, 4 que ascendia
anualmente el 3 por 100 de todos los ramos municipales,
que A propuesta del buen intendente, D. Alejandro iami-
rez, se le concedieron por real 6rden de 22 de Agosto de
1816, y cuyos auxilios se le quitaron por otra de 8 de Fe-
brero de 1825.
Entan calamitosas circunstancias, aquella corpora-
cion ocurri6 al avuntamiento de la Habana, para que este
contribuyese con alguna parte de sus fondos al sosteni-
miento de las escuelas gratuitas, cuya existencia se ha-
llaba muy comprometida. No dej6 de poner el cuerpo
municipal algunos reparos a la peticion que se le hacia,
pues asi entonces como hoy, sus fondos nunca ban basta-
o para cubrir sus propias atenciones;*pero todas las
dificultades desaparecieron por las patrioticas razones
que le expuso uno de sus alcaldes; y entonces acord6 aquel
ayuntamiento, en 28 de Mayo de 1824, que por via de
emprestito se suministrasen A la Sociedad 100 pesos men-
suales para las escuelas de extramuros.
El nimero de las gratuitas que ella costeaba en toda
la Habana, eran cinco de varones y dos de hembras; las
primeras con 115 discipulos, y las segandas con 100 nifias;
siendo el gasto mensual de estas site escuelas 690 pesos,
mientras que todas las entradas que entonces tenia men-
sualmente la Sociedad Econ6mica, solamente llegaban &
496 pesos repartidos en el 6rden siguiente:
Por la aduana marftima de la Habana ...... 200 pesos.
Por auxilio del ayuntamiento en calilad de
prdstamo... ..--......... .. ...... .... 100 ,,
Por donativo del obispo Espada............ 30 ,,
Por la pension que pagaba el diario de la
Habana (1)................. .... .. 166 ,
496 pesos mensuales.
(1) Esta pension provenia de que ese diaro. llamado en su origen Papel peridico..
pertenecia A la Sociedad Econdmica. y era redactado por una comision de su seno
Andando el tiempo ella se separ6 de su redaccion, y reservandose solamente la pro-
piedad, el empresario que se encarg6 del diario, se constituy6 A pagarle anualmenta
2,000 pesos en compensacion de las Utilidades que deiaba de percibir.
COLECCION POSTUMA.
Es, pues, evident, que reduci4ndose las entradas
anuales de la Sociedad 6 5,952 pesos, y no bajando de
7,000 los gastos que sobre ella gravitaban, era impossible
que pudiese, no ya fundar nuevas escuelas, pero ni siquie-
ra sostener las establecidas. Asi fu6 que muchedumbre de
pueblos de Cuba carecian de ellas, y qtr-een 1826 apenas
se contaban en toda la Isla 140, de cuyo nImero solo ha-
bia 16 gratuitas para los pobres (1).
Del mal nace a veces algun bien. Derrocado el siste-
ma constitutional por el decreto de 4 de Mayo de 1814, el
partido absolutista, tan poderoso ent6nces en la Peninsula,
trat6 de sofocar las ideas liberals en toda la monarquia,
y buscando su apoyo en los institutes monacales, que ha-
bian sido una de las firmes columns del despotismo, qui-
so confiarles lapiblica ensefianza. De aqui nacieron los
decretos de 19 de Noviembre de 1815 y 8 de Julio de1816,
por los cuales se mand6 fundar escuelas primaries en los
monasteries de ambos sexos. El restablecimiento de la
constitution de Cadiz en 1820 frustr6 las perversas inten-
ciones del partido absolutista; pero triunfando 6ste de nue-
vo desde fines de 1823, no pas6 much tiempo sin que se
abriesen las escuelas mandadas establecer en los conven-
tos, y las que duraron en la Habana algunos afios. GMas
afirmare yo, por lo que acabo de decir, que ellas fueron
perniciosas en Cuba? De ninguna manera: las intenciones
del despotismo no eran buenas por cierto; pero los apoyos
que 41 buscaba no qorrespondieron a sus fines, porque las
6rdenes religiosas qne ent6nces existian en Cuba, ni ya
eran lo que habian sido, ni tenian la influencia que las de
Espafia, ni se oponian al progress de las luces, ni a las
ideas liberals que desde principios del present siglo in-
vadieron aquella isla. En tal estado, y atendida la pobreza
en que se hallaba la section de education, el estableci-
miento de esas escuelas gratuitas, 16jos de ser un mal,
fueron un beneficio para muchos nifios pobres de Cuba.
De un estado que se form en Enero de 1830 aparece que
entonces habia en los conventos de ambos sexos de la
Habana el numero de escuelas y discipulos siguientes:
(1) Exposicion de las tareas de la Real Sociedad Patri6tica de la Habana en 1825 y
1826, per el distinguido secretario de aquella 6poca, D. Joaquin Santos Suarez.
82 COLECCION P6STUMA.
hcueulas. Discipulos. Escuelas. Discipulas.
Convento de Belen ........ 1 142 '
Santo Domingo........... 1 75 .
San Francisco .............. 1 20
La Merced ................ 1 33 A
-Monasterio de Santa Teresa. 1 20
Santa Clara ................ 1 33
Santa Catalina ............. 1. (1)
Santa Ursula (2).......... 2 111
Suma ........ 4 270 5 164
El estado anterior manifiesta que los frailes tenian
muy poco empeno en la ensefanza primaria, y que auin la
escuela del convento de Belen habia decailo de su primi-
tiva grandeza.
Por fortune, la situation pecuniaria de la Sociedad Pa-
tri6tica, habia ya mejorado algun tanto, pues a fuerza de
instancias pudo recabar que de los fondos pliblicos se le
asignasen 8,000 pesos anuales. Reanimado el entusiasmo
de la Seccion de Educacion, ella trat6 de extender su be-
n6fico influjo mas alli del recinto de la Habana. Crearon-
se ent6nces, con aprobacion del Gobierno, Juntas rurales,
compuestas de los vecinos mis pudientes, de los pArrocos
y jueces pedaneos de los partidos respectivos, para que
fundasen escuelas gratuitas, ora por suscriciones volunta-
rias, ora por otros medios que fuesen los menos gravosos:
pero esas Juntas, encontrando en su marcha obsticulos
que no les era dado veneer, desaparecieron, dejando tan
solo en pos de si un d6bil rastro de su existencia.
Por este mismo tiempo hubo algunas ciudades de la
isla en que la abandonada ensefianza recibi6 un impulso
saludable. Cuentase Matanzas en este nimero, y como de
ella conserve gratos recuerdos, insertare aqui una nota
que escribi en Setiembre de 1827, cuando pise sus playas
por primera vez.
(1) Se ignora el nimero de nifias que se ensefiaba en este monasterio.
(2) He dicho en el articulo anterior que este convento se estableci6 en 1803 con re-
ligiosas ursulinas procedentes de Nueva-Orleans; y ahora convene advertir, que en
1819 se fund6 otro en Puerto Principe con monjas de la misma procedencia, que tam-
bien se dedicaron i la ensefianza de las nifias, conforme a su mstituto.
COLECCION POSTUMA. 83
((En punto A instruction primaria, Matanzas partici-
p6 de la suerte comun d toda la Isla. Para fundar una es-
cuela en 1808 fue precise que D. Juan Jos6 Aranguiren
promoviese una suscricion entire various vecinos de la ciu-
dad. Hoy, que estamos en Setiembre de 1827, existen dos:
una de empresa particular, en que los discipulos pagan
su ensefianza; y obra costeada por el Ayuntamiento. El
sueldo del maestro es de 2,600 pesos anuales; pero tiene
que pagar de su cuenta los ayudantes, que son dos en la
actualidad; uno con 51 pesos mensuales, y otro con 34. El
Ayuntamiento paga ademis 68 pesos al mes por el alqui-
ler de la casa del establecimiento, en la que vive el maes-
tro con su familiar )
((Los ramos que se enseiian son: lectura, escritura,
aritmetica, geografia, gramitica castellana, y recientemen-
to se acaba de nombrar un professor con 1,200 pesos anua-
les, pagados tambien por el ayuntamiento, para que
ensefie latin, francs 4 ingles. Esa corporation ha compra-
do para el uso de la escuela: un planetario, un par de
globos, celeste y terrestre, de dos pies de diametro, ocho
mapas de todas las parties del mundo, cuatro de vara y
media de largo cada uno, y cuatro de una vara.)
((En la escuela se debe ensefiar gratuitamente A 100
discipulos pobres: los que no lo son, pagan al maestro
cierta cantidad mensual, que nunca pasa de cuatro pesos.
El nAmero de discipulos inscritos es de 150; pero ya
por enfermedades, ya por otros motives, solo asisten A la
escuela 120 poco mas 6 m6nos. Estas entradas, aunqne
eventuales, unidas d los 1,580 pesos de sueldo neto que
hoy tiene el maestro, y A la habitacion gratuita que se le
da, forman una dotacion cual no goza en la isla ningun
otro de su clase.)
(Erigi6se Matanzas en gobierno separado del de la
Habana en 1816. Di6sele de jurisdiction un ridio de seis
leguas con tres parroquias auxiliares, y en cada una de
las dos, que se llaman Seiba Mocha y Santa Ana, se ha
establecido una escuela dotada en 600 pesos de los fondos
del ayuntamiento de Matanzas.)
Esto escribi, como ya he dicho, en Setiembre de 1827.
De aquella ciudad salil en 1828, y cuando volvi A visitarla
en Enero de 1861 tuve el gusto de darme con un colegio
84 COLECCION P6STUMA.
de empresa particular, que sin ceder la palma a ninguno
de la isla, honra la ciudad que lo posee, y al digno matan-
cero que lo dirige.
Volviendo A entrar en el tercer period, del que por
un moment he salido, y contemplando lo que en Cuba
pasaba de 1827 a 1830, debo hacer varias observaciones.
1" La instruction primaria ya habia adquirido en al-
gunos establecimientos de la Habana los dos grades en
que generalmente se la divide, a saber: elementary superior;
pues ademAs de los ramos pertenecientes & la primer, se
ensefaban otros de que hare mencion en el pr6ximo arti-
culo.
2" Estos establecimientos eran todos de empresa par-
ticular, en cuyo nimero se contaban tambien algunos par&
el bello sexo. *
3" Las escuelas gratuitas para los pobres, aunque en-
cerradas dentro de los limits de puramente elementales,
habian mejorado much, asi en el personal de los maestros.
como en el esmero de la ensefianza.
4" y iltima. A pesar de todas las ventajas que se ha-
bian alcanzado, ain se quedaban en la mas complete igno-
rancia millares de niiios pobres. Y si esto acontecia en la
Harbana que es la capital, cuAl no seria la suerte de los
demAs pueblos de Cuba, donde no habia recursos ni esti-
mulos, ni empeio en fomentar la public instruction?
En 1830 escribi, y fu6 premiada por la Sociedad Patri6-
tica de la Habana, una Memoria sobre las causes de la va-
gancia en la Isla de Cuba, y los medios de atacarla en su ori-
gen. Enlazado intimamente este asunto con la instruction
del pueblo, juzgo convenient repetir hoy lo que ent6nces
considered necesario.
(No me detendre, dije yo, A probar que la instruction
pdblica es la base mrs firme sobre que descansa la felici-
dad de los pueblos. El cuerpo ilustre A quien present
esta Memoria conoce muy bien esta verdad, y los esfuer-
zos que hace por difundir y mejorar la education en nues-
tro suelo, serAn en todos tiempos los titulos mis nobles
de su gloria. Pero si dignos son de aplauso estos esfuer-
zos, todavia no han producido un resultado satisfactorio,
porque sin recursos la Sociedad Patri6tica para extender
su action m6s alli del corto recinto de la Habana,, yace-
COLECCION P6STUWA.
tan abandonada la education en casi todos los pueblos y
campos de Cuba, que gran parte de sus habitantes igno-
ran hasta el alfabeto. Y viviendo en tan misero estado,
Icausar6 admiracion que muchos pasen sus dias en medio
de la ociosidad? Yo he visto mas de una vez a varias per-
sonas, que por no saber firmar, hair perdido las ocupacio-
nes lucrativas qne se les habian presentado. Si la gran
masa de nuestra poblacion supiera por lo m6nos leer, es-
cribir y contar, icuintos de los que hoy arrastran una vi-
da vagabunda no estarian colocados en los pueblos 6 en
las fincas rurales! Porque es incuestionable, que ensan-
chando la ilustracion la esfera del hombre, multiplica sus
recursos contra las adversidades de la fortune.
<(Establezcamos, pues, para los pobres que no pueden
costear su edlcacion, el competent numero de escuelas
en todos los pueblos y campos; y aunque hay parajes don-
de los nifios no pueden asistir diariamente A ellas, por ha-
llarse muy dispersas las families, y ser muy penoso el
trdnsito de los caminos en la estacion de las lluvias, bien
podria establecerse en tales casos el sistema de escuelas
dominicales, llamadas asi, porque el domingo es el inico
dia de la semana destinado la ensefianza de los nifios
que no participan de otra instruction. En varias parties
de Europa y en los Estados-Unidos del Norte America
existen estas escuelas, y los millares de nifos pobres que
aprenden en ellas los rudimentos de una buena instruc-
clon, demuestran de un modo incontestable las grades
ventajas que ofrecen a la sociedad. 4Y dejaran tambien de
ofrecerlas a nuestra patria, si nos empeiiamos en estable-
cerlas? No se me oculta, que siendo entire nosotros los do-
mingos dias de esparcimiento, se tropezarA en los pueblos
con algunos inconvenientes; pero ademas de que son en
mi concept faciles de veneer, y de que los esfuerzos que
hagamos siempre producing algun bien, mi principal in-
-tento es recomendar la fundacion de estas escuelas en
aquellos puntos donde siendo diversas las costumbres, 6
no oponiendo a lo menos los mismos obsticulos que en
los pueblos, la dispersion de los habitantes rurales nos
pone en la alternative, 6 de adoptar este sistema, 6 de de-
jarlos sepultados en la mis profunda ignorancia.
<(Cuando los padres de familiar vayan a la parroquia
86 COLECCION P6STUMA.
6 cumplir con los deberes de la religion, podran Ilevar a
sus hijos, y reunidos estos en la iglesia, en la casa del cu-
ra 6 en la de algun vecino, ejercerAn las funciones de
maestro, ya el mismo pArroco, ya alguno de los concurren-
tes, pues no hemos de ser tan desgraciados que falten
personas caritativas capaces de desempefiar tan benefico
ministerio. Si no hubiere parroquia, 6 si habigndola, no
pudieran los niiios asistir a ella, la escuela se podra dar
los domingos y dias festivos en el punto que los vecinos
juzguen mas convenient. No siempre podran los padres
llevar todos sus hijos a la escuela; pero en tales casos ele-
girin uno 6 mas entire ellos, para que asistiendo A las lec-
clones, puedau ser con el tiempo los institutores de sus
hermanos, y quizAi tambien de sus padres. iCuintos de es-
tos que hoy no entienden ni el alfabeto, eseucharian gus-
tosos del labio de sus hijos los rudimentos de una instruc-
cion que ya se sonrojan de recibir de boca de un estrafio!
Y al decir que si los padres no pueden llevar todos sus
hijos A la escuela, elegirAn uno 6 mis de entire ellos, debe
entenderse, que no solo hablo de los varones, sino tam-
bien de las hembras. Dia vendrA en que estas lleguen A
ser madres de familiar; y ent6nces, cuando las ocupaciones
que gravitan sobre el sexo masculine no dejen al padre
tiempo suficiente para cuidar de la ensefianza de sus hijos,
la madre, dedicada a las tareas dom6sticas, podrl- velar
en la education de ellos, dAndoles dentro de casa los rudi-
mentos que no podrian alcanzar sin el auxilio de las es-
cuelas. Al esmero de la ensefianza dom6stica debe atri-
buirse el fen6meno moral que se observa en Islandia, pues
no habiendo en aquella isla sino una sola escuela, esclu-
sivamente destinada i la instruction de los que hayan de
ocupar puestos civiles 6 eclesiasticos, es muy raro encon-
trar alguna persona que a los nueve 6 diez afios de edad
no sepa leer y escribir.
(Si contra toda esperanza, no hubiere alguno que
gratuitamente quiera ensefiar en nuestros campos, me pa-
rece -itil asignar una corta pension, por ser poco el traba-
jo, al que haga las veces de maestro, cuyo nombramiento
podra recaer en alguno de los vecinos del partido 6 dis-
trito donde se establezca la escuela; pues siendo esta
respect de 61 una ocupacion accesoria. que ha de desem-
COLECCION P6STUMA. 87
pefiar en los dias vacantes, sus servicios probablemente
seran mis baratos que los de otro nombrado en distintas
circunstancias. Sin embargo, como en esta material no
hay regla fija, siempre debera procederse consultando la.
mayor utilidad.
((Pero estos deseos no son suficientes para dar im-
pulso a la education pdblica: es menester adoptar algunas
medidas, y las siguientes me parece que contribuirAn a
tan laudable objeto.
1" ((Incilquese la necesidad de promover la instruc-
cion primaria en toda la isla, recomendindola por medio
de la imprenta, y publicando el nimero de escuelas, el de
los alumnos que asisten i ellas, y la relacion en que estos
se hallan con los habitantes de cada pueblo 6 distrito.
Una demonstration de esta especie producird mas ventajas
que todas las arenas y declamaciones, pues nos ensefia-
ra a conocer nuestras necesidades intelectuales, y nos es-
timulara a satisfacerlas.
2" <(Tambien convendra que los pirrocos y demis
ministros del Evangelio, recomienden desde la cdtedra de
la verdad la importancia de la education. Esta media
es necesaria, no solo en los campos, sino tambien en mu-
chos pueblos, porque no habiendo imprenta en ellos, la
iglesia es el lugar mis a prop6sito para inspirar unas
ideas, que asi por su benefica tendencia, como por
el paraje done se enuncian, seran acogidas y respe-
tadas.
3" (Seria de desear que todas las sociedades y di-
putaciones patri6ticas de la Isla nombrasen, si es que
algunas no lo han hecho todavia, una seccion, a semejanza
de la de la Habana, especialmente encargada del ramo
de la education primaria; y que en los pueblos donde
no existen aquellas corporaciones, se forme una junta
compuesta de dos 6 tres individuos nombrados por las
sociedades respectivas, las cuales deben estar plenamente
autorizadas para exigir de la junta, una 6 dos veces al
aiio, un informed sobre el estado de la education, y remo-
ver a las personas que no hayan correspondido A tan hon-
rosa confianza.
4" ((Debe tambien excitarse el celo de los ayunta-
mientos, para que poni6ndose de acuerdo con las Sociedades
COLECCION P6STUMA.
econ6micas, apoyen las ideas de estas con sus luces, con
sus fondos y con su autoridad.
5" ((Como la ensefianza no puede generalizarse sin
recursos para costear las escuelas, es precise que las So-
ciedades economics empleen en ellas casi todos sus fon-
dos, ain con preferencia i los ramos cientificos, pues por
importantes que sean, no son tan necesarios ni trascen-
dentales como la ensefianza primaria. La accion de esta
se extiende A todo el pueblo; y nunca las Sociedades pa-
tri6ticas llenarin tan bien este nombre, como cuando sus
principles esfuerzos se dirijan i sacar de la barbarie & la
masa de la poblacion.
((Pero no siendo los fondos de estas corporaciones
suficientes para establecer el sistema de instruction pri-
maria en toda la isla, es forzoso acudir ;. algunos arbi-
trios, los cuales me atrevo A indicar, aunque con suma
desconfianza.
1 ((Pareceme que si se examinaran detenidamente
todos los ramos de nuestra administration piiblica, se en-
contrarian algunos que pudieran aplicarse 4 las escuelas
con mis provecho que A los objetos a que hoy estin desti-
nados; y caso que esto no pueda ser, se podran introducir
algunas economies, que disminuyendo los gastos, dejen
libre algun sobrante para dedicarlo 4 las escuelas.
2 ((Suelen los testadores dejar alguna parte de sus
bienes para que se destinen A obras pias, reservando a
sus herederos 6 albaceas la facultad de asignar objetos
particulares. En tales casos convendria, que valiendonos
de la imprenta y de cuantos medios sugiera la prudencia,
se inclinase el animo de los herederos 6 albaceas A favo-
recer las escuelas primaries: bien que es de esperar, que
muchos de ellos no necesitarAn de insinuaciones para
hacer una obra tan recomendable.
3 (Como hay casos en que nuestros reverendos
obispos diocesanos pueden disponer libremente de algu-
nos fondos destinados A objetos piadosos, debemos pro-
meternos de su celo pastoral, que penetrados de la im-
portancia de las escuelas primaries, las protegeran y
fomentaran, pues & los ojos de la religion no aparece
ningun objeto mis santo ni mas pio.
4 (Cualquiera que haya observado la march del
COLECCION P6STUMA. 89
pueblo cubano, habrA conocido que la generosidad de sus
habitantes raras veces se ha empleado en proteger los
establecimientos literarios, y much menos la education
primaria. Existen en toda la Isla varias instituciones
civiles y eclesidsticas ricamente dotadas; pero si busca-
mos los fondos consagrados al sostenimiento de las
escuelas, casi no encontramos otros que los de la estable-
cida en el convento de Nuestra Sefiora de Belen (1), y los
muy escasos de que dispone la Sociedad patri6tica de la
Habana. Es, pues, necesario hacer un llamamiento pribli-
co a favor de la instruction primaria, y escitando la
generosidad y beneficencia del pueblo cubano, inducirle
a que emplee estas virtues en una obra tan eminente-
mente patri6tica.)
Estos y oteos medios propuse yo en 1830 para fo-
mentar en Cuba las escuelas gratuitas en favor de los
nifios pobres; pero habiendo sido est6riles mis deseos y
los de otros buenos patricios, todos deplorAbamos en
silencio la gravedad de tanto mal y la impotencia de
nuestros esfuerzos para remediarlo.
ARTICULO V. (2)
CONTINUACION DEL TERCER PERIOD DE LA INSTRUCTION PRI-
MARIA. DESDE FINES DE 1816 HASTA 1843.
Indiqu6 en, el articulo prececedente, que tntes de
1830 ya algunos establecimientos de la Habana habian
salido de los limits de la instruction primaria, puramen-
te elemental, y entrado en la esfera de la superior. Par6ce-
me muy oportuno marcar aqui la diferencia que hay entire
estas dos species de instruction primaria. La elemental,
llamada tambien popular, porque es necesaria A todos los
hombres, por infima que sea su condition; comprende la
instruction moral y religiosa, la lectura, la escritura, las
primeras reglas del clculo, y los elements de la lengua
(1) N6tese bien, que solo me refiero A la instruction primaria, pues los cuantiosos
bienes que dej6 en Bayamo D. Francisco Paradas no fueron para emplearlos en ella.
sino en la ensefianza del latin y de las ciencias eclesidsticas.
(2) Publicado en La America de Madrid de 12 de Junio de 1863.
native. Esto es lo m6nos que se debe ensefiar en las es-
cuelas primaries elementales; pero en Francia se agrega el
sistema legal de pesos y medidas.
Ademis de esta instruction, hay otra algo mas eleva-
da, que sin entrar en la esfera de los studios secundarios,
debe darse a muchos que necesitan de mas cultural que
los nifios miserables. Esa instruction primaria, que se
llama superior, no es exactamente igual en todas las na-
ciones, pues en alguna abraza mas ramos que en otras.
Francia, tomando las ideas de Alemania, y sobre todo de
Prusia, pais modelo en punto a ensenanza, di6 un gran
paso promulgando la ley de 28 de Junio de 1833; y los
ramos que ent6nces introdujo en la instruction primaria
superior, que por primera vez adopt, fueron ampliados
por la ley de 27 de Marzo de 1850. SegurFella, la instruc-
cion primaria superior que reciben los franceses, abraza
los ramos siguientes:
Aritmetica aplicada a las operaciones practices.
Elements de historic y de geograffa.
Nociones de las ciencias fisicas y de la historic na-
tural aplicadas a los usos de la vida.
Conocimientos elementales sobre la agriculture, la
industrial y la higiene.
La agrimensura (arpentaje), la nivelacion y el dibujo
lineal.
El canto y la gimnmstica.
Espaiia, siguiendo de cerca los pasos de Francia, ha
adoptado tambien en la instruction primaria la diferencia
entire elemental y superior; y esta comprende en Cuba, se-
gun el plan de instruction publica que para ella y Puerto-
Rico se hizo en 1846, los ramos que expresa el articulo
5., capitulo .1., titulo 1., A saber:
1. Mayores conocimientos de aritmetica.
2. Principios de geometria y sus aplicaciones mis
usuales.
3. Dibujo lineal.
4. Nociones generals de fisica, quimica 4 historic
natural, aplicadas a las necesidades mas usuales de la vida.
5. Nociones de geografia ehistoria sagrada y profa-
na, especialmente la de Espafia y de ]a Isla.
.Si cotejamos la instruction primaria superior de Es-
COLECCION POSTUMA.B
90
COLECCION POSTUMA. 91
pafa, Francia y otros paises con los establecimientos de
primera ensenanza que existian en la Habana de 1830
a 1832, se conocerA que, no solo se ensefiaban en ellos al-
gunos ramos pertenecientes a la instruction primaria su-
perior, sino que a veces se entr6 en la region de los estu-
dios clisicos 6 secundarios. Para patentizar esta verdad, es
importanteofrecer aqui el cuadro de los ramos que ventajo-
samente se ensefiaban en aquellos afios en los tres institu-
tos m~s notables que para varones contenia aquella capital..
Doctrina cristiana, lecture y escritura.
GramAtica castellana, geografia y aritm6tica.
Matemiticas puras y mixtas.
Latin, frances e ingles.
Dibujo y musica.
En uno de etos tres colegios, que era el mejor, por-
que habia torado su direction mi tierno amigo y condis-
cipulo, el sabio, virtuoso y eminente patricio D. Jose de
la Luz y Caballero, se ensefiaba, ademas de los ramos
anteriores, la gramrtica general y la ret6rica.
En los otros establecimientos de varones, la instruc-
cion no abrazaba tantos ramos como en los tres mencio-
nados; pero en muchos de ellos se ensefiaba tambien el
latin, la mdsica y el dibujo.
En las escuelas y academias para niiias, habia dos
tipos: uno que representaba el minimun, y otro el m6xi-
mun. En el primero, la instruction abrazaba la doctrine
cristiana, la lectura, escritura, aritmetica, gramitica cas-
tellana, costura y bordados.
En los institutes mas adelantados, ademas de los ra-
mos anteriores, a exception de la costura y bordados que
en algunos se omitia, la instruction alcanzaba al idioma
francs, dibujo, geografia, y A veces & la misica y al baile.
Aparece, pues, que los establecimientos de varones a
que me refiero, eran una mezcla de ensefianza primaria
elemental, de algunos ramos de la primaria superior, y
de otros pertenecientes a la instruction secundaria. Esto
acontecia tambien, aunque en escala mas reducida, en
dos 6 tres ciudades de'Cuba; y debemos recorder, que
cuando habl4 de Matnzas en el articulo anterior, dije
que en la escuela costeada por el Ayuntamiento de aquella
ciudad se ensefiaba el latin y otras lenguas,.
92 COLECCION P6STUMA.
Para suplir el gran vacio de la instruction piiblics
cubana en los tiempos anteriores, la Seocion de Educa-
cion trat6 de establecer en la Habana desde 1816 un
colegio en que se ampliasen los ramos que ent6nces se
ensefiaban en algunas escuelas. ((Es visible, decian los
promovedores de aquel proyecto, es visible la necesidad
de un establecimiento de esta clase, que no se suple con
el Seminario, destinado 6 mayores objetos, cuyo edificio
no tiene aun para estos la convenient aptitud, ni con
nuestra Universidad, cuyo institute tambien es diferente,
como el de los demis de su nombre.)
(Por falta de un colegio, los padres y madres que
desean el bien mis s6lido de sus hijos, se ven precisados
A desprenderse de ellos en sus tiernos anos enviandolos 6
paises extrailos 6 remotos... ))
(NNo pudiera y debiera en la Habana promoverse y
-fundarse una casa de education, con todas la.s ventajas
de las que se van 6 buscar a distancias ultramari-
nas?...') (1).
Pero los nobles deseos de aquella corporation no
pudieron realizarse, pues se presentaron dificultades que
no le fue dado veneer.
Los establecimientos que ya existian en la Habana
desde 1830, disminuyeron la necesidad de que los cubanos
saliesen 6 buscar la instruction primaria en paises ex-
tranjeros. Vi6se desde la segunda mitad del pasado siglo,
que por el gran abandon en que las letras yacian en Cu-
ba, algunos padres de familiar enviaban sus hijos a Europa,
y principalmente al colegio de Soreze, en el Mediodia de
la Francia, que bajo la direction de los religiosos bene-
dictinos gozaba ent6nces de gran fama (2).
El r6pido engrandecimiento del Norte-America, des-
de los filtimos afos del pasado siglo, torci6 h6cia 1l la
(1) Informe de la Seccion de Educacion da la Real Sociedad Patri6tica de la Ha-
'bana, sobre sus tareas, leido en las juntas generals del mes de Diciembre de 1816.
(2) Soreze es una pequefia ciudad de m6nos de 3,000 habitantes, situada en el
departamento de Tarn, al pi septentrional de la Montafia Negra. Fund6se en 787 la
Abadia de Soreze, bajo el nombre de Abadia de la Paz, por Pepin el Breve, que la di6
A los monies de la 6rden de San Benito. Sin poder fijar precisamente la 6poca, ellos
abrieron cases gratitas en favor de los nios de la cidad: y despes de de la reform de
la 6rden de San Mauro, abrazaron con mis empelo las piadosas funciones de la ense-
flanza. A fines del siglo XVII fundaron un gran establecimiento literario que acab6
de consolidarse de 1757 A 1790. Mantdvose abierto durante los furores de la revolution,
Sen los primeros 20 aios de este siglo Uleg6 A su mayor grado de esplendor. Contaba
COLECCION P6STtTMA.
corriente de educandos cubanos, que aumentada en casi
todo el primer tercio del present, di6 vida y pr6spera
existencia A various colegios fundados en Nueva-York y
otras parties de aquella reptiblica. Esa emigracion forzo-
sa, pues que en Cuba no habia medios de buena instruc-
cion para sus hijos, arranc6 al desp6tico gobierno que en
aquellos tiempos regia la nacion, una de las disposiciones
mas injustas y tirinicas, porque sin proporcionar recursos
ni cuidar de que se fundasen ni aun escuelas primaries
elementales, prohibit que cubano alguno saliese de su
tierra para educarse en pais extranjero. Nunca es permi-
tido a ningun gobierno privar a los padres de familiar del
natural derecho que tienen de enviar sus hijos al punto
donde crean que recibirin la instruction mas provechosa;
pero decretar s(nnejante prohibicion en las deplorables
circunstancias en que Cuba se hallaba, no s61o fue una
violacion de los sagrados derechos de la paternidad, sino
un acto de la mas violent tirania. Por fortune, las auto-
ridades de la Isla penetradas, ya de la injusticia de tan
rigorosa media, ya de la inmensa dificultad de ejecutarla,
cerraron casi siempre los ojos y no pusieron obstaculo A
la salida de los educandos.
El floreciente estado que algunos institutes de la Ha-
bana ofrecian en 1832, no debe deslumbrarnos con su
brillante perspective, pues la instruction pidblica era tan
escasa, aun en esa misma capital, que en toda ella y sus
barrios extramuros, no habia ent6nces sino 70 casas de
ensefianza de ambos sexos con 4,577 nifos, de los cuales
solo 1,408 recibian instruction gratuita. El dignisimo Se-
cretario de la Seccion de Educacion, mi excelente y nunca
bien llorado amigo, el insigne patricio D. Domingo Del-
monte, nos ha dejado una exacta, pero triste pintura, de
entOnces mAs de 500 alumnos y mis de 50 profesores, nmmero que me parece, 6 muy
exagerado. 6 muy superfuo para el de los discipulos que habia: pero ya much antes
su reputation se habia extendido dentro y fuera de Europa, pues Polonia, Italia, Ho-
landa, Suiza, Espafia y aun algunas de sus colonies, enviaban sus hijos A educarse en
aquel celebre colegio. Vinieron despues sus desgracias, siendo precise cerrarlo por
falta de fondos. Abri6se de nuevo bajo los auspicios de un presbitero cat61ico. En 1854
solo tenia 70 disclpulos; y ent6nces fue cuando se hizo cargo de su direction la tercera
6rden de ensefiantes de Santo Domingo, nueva rama de la de los religiosos predicado-
res, que tuvo en Francia por vicario general al reverendo Padre Lacordaire, y que mu-
ri6 en Soreze el 21 de Noviembre de 1861. Ese colegio contaba 170 alumnos en 1857, y
aunque existed todavia, nunca ha subido A la altura de done cay6, pues el gran vuelo
que la instruction pviblica ha tomado en varies ciudades de Francia, le hace una con-
currencia formidable.
COLECCION P6STUMA.
la misera condition a que cabalmente se hallaba reducida
en aquel aiio la instruction primaria de Cuba.
(Por lo que se ha dicho (tales son sus palabras) res-
pecto a la Academia de dibujo y demis particulars que
abraza esta Memoria, habrd conocido el Real cuerpo pa-
tri6tico la necesidad que tiene su section de education de
medios para llenar dignamente sus provechosos 4 impor-
tantes objetos. Cierto es que con el influjo de su celo ha
conseguido much mis de lo que debia esperarse; pero
llegan ocasiones en que se han menester recursos muy
superiores d los que pueden proporcionar por si, en par-
ticular, los individuos de una junta. No se crea que todo
se ha hecho ya en los campos, ni aun en la capital. En
.esta, miles de nifios se quedan todavia sin saber leer, y
en los barrios, que por su pobreza masjo necesitan: San
Lazaro, la Punta, el Manglar, no tienen todavia escuelas,
y si las hay, son insignificantes por la miseria con que
estin constituidas. Esceptuando los partidos que arriba
se mencionaron, y algunas poblaciones de las mas princi-
pales, todo el resto de la Isla yace sumergido, respect &
instruction primaria en la mas profunda y en la mas la-
mentable oscuridad. Y ano ser6 una inconsecuencia exijir
despues 6 la generation creciente de esos barrios y parti-
dos, A quienes no se han presentado desde que sali6 al
mundo mas que ejemplos de ignorancia, de mendiguez y
de inmoralidad.... no serA una inconsecuencia cruel, exi-
jir de ella buena conduct, honradez y hasta virtudes? La
sociedad, en que por su mal nacieron, 6no los arrastra co-
mo un espiritu infernal, de la ignorancia i la miseria y los
vicios, de los vicios 6 los delitos, y de los delitos al cadal-
so? 6Quidn no calcular6 con terrible exactitud la suerte
que ha de caber & un muchacho vagamundo y mal criado,
casi con la misma precision con que se adivina el fin de
un toro montaraz, educado desde que nace para morir en
el humilladero? (De la ignorancia, ha dicho elocuente-
mente la esposa de nuestro rey, han nacido los vicios ca-
pitales que destruyen los imperios y anonadan las insti-
tuciones mis justas... i la misma se deben las divisions,
los partidos, las feas denominaciones, la garrulidad con
que se afectan como virtudes los vicios mas abominables.
(A la ignorancia y A la pobreza pfiblica, afiade la sec-
COLECCION POSTUMA. 95
cion, abundando en los mismos principios de nuestra au-
gusta soberana, se deben tambien los robos atroces, los
asesinatos y salteamientos que con horror hemos visto
repetidos en nuestra ciudad y nuestros campos. En vano se
publican leyes coercitivas y c6digos criminals, formados
solo para la clase ignorance y miserable; ni el sistema de po-
licia mas sagaz y previsor, ni la jurisprudencia mas several,
podran nunca atajar las consecuencias del descuido total de
la primera enseiianza en la generalidad del pueblo (1).))
Si negro es el cuadro que nos traz6 la valiente pluma
de Delmonte, todavia es mas espantosa la revelation que
nos hizo el primer censo general de la instruction prima-
ria de Cuba, formado en 1836. Public6se al afio siguiente
en las Memorias de la Sociedad Patri6tica, y el mismo
Delmonte, que aue el principal encargado para entender
en ese trabajo, 0o acompaii6, al presentarlo a aquella cor-
poracion, de un interesante informed, que si el terror que
ent6nces infundia el jefe que mandaba en Cuba, impidi6
su publication, esta por fin se hizo al cabo de 22 afios (2).
Estado general de instruction ptiblica primaria de la Isla de
Cuba en 1836, conform d los datos reunidos por la seccion
de education de la Real Sociedad Patri6tica de la Habana.
NIROS QUE ASISTEN A LAS ESCUELAS.
ESCUELAS.
Blancos.
73 50
29 11
27 18
129 79
COSTEADOS POR SI.
De color. Blancos. De color.
6 1 2088'100 228 6
. a 607 246 a
S 7 560 306 143 136
6! 8 3255 15571 371 142
POR CARIDAD DE OS
MAESTROS.
Blancos. De color.
464 3281 71 28
148 35 a a
60 a n
672 363 71 28
POR SOCIEDADES POR IMPOSICIOIES,
PATRIOTICAS. SUSCRICIONES ETC.
Do Do
Blancos. color Blancos. color
|Ca .0 00 e .0 0.0
325 200 1185 265 8
15 a 206
S367 321010
340 200 a 758 297 18.10
(1) Exposicion de las tareas en que se ha ocupado la Seccion de Educacion de la
Real Sociedad Patri6tica de amigos del pais, en el bienio de 1831 y 32, leida por su
secretario D. Domingo Delmonte, en Junta general de dicha sociedad la noche del 21
de Diciembre de 1832.
(2) Anales y Memorias de la Real Junta de Fomento y de la Real Sociedad Eco
:n6mica de la Habana. S6rie 4. tomo 1., impreso en 1858,
------- ------
96 COLECCION P6STUMA.
RESUMEN.
NIROS QUE ASISTEN A LAS ESCUELAS.
BLAvCOO. DE COLOlB.
POVICIAS. ITotal
Varones. Hombraa Total. Varones. Hembras Total. general.
Habana....................... 4062 1798 5860 307 34 341 6201
Puerto-Principe ........... 976 281 123,7 ) 1257
Cuba.......................... i 987 338 1325 153 146 99 1624
S6025 2417 8442 i 460 10 640 9082
Tales son los resultados del censo de la instruction
primaria de Cuba en 1836. 6Pero cual era ent6nces en
aquella Isla el nimero de blanco y libres de color de Am-
bos sexos de 1 i 15 ailos de edad? Despues de haber con-
frontado los padrones de la poblacion de Cuba en diferentes
periods, suplido los grandesvacios que en ellos se encuen-
tra, y calculado el aumento proporcional de todas las cla-
ses libres, puedo asegurar, sin temor de equivocarme, que
el total de libres blancos y de color de 1 a 15 afios, asi
varones como hembras, no bajaba en 1836, de 190,000 &
200,000. Este guarismo, comparado con el de los nueve
mil ochenta y dos, que solo asistian A las escuelas en dicho
afio, ofrece la demostracion mas complete del espantoso
atraso en que se hallaba la instruction primaria cubana;
y sin embargo, por todas parties se decia y pregonaba, que
Cuba era un pais modelo de felicidad.
Sigui6 arrastrAndose penosamente la instruction pri-
maria en aquella Antilla. Los esfuerzos patri6ticos del
memorable Luz y Caballero cuando fue director de la So-
ciedad Econ6mica de la Habana, lograron establecer dos
nuevas escuelas gratuitas en aquella capital; pero el mal
era tan profundo, tan general, y tan mezquinos los recur-
sos para combatirlo, que no era dable mejorar la situation.
Basta decir que siendo Puerto Principe y Santiago de Cu-
ba, despues de la Habana, las dos ciudades mas populo-
sas de la Isla, la primera, con una poblacion de 25 A 30,000
habitantes en 1840, solo contaba ent6nces en las escuelas
el cortisimo numero de 1,408 niiios libres de ambos sexios
COLECCION P6STUMA. 97
y razas (1), y la segunda, con un poblacion igual, ofrecia
guarismos aun mis tristes, pues que el total de discipulos
de ambos sexos, blancos y libres de color, solo llegaba a
991, de los cuales recibian ensefianza gratuita 422. Esta
dolorosa verdad so halla consignada en una important
Memoria, escrita en Febrero de 1840 por un hijo distin-
guido de Santiago de Cuba, mi amigo D. Juan Bautista
Sagarra, a quien debe much la instruction piblica de
aquella tierra (2).
Las suscriciones voluntarias de algunos buenos ciu-
dadanos, en favor de la enseianza de los pobres, eran un
remedio insuficiente y precario, pues la generosidad ni es
la virtud predominante en el hombre, ni la que e1 ejerce
con mis constancia. Desatendida, pues, la instruction
primaria, su estado era muy lamentable al entrar el aiio
de 1843, en que terminal el tercer, period y empieza el
cuarto que es el iltimo. Pero no me es dado proseguir
sin hacer una breve pausa en el curso de mi narracion,
para tributar el homenaje que de justicia se debe a un be-
nemerito habanero, que por muchos afios desempeii6 la
presidencia de la Seccion de Educacion con honra y glo-
ria de su patria. Ese habanero fu6 D. Nicolas de Cirde-
nas y Manzano, cuya perdida deplor6 algun tiempo ha la
primaria ensenanza de Cuba. Quise yo tanto 6 Domingo
Delmonte, y me gusta tanto su castiza y elegant prosa,
que debo callar cuando 1e habla: oigamos, pues, lo que
dice de aquel notable cubano.
((Tales son las tareas en que se ha ocupado la Seccion
de Educacion durante el bienio que acaba de espirar; y
tales sus necesidades y sus principios. No cumpliria, sin
embargo, con esta iltima parte, si, al concluir mi exposi-
cion, no pagara pAblicamente aqui, como 6rgano suyo, el
tribute de agradecimiento que, tanto ella como la real So-
ciedad y la patria toda, deben a nuestro senior Presidente,.
electo y reelecto por espacio de cuatro bienios para presi-
dir la Seccion; en bodos ellos ha desempefiado su encargo,
no con la exacta rigidez con que la tibieza y la frialdad
(1) Informe de los tralbjos de la Diputacion PatriOtica de Puerto-Principe duran
te el aio de 1840, impreso en el tomo IX de la Sociedad Patri6tica de la Habana, co
rrespondiente a dicho afno.
(2) La Memoria del Sr. Sagarra se public en el tomo que acabo de indicar en la
nota anterior.
98 COLECCION P6STUMA.
cumplen un deber, sino con aquella decision y aquel ar-
diente celo con que sabe el patriotism bien entendido
animarlo todo. El sac6 del abatimiento, en que despues
de muerto el gran Ramirez permanecia, a la ensefanza
primaria: 61 di6 vigor a las Juntas de la Seccion, y con su
influjo supo despertar en otros buenos patricios el
mismo decidido entusiasmo por los progress de la
instruction: e1, despreciando, como debia, los sarcasmos
con que lo han querido mortifioar, la feudalidad inepta y
el egoismo desalentador, conjurados, para detenerlo en su
brillante carrera, consagr6 generosamente todos los ins-
tantes de su vida al important objeto que se propuso: 41
desterr6 de los institutes primaries el ferocisimo azote,
barbara reliquia del atraso de nuestros padres: 61 consi-
gui6 colocar a los benemirites preceptores de la nifiez en
aquel puesto de dignidad y de honor, que de justicia se
les debia, y que solo la estupidez les neg ra: 61 ha sido
durante estos ocho aiios el iris de paz en las disensiones
interiores de las escuelas, la Providencia, en fin, de la edu-
cacion primaria en la Habana.... Bien sabe la Seccion
que semejantes acciones derivan de una causa demasiado
pura para que necesiten de mis galardon que el aura de
gloria que les concede siempre imparcial la opinion pi-
blica; pero no puedo prescindir de recomendar muy eficaz-
mente los m6ritos insignes de este ilustre habanero a la
atencion de la Sociedad. Ella sola, en nombre de la patria,
debe discernirle los honors que le son debidos y que la
Seccion no design; mas que deben estar en armonia con
los servicios que intent premier, y con el espiritu de pa-
triotismo y de ilustracion que tanto han brillado siempre
en sus deliberaciones (1).)
ARTICULO VI. (2)
CUARTO PERIOD DE LA INSTRUCTION PRIMARIA DESDE 1843
HASTA EL DIA.
Abri6se en 1843'una nueva perspective la instruc-
(1) Exposicion de las tareas en que se ha ocupado la Seccion de Educacion, en el
bienio de 1831 A 1832, leida por su secretario D. Domingo Delmonte.
(2) Publicado en La America de Madrid de 12 de Julio de 1863.
COLECCION P6STUMA. 99
cion primaria de Cuba; di6seleent6nces una organization
diferente, y las bases en que esta se asent6, fueron comu-
nicadas al capitan general de aquella Islapor real 6rden
de 29 de Diciembre de 1841. En consecuencia, se mand6
entire otras cosas:
1. Que la direction general de la instruction pibli-
ca de Cuba se confiase al inmediato cuidadode una junta
inspector del ramo, que al efecto debia establecerse bajo
la presidencia del capital general, y compuesta (de indi-
viduos de conocida ilustracion literaria, de buenos servi-
cios y dignos por todos respetos de esta confianza.))
2. Que mientras se estableciera la junta de inspec-
cion, se formase desde luego provisionalmente otra junta,
presidida tambien por el capitan general.
3.o Que se fundase en Cuba el nimero necesario de
escuelas de primera ensefianza, para que la recibiesen to-
dos los nifios &e ambos sexos.
4.o Que esta ensefianza fuese gratuita para los nifios
verdaderamente pobres A juicio y calificacion de los res-
pectivos Ayuntamientos.
5. Que para los gastos de esta ensefianza entrasen
en cuenta las asignaciones que satisfacen los hijos de pa-
dres no pobres, todas las fundaciones y obras-pias insti-
tuidas para este objeto, y las suscriciones y limosnas que
los Ayuntamientos pnedan reunir para fin tan filantr6pico,
y el deficit se cubriese con el product de arbitrios muni-
cipales que se establezcan por los medios ordinarios, lle-
nindose la parte que ain faltare por las cajas pdblicas.
Alterado desde ent6nces el regimen Ai que la instruc-
cion primaria habia estado sujeta desde 1816, en que se
fund la Seccion de Educacion, se install el 14 de Enero
de 1841 la Inspeccion general de Estudios, y en 20 de
Agosto del mismo aiio la Comision Provincial de instruc-
cion primaria. Esta, pues, qued6 en lo sucesivo confiada,
part a la Seccion de Educacion, y parte a la Comision
Provincial: A la primera las' escuelas costeadas por la So-
ciedad Patri6tica, y a la segunda todas las que no estaban
incluidas en esa categoria. Segun este arreglo, ain no se
habia llegado A lo centralizacion que buscaba el Gobierno,
pues que simultineamente existian dos corporacisnes in-
dependientes la una de la otra, y que no tenian enlace en-
100 COLECCION P6STUMA.
tre si. De aqui naci6 la supresion de la Seccion de Edu-
cacion en Agosto de 1846, al cabo de treinta afios de una
existencia tan laboriosa como litil a la primaria ense-
nanza.
6Mas cuintas fueron las escuelas, y cual el numero
de los discipulos que aquel afio recibian su education de
los fondos de la Sociedad Patri6tica de la Habana?
A esta pregunta respondera el estado sigunente:
ESCUELAS mer
Deniios Denihi Totales. de alumnos.
H abana ........... .......... 2 2 4 91
Jesus Maria, Chavez y San Nicolis 6 3 9 250
San LAzaro y Colon ............ 7 8 15 332
Horcon........................ 1 I 3 65
Jesus del Monte ........... ..... 2 1 3 67
Cerro ............ .... ..... 1 1 20
Quemados ...................... 1 1 10
Las Pozas ...................... 1 1 10
Reina Amalia ................... 1 1 17
G uatao ......................... 1 1 2 27
Casa-Blanca.................. 1 1 2 28
24 18 42 i 917
Como el estado anterior se circunscribe la ensefian-
za costeada por la Sociedad Patri6tica de la Habana, tra-
temos de averiguar cuAl fu6 el que tuvo despues de haberse
sometido today ella 6 la direction exclusive de la Junta de
Inspeccion general. De la estadistica formada en el rAdio
municipal de la Habana en Setiembre de 1851, aparecen
los resultados que inserto a continuacion:
Escuelas piAblicas elementales.
De varones..... 18 con nifos ..... 1,274
De hembras..... 15 con nifias ..... 699
33 1,973
COLECCION P6STUMA. 101
Escuelas privadas elementales.
De varones...... 47 con nifios...... 2,318
De hembras..... 37 con nifias...... 980
De ambos sexos.. 21
105 3,298
Total de escuelas 138 Total de nifios.. 5,271
A esta suma hay que agregar 216 parvulos libres, de
color; que recibian instruction; resultando por consiguien-
te un total general de 5,487 nifios de Ambos sexos, blancos
y libres de color.
Para no incurrir en equivocaciones, es precise obser-
var: 1. Que ese nimero, segun he dicho, no correspond ex-
clusivamente a la Habana, sino al radio municipal de ella.
2. Que de ese mismo nimero solo recibian instruction
gratuita los que aprendian en las escuelas piblicas. 3. Que
si todo el nimero de educandos se compare con el de los
ninos que habia en aquel radio municipal, se veri con do-
lor la inmensa muchedumbre que quedaba sin ningun ge-
ner6 de instruction.
No habiendose reunido datos en 1851 para former
un cuadro complete de la instruction primaria cubana,
me apresuro a llegar a la iltima estadistica general
de ella que se ha formado en toda la Isla. El ejemplar ma-
nuscrito que yo recibi a fines de 1862, lleva la fecha de
1860, y aunque a ellas se agregue las pocas escuelas esta-
blecidas de ent6nces aca, y el corto nimero de alumnos
que a estas asistan, la diferencia queda mis que compen-
sada con el aumento de la poblacian desde 1860 hasta el
dia, no resultando por consiguiente ninguna alteracion
sensible en las observaciones que har6.
RESUME DEL ESTADO DE INSTRUCTION PRIMARIA DE LA ISLA DE CUBA EN 1860.
DEPBRTAMENTOS.
Occidental...........
Oriental...............
Suman........
DEPABTAMENTOS.
Occidental...........
Oriental.............
Sman..,..
ESTABLECIMIENTOS DE INSTEUCCION PRIMAEIA.
PUBLICOS. PRIVADOS.
De blancos. De color. De blancos. De color.
S '- a E" a1 3 "
152 61 213 1 ... 1 70 66 136 2 2
49 21 70 1 ... 1 27 16 43 ... ...
201 82 283 2 ... 2 97 82 179 2 ... 2
ALMNTOS QUE FEECEINTAN DICHOS ESTABLECIMIENTOS.
FOR FONDOS M
Blancos.
4,925 2,064 6,989
1,284 481 1,765
6,209 2,545 8,754
IUNICIPALES. POR PIEDAD DE
De color. Blancos.
s a a a a)
77 ..... 77 182 325 807
331 112 443 122 37 159
408 112 520 304 362 966
LOS MAESTRO
De color.
8 8
8 8
TOTA.
Blanlos.
9,133 4,228
2,406 1,066
11,539 5,294
Alumnos quoe frecuentan dichos establecientos.
COSTEADOS POR Si.
Blancos.
S &
3,726 1,839 5,5(
1,000 548 1,5,
4,726 2,387 7,1:
L DE ALUMNUS.
De color.
131 10
368 117
499 127
De color.
35 54 2 56
18 37 5 42
13 91 7 98
P q g
Ia CS
aC a -
ma)
13,361 141 13,502 49 3
3,472 4851 ,957113 1
16,833 626 17,459462 4
COLECCION P6STUMA. 103
De la estadistica de 1836 que inserted en mi articulo
anterior, result que ent6nces solo asistian A las escuelas
en toda la Isla 8,442 nifios blancos y 640 de color, 6 sea
un total de 9,082; mas segun la de 1860, estos nimeros
eran de 16.833 para los blancos, y 626 para los li-
bres de color, formando un total de 17,459, es de-
cir, un aumentode 8,377; pero aumento que exclusivamen-
te ha recaido sobre la clase blanca, pues en la libre
de color ha habido una disminucion de 14 discipulos
a pesar del incremento que esa clase ha tenido de 1836
A 1860.
Segun el censo de poblacion formado en Cuba, del 14
al 15'de Marzqde 1861, aparece, que el nimero de blan-
cos de ambos sexos, dentro de la edad de 15 afios, ascen-
di6 a 273,989, y el de los libres de color, tambien de
ambos sexos y de igual edad, a 92,756, formando por con-
siguiente el total de 368,745.
Comparando esta suma con los 17,459 alumnos que
d la estadistica de 1860, tendr4mos, que por poco m6s de
21 individuos blancos y libres de color, dentro de la edad
de 15 afos, solo uno asistia A las escuelas. Este dato ma-
nifiesta, que de 1836, en que se hizo la primer estadistica
de la instruction primaria cubana, al de 1860 en que se
form la segunda, 14jos de haber adelantado, hemos sufri-
do algun retroceso; porque habiendo ascendido en el pri-
mer afio el nimero de discipulos a 9,082, y el de todos los
individuos blancos y libres de color de ambos sexos, den-
tro de la edad de 15 afios, A 190,000, segun dije en mi ar-
ticulo anterior, es inconcuso, que por menos de 21 de esos
individuos asistia uno a las escuelas. Es cierto, que en
1860 habia mas escuelas y mas discipulos que en 1836;
pero tambien lo es, que ni estos ni aquellas se aumenta-
ron en ese period en una proporcion igual al progress
de la poblacion.
Si descomponemos el gran total de 368,745 que nos
da el censo de poblacion ya citado para las dos claees de
blancos y libres de color dentro de la edad de 15 afos,
aparece que la de aquellos sube a 275,989, y la de 4stos a
92,756. De esa primer suma perteneciente A los blancos
que se hallan dentro de la edad referida, solo asistian a
las escuelas 16,833; y de la segunda correspondiente & los
104 COLECCION POSTUMA.
libres de color, 4 inclusos los emancipados (1), no habia
en las escuelas sino la insignificant cifra de 626. Y 6
vista de tan lamentables resultados, 4nos asombrar4mos
de que la sociedad cubana est4 plagada de tantos hombres
que por sus vicious y delitos, son la mengua y el oprobio
de aquella noble y generosa Antilla?
A pesar de los deseos que por difundir la primer
instruction, animan 4 la primera autoridad de Cuba, hi-
llanse todavia destituidos de toda escuela, no ya los cam-
pos desde la Panta de Maisi hasta el cabo de San Antonio,
sino adn muchisimas poblaciones que cuentan centenares
de habitantes.
En apoyo de las ideas que emito, viene el censo de
poblacion formado del 15 al 16 de Marz8 de 1861, pues
veo en l1, que de la clase blanca de todas edades sabian
leer 6 escribir:
Varones ................... .... 156,363
Hembras ............... ........ 85,094
241,457
De la misma clase no sabian leer 6 escribir:
Varones.................... ... 311,724
Hembras..... .................. 240,303
552,027
Vsse, pues, que (.1 nimero de los blancos que no sa-
bia leer 6 escribir excede muchisimo mas de la mitad, al
de los que sabian. Pero el censo no represent el total
de los que se hallan en el primer caso, porque muchos de
los que no saben leer 6 escribir, interrogados por las co-
misiones que formaron el censo, si sabian hacerlo, hubie-
ron de rssponder, por vergiienza, afirmativamente; y como
ellas no podian verificar la verdad de la respuesta, ya por
cortesia, ya porque realmente no tenian tiempo para cer-
(1) LiAmanse en Cuba emancipados, los negros de Africa, cojidos por los cruceros
en los buques negreros que navegan de contraband.
COLECCION P6STUMA. 105
ciorarse de la verdad, pues que aquel padron se hizo en
el transcurso de pocas horas, es claro, qae se introdujeron
en 61 como sabedoras de las primeras letras muchas per-
sonas blancas que las ignoran.
En cuanto la poblacion de color la diferencia es mis
horrible, pues aparece que solo sabian leer 6 escribir:
Varones.......... ... ....... 13,319
Hembras...... ................ 13,461
26,780
No sabian leer 6 escribir:
Varones ......................... 19,209
Hembras............. ... ...... 257,057
576,266
En la clase de color, el censo no ha hecho aqui dis-
tincion alguna entire los libres y los esclavos, y por eso
result una diferencia tan enorme. Es por lo tanto pre-
ciso separar ~ estos de aquellos, y obtener asi un resulta-
do aproximativo, porque siendo muy raros los esclavos
que saben leer 6 escribir, bien podemos prescindir entera-
mente de ellos. Es, pues, evidence, que ascendiendo el
total de libres de color en toda la isla A 225,843, y no sa-
biendo leer 6 escribir sino 26,780 aiin con inclusion de los
esclavos, hay casi doscientos mil en la mis profunda
ignorancia.
Todos los guarismos y consideraciones anteriores de-
muestran la urgentisima necesidad de sacar la primaria
instruction cubana del misero abatimiento en que yace.
Hase obligado & los ayuntamientos A que proporcionen
arbitrios para la fundacion y sostenimiento de las escue-
las; pero hay muchos pueblos donde no existen esas cor-
poraciones, y en otros donde las hay, son algunos tan
pobres, que carecen absolutamente de recursos.
El ayuntamiento de la Habana, ha gastado en la ins-
106 COLECCION P6STUMA.
truccion primaria de su radio municipal, las cantidades
que expresan various de sus presupuestos, A saber:
Pesos ftes. Cints.
En 1858.... .......... ..... 30,096
En 1860............ .... .... 41,568
En 1861.............. ...... 42,288
En 1862... ......... ...... 42,567 96
Y para 1863 ..................... 54,032
Basta leer estas cantidades para *que se conozca, que
adn en la misma Habana la instruction primaria dista
much de satisfacer las necesidades de 'u numerosa po-
blacion. Al decir 6sto, no se crea que inculpo a tan res-
petable ayuntamiento: 6ni c6mo he de inculparle, cuando
en otro de mis articulos (1) he probado con documents
oficiales, que 4l carece de recursos para cubrir sus aten-
ciones, y que por eso debe emplearse en el empedrado de
la Habana una parte considerable de los bienes que pose-
yeron los conventos suprimidos en Cuba? En el presu-
puesto que para 1863 acaba de publicarse en aquella
ciudad, se demuestra que entire los ingresos y los gastos
de ese ayuntamiento result un deficit de 464,334 pesos
991 centavos; deficit que excede en mis de 78 mil pesos al
que presentaron los presupuestos de 1862. Y si esto
acontece con el ayuntamiento de aquella capital, que es el
mis rico de toda la isla, 6qud no sera con los de otras po-
blaciones muy subalternas? porque forzoso es confesar que
esa Cuba que tan opulenta se dice, es tierra de grandes
contrastes.
En prevision de que habria muchos ayuntamientos
pobres en Cuba, el gobierno supremo mand6 just y acer-
tadamente, en 29 de Diciembre de 1841, que todo lo que
faltase para el establecimiento de las escuelas primaries
se supliese.por las cajas pitblicas. 4Pero qu6 se entiende
aqui por ccaas publikcas? GSe tomarAn estas palabras como
equivalents del Estado 6 de la Nacion, 6 se referirAn tan
solo A las rentas gene ales que produce aquella isla?
(1) VOase la pAgina 58
COCCION POSTUMA. 107
En principios de rigorosa justicia, deberia adoptarse
la primera acepcion; y nada extraiio seria que cuando Cu-
ba derrama anualmente tantos millones de pesos en el
seno de su metr6poli, esta, llenando los oficios de buena
madre, viniese alguna vez al socorro de hija tan generosa;
pero como soy imparcial, no espero ni pido que las cajas
de la Peninsula contribuyan con sus recursos al sosteni-
miento de la enseiianza primaria, porque reconozco que
esta tampoco se hall en la metr6poli en un estado muy
floreciente. Debe pues, entenderse, que cuando la citada
real 6rden de 1841 habla de cajas ptblicas, solo se refiere
A las de Cuba.
aPero en elpresupuesto general de ingresos y gastos.
de ella, y que alli se llama de Estado, figure alguna parti-
da para la instruction primaria que se di en las escuelas?
Yo veo en ese presupuesto, publicado en Madrid para
1862, que aquella isla gast6:
Pesos fuertes. Cints.
En la Seccion de Gracia y Justicia... 847,523 371
Fomento......... 980,467 52
Gobernacion ...... 2.098,062 501
Marina ........... 3.637,904 45
Guerra ........... 7.779,032 661
Hacienda......... 10.279,938 761
Total........ 25.622,929 27T
El gasto, pues, de las secciones anteriores en 1862
pas6 de veinte y cinco millones y medio de pesos, cuya
enosme cantidad se emple6 toda dentro de la propia isa,
sin que la instruction primaria hubiese participado de un
solo maravedi.
Pero los gastos del presupuesto no se limitan a los.
referidos 25.622,929 pesos 27' cents., sino que abrazan
otras gruesas cantidades que so han sacado de Cuba para.
Sinvertirlas fuera de su territorio. Esas cantidadss son:
108 COLECCION P6STUMA.
Pesos fuertes. C6nts.
1. En atenciones de la isla de Fer-
nando P6o.... ................ 343,573 8 (1)
2. En atenciones 6 la Peninsula y
cantidades ~ ella libradas....... 3.495,770 8 (2)
Las dos partidas anteriores, agregadas a los 25,622,929
pesos 27' cents., forman un total de 29.462,272 pesos
35 cents.
Pero a esta suma se deben aiiadir otras de que no ha-
ce mention el presupuesto de 1862 ni el de 1861, y que
todas tambien se emplearon fuera de Cuba.
La Gaceta de la Habana, peri6dico dlel gobierno, de
5 de Diciembre de 1862 public us estado del movimiento
general que ha tenido el Tesoro piblico de aquella Isla durante
el period compreadido desde 1." de Diciembre de 1859 hasta
30 de Octubre de 1862, y de este document aparece, que
de 1861 a 1862 los gastos de la reincorporacion de Santo
Domingo subieron 6 2.333,210 pesos 451 cents., y los de la
expedition a Mejico a 2.560,955 pesos 591 cents.
De todo esto result, que en solos los dos afios de
1861 y 1862 han salido de las cajas piiblicas de Cuba, para
invertirse fuera de su suelo y en agenas atenciones, catorce
millones cieto sesenta y nueve nil seiscienofs setenta y ocho
pesos fuertes. 4Y no es verdad, que si se hubiese empleado
alguna part de ellos en la primaria instruction, esta no
se hallaria hoy en un estado tan lamentable? 6Hav por
ventura algun objeto mas urgente ni mas sagrado que el
de esa ensefianza, base la mas fire de la verdadera feli-
cidad y grandeza future de aquella region? Cuando con-
templo el enorme presupuesto que sobre Cuba gravita,
yo seria el mas culpable de los cubanos, si propusiese
aumentarlo con nuevas contribuciones. 6Pueden emplear-
se algunos do esos millones en favorecer la instruction
-gratuita de los pobres? Yo entonaria un cAntico de ala-
banzas al gobierno que tal hiciese; pero no me alucino con
esa esperanza, porque en el estado actual de las cosas hay
(1) El gasto de 1861 ascendi6 A 319,805 pesos.
(2) En 1861 ese gasto ascendi6 & 5.086,264 pesos.
COLECCION P6STUMA. 109
grandes obstAculos que no pueden veneer los esfuerzos
individuals. Por esta razon es forzoso que yo me dirija
A los medios mas asequibles, y que pida de nuevo, que
parte de los bienes de los conventos suprimidos en Cuba
se consagren al santo fin de la instruction primaria. Mas
al pedirlo quisiera que los bienes, al efecto consignados,
no entrasen en las arcas piblicas, sino que se impusiesen
para que, devengando un interns conforme al que corre
en aquella isla, hubiese anualmente una renta fija y cons-
tante con que subvenir en parte a las necesidades de la
primaria enseiianza. No ignore que algunos seran de con-
trario sentir; pero si esas cantidades entran en el piblico
Tesoro, es muy factible que se presented compromises
que obliguen al Estado 4 invertirlas en objetos diferentes;
y ent6nces, privadas de ese recurso las escuelas con 61
establecidas, serl precise cerrarlas 6 imponer nuevas con-
tribuciones para mantenerlas abiertas.
4Pero qud necesidad hay, dirain algunos, de consignar
fondos particulares para la ensefianza primaria? gIncumbe
acaso este asunto al gobierno 6 al Estado? 6No debe de-
jarse todo exclusivamente a la industrial y empresa de los
individuos? Discutir estas opinions serai el objeto de
otro articulo.
ARTICULO VII. (i)
INTERVENTION DEL ESTADO Y DEL INDIVIDUO EN LA ORGANIZA-
CION DE LA INSTRUCTION PRIMARIA.
4Pero qui necesidad hay, diran algunos, de consig-
nar fondos especiales para la ensefianza primaria? GIn-
cumbe acaso este asunto al Estado 6 al gobierno? 6No
debe dejarse todo exclusivamente confiado a la industrial
y empresa de los individuos? Discutir estas opinions sera
el objeto de otro articulo.) Esto dije en la LA AMERICA del
12 de Julio del present aiio, y esto es lo que ahora me
propongo examiner.
En punto 6 instruction primaria hay dos opinions
diametralmente contrarias. Una quiere, que sea el Esta-
(1) Publicado en La Amdrica de Madrid del 27 de Octubre de 1863.
110 COLECCION P6STUMA.
do quien todo lo haga: otra, que 61 no haga nada, ni que
en nada intervenga, pues todo debe dejarse exclusiva-
mente entregado a los esfuerzos individuals. Ambas opi-
niones son err6neas y presentan grandes escollos.
gSerA el Estado quien unicamente debe encargarse de
dar al pueblo la primaria ensefianza?
Asi lo pens6 la Asamblea Constituyente de Francia,
cuando por su ley de 13 y 14 de Setiembre de 1791 man-
d6 que la instruccion fuese gratuita en todos aquellos
ramos indispensables A todo hombre. La Convenoion,
deseosa de aplicar esa ley, decret6 el establecimiento de
escuelas elementales en toda la Francia, sefialando A ca-
da maestro un sueldo fijo de 1,200 francos pagados por
el Estado, y una pension proporcional de retire; pero
tan brillantes promesas fueron vanas, pues no se fund
ni una sola escuela. El Estado ambicion6 la gloria de ha-
cerlo todo, mas como no tenia recursot para tan vasta
empresa, cay6 en lo impossible. Aun cuando los hubiese
tenido, no era just lo que intentaba, porque si el Estado
debe dar gratuitamenite los pobres la instruction ele-
mental que les es impossible pagar, no asi a las classes ri-
cas y acomodadas, pues gozando estas de medios para
ilustrarse, culpa suya es si no salen de la ignorancia.
4Mas se exigirA, que aunque ellas costeen su primaria
ensefianza, esta solo deben recibirla en las escuelas fun-
dadas por el gobierno? Los que tal pretenden, no ,re-
flexionan que cuando el Estado monopoliza la ensefan-
za, quita a muchos individuos una carrera y un modo de
subsistencia; destruye la noble emulacion que se estable-
ce entire las escuelas piblicas y particulares, y priva a la
sociedad del poderoso auxilio que los esfuerzos indivi-
duales pueden dar a la instruction national.
Pero si graves son los males de la primaria enseiianza
monopolizada por el Estado, no son por cierto menores
cuando ella se deja exclusivamente confiada a los esfuer-
zos y empresas particulares.
Una instruction pdblica en que el Estado no toma
ninguna parte, es una instruction que viene A quedar
reducida A una industrial privada. Desde ent6nces, obe-
deciendo A la ley de todas las industries, elinter6s ser
su inico m6vil y regulador. Ella iri hicia donde la 1la-
COLECOION P6STUMA. 111
me la ganancia, y huirA de donde no encuentre provecho.
Buscard, pues, de preferencia las grandes ciudades y ri-
cas poblaciones, porque en ellas es donde inicamente
puede tener buena clientele; mi6ntras que se alejarA de
los pueblos pobres y de campo, que es cabalmente donde
hay mas necesidad de ensenanza por la mayor ignoran-
cia que reina. Tal es el vicio capital que lleva en si el
sistema de la instruction primaria conflada exclusiva-
mente A los esfuerzos individuals.
Este gran vacio se aumenta por la indole propia de
esa ensefianza. Hay muchas industries que elevan al hom-
bre 4 la riqueza 6 a una position ventajosa, pero la en-
sefianza primaria, Ga cuantos maestros enriquece? Todos,
con muy raras escepciones, viven y mueren en la pobre-
za; y esta triste perspective aleja a muchos de una pro-
fesion que tan poca utilidad les present: de manera, que
mientras crece per una parte el nimero de los que piden
instruction, por otra disminuye el de los que pudieran
ofrecerla.
Ni se diga que este mal podr4 remediarse con suscri-
ciones voluntarias. No negare que ellas producirAn algun
bien; pero este bien siempre sera muy incomplete y pre-
cario; y yo no se si existed alguna nation, por rica y ge-
nerosa que sea, donde la industrial privada, auxiliada tan
solo de la liberalidad individual, haya podido difundir la
primaria instruction en las masas populares, y satisfacer
completamente todas sus necesidades.
En ningun pais europeo f americano, done la ins-
truccion primaria ha hecho grandes progress, ella de-
pende inicamente de la industrial privada, pues que al
lado de las escuelas de esta se alzan las del Estado A cen-
tenares y a millares. Y si esto acontece en los pueblos ani-
mados de una gran actividad intellectual, 6qu4 no sera en
aquellos que viven en muy diferentes circunstancias?
En nuestra propia Cuba tenemos un ejemplo doloro-
so de la insuficiencia de la industrial privada. A ella es-
tuvo exclusivamente entregada la instruction primaria
desde que la Isla se empez6 4 poblar hasta el afio de 1816,
sin que el gobierno ni corporation alguna tuviesen en
ella la mas leve intervention. Libre qued6 el campo 4
fodo el mundo; wpero cuiles fueron los resultados de la