RECIERDOS SALVADORENOS
POR EL DOCTOR
DON JOSE ANTONIO CEVALLOS
ABOGADO DE LOS TRIBUNALES DE LA REPUBLICAN DE EL SALVADOR
TOMO II
Obra p6stuma publtcada
por disposict6n del seftor Presidente de la RepOblica
don Carlos Mel6ndez
San Salvador
Rep6blica do El Salvador. Am-rta Central
Imnprita Nactonal
1919
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CAPITULO I
SUMARIO:
I. Origen de la Independencia de la America Central.
2. Las autoridades espaflolas dictan disposiciones contra los partidarios de la indepen--
denca.
3. Orden del Capitin General don Antonio Gonzalez Mollinedo.
4. Disposiciones expedidas por los doctors Larrazabal y Sicilia.
5. Refiexiones.
6. Acontecimientos ocurridos a fines de 1810.
7. Juicio sobre el Capitdn General Bustamante y Guerra.
8. La insurreccl6n del 5 de noviembre de 1811 y sus consecuencias. Gobierno de don.
Jost Aycinena.
9. El Intendente don Jose Maria Peinado.
10. Efectos que produjo en San Salvador la Constitud6n de Cddiz.
II. Insurrecc6n de San Salvador el 24 de enero de 1814.
I
AS ideas political de la Revoluci6n Francesa difun-
didas en el continent americano, a despecho de las
6rdenes expedidas por las autoridades espafiolas, in-
fluyeron de una manera poderosa para preparar el gran
movimiento social que produjo la separaci6n de los pai-
ses hispano-americanos de la metr6poli, a la que estuvie--
ron sujetos por cerca de tres centuries.
Por otra parte, la invasion de Espafia por las fuer-
zas de Bonaparte, y los consiguientes efectos de tan audaz
conquista, sirvieron para redoblar los esfuerzos patri6ti-
cos en pro de nuestra emancipaci6n political.
Los pauses sudamericanos se levantaron contra el
dominio espafiol, y los trabajos de Bolivar y otros h6-
roes de acreditado renombre eran conocidos y justamente
admirados por muchos hombres importantes de las pro-
vincias que formaban el antiguo Reino de Guatemala.
Si bien sus mhs ilustres ciudadanos trabajaban con
tes6n en el sentido de alcanzar la independencia, el par-
6 RECUERDOS SALVADORE OS
tido espafiolista, encabezado por las autoridades espafio-
las, a su vez contrarrestaba poderosamente tan nobles
empefios; y no s61o se limitaba a desacreditar los nue-
vos principios, sino que por medio de disposiciones le-
gales condenaba toda propaganda, y se valia de los
multiples elements de dinero y de influencia para alcan-
zar el logro de sus prop6sitos.
Cuando estos medios no dieron el resultado apete-
cido recurrieron a los que proporciona la fuerza, sirvi6n-
dose de la persecuci6n y hasta de la muerte; y asi ve-
mos que los patriots sacerdote Miguel Hidalgo e Igna-
cio Allende perecian en el cadalso; Francisco Miranda
terminaba sus dias en la ciudad de CAdiz, aherrojado en
los calabozos de la Inquisici6n, y rendian la vida muchos
de sus compafieros, lidiando contra el general espahiol
Domingo Monteverde, por la independencia de Venezuela.
Conflagraci6n tan extensa y tan general, debia in-
fundir naturalmente los justos conatos y prop6sitos de se-
pararse del dominio espafiol; no obstante la timida e in-
veterada costumbre de obediencia ciega hacia las au-
toridades realistas: prop6sitos y conatos sustentados por
emisarios extranjeros que a este pais venian de Francia,
de Inglaterra y de Norte America, visitando y recono-
ciendo las poblaciones del Reino y divulgando species
ofensivas contra el Gobierno de Carlos IV y Fernando
VII. De aquellos extranjeros, sabemos por el viejo archi-
vo de la ciudad de San Miguel, que hubo uno, Ilamado Mr.
Greiff, mandado perseguir por la Inquisici6n de Mdjico,
y escapado de sus perseguidores en los pueblos centro-
americanos.
II
El gobierno de las seis provincias centroamericanas
de aquel tiempo (1) se oponia de todas maneras a la
realizaci6n de los deseos de aquellos que trabaja-
(1) La de Chiapas no se habia agregado a MWjico.
RECUERDOS SALVADOREROS 7
ban en el sentido de la emancipaci6n, dindoles much que
padecer y sufrir, y dictando providencias represivas, que
impidiesen la introducci6n al reino, de impresos del ex-
terior, en que se llamaba al poder pdblico, a los descen-
dientes ilustres de Hernan Cortds y de Francisco Piza-
rro; y en que se excecraba a Fernando VII, y se pro-
clamaba Rey de las Espafias y de las Indias Occidenta-
les, a Jos6 Napole6n Bonaparte. Algunos de aquellos pa-
peles procedian del Virreinato de la Nueva Espafia.
Por edicto del Santo Oficio de Mdjico de 22 de abril
de 1810 y de otras disposiciones de autoridades eclesids-
ticas del reino, se orden6 que los enunciados impresos
se quemasen por manos del verdugo en las plazas de las
principles poblaciones. Y dandole cumplimiento a aque-
Ila opresora y barbara determinaci6n, vieron consumirse
por las llamas, en la ciudad insurgente de San Salvador
y en la de San Miguel, muchos de aquellos atestados de
la prensa libre, que aconsejaban la rebeli6n de los cen-
troamericanos contra el realista sistema.
Con aquella temible persecuci6n, coincidia el Gobier-
no del Arzobispado de Guatemala, dando repetidas mues-
tras de oposici6n a los conatos de los pueblos de llegar
a la vida independiente que anhelaban. En el seguimiento
de estas narraciones insertardmos algunos atestados que
confirmed nuestros asertos. De ellos copiamos, desde lue-
go, algtnos pasajes del edicto de dicho Gobierno, fecha-
do en Guatemala en 23 de mayo de 1810, y suscrito
por el sacerdote don Isidro Sicilia, Arcedidn de aquella
Iglesia, Gobernador y Vicario Capitular del Arzobispado,
en Sede Vacante.
SHacemos saber, decia el Gobernador, a los Padres
Curas, y Ministros Coadjutores, que han Ilegado noticias,
que aseguran que los franceses han entrado en la Anda-
lucia, y que el Rey intruso ha mandado emisarios, que
engafien, seduzcan y atraigan a su dominaci6n a los ha-
bitadores de las Amdricas, destinando cuatro de ellos pa-
ra este reino.
Si por este estado de cosas, Ilegaran estos reinos
a caer en poder de nuestros enemigos, la religion, las
costumbres, las families, los caudales y los vecinos, pa-
8 RECUERDOS SALVADOREROS
decerian una espantosa ruina. La religion, porque se ve-
ria arrojada por los suelos y pisoteado el Santisimo Sa-
cramento: las vestiduras y vasos sagrados profanados
con indecencias e inmundicias: las imagenes destrozadas,
los templos convertidos en caballerizas o cuarteles y
nuestros misterios mirados con irrisi6n y como delirios;
y por consiguiente abolidos los sacramentos o dificultada
su recepci6n. Las costumbres, porque nos harian imitar
las suyas, que son de irreligiosos, ateistas o materialis-
tas. Las families, porque las mujeres casadas, las viudas,
las doncellas y ain las virgenes consagradas a Dios,
padecerian la violencia y el inicuo estupro. Los cauda-
les, porque serian del todo robados, o contribuirian con
pensions exhorbitantes.
Los vecinos, porque con ignominia serian conduci-
dos a pelear en tierras extrafias, o contra sus mismos
hermanos. No es temeridad pensar de esta manera, por-
que esta han padecido los pueblos que han subyugado
en la Peninsula.
Ahora es, continuaba diciendo a sus curas, cuando
debe persuadirse a los pueblos, que estdn en atalaya,
observando las acciones y palabras de las personas,
sean hombres o mujeres que vengan de otras parties, o
se mantengan en ellos, tirando a descubrir si son es-
pias, emisarios de Bonaparte o sus adictos, o de otro
modo traidores; no fidndose de que los forasteros Ile-
guen en traje de arrieros, de mendigos, o de enfermos,
porque las astucias de nuestros enemigos son muchas.
Ahora es cuando debe ponderdrseles la estrecha obliga-
ci6n que tienen de denunciar a los jueces reales, a los
que descubrieren, sin excepci6n de persona; advirtidn-
doles que este Supremo Gobierno, en su bando de 15
del corriente, promete el premio de quinientos pesos al
que denunciase algtin espia o emisario o diese luz de
manejos o conversaciones por d6nde descubrirlo, asegu-
rando que se le aumentard, conforme a la entidad del
descubrimiento; pero conminando al que no lo hiciere
con prontitud y secret, con que sera tratado y castiga-
do como c6mplice en el delito. Los eclesiasticos son los
que por su talent y disposici6n, pueden hacer mejor
RECUERDOS SALVADORE1R0S
este descubrimiento. Por lo que conviene que estdn vi-
gilantes sobre lo dicho,.
Es sabido, que muchos sacerdotes salvadorefios
veian con reserve previsora aquellas amonestaciones;
asi como fueron premiados honorificamente los que se
mostraron celosos de su cumplimiento, como adelante
aparece.
Encontramos en nuestros anales que el Gobernador
Arzobispal, no solamente exigia de sus parrocos la con-
ducta trazada en la pieza inserta. bl les daba, ademis,
encargo de que recaudasen donativos con el fin de re-
mitirlos a Espafia, en donde era precise auxiliar muy
especialmente al intrdpido e incansable guerrillero Coro-
nel Juan Martin, conocido en la Historia con el sobre-
nombre de ,El Empecinado,. Su providencia u orden a
este respect, lleva la fecha de 2 de enero de 1811. El
Dr. Sicilia se conducia de esta manera, a instancias de
tres espafioles residents en Cadiz: El Duque del Infan-
tado D. TomBs de Isturis y don Ildefonso Ruiz del Rio.
III
Con la trascripci6n del document que va a conti-
nuaci6n, completamos la realidad del sistema de perse-
cuci6n que se empleaba por el Gobierno civil, a cargo
del Capitin General D. Antonio Gonzalez Mollinedo y
Saravia, en el dltimo tercio del aflo de 1810.
*Al senior Provisor Gobernador de este Arzobispado.
ORDEN
,Por el senior Comandante de las armas de Gra-
nada, Coronel D. Jose Sierra, con oficio de veintid6s de
agosto iltimo, se me remiti6 un papel impreso en cuar-
to, de cuarentid6s pdginas, que empieza: Relaci6n de
las providencias que se han dado por el Muy Ilustre
2 Recuerdos Salvadorefos
10 RECUERDOS SALVADOREUOS
Cabildo de Cartagena de Indias etc-., y concluye: ,Car-
tagena quince de junio de mil ochocientos diez infor-
mindome dicho jefe de las ocurrencias tumultuarias de
la expresada ciudad de Cartagena, segi6n declaraci6n de
D. Miguel Ortiz, CapitAn de la Goleta Candelaria
procedente de aquel puerto; y remiti6ndome tambi6n otro
impreso que se titula Edicto, y concluye con varias fir-
mas desconocidas.
SEn vista de todo, lo pasd al Real Acuerdo por
voto consultivo, atendida la calidad de la material, y de
conformidad con su dictamen, he resuelto declarar, como
declare, que los dos referidos impresos son sediciosos,
subversivos a los respetos de la soberania, y a los de
las pr6ximas Cortes Generales que estin convocadas:
que pueden inducir a movimientos y divisions s6lo fa-
vorables a los intentos del Tirano Universal Bonaparte,
y de sus sat6lites; y iltimamente, que todo lo acaecido
en Cartagena, seguin aparece por dichos papeles, es obra
de la ambici6n o ligereza de cuatro facciosos que abu-
san del nombre sagrado del Rey, de la Patria y del
pueblo. En su consecuencia, ordeno y mando por pun-
to general entire otras cosas, que todos los ejemplares
que hubiesen Ilegado a este reino, y cuantos puedan
Ilegar en lo sucesivo de los impresos citados, o de
cualquiera otros de igual o semejante naturaleza, se re-
cojan a mano real por los Jefes y Magistrados respec-
tivos, remitidndose originales a esta Superioridad, para
el destiny y efectos que correspondan, sin permitirse su
lectura y much menos su circulaci6n: todo en confor-
midad de las anteriores providencias expedidas sobre
esta delicada material, y bajo la responsabilidad y penas
que imponen. En los Nobles Ayuntamientos de este rei-
no, tan acreditados por sus loables sentimientos defide-
lidad, obediencia y just respeto a las legitimas autori-
dades, cumpliendo todo aquello a que les obligan sus
juramentos, vigilen y celen en comdn y en particular,
sobre que no corran tales escritos, ni se propaguen sus
peligrosas mAximas, denunciando cuantos lleguen a su
noticia, y presentando o remitiendo a esta Superioridad,
los que hubiesen recibido o reciban por los correos,
RECUERDOS SALVADOREROS
o que de otra manera lleguen a sus manos. Que de
acuerdo este Superior Gobierno con los de Nueva Espa-
fia, Isla de Cuba y demis que convenga, pasindoseles
los oficios correspondientes en primera oportunidad, se
corte toda comunicaci6n y trato entire este reino, y la
plaza de Cartagena, con calidad de por ahora, y mien-
tras el Excelentisimo senior Virrey del Nuevo Reino de Gra-
nada, de quien depend dicha plaza, se sirva dar aviso
de haberse restablecido el orden y legitimo Gobierno,
en ella y todo su distrito. Que se comunique esta ocu-
rrencia al Tribunal de Fidelidad, para que con arreglo
al bando de su erecci6n, proceda a lo que le compete
(que no es de esperarse) de que el pernicioso ejemplo
de Cartagena, produzca la menor adhesi6n en los tran-
quilos y respetuosos habitantes de estas provincias, que
hasta aqui han sido y seguiran siendo, un perfect de-
chado de verdadero y genuine patriotism. Y que cir-
culindose las 6rdenes conducentes, y oficios de ruego y
encargo a los prelados eclesiasticos, se d& cuenta a Su
Magestad en primera via, con lo demis que sucesiva-
mente fuese resultando en el particular.
Todo lo que comunico a Ud. para su inteligen-
cia, esperando de su celo y amor al real servicio, el
mas pronto y eficaz cumplimiento en lo que le compren-
da, y que de ello me de aviso sin la menor dilaci6n.-
Dios guard a Ud. muchos afios.--Guatemala, siete de
septiembre de mil ochocientos diez.--Antonio Gonzd-
lez Saravia .
IV
El Provisor interino doctor don Antonio Larrazabal,
orden6 con fecha 12 de septiembre, que teni6ndose pre-
sente el articulo final del Edicto del Santo Tribunal de
la Inquisicidn de Nueva Espafa, que imponia severos
castigos a los insurgentes y revoltosos enemigos del
Rey, el Clero del Arzobispado diese cumplimiento a lo
providenciado por el Capitan General, a quien debia
enterarse de todo lo que se hiciese a ese respect.
RECUERDOS SALVADOREROS
Ahora vuelve a aparecer el Dr. Isidro Sicilia, en
concept de Gobernador Eclesidstico, dictando providen-
cias en apoyo de las prevenciones que anteceden, hacien-
do uso de las armas de la Iglesia, contra las personas
poseedoras de papeles condenados por 61 en su nuevo
Edicto de 4 de enero de 1811.
El Padre Provisor decia: ,Hacemos saber a todos
los fieles de esta Di6cesis, que no pudiendo los fran-
ceses subyugarnos a fuerza de armas, no omiten medio
para conseguirlo, ya intentando con dadivas y promesas
seducirnos, ya procurando introducir partidos, discordias
entire nosotros mismos, ya validndose de pasquines y
papeles subversivos del buen orden y ya jactdndose de
fieles y adictos vasallos de nuestro amado Soberano, el
senior don Fernando Sdptimo. Y aunque este Superior
Gobierno ha tornado las providencias mrs activas para
impedir y deshacer esas tramas; pero siendo propio de
nuestra obligaci6n cooperar al propio intent, mandamos:
bajo la pena de Excomuni6n mayor ipso facto incurrenda,
que cualquiera que tenga pasquines o papeles de cual-
quiera clase, que inviten, induzcan o influyan en nuestra
separaci6n de nuestro citado Monarca, o de la soberania
que representan las Cortes, o de las autoridades pibli-
cas que gobiernan, los presented inmediatamente al Vi-
cario de la Provincia y no estando este present a su
propio parroco, para que estos nos los remitan sin dila-
ci6n; y que sabiendo que algiin otro los tiene, o que
es autor o propagador de ellos, o que con pasquines o de
otro cualquier modo siembre cizafia en los pueblos, bajo
de la misma pena lo denuncien prontamente a los mismos
Vicarios o Curas quienes con brevedad nos lo participaran,
que asi a 6stos como a los denunciantes se les guardarA el
secret y para que Ileguen a noticias de todos, por auto
de este dia mandamos library el present, por el cual
ordenamos a todos los Curas del Arzobispado que luego
que la reciban lo publiquen en dia festivo, al tiempo de
la misa parroquial en todos los pueblos de su perte-
nencia, y lo fijen en el lugar acostumbrado en la iglesia
de la cabecera; pero para que mejor se logren los fines
que se pretenden, encargamos a los mismos Curas que
RECUERDOS SALVADOREROS 13
con frecuencia exhorten a sus feligreses a que se man-
tengan firmes en la fidelidad a nuestro soberano y en la
obediencia a las autoridades que lo representan y go-
biernan, hacidndoles presents los graves dalios que de
no hacerlo asi les sobrevendrian.
V
La lectura de los documents insertos nos hace
comprender, en su parte esencial, la clase de perse-
cuciones que en aquellos tiempos se empleaban, con el
fin de contener la ejecuci6n de los conatos que se abri-
gaban por los centroamericanos de separarse de la Me-
tr6poli. Era un constant decir de sus autores y del
nimero escaso de los que se adherian a sus opinions, quc
solamente eran buenos ciudadanos, los hombres fieles
que morian por la causa del Rey, los que defendian la
Religi6n, y se sacrificaban por la Patria! Patria compuesta
solamente por la nobleza y por el clero, quienes vivian
ensefioreados sobre las demas classes, que ellos calificaban
de inferiores y de arrastrados plebeyos de la sociedad.
Mas al mismo tiempo que se torturaban los espi-
ritus con el rigor de las persecuciones por los servidores
del Gobierno, venian de Espafla suplicantes exhortaciones
a los pueblos, para que se mantuvieran fieles al rey, y
le dieran auxilios pecuniarios, con el fin de sostener la
guerra que se hallaba emprendida contra la usurpaci6n
de los franceses.
En un conmovedor manifiesto del Consejo de Regen-
cia, creado el 29 de enero de 1810 por la Junta Suprema
Central Gubernativa de Espafia e Indias, instalado en la
Isla de Le6n el 2 de febrero inmediato, y fechado el 5
de mayo del mismo aflo, y dirigido a los americanos
espafioles, Fernando VII, decia por boca del propio Con-
sejo estas palabras: Si alguna vez, joh americanos!
la exageraci6n con que llegan las noticias a una tan
larga distancia, si los rumors que hacen correr los
14 RECUERDOS SALVADOREIOS
malignos: si las insinuaciones pdrfidas de los intrigan-
tes y ambiciosos, hacen vacilar vuestras esperanzas pa-
ra cansar vuestra generosidad y debilitar vuestra fe,
volved los ojos al inocente Monarca que idolatrais, y
oid las voces con que se dirige a vosotros y os im-
plora. No me desampardis: por hallarme reducido al
funesto cautiverio a que la alevosia me condujo, no
dejo de ser vuestro principle, vuestro padre: el mismo
soy, a quien con tanta exaltaci6n aclamisteis, y en cu-
yo nombre sufragabais la felicidad de los dos mundos.
iOh americanos! Poned la consideraci6n en lo que su-
fren mis hijos de Espafia por su independencia y por
mi nombre: ved a cuanta costa cumplen con los jura-
mentos que desde el principio hicieron. Estos juramen-
tos os ligan del mismo modo a vosotros que a ellos.
jPero qu6 diferencia! El destino os coloc6 lejos de los
atentados de la usurpaci6n, y el incendio no puede acer-
carse a vosotros. No dudo yo, no duda vuestra patria,
que puestos en la misma situaci6n que ellos, mostrariais
la misma bizarria y hariais iguales sacrificios. Pero al
fin, la fortune os concede a menos costo la felicidad y
la gloria. Vosotros pagais la deuda del Estado, en pla-
ta y oro: ellos en sangre. Vosotros en esas regions
impenetrables a la voracidad de los tiranos, sufris in-
quietudes, perplejidades, ansias, por la suerte de la me-
tr6poli: los espafloles combaten, perecen, y por todas
parties sienten el destierro, la devastaci6n, y el incen-
dio. Ellos no se cansan de resistir: ellos no desespe-
ran de vencer. iY vosotros os cansar6is de auxiliarlos?
Si, americanos, vuestros hermanos de Europa os piden
y reclaman vuestra generosidad, y vuestros auxilios. No
vienen vuestros caudales como en otro tiempo venian a
disiparse por el capricho de una Corte insensata: a su-
mergirse en el pi6lago insondable de la codicia, hidr6-
pica de un favorite: vuestro oro y vuestra plata, son
tan necesarios al Estado, como la sangre y los brazos
de los espafioles: vuestro oro y vuestra plata, se con-
vierten, luego que llegan, en soldados que mantienen la
libertad de la patria, preparan mi rescate y defienden
mi corona. iPod6is enviarlos a mis bella aplicaci6n, a
RECUERDOS SALVADOREROS 15
uso mds digno? Qud important los infortunios, y las
desgracias? Donde quiera que haya un espafiol com-
batiendo con franceses, con 61 estdn mis derechos, con
61 mi trono, con 61 estoy yo! No me desampar6is!
Estas son, espafoles americanos: estas son indios
leales, las voces que os dirige vuestro rey: estas las de
Espafa, que mis firme y resuelta que nunca, se consa-
gra a nuevos peligros y a nuevos combates. Ved, vo-
sotros, si cabe en vuestra lealtad, y en vuestra nobleza,
cerrar el pecho a nuestros clamores. Xavier de Cas-
tafios, Presidente,-Francisco Saavedra.-Antonio de Es-
cafio.-Miguel de Lardizabal y Uribe.
He aqui el iltimo de los d6spotas de la Am6rica
Espaiola, pidiendo auxilio a los americanos, para man-
tener sobre ellos el absolutismo. He aqui el prisionero
de los franceses, dLseando no perder sus derechos a la
corona de Espafa, empleando en sostenerlos, los caudales
de los americanos, a quienes suplicaba, por medio de
dicho Consejo de Regencia, que no lo abandonasen en
su situaci6n adversa y que cooperasen a la defense de
Espafia con el mismo amor y patriotism que lo hacian
los peninsulares; aunque solamente contribuyendo con
sus haberes y recursos pecuniarios, pues se hallaban a
largas distancias de la Metr6poli. He aqui la humilla-
ci6n de un Rey ante sus vasallos, proveniente de sus
exclusivos errors, unidos a los de su regio padre don
Carlos IV, culpables los dos por su ciega adhesi6n a
la political de su favorite don Manuel Godoy, Principe
de la Paz, y por su propia debilidad e ineptitud para
gobernar entonces la gran Naci6n Espafiola.
VI
Comenzaba en aquella 6poca a correr el afio de
1810, y era Capitin General del Reino de Guatemala el
Teniente General don Antonio Gonzalez Saravia. Se co-
menz6 a hablar de los movimientos revolucionarios de
RECUERDOS SALVADORERJOS
los pueblos de Nueva. Espafia y de Sur America. Se
publicaba la impotencia en que se hallaba don Fernando
VII, despojado engafiosamente del Reino por el empera-
dor de los franceses, Napole6n Bonaparte. Se cantaban
versos alusivos a su candidez, cuando se dej6 arrebatar
el Poder Supremo.
-Te lo dije, Rey Fernando,
Que no fueras a Bayona,
Porque el perfido traidor
Te quitaba la corona-.
Se hablaba de los triunfos obtenidos por los heroes
que proclamaban la independencia de las Americas, de la
Corona de Castilla, enalteciendo las proezas de Hidalgo,
Morelos, Matamoros, Allende, Aldama y otros patriots
en Nueva Espafia: Belgrano, Balcarces y Castillos, en los
pueblos Argentinos y el Uruguay: Bolivar y Miranda en
Venezuela y Virreinato de Nueva Granada: Jos6 de San
Martin y O-Higgins, en la Capitania General de Chile.
El Capitan General enterado de cuanto se decia,
por agents policiales de su servicio, dictaba providen-
cias represivas y amenazantes contra los que propalaran
noticias contrarias y subversivas al sistema reinante. Asi,
dentro de poco tiempo comenzaron los arrests en varias
parties de esta America, ejecutados contra los que no
querian ser mAs vasallos de los Borbones, ya sumamen-
te desprestigiados en el concept ptblico.
La provincia de San Salvador tuvo muchos disiden-
tes en todas las classes sociales, como se verA en el
curso de estas narraciones. Las carceles se llenaron de
insurrectos, o herejes como los realistas los llamaban,
porque existia un espionaje piblico y secret, para el
cual todo conato y toda sospecha en el sentido de se-
pararse de Espafa, bastaba para la detenci6n del de-
nunciado, y para que el infame denunciante obtuviese
una convenient remuneraci6n por su vil y degradante
servicio.
Esto ocurria en el tltimo tercio del afio predicho, siendo
juzgados los reos insurgentes por un Tribunal llamado
RECUERDOS SALVADOREROS
de Fidelidad, creado ad hoc por el Gobierno de Guate-
mala. (Bando de 15 y 17 de mayo de 1810). Esa auto-
ridad especial para todas las Provincias centroamerica-
nas, la compusieron a su comienzo, el Oidor Joaquin
Bernardo Campusano, Auditor de Guerra, Joaquin Ibaftes,
Comandante de Artilleria, y Jose M6ndez, habidndose ins-
talado el 9 de junio de 1810, y suprimidose corriendo el
mes de marzo de 1811. (Orden de 20 de febrero de aquel
aijo). Sus funciones fueron de corta duraci6n; pero sufi-
cientes para causar gravisimos males a los enemigos del
funesto sistema opresor.
Como se ha dicho, el ndmero de los insurgentes, era
excesivo; y la Real Audiencia o Tribunal Supremo de Jus-
ticia, orden6 que los supuestos culpables, pasaran a las Sa-
las de Justicia en concept de transgresores del orden so-
cial, y regimen establecido por las leyes del Reino. El Tri-
:bunal de Fidelidad, durante su vigencia, y las mencionadas
Salas, impusieron penas graves, manteniendo en las prisio-
nes y mazmorras a los patriots insurgentes o herejes, pri-
meros ap6stoles de la independencia de Centro America.
Aquellas prematuras conmociones, que en muchos lu-
gares de esta provincia, dieron a conocer el estado de
exaltaci6n en que se hallaban los animos, aunque care-
ciendo de un plan de ejecuci6n positive, Ilenaban de es-
panto a los gobernantes del Reino, nada acostumbrados
a oir vociferaciones amenazantes, ni menos a tolerar he-
chos que dafiaban o se hallaban en abierta oposici6n con
los derechos o prerrogativas de la corona espaflola. De
esto resultaba, que los castigos que imponian a los insur-
gentes hayan sido tan desproporcionados a la criminali-
dad que se les imputaba, en concept de disidentes contra
las instituciones que establecian y daban existencia y po-
der al Gobierno monArquico, que dominaba a su antojo
en estos paises; aunque para dejarse pasar un tanto aque-
lla severidad, no debe olvidarse, que los delitos politicos,
segin las leyes y costumbres de aquellos tiempos atra-
sados, eran considerados, por el apego al mando y a la
dominaci6n, mds dignos de ser penados, que los comu-
nes que atacaban la vida, el honor y la propiedad de
los miembros de la sociedad.
3 Recuerdos Salvadoreos
18 RECUERDOS SALVADOREROS
Por eso se vi6, que algunos de los que padecian
persecusi6n por insurgentes, muriesen en las cdrceles aban-
donados de sus families. Por eso se vi6, que los presi-
diarios Justo Zaldivar de San Alejo, y Valentin Porras de
San Miguel, tuviesen la misma suerte, el primero acusado
de promoter de alzamiento contra el Gobierno del Rey, y
de haberse opuesto a las autoridades de Honduras, al ser
capturado como insurgente, dando de cintarazos al Inten-
dente de aquella Provincia, don Jos6 Tinoco, en las ve-
gas del Goascoran, y el segundo, por acaudillar pandillas
de gentes enemigas del orden social y politico, segfin to-
do lo dicho se expresaba en los process instruidos a
los dos reos mencionados en la Alcaldia Mayor de la
Provincia Miguelefia, y que tuvimos ocasi6n de leer, an-
tes del incendio del archive federal en 1889.
VII
Los acontecimientos hasta aqui relacionados, corres-
ponden al afio de 1810, en cuya terminaci6n, y principios
de 1811, el Teniente General D. Antonio Gonzalez Sa-
ravia dej6 de gobernar a estos pueblos, y siendo nom-
brado por el Consejo de Regencia Virrey de Nueva Es-
paia, aconteci6 que dirigidndose para la ciudad de M6jico,
cayese en poder de los revolucionarios Allende y Alda-
ma, y que como alto empleado realista, fuese pasado por
las armas en la Ciudad de Oajaca.
Con los tiempos aludidos, desde el aflo de 1808, un
espafol de bastante experiencia e ilustraci6n, y sobre to-
do de un amor sincere hacia los Reyes Borbones, habia
dado acertados e importantes servicios a Fernando VII,
lidiando en defense de su causa contra la invasion de
la Peninsula por las huestes del General Bonaparte,
Emperador de los franceses. Aquel sujeto, realista de
buena fe, habia dado vuelta al mundo, y sus conoci-
mientos como viajero le daban un realce personal, para
no fijarse en 61 y no designarlo como un hombre Ila-
RECUERDOS SALVADOREROS 19
mado al desempefo de un elevado puesto gubernativo
en Amdrica.
Por los motives anotados, ciertos en todos sus con-
ceptos, el Consejo de Regencia, resident en la Isla de
Le6n, consider ser conveniente y de justicia darle a di-
cho sujeto el Gobierno Superior del Uruguay, en donde
en concept de Capitin General, sirvi6 fiel y acertada-
mente, durante dos afios, desplegando una admirable
energia en los trabajos empleados a fin de contener los
movimientos de los uruguayos, que proclamaban la in-
dependencia y libertad de su patria.
Para el Gobierno Peninsular, no fu6 extrafo y des-
conocido el grande y oportuno celo del Gobernante de
Montevideo; y considerindolo, en aquellas circunstancias,
bastante competent para ejercer su actividad guberna-
mental en la administraci6n de los pueblos de Centro
America, le confiri6 el nombramiento de Capitan Gene-
ral y Gobernador de estas provincias, ordenandole su
pronta e inmediata traslaci6n al reino de Guatemala.
Aquel notable y distinguido sujeto, que tan largo
tiempo contuvo la emancipaci6n political de dichas Pro-
vincias de la Madre Patria, fu6 el empedernido realista
don Jose Bustamante y Guerra, a quien se ha juzgado
como el mas acdrrimo enemigo de la independencia y
libertad de nuestros pueblos, y como el hombre mis as-
tuto y arbitrario para conseguir sus fines.
El nuevo Gobernante se posesion6 de su empleo el
dia 14 de marzo de 1811, habiendo firmado en Guate-
mala un extenso manifiesto, (1) en que despues de dar
a conocer sus cualidades personales y sus oportunos ser-
vicios a su Gobierno, hablaba del mal estado en que se
encontraban los revolucionarios independientes de Nueva
Espafia y pueblos de la America del Sur. Hacia imposi-
ble el triunfo de los infidentes que desconocian el poder
del Rey, y Ilamaba a los hombres de orden y de sanos
principios, para que cooperasen con 61, a la extirpaci6n
de los conatos y opinions subversivas. En disposicio-
(1) V6ase el Documento n6mero 1.
RECUERDOS SALVAD0RERIOS
nes posteriores ofrecia premios y recompensas a los de-
latores de personas y hechos, que estuvieran en pugna
con el sistema de gobierno reinante.
Un escritor de tiempos pasados, dice: K que don Jose
Bustamante, era un hombre duro, inflexible, suspicaz,
absolute, vigilante y reservado: que sistem6 las perse-
cuciones y delaciones: que tuvo un tino particular para
elegir sus agents y espias, y que constantemente deso-
bedecia las providencias moderadas, que de vez en cuan-
do dictara la Metr6poli en favor de los disidentes, avo-
candose arbitrariamente el conocimiento de los asuntos de
ajena jurisdicci6n: que cualquiera ligera sospecha bas-
taba para que ordenase el allanamiento de casas y man-
dase el registro de papeles que creia existiesen en po-
der de alguna persona, y que el mds pequefio pretexto
lo estimaba bastante para decretar encarcelamientos y
destierros-.
Por referencias de pasajes que se hardn constar en
el decurso de este escrito, se sabrd que existe un tanto
de exageraci6n en las noticias que nos ha dejado el
predicho escritor, a quien debe conceptuarse inclinado al
vituperio del senior Bustamante, vencido y ofuscado por
las pasiones partidarias de la libertad, en tiempos que co-
rrian muy inmediatos a la dpoca que dicho sefior habia
gobernado en Guatemala. No es credible, hablando huma-
namente, que aquel gobernante, haya sido tan perverse
y enemigo de los hombres, como lo exhibe ante la so-
ciedad centroamericana el referido historiador. Este, en
nuestra opini6n, debi6 manifestar, que Bustamante, era
severe y mAs que exigente, en el cumplimiento de sus
funciones, en concept de empleado pdblico; mas en nin-
gdn caso hacerlo aparecer como un bandido en el ejer-
cicio del poder, ciegamente dominado por los deseos de
hacer el mal y enaltecerse ante los gobernantes de la
isla de Le6n.
Puesta en prdctica su actividad, en cuanto al punto
principal de su ingreso al Gobierno, di6 una mejor di-
recci6n al sistema de evitar el incremento de las ideas
separatists de la corona ibdrica, emitiendo providencias,
no solamente para que fueran, unas, obedecidas por sus
RECUERDOS SALVADOREROS 21
sdbditos, sino para interesar por medio de otras, a la
Autoridad Eclesidstica del Arzobispado. De esa manera
resonaba en los pdlpitos la voz de los sacerdotes realis-
tas, reprobando los trabajos referentes a la separaci6n
e independencia que se negaba a los que deseaban go-
bernarse por si mismos. Entonces, sin embargo, se efec-
tuaron parciales alborotos en las poblaciones de Usulu-
tan, de Zacatecoluca, de Chalatenango y Metapdn, dando
por otra parte positivas muestras de ser adictos al Rey la
ciudad de San Miguel, Villa de San Vicente y el pueblo de
Santa Ana Grande. La primera de estas fu6 premiada con
el dictado de Muy Noble y Leal, la segunda con el titu-
lo de Ciudad y el tercero con el de Villa. Asi se les re-
compensaba su fidelidad y adhesion; pero poco o nada
se adelantaba en alejar el mal, arraigado ya hacia much
tiempo.
VIII
En aquellos dias esta provincia era gobernada por
el impopular Intendente don Antonio Gutidrrez de Ulloa;
y aconteci6 que sin un plan combinado acertadamente,
los sacerdotes patriots doctor Jose Matias Delgado, don
NicolAs, don Vicente y don Manuel Aguilar, acompafiados
de don Manuel Jose Arce, don Juan. Manuel Rodriguez,
y otros muchos disidentes, caudillos del pueblo, resol-
vieron apoderarse de tres mil fusiles que se hallaban
almacenados, y de cerca de trescientos mil pesos que
existian en las cajas reales, destinados para remitirlos a
Espafia. Con esos recursos creian sostener la indepcn-
dencia que inmediatamente debia proclamarse, no obstarte
la vigilancia del Intendente seflor Gutidrrez. Pusieron,
pues, en ejecuci6n su precipitado proyecto; mas los cons-
piradores ignoraban que el espionage del gobierno los
habia descubierto; por lo que, al efectuar el 5 de no-
viembre de 1811 el asalto de los cuarteles de la ciudad
insurgente de San Salvador, fueron sorprendidos y fdcil-
mente dispersados aquellos salvadorefios que querian ver
22 RECUERDOS SALVADOREROS
a su Patria libre del poder colonial. Se ha asegurado
que dicha ciudad qued6 sin autoridades durante seis
dias, y que sus moradores no tuvieron que presenciar
ningtin desorden. ZMas a d6nde fue a parar el senior
Ulloa y sus empleados del servicio piblico? No es creible,
pues, tal afirmaci6n. La noticia de lo acaecido el 5 de
noviembre corri6 con velocidad por todos los ambitos
de la Provincia, y muy pronto Ilegaron a San Salvador
o a sus inmediaciones, quinientos hombres de San Miguel
al mando de un senior Coronel Escolin, de la nobleza
de aquella ciudad; y no queda duda que dicha fuerza
contribuy6 al sostenimiento del orden pdblico en la capital.
Se comunicaron a Guatemala todas las ocurrencias
de San Salvador, y don Jose Bustamante encontr6 un
medio prudent para no agravar mis la situaci6n, en el
nombramiento de Intendente que verified en el Coronel
don Jose Aycinena y Aldecoa, Gilvez y Carrillo a quien
comunic6 instrucciones oportunas para llegar a la paci-
ficaci6n de estos pueblos, temerosos de presenciar cas-
tigos despu6s de la asonada de que aqui hacemos re-
miniscencia.
El senior Aycinena acept6 el empleo que con tanto
acierto se le confiri6, haciendo su ingreso a San Salva-
dor, el dia tres de diciembre del aflo mencionado. Lo
acompafiaba su adjunto el Regidor del Noble Ayunta-
miento de Guatemala, senior don Jose Maria Peinado,
oriundo del Peru. Tambi6n ingresaron con el Intendente,
enviados por el Arzobispo electo Fray Ram6n Casaus y
Torres, el padre recoleto Jose Mariano Vidaurre y otros
various misioneros que debian predicar, impugnando las
herdticas producciones de los conspiradores.
El Coronel Intendente y su adjunto adoptaron una
administraci6n moderada y casi tolerante. Los frailes en
los pilpitos amonestaban a los insurgentes, amenazindo-
los con los castigos del Cielo, que les ordenaba ser res-
petuosos, sumisos y obedientes a las leyes y a las au-
toridades, que en nombre del Rey administraban justicia.
Afeaban la condici6n de ser libres e independientes, re-
cordindoles como habian vivido en paz bajo el regimen
de un gobierno conocido por ellos hacia largos afios.
RECUERDOS SALVADORENOS
La political de lenidad del Intendente produjo resul-
tados que no se esperaban, pues aunque se efectuaron
algunos arrests fueron de pocos dias, y todo se redujo
de moment al cambio de various empleados de la ad-
ministraci6n. Volvieron, pues, a sus hogares los que
huian, sin dejar de pensar en sus creencias separatists
para cuya realizaci6n esperaban mejores tiempos (1).
Al terminar el afio de once, se conmovieron en la
Provincia de Nicaragua, gobernada por el Obispo Inten-
dente don Fray Nicolds Garcia Jerez, las Ciudades de
Le6n, Rivas y Granada, mas solamente esta sostuvo su
pronunciamiento, el cual mis tenia por objeto la desti-
tuci6n de las autoridades realistas de la ciudad, que una
actitud contraria y direct contra el gobierno imperante.
Aquellas conmociones, que fueron de gravisimas con-
secuencias para la vida y propiedades de los granadi-
nos, acusados por el Fiscal don Alejandro Carrascosa, die-
ron ocasi6n para que de El Salvador, expedicionasen
hacia Nicaragua, seiscientos hombres comandados por el
Coronel miguelefio don Alonso Saldos. Sus tropas llega-
ron felizmente al comienzo del afio doce, habiendo efi-
cazmente servido para la pacificaci6n de aquella Pro-
vincia (2).
El sosiego piblico en El Salvador, se restablecia
poco a poco, corriendo el aflo de 1812. El Gobierno de
la Provincia se hacia acceptable en cuanto cabia, debido
a su sistema conciliador, haciendo que los animos se
aquietasen, dejasen de pensar en si, en proyectos subver-
sivos y opuestos a la obediencia que debian al Rey y
a las autoridades que lo representaban. Para halagar a
estos pueblos no quiso dilatar aquel Gobernador, de la
soberbia estirpe de los marqueses de Aycinena, la publica-
ci6n de la memorable providencia dictada en Guatemala
por el Capitin General senior de Bustamante, sobre el tri-
buto suprimido de los indios, a quienes aquel veia con
marcada benevolencia. Nosotros creemos, que declara-
(1) Veanse Documentos ndmeros 2, 3, 4, 5, 6 y 7.
(2) Nota fechada en el mes de marzo por dicho Coronel, y dirigida
al Capitan General, seflor Bustamante.
24 RECUERDOS SALVADOREROS
ci6n tan humana y tan just, debe correr en nuestra
obra como una disposici6n inolvidable, que siempre hard
honra al fiel servidor de los Borbones, en el superior
gobierno de este reino.
Habla el Intendente:
Jose Alejandro Aycinena Aldecoa Carrillo y GAlvez,
Dr. en Derecho, de la Real y Pontificia Universidad de
San Carlos, Regidor del Muy N. y L. Ayuntamiento de
Guatemala, Coronel del Batall6n de Infanteria de Mili-
cias, Director de la Real Sociedad Econ6mica, Alguacil
Mayor del Santo Oficio, Juez privativo de Tierras, Sub-
delegado de Correos, Gobernador Intendente y Coman-
dante de armas en comisi6n de esta Provincia etc.
Por el Excelentisimo sefor Presidente se me dice,
con fecha tres del corriente, lo que sigue: -He sido fiel
a mi palabra, estampada en mi manifiesto de 13 de
abril, de tender y proteger a la preciosa clase de los
Indios, con el esmero y predilecci6n que merecen. Al
mes de posesionado del mando, promovi, se les conce-
di6 y circuld la rebaja del tribute que anhelaban muchos
pueblos. Deseoso de que todos participasen de esta gra-
cia, ninguno que haya ocurrido a mi, ha vuelto sin des-
pacho favorable. Lo mismo ha sucedido en sus particu-
lares asuntos, quejas y demands. Los oigo a todas ho-
ras con amor paternal: les hago justicia o providencio
que se les administre con brevedad y rectitud. Asi lo
seguirin experimentando de mi, por natural inclinaci6n,
por obligaci6n de mis empleos y por reconocimiento a
su lealtad y vasallaje!!
Ahora, por las embarcaciones que en estos dias
han llegado a Sonsonate, he recibido Gacetas del Go-
bierno de Lima, y en la de diez y siete de septiembre
tiltimo, se inserta un Decreto de las Cortes Soberanas,
declarando que la excepci6n del tribute de los Indios,
sea general en toda la America. No se me ha comuni-
cado de oficio, como correspondia por el Supremo Go-
bierno de la Naci6n, sea por extravio de los pliegos,
pues en el mar se han perdido algunos correos de este
aflo, o por otra causa. Pero en vista de un document
piblico, como es la espresada Gaceta: de lo que cons-
RECUERDOS SALVADOREIOS 25
ta en el diario de las Cortes, y de lo practicado en Md-
jico, que tambidn es notorio mi amor a la justicia y a los
Indios, no ha podido mi animo reprimirse mis tiempo.
Tan vasallos del rey nuestro sefor D. Fernando Sdptimo,
son los naturales de este reino, como los del Peru y Nueva
Espafa: iguales son todos en derechos: igualmente acree-
dores a la soberana piedad: las mismas leyes los go-
biernan y favorecen, y es punto inconcuso, que una ley,
cddula o disposici6n general de la soberania, publicada
con solemnidad en una provincia, debe regir en todas,
donde concurran iguales razones y circunstancias.
Movido a tan fuertes consideraciones, con acuerdo
de la Junta Superior de Real Hacienda, he determinado,
que desde el aflo present de mil ochocientos doce, todos
los fieles y leales Indios de este reino de Guatemala, que-
dan libres de tribute sin que con este titulo puedan sus
Gobernadores y Alcaldes y demis Justicias exigirles la
menor cantidad-.
*Declaro que a los Indios honrados y fieles, que
en muestra de amor a nuestro deseado y cautivo Rey,
quieran contribuir para su rescate, y para los gastos de
la santa guerra national, se les reciba lo que dieren
como donativo voluntario sin usar de apremio, ni cau-
sarles la menor extorsi6n, con la misma libertad que
los espafioles y ladinos, a quienes excitar6 oportuna-
mente para que sigan acreditando por los medios mis
suaves, su lealtad y patriotism; y de lo que asi con-
tribuyeren, se llevard la mas exacta cuenta y raz6n por
los Jueces, con intervenci6n de los Curas, para que todo
se publique en la Gaceta, y se eleve a noticia de su
Magestad .
Por lo respective a las cantidades atrasadas de
tributes que deben muchos pueblos, usando de la ma-
yor beneficencia, les concede que los vayan pagando a
plazos proporcionados, en lo cual los Jueces obrardn
con prudencia y suavidad, de acuerdo con los curas, de
cuyo celo e ilustraci6n, espero que explicaran a los deu-
dores la justicia y necesidad de estos pagos, en consi-
deraci6n a ser los tiles de su clase y a las actuales
urgencias del erario pdblico-.
S- Recaerdos Salvadoreilos
26 RECUERDOS SALVADORERIOS
-Pero si son dignos de tan extraordinarias gracias
y mercedes los Indios leales, subordinados y sumisos,
las desmerecen todos aquellos que hayan cometido o
cometiesen ofensas y delitos contra el Rey, y contra la
legitima autoridad de sus Ministros y Jueces, faltindo-
les al debido respeto y obediencia. Por tanto, en to-
dos los Pueblos en que haya habido, o en adelante hu-
biese conmociones o motines, quedaran suspensas las
expresadas gracias, hasta que con los debidos informes
se califique, quienes son acreedores a ellas, y quienes
deben quedar con la marca de desleales, ingratos o trai-
dores, lo que no acaecerA en lo sucesivo.
los Cabildos de Indios y se comunicard de ruego y en-
cargo a los Padres Curas para su debido y puntual
cumplimiento ,.
< Dado en el Real Palacio de Guatemala, a tres de
enero de mil ochocientos doce.-Jos6 de Bustamante,.
,Y en cuya vista, para que llegue a noticia de to-
dos aquellos a quienes corresponda e interest, libro el
present en San Salvador, a siete de enero de mil ocho-
cientos doce.-Jos6 Alejandro Aycinena.-Por mandado
de su Sefioria, Mariano Fagoaga,.
IX
Cuando hubo de terminar del modo indicado la co-
misi6n del Intendente, se dispuso su regreso a Guatemala,
sustituy6ndolo su adjunto en aquel alto empleo, que
much despu6s ocup6 el cubano doctor don Pedro Ba-
rriere, Don Jos6 Maria Peinado, oriundo del Peru, fue
el sexto funcionario de aquella superior gerarquia, que
desde el afio de 1785, habian sido nombrados en el
tiempo colonial LAlcaldes Mayores-.
El nuevo Intendente, no careci6 de aceptaci6n y
aprecio en las classes principles del pueblo, en el cual
se hacia notable, no s6lo por su buen caricter, a dife-
RECUERDOS SALVADOREROS 27
rencia del ex-Gobernador don Antonio Gutidrrez de Ulloa,
sino tambidn por su elevada figure, excesiva obesidad
y vistosa talla. Su administraci6n fue conciliadora y
acceptable, mas nunca consigui6 borrar en parte de los
salvadorefios, los deseos de disgregarse del Gobierno
de la Peninsula.
Entre aquellos se hacian notar los ya conocidos pa-
triotas del 5 de noviembre, quienes no fueron juzgados
por el Tribunal de Fidelidad conocido en estas narra-
ciones, por haber sido suprimida su odiosa existencia
desde el 20 de febrero de 1811.
Tambi6n aquel empleado di6 cumplimiento a la or-
den de las Cortes que eximia a los indios de dar a los
Curas servicios sin remuneraci6n, en concept de mozos
zacapires, o acarreadores de zacate para las bestias de sus
caballerizas. Y asi mismo prohibit la costumbre que los
obligabs a ir a sus expenses hasta Guatemala a traer los
santos 61eos, para la administraci6n de ese Santo Sacramen-
to. Y basten estas pocas referencias para conocer el cardcter
bienhechor de aquel Intendente de la raza blanca y noble,
que en Guatemala rechazaba la independencia de estos
pueblos, por ser dicha ciudad mon.rquica y opositora
a la libertad de Centro Am6rica.
x
Despues de aquellas conmociones, terminadas en la
Provincia de San Salvador, el aflo de 1812, parecian
calmados los Animos, y que sus pueblos habian entrado
en una situaci6n bonancible, para ser mantenidos en
silenciosa obediencia, como acostumbrados estaban, segin
el regimen de Gobierno establecido en los tiempos atra-
sados precedentes.
Se hablaba en la Provincia de los grandes bene-
ficios que se esperaban de la carta fundamental de la
Monarquia, de 18 de marzo de aquel aflo, y de las de-
mds leyes decretadas por las Cortes, reconociendo a los
28 RECUERDOS SALVADOREROS
Americanos, y principalmente a los Indios, derechos que
hasta entonces les eran negados, political y civilmente, y
de que solamente gozaban las classes privilegiadas. Mas
al propio tiempo que se propalaban tales beneficios, se
gravaba a menudo a los pueblos, exigidndoles dona-
tivos que servian en Espafia para sostener los intereses
del Rey Fernando; explicandoles empero que aquello se
hacia, en just reconocimiento de los mencionados bene-
ficios que les venian de la Peninsula. Un escritor cen-
troamericano asegura, hace algin tiempo, que del afio
1812 al de 1813, se remitieron a Cddiz dos millones de
pesos recaudados en todas las provincias del Reino.
El Arzobispo ordenaba al Clero, que se leyese en
las Iglesias la proclama titulada -A los habitantes de
ultramar,, firmada en CAdiz el 30 de agosto de 1812.
por el Duque del Infantado, Presidente de la Regencia,
ddndoles publicidad por todas parties a las noticias del
Duque, al comienzo del aflo 13, se decia a las concu-
rrencias: que las soberbias aguilas de Napole6n Bonaparte,
habian sido humilladas el 22 de julio del aflo precedent
en los campos de Salamanca, por el denuedo de cin-
cuenta mil ingleses, auxiliares de los espatioles y mandados
por Lord Wellington, Duque de Ciudad-Rodrigo. Se les
aseguraba que a consecuencia de aquella batalla, el puer-
to de CAdiz, sitiado, durante treinta meses, por fuerzas
navales del Rey Jos6 Bonaparte, se hallaba libre de
enemigos, desde el 25 del predicho mes de julio, que
Espafia se veia casi desocupada por los usurpadores, y
que el Rey cautivo en Valencey, estaba para recobrar
su libertad restringida desde su abdicaci6n del 6 de ma-
yo de 1808.
Segdn el parecer del Vicario Provincial de Santa
Ana, los insurgentes de El Salvador, eran unos ingratos,
unos hijos bastardos y adulterinos de la monarquia, tor-
pes e ignorantes, que se empefiaban en despedazar sus
nobilisimas entrafias.
En la ciudad de San Vicente ya se habia predicado
desde el aflo de 1811, sobre que las conmociones po-
pulares, por naturaleza trastoradores del sosiego pdbli-
co, eran culpables ante las leyes de la Iglesia, siendo
RECUERDOS SALVADOREROS 29
un hecho hist6rico, que el Divino Maestro y Salvador
de los hombres, habia sido sacrificado en aras de la
muerte, a consecuencia de un numeroso tumulto de es-
tdpidos revoltosos de la ciudad de Jerusaldn, conducidos
en tropel contra el inocente Jesus, bienhechor sin medi-
da de sus inhumanos y perversos perseguidores.
Hacia alguin tiempo que en los pdlpitos de San Mi-
guel, se hablaba al pueblo reunido en las platicas reli-
giosas, sobre la virtud de la lealtad, y obediencia a las
leyes y al Rey Fernando, con lo cual se les decia que
darian positivas pruebas de su patriotism y de su amor
a la patria y a la religion santa. Y efectivamente que
por aquella conduct, la ciudad fue condecorada con el
dictado de Muy Noble y Leal, entire las poblaciones de
la Provincia (1).
Pocas muestras de aquella ciega obediencia, se da-
ban en la ciudad de San Salvador, no obstante existir
en ella la superior autoridad de la Provincia, y haber
en su recinto conventos de frailes, que por supuesto
debe suponerse interesados en los buenos efectos de
las 6rdenes Ilegadas de Guatemala, para ser cumplidas
en sostenimiento del realismo espafiol.
Juzgamos que asi sucedia, porque en esa ciudad, exis-
tian los hombres que no cesaban de trabajar en los
animos, manteni6ndolos siempre inclinados a career que
Ilegaria un tiempo en que los salvadorefios y todo Cen-
tro Amdrica, dejarian de ser sdbditos oscuros del go-
bierno colonial.
En el numero de aquellos patriots, se contaban
algunos sacerdotes del clero regular y secular, siendo
de los primeros los frailes Victor Eleodoro Castrillo, Ni-
colas de Lara, N. Michelena y otros que formaban o
componian las 6rdenes de franciscanos, dominicos y
mercedarios. Del clero secular ya se conoce en estas
(1) Los Sacerdotes doctors don M. Ignacio Circamo, don Manuel An-
tonio Molina y don Miguel Barroeta, parrocos de aquellas ciudades, fueron
condecorados con la orden de Carlos III, por aquellas predicaciones contra
los insurgentes. Tambien fueron nombrados Can6nigos de la Iglesia Metro-
politana del Arzobispado.
30 RECUERDOS SALVADOREROS
narraciones, quienes fueron los primeros obreros de la
emancipaci6n political, Ilevada a su tdrmino posteriormente.
No debemos desconocer el espiritu de tolerancia y de
conciliaci6n con que gobernaba el Intendente seflor Pei-
nado, pues su political, moderada en sus providencias
contrarias a las aspiraciones del patriotism, alentaba a
los liberals, entire quienes aquel representante del Rey
gozaba de un verdadero aprecio y carifio respetuoso.
Ellos, ademis de ser tolerados, sabian que en Es-
pafia habian sido prohibidas como subversivas y man-
dadas a recoger, ciertas instrucciones formuladas por el
Intendente en San Salvador, para el Diputado a Cortes
de esta Provincia, (1) adoptadas incondicionalmente por
el Ayuntamiento de Guatemala para su Representante a
las mismas Cortes, (2) pues habidndolas escrito Peinado
en sentido liberal, eran contrarias en sus principios al
Gobierno opresor del Rey.
XI
Tres aflos habian transcurrido desde que don Jose
de Bustamante habia entrado a gobernar estas Provin-
cias, cuando la independencia estuvo a punto de ser
proclamada en San Salvador el 24 de enero de 1814.
Mas, sinembargo de estar todo preparado para ese fin,
algunos de los patriots desistieron de la ejecuci6n del
gran movimiento, a consecuencia de prudentes observa-
ciones de otros, que no se hallaban bastante resueltos a
arrostrar los resultados consiguientes a tan prodigioso
procedimiento.
Sucedi6, sin embargo, que la policia realista de Bus-
tamante, les declarase una active persecuci6n, hasta aherro-
jar a muchos de los principles caudillos en los calabo-
zos de la insurgente ciudad de San Salvador.
(1) Presbitero J. Ignacin Aviia.
(2) Can6nigo Dr. Antonio Larrazabal.
RECUERDOS SALVADOREROS 31
Entre aquellas prisiones se verificaron las de Fran-
cisco C6rdova, Juan de Dios Mayorga, Juan Manuel Ro-
driguez, Manuel Jose Arce, Antonio Ruiz Grullo, Fulgen-
cio Morales, Eusebio Mena, Santiago Cells, Domingo
Lara, Santiago Rosales, y otros muchos, siendo perse-
guidos los frailes Castrillo, Michelena y Lara y escapin-
dose de la persecuci6n, el Alcalde ordinario ciudadano
Pedro Pablo Castillo, Jefe de los patriots, por haberse
retirado a su posesi6n rural de Palocombo,.
Los encarcelados fueron sometidos de orden de Bus-
tamante, a un riguroso procedimiento judicial; y en con-
secuencia algunos fueron sentenciados a la pena de des-
tierro, en el cual muri6 el ardiente C6rdova, en la ciu-
dad de Ceuta (Imperio de Marruecos), entonces presidio
del gobierno espafiol.
El perseguido Alcalde se escap6 de sus enemigos,
los policiales del Capitdn General y Gobernador del Rei-
no, yendo a terminar sus dias al extrangero (Isla de Ja-
maica). Santiago Celis, fue extrangulado inhumanamente,
cefiido con un cordel al cuello, en un pilar interior de
las circeles de San Salvador. Y los restantes continua-
ron en las prisiones hasta que a los cinco afios fueron
indultados, de conformidad con la orden de 25 de enero
de 1817, por Fernando VII, Ilamado el Rey Neto, por
su absolutismo politico, sostenido en aquella 6poca en
Espafa, por los Generales Francisco Xavier Elio, Fran-
cisco Ram6n Eguia y el Conde de Montijo.
Tambien se confin6 en distintos puntos del Reino,
a los patriots sacerdotes, Dr. J. Matias Delgado, Ma-
nuel, Nicolds y Vicente Aguilar, quienes por todas par-
tes trabajaban sin descanso en el sentido de la emanci-
paci6n de estas colonies. El acta firmada para efectuar
dicha proclamaci6n fue quemada en la plaza de San
Salvador por la mano del verdugo.
Los pasos de los Ilamados insurgentes sobre tan
important asunto, habian estado de acuerdo, seghn re-
ferencias precedentes, con lo que acontecia acerca del
mismo gran negocio, en las ciudades de Le6n, de Gra-
nada, de Rivas y casa de Belen de Guatemala. Aque-
llos hombres, son los ilustres ciudadanos del pasado,
32 RECUERDOS SALVADOREIOS
que la gratitud national debiera honrar y enaltecer con
signos sencillos de imperecederos recuerdos, por los im-
portantes servicios que prestaron a la patria, ahora de
ellos olvidada (1).
El Gobierno colonial qued6 triunfante de aquellas
otras tentativas del patriotism en apoyo de la indepen-
dencia, habiendo sucedido que al efectuarse, era rescata-
do el Rey Neto, para volver a Espafia a hacer uso de
su poder absolute que las leyes vigentes le negaban.
Uno de sus primeros actos desp6ticos fue suspen-
der, o mejor dicho, anular la Constituci6n de 1812, y
todas las demds leyes que en beneficio de los pueblos,
las Cortes habian decretado en sus filtimas sesiones de
1813. Aquel escandalo fud decretado en la ciudad de Va-
lencia el dia 4 de mayo de 1814.
Por lo que respect a la Provincia de San Salva-
dor, su Gobierno dispuso que cesara el empleo de In-
tendente en la persona de don Jos6 Maria Peinado: que
continuaran las prisiones de los encarcelados politicos,
hasta que su real voluntad dispusiere lo que mejor fue-
se de su agrado, y que don Josd Bustamante y Guerra,
prosiguiera mandando en estos paises. Mas se aproxi-
maban los tiempos de mejor ventura para Centro Amd-
rica, cuyos pueblos no eran tan extrafios a las admira-
bles hazafias de los grandes heroes mejicanos y de Sud--
America: Jose Maria Morelos, Sacerdote, Vicente Gue-
rrero, Guadalupe Victoria, llamado anteriormente Josd
Maria Fernandez, Nicolas Bravo, Javier Mina, el Padre
Josd Maria Torres y muchos otros defensores de la li-
bertad de Nueva Espafia. Francisco Miranda, Sim6n Bo-
livar, Jose de San Martin, y O-Higgins, en constant lid
por la independencia del Mediodia. La rendici6n de
Acapulco y toma de Oajaca, y las batallas de Chaca-
buco, Maip6 y Boyacd, mantenian las esperanzas de
que Ilegarian los moments de separar a estos pueblos
del gobierno peninsular.
Mas desgraciadamente, por lo relative a MWjico, la
agradable y consoladora escena habia cambiado en la
(1) VWanse Documentos n meros 8, 9 y 10.
RECUERDOS SALVADOREIOS 33
segunda mitad del afio de 1805, pues la revoluci6n de
Nueva Espafia habia llegado a un estado de abatimien-
to tal, que mis se creia en su complete aniquilamiento,
que en dar esperanza de triunfar de las armas realistas.
El Generalisimo Jos6 Maria Morelos, vencido y hecho pri-
sionero en la iltima acci6n de Acapulco, en el mes
de noviembre de aquel afio, y Xavier Mina, (espa-
iol) habian sido pasados por las armas en la ciudad de
M6jico. El caudillo N. Lesma y otros denodados Jefes,
habian muerto en la referida acci6n. Los padres Mata-
moros y Torres, ya no existian. El General Vicente
Guerrero se mantenia con escasas fuerzas, en las Tie-
rras Calientes, hacia el Pacifico. Guadalupe Victoria des-
hecho en Puente del Rey, se ocultaba en los espesos
bosques de las provincias de Oajaca y de Tabasco,
perseguido por las tropas enemigas. Nicolas Bravo y
otros Jefes de la Revoluci6n, se hallaban reducidos a la
impotencia. Agustin Iturbide, al servicio de la corona de
Castilla y favorecido por la fortune, se mantenia sobre
las armas, vencedor de los heroes revolucionarios, junto
con otros generals que peleaban por la causa de Es-
pafla. Y el Virrey don Juan Ruiz de Apodaca, Conde
del Venadito, alucinado por aquella halagiiefa situaci6n,
decia al Rey Fernando en Madrid: Que la sangrienta
revoluci6n habia terminado,.
Un Jefe criollo realista, Ileno de prestigious y guia-
do por una feliz estrella en repetidos combates librados
contra los revolucionarios, habia puesto los intereses de
la independencia en aquel estado de abatimiento.
Aquel criollo, cuya ambici6n lo tenia destinado al
Trono, y del Trono al Cadalso, era el General que den-
tro de poco tiempo debia ceflir la corona imperial de
Moctezuma. Era Agustin Iturbide, que a consecuencia
del Plan de Iguala de 24 de febrero de 1821, (1) y Tra-
tado de C6rdova de 24 de agosto del mismo aflo, ajus-
tado con el tltimo Virrey D. Juan O-Donojti, no ratifi-
cado por el Gobierno espafiol, entraba a la ciudad de
(1) V6anse Documentos nuimeros 11 y 12.
5 -Recuerdos Salvadoreios.
RECUERDOS SALVADORERIOS
Mdjico, con los Generales republicans Guerrero y Bra-
vo, al mando de las tropas que tres afios antes D. Juan
Ruiz de Apodaca, habia puesto bajo sus 6rdenes, con
el fin de atacar a Guerrero en las Tierras Calientes, y
de lidiar a muerte por el absolutismo de Fernando VII,
a quien sinembargo en Espafia, Rafael Riego habia obli-
gado a restablecer en lugar de la mondrquica la liberal
Constituci6n de 1812. Dentro de poco tiempo, Riego
pag6 en la horca infamante su conduct patri6tica con-
tra el Rey Neto, quien orden6 que se le condujera al
patibulo en un tosco ser6n, tirado por un asno en las
calls de Madrid.
Iturbide, hallandose en aquella elevada posici6n, to-
m6 la Presidencia de la Junta de Gobierno que se cre6
de moment en Mejico. Mas no satisfecho ain se hizo
Emperador en 18 de mayo de 1822: abdic6 el 20 de
marzo de 1823, a consecuencia de la convenci6n de
Casa Mata de 10 de febrero del propio afio: sali6 del
territorio mejicano para Europa permaneciendo ms de
un afio en Liorna, y regresando a la Repdiblica con las
pretensiones de recobrar el mando imperial, fue fusilado
por el General Felipe la Garza en el pueblo de Padua
en la Provincia de Tamaulipas, el 19 de julio de 1824.
Volviendo a nuestros propios asuntos terminemos
este capitulo, manifestando que el actual Capitan Gene-
ral Bustamante, sujeto muy a prop6sito para haber re-
tardado la separaci6n de la Corona de Espafia, dej6 el
mando superior de las Provincias Centroamericanas, su-
cedidndole el timido D. Carlos Urrutia, (General cubano)
que providencialmente puede afirmarse, estaba designado
para acelerar aquel magno acontecimiento.
En los dias pr6ximos a la independencia, el seflor
Urrutia se vi6 obligado a depositar el mando en el Ge-
neral Inspector Dn. Gabino Gainza, bajo cuyo gobierno
se proclam6 la emancipaci6n political de estos pueblos,
en los tdrminos que serAn referidos en los lugares opor-
tunos.
rn E a 1n0 a n naa i 0 0 1a
CAPITULO II
SUMARIO:
1. Proclamaci6n de la Independencia en Guatemala el 15 dc septiembre de 1821, y pro-
clamaci6n de la misma en San Salvador el 21 del mes y aflo precitados.
2. Acta de Independencia de San Salvador.
I
LA narraci6n del capitulo anterior, ha sido necesaria,
por que en los -Recuerdos-, se refieren acontecimien-
tos que se hallan ligados con los de otros paises,
que en much corrieron la misma suerte que antes y
despuds del aflo de 1821, le toc6 a El Salvador.
La ciudad de San Salvador, ha sufrido en varias
ocasiones, mAs que ninguna otra de la Reptiblica, los
siniestros estragos de las guerras civiles, que han de-
vastado el pais, despuds que dej6 de pertenecer a los
dominios de Espafia. La antigua Provincia salvadorefla,
(1) que durante el Gobierno de la Peninsula, habia per-
manecido unida a la de Guatemala, iba, dentro de poco,
a separdrsele, a consecuencia de la acta de emancipaci6n
political y social de todo Centro Am6rica, de 15 de sep-
tiembre de 1821. Iba a darse una administraci6n inde-
pendiente de aquel Gobierno: a crearse autoridades de
su propio seno, nombradas y elegidas por si misma, y
(1) Cuando se habla de esta Provincia, se entiende que se habla tam-
bien de la de San Miguel, San Vicente de Austria y de Sonsonate.
36 RECUERDOS SALVADOREIROS
a jurar en particular, por medio de una acta solemne, y
en tdrminos absolutos e incondicionales, su eterna sepa-
raci6n de la Corona de Castilla.
Hacia largo tiempo, como se ha relacionado, que ese
delicadisimo asunto, preocupaba los animos de los sal-
vadorefios, dando lugar a cierta desesperante inquietud
en que se vivia, los manejos e indecision del Capitdn Ge-
neral Gabino Gainza, (1) en dar un paso decisive en
favor de la independencia que ardorosamente se deseaba
por todos estos pueblos.
Mas por fin Ilegaron los moments apetecidos por
los patriots, y aquel national acontecimiento se verific6.
Corrian los minutes intermedios de las siete a las
ocho de la noche del dia 21 del mes de septiembre ex-
presado, cuando el correo ordinario procedente de Gua-
temala, entrando en la ciudad de San Salvador, por la
avenida y calle de Mejicanos, anunci6 a la poblaci6n,
la buena nueva. Anunci6 la verdad de aquel grande acon-
tecimiento, haciendo resonar en su transito, hasta la ha-
bitaci6n del Intendente de la provincia, cierto clarin de que
entonces se hacia uso, por aquella clase de mensajeros,
al tiempo de llegar a las poblaciones con que tocaban en
sus viajes peri6dicos de cada mes. La grata noticia se
-comunic6 inmediatamente en todo el vecindario y reuni-
dos los concejales, o el titulado *Noble Ayuntamiento,
presidido por el Jefe Superior de la Provincia, se dis-
pusieron grandes y magnificos festejos, en que el pue-
blo alborozado, y lleno de un regocijo indescriptible, to-
m6 un gratisimo participio, conducidndose en sus goces
y alegrias con todo el comedimiento y el orden mds
deseables en noche de tanto jdbilo y de tanta dicha,
conque el Cielo premiaba sus virtudes civicas y sus de-
seos constantes de diez afios de separarse de la Madre
Patria.
El acta magna de independencia, causa de tan ge-
neral entusiasmo, y el manifiesto sobre el particular del
-Gobierno de Guatemala, (2) fueron recibidos y leidos a
(1) Vanse Documento nimero 13.
(2) Documento nuimero 14.
RECUERDOS SALVADOREROS 37
la numerosa muchedumbre siendo la primera literalmen-
te como aparece.
,El dia 15 del corriente se acord6 lo que sigue:
Palacio Nacional de Guatemala, QUINCE DE SEPTIEMBRE
DE MIL OCHOCIENTOS VEINTIUNO. Siendo piblicos e in-
dudables los deseos de independencia del Gobierno Es-
paflol, que por escrito y de palabra ha manifestado el
pueblo de esta Capital: recibidos por el uiltimo correo
diversos oficios de los Ayuntamientos Constitucionales
de Ciudad Real, Comitin y Tuxtla, en que comunican
haber proclamado y jurado dicha independencia, y exci-
tan a que se haga lo mismo en esta ciudad: siendo po-
sitivo, que han circulado iguales oficios a otros Ayunta-
mientos: determinado de acuerdo con la Excma. Dipu-
taci6n Provincial, que para tratar de asunto tan grave,
se reuniese en uno de los salones de este palacio la
misma Diputaci6n Provincial, el llmo. Sefor Arzobispo,
los sefiores individuos que diputasen, la Excma. Audien-
cia Territorial, el Venerable Sefior Dean y Cabildo Ecle-
sistico, el Excmo. Ayuntamiento, el Muy Ilustre Claus-
tro, el Consulado y Muy Ilustre Colegio de Abogados,
los Prelados Regulares, Jefes y funcionarios pliblicos:
congregados todos en el mismo sal6n: leidos los ofi-
cios expresados: discutido y meditado detenidamente el
asunto; y oido el clamor de -viva la Independencia,,,
que repetia lleno de entusiasmo el pueblo que se veia
reunido en las calls, plaza, patio, corredores y antesala
de este palacio, se acord6 por esta Diputaci6n e indi-
viduos del Excelentisimo Ayuntamiento:
,PRIMERO.-Que siendo la Independencia del Gobierno
Espafiol la voluntad general del pueblo de Guatemala,
y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Con-
greso que debe formarse, el senior Jefe Politico, la made
publicar para prevenir las consecuencias que serian te-
rribles, en el caso de que la proclamase de hecho el
mismo pueblo-.
aSEGUNDO.-Que desde luego se circulen oficios a
las Provincias por correos extraordinarios, para que sin
demora alguna, se sirvan proceder a elegir Diputados o
Representantes suyos, y estos concurriran a esta Capital,
RECUERDOS SALVADOREIROS
a former el Congreso que debe decidir el punto de
independencia general absolute, y fijar en caso de acor-
darla, la forma de Gobierno y Ley Fundamental que
deba regir,.
*TERCERO.-Que para facilitar el nombramiento de
Diputados, se sirvan hacerlo las mismas Juntas electorales
de provincia que hicieron, o debieron hacer las eleccio-
nes de los dltimos Diputados a Cortes,.
,CUARTO.-Que el nmero de estos Diputados, sea
en proporci6n de uno por cada quince mil individuos,
sin excluir de la ciudadania a los originarios de Africa ,.
-QUINTO.-Que las mismas Juntas electorales de
Provincia, teniendo presents los dltimos censos, se sir-
van determinar, segdn esta base, el ndmero de Diputa-
dos o Representantes que deban elegir.
,SEXTO.--Que en atenci6n a la gravedad y urgencia
del asunto, se sirvan hacer las elecciones de modo que
el dia primero de marzo del aio pr6ximo de 1822,
estdn reunidos en esta Capital todos los Diputados-.
-SEPTIMO.-Que entire tanto, no hacidndose novedad
entire las autoridades establecidas, sigan estas ejerciendo sus
atribuciones respectivas, con arreglo a la Constituci6n, de-
cretos y leyes, hasta que el Congreso indicado, deter-
mine lo que sea mAs just y bendfico.
cOCTAVO.-Que el senior Jefe Politico, Brigadier
D. Gabino Gainza, continue con el Gobierno Superior
Politico y Militar, y para que este tenga el carActer que
parece propio de las circunstancias, se forme una Junta
Provisional Consultiva, compuesta de los sefiores indivi-
duos actuales de esta Diputaci6n Provincial, y de los
sefiores D. Miguel Larreinaga, Ministro de esta Audien-
cia, Don Jos6 del Valle, Auditor de Guerra, Marquds de
Aycinena, Dr. don Jos6 Valdez, Tesorero de esta Santa
Iglesia, Dr. don Angel Maria Candina, y Licenciado D.
Antonio Robles, Alcalde 3? constitutional: el primero por
la Provincia de Le6n: el segundo por la de Comayagua:
el tercero por Quezaltenango: el cuarto por SololA y
Chimaltenango: el quinto por Sonsonate, .y el sexto por
Ciudad Real de Chiapas,.
38
RECUERDOS SALVADOREROS
,NOVENO.-Que esta Junta Provisional consulate al
sefor Jefe Politico, en todos los asuntos econ6micos y
gubernativos dignos de su atenci6n.
DECIMO.--Que la religion cat6lica, que hemos pro-
fesado en los siglos anteriores, y profesaremos en los
siglos sucesivos, se conserve pura e inalterable, mante-
niendo vivo el espiritu de religiosidad que ha distingui-
do siempre a Guatemala, respetando a los Ministros
eclesidsticos, seculares y regulars, y protegidndoles en
sus personas y propiedades,.
UNDECIMO.-Que se pase oficio a los dignos Pre-
lados de las Comunidades religiosas, para que coope-
rando a la paz y sosiego, que es la primera necesidad
de los pueblos, cuando pasan de un gobierno a otro,
dispongan que sus individuos exhorten a la fraternidad
y concordia a los que estando unidos en el sentimiento
general de la independencia deben estarlo tambi6n en
todo lo demds, sofocando pasiones individuals que di-
viden los Animos, y produce funestas consecuencias.
"DUODECIMO.-- Que el Excelentisimo Ayuntamiento,
a quien corresponde la conservaci6n del orden y tran-
quilidad, tome las medidas mas activas, para mantenerlo
imperturbable en toda esta capital y pueblos inmediatos,.
DIECIMOTERCIO.-Que el senor Jefe Politico publi-
que un manifiesto, haciendo notorious a la faz de todos,
los sentimientos generals del pueblo, la opinion de las
autoridades y corporaciones las medidas de este Gobier-
no, las causes y circunstancias que lo decidieron a prestar
en manos del senor Alcalde 1l, a pedimento del pueblo,
el juramento de independencia y fidelidad, al Gobierno
americano que se establezca-.
DECIMO CUARTO.--Que igual juramento, preste la
Junta Provisional, el Excelentisimo Ayuntamiento, el Ilus-
trisimo Senor Arzobispo, los Tribunales, Jefes Politicos
y Militares, los Prelados Regulares, sus comunidades re-
ligiosas, Jefes y empleados en las rentas, autoridades,
corporaciones y tropas de las respectivas guamiciones,.
DECIMO QUINTO.-Que el senor Jefe Politico, de
acuerdo con el Excelentisimo Ayuntamiento, disponga la
solemnidad y sefiale el dia en que el pueblo deba ha-
40 RECUERDOS SALVADOREROS
cer la proclamaci6n y juramento expresado de inde-
pendencia .
,DECIMO SEXTO.- Que el Excelentisimo Ayuntamien-
to, acuerde la acufiaci6n de una medalla, que perpetie
en los siglos la memorial del dia ( Quince de Septiem-
bre de mil ochocientos veintiuno- en que se proclam6
su feliz independencia*.
DICIMO SEPTIMO.--Que imprimiendo esta acta y
el manifiesto expresado, se circle a las Excelentisimas
Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos Constitucionales,
y demas autoridades eclesiasticas regulars, seculares y
militares, para que siendo acordes en los mismos senti-
mientos que ha manifestado este pueblo, se sirven obrar
con arreglo a todo lo expuesto.
DECIMO OCTAVO. -Que se cante el dia que desig-
ne el senior Jefe Politico, una misa solemne de gracias,
con asistencia de la Junta Provisional, de todas las au-
toridades, corporaciones y Jefes, haci6ndose salvas de
artilleria y tres dias de iluminaci6n.-Palacio Nacional
de Guatemala, septiembre 15 de 1821-Gabino Gain-
za.-Mariano de Beltranena.-J. Mariano Calder6n.-Jo-
se Matias Delgado.-Manuel Antonio Molina.-Mariano
de Larrave.-Antonio de Rivera.-J. Antonio de Larra-
ve.-Isidoro de Valle y Castriciones.-Mariano de Aycine-
na.-Pedro de Arroyave.-Lorenzo de Romafia, Secre-
tario.-Domingo Dieguez, Secretario,.
Inmediatamente que termin6 la lectura de los do-
cumentos preindicados, se procedi6 en San Salvador al
juramento de la independencia, verificindose con toda
la solemnidad espresada en el atestado siguiente.
RECUERDOS SALVADOREIOS 41
II
ACTA DE INDEPENDENCIA DE SAN SALVADOR DE 21
DE SEPTIEMBRE DE 1821
con cuya divina invocaci6n todo tiene buen principio,
buenos medios, y dichoso fin. En la ciudad de San Sal-
vador del Mundo, a las nueve y media de la noche de
hoy veintiuno de septiembre del aio de mil ochocientos
veintiuno, primero de nuestra independencia y libertad.
Impuesto ya el senior Intendente Jefe Politico accidental,
Dr. D. Pedro Barriere de la acta sancionada en Guate-
mala en quince del corriente y circular a estas Provin-
cias, con acuerdo y a instancias de todas las autorida-
des que se reunieron para declarar, como efectivamente
declararon, en aquel memorable dia la independencia del
Gobierno Espaflol en los tdrminos que se leen en dicha
acta y en el manifiesto que, con la propia fecha, circu-
16 el senior Jefe Politico Superior D. Gabino Gainza, en
que se enuncian los fundamentos y razones impulsivas
que del modo mas imperioso exigian tan alta resolu-
ci6n: de acuerdo el citado senior Intendente, y el senior
Alcalde 1. Don Casimiro Garcia Valdeavellano, dispu-
sieron que a aquella hora concurrieran a este Ayunta-
miento todos sus individuos y se convocaran tambien a
los Jefes Militares, al sefor Cura Rector y Vicario, a
los Prelados Regulares, a los vecinos principles de to-
das classes, y que se excitara a todo el vecindario, como
se hizo por repiques de campanas, m~sicas y fuegos
artificiales. Verificada la reuni6n, con numerosisimo pue-
blo, se le hizo entender la causa del regocijo, que tambien
manifest6 el suyo en medio de unos transportes inexpli-
cables con vivas, aclamaciones, e infinidad de demostra-
clones que se explicaban del modo mis endrgico, los
6- Recuerdos Salvadorellos
42 RECUERDOS SALVADORETOS
deseos que generalmente tenian todos de este sefialado
y venturoso acontecimiento que fija la felicidad future.
En este estado dispuso, como primer paso, conducirse
todos a la Santa Iglesia Parroquial a dar al Dios de las
Misericordias las debidas gracias por tamaflo beneficio.
En el temple se di6 principio, leydndose por el Coadju-
tor Br. D. Crisanto Salazar literalmente la acta expresa-
da, como monument sagrado de nuestra libertad; y
concluido este acto todo el concurso, postrado en tierra,
di6 adoraci6n a Dios Sacramentado: se cant6 con la ma-
yor solemnidad el TE DEUM, y volvidndose el Ayunta-
miento a las casas consistoriales entire vitores y acla-
maciones del numeroso pueblo que le seguia, a puerta
abierta se repiti6 la lectura de la acta citada. En segui-
da, puesto en pid el senior Jefe Politico que preside el
acto, exigi6 del senior Alcalde 1? (asi lo pidi6 el pueblo)
que le recibiera el juramento debido para poder funcio-
nar; y en efecto, lo hizo solemne por Dios Nuestro Senfor,
la Santa Cruz y los Santos Evangelios de guardar y ha-
cer guardar la independencia, ser fiel a la Monarquia
americana, y observer el Gobierno que se establezca, y
las leyes que se sancionen. Concluido este acto en la
forma de estilo, se acord6 que para mafiana a las diez
prestasen juramento los individuos de este Ayuntamiento,
corporaciones, empleados y oficinistas, y que en seguida
se publiquen por bando con toda la pompa y solemni-
dad posibles, la referida acta y manifiesto circulados por
el senior Jefe Politico Superior, allanandose previamente
con el senior Coronel y Comandante de armas, el corres-
pondiente auxilio: que se anuncie al pliblico en dicho
bando, que para el dia veintinueve del corriente, se ve-
rificard con toda la solemnidad que permit el corto
tiempo intermedio, la publicaci6n y proclamaci6n corres-
pondientes; y el dia treinta se celebrard tambidn solem-
nemente la misa de gracias, y recibird el juramento del
pueblo; de todo lo cual quedo entendido para tomar sus dis-
posiciones, el senior Cura y Vicario Br. don Jose Igna-
cio Zaldafia, que a todo ha estado present. Se permi-
ti6 al pueblo en desahogo del entusiasmo y jlibilo, que
no ha podido reprimir, al ver conseguidos sus deseos,
RECUERDOS SALVADOREFOS 43
que continue en sus regocijos con la honradez y mode-
raci6n correspondientes a la preciosa y deseada ocurren-
cia; y se dieron todas las providencias de precauci6n
para conservar el buen orden. Tambidn qued6 acordado,
que sirviendo este cuaderno por principio, se forme un
nuevo Libro para extender las actas del Ayuntamiento
Nacional en papel comdn, mientras se sanciona, si fuera
de las materials judiciales, se ha de usar del papel se-
Ilado,por contener el actual signo de dependencia de la
dominaci6n espafiola. Con lo que se concluy6 esta acta,
que firmaron su president e individuos de este Ayunta-
miento.-Pedro Barriere.-Casimiro Garcia Valdeavella-
no.-Josd Ignacio Zaldafia.-Josd Rosi.-Millin Bustos.
-Ger6nimo Ajuria.-Francisco del Duque.-Santiago Ro-
si.-Trinidad Estupinian.-Juan Bautista Otondo.-Fran-
cisco Ignacio de Urrutia.-Narciso Ortega.-Por manda-
do del Muy Noble Ayuntamiento, Pedro Miguel L6pez,
Secretario.
n n n 1 E n1 : nE nP n" 3n an n E3 1a 1: 12 al 1
CAPITULO III
SUMARIO:
I. Importantes datos respect al CapitAn General don Gabino Gainza.
2. Noticias relatives a la proclamaci6n de la independencia de Centro-America.
3. Conduct del Intendente de San Salvador doctor don Pedro Barriere, respect a la
proclamaci6n de la independence.
4. La Junta Consultiva de Gobierno de Guatemala nombra Intendente de San Salvador
al Presbitero Dr. don Jos6 Matias Delgado. Disposiciones del nuevo Intendente.
5. Anexi6n a Mejico.
6. La Provincia de San Salvador se opone a la anexi6n a Mejico.
7. Acta de la sesi6n celebrada el 12 de diciembre de 1821 por la Diputaci6n Provincial
de San Salvador.
8. Reclamacin dirigida por a Diputaci6n Provincial de San Salvador a la Junta Guber-
nativa de Guatemala que se erigi6 en el acta de independencia.
9. Regreso de las tropas salvadoreilas que operaban en Honduras.
10 Efectos que produjo la circular de Gainza relative a la anexi6n a Mejico.
II. Indignaci6n que caus6 en San Salvador la conduct del Gobierno de Guatemala.
12. La Provincia de San Salvador se separa de Guatemala.
13. La Diputaci6n Provincial de San Salvador se erige en Junta de Gobierno.
LA histolia de la revoluci6n de Mdjico, por su liber-
tad e independencia, trae los primeros acontecimien-
tos que dieron por consecuencia la emancipaci6n de
la America Central del Reino de Espafia. Por eso no de"
rram6 ldgrimas de sangre al conseguirla, como se ver-
tieron en el territorio mejicano.
Lo que en Guatemala habia acontecido, respect a
la emancipaci6n political de Centro America, se refiere a
continuaci6n, dando a conocer quidn era don Gabino
Gainza, Capitin General y Gobernador del Reino en la
6poca de que tratamos. D. Gabino Gainza, era un per-
sonaje mejicano, que al servicio de la Corona de Casti-
lla, y al lado de los generals Calleja, Iturbide y otros,
habia hecho la guerra a los republicans de Nueva Es-
paia, habiendo ascendido al grado de Brigadier del ej6r-
cito realista.
El aflo de 1819 Gainza fue nombrado por el Vi-
rrey D. Juan Ruiz de Apodaca, Conde del Venadito, Je-
46 RECUERDOS SALVADOREROS
fe expedicionario, al mando de tropas anti-independien-
tes mejicanas, contra el Gobierno que mandaba en la
nueva Reptiblica de Chile, representado por una Junta
supreme, de que formaba parte el ilustrado centroame-
ricano Don Antonio Josd de Irisarri. En esos dias, este
fue nombrado dictador de Chile, para la defense del
Estado; y Gainza entendido de lo que se habia hecho
arregl6 sus operaciones militares, apoyado en algunos
realistas chilenos y confiado en las tropas aguerridas de
su mando.
Irisarri desde luego puso en estado de defense a
la ciudad de Santiago; mas no siendo tan her6ica la
resistencia que se opuso a Gainza, este se apoder6 de la
poblaci6n, creyendo devolver a Espafia el dominio de
los pueblos chilenos. Mas el General, no habiendo po-
dido organizer un Gobierno como el de Mdjico, some-
tido a los Borbones, fue arrojado de Santiago por el
General San Martin, saliendo derrotado de Chile, para
volver sin ningdn crddito military al Virreynato de Nueva
Espafia.
En el siguiente afo de 1820, el Brigadier fue nom-
brado Sub-Inspector de los ejdrcitos de Centro America;
y en el mes de junio de 1821, la Junta Consultiva Pro-
vincial resident en Guatemala, lo nombr6 interinamente
por dos meses Capitan General del Reino, a causa de
la enfermedad de que adolecia el Teniente General Urru-
tia, de quien hemos hablado en pdginas precedentes.
Aquella Junta la formaban los doctors don Josd Matias
Delgado, don Josd Sime6n Cafias y don Jos6 Valdds,
Presbitero don Vicente Beltranena, don Josd Mariano Cal-
der6n y don R. Cabeza de Vaca.
II
Mientras que en la capital del Reino pasaban estos
acontecimientos, el Virrey de Mdjico, autorizado por Fer-
nando VII, entraba en acomodamientos con los revolu-
cionarios independientes, firmandose en su consecuencia
RECUERDOS SALVADORERIOS 47
el 24 de febrero de 1821 el Plan de Iguala, (1) por el
General Agustin Iturbide, General en Jefe del ejdrcito
mejicano, a que despuds se adhirieron los Generales re-
publicanos don Vicente Guerrero, Nicolas Bravo y otros
muchos m~s. Aquella declaraci6n se conoce en la his-
toria con el nombre de -Plan de las tres garantias.
Estas eran: profesi6n de la religion catdlica, sin toleran-
cia de otra alguna: independencia absolute de M6jico,
y ser este regido por un Gobierno mondrquico constitu-
cional.
El Plan de Iguala, reformado por los tratados de
la villa de C6rdova, lleg6 a Guatemala siendo sus con-
ceptos aceptados con gusto por la nobleza, porque M6-
jico independiente debia ser gobernado por los Borbo-
nes, o por un principle de cualquiera de las casas reinan-
tes de Europa; mas los republicans lo impugnaron,
porque para ellos la Reptiblica era la que debia subrogar
al Gobierno de los Reyes y de los Emperadores, con-
tra quienes se hacia una general propaganda, desde la
provincia de Chiapas, hasta los pueblos de Costa Rica.
Sucedi6, pues, que no obstante las ideas mondrqui-
cas consignadas por Iturbide en aquella famosa declara-
ci6n, en la ciudad de Comitin se diese el primer grito de
libertad, el 12 del mes de agosto de 1821, proclamindose
con toda solemnidad la emancipaci6n political de las seis
provincias de Centro Amdrica, sin adherirse al sistema
de Gobierno combinado por don Agustin de Iturbide.
Aquel pronunciamiento, firmado por el Ayuntamiento y
por multitud de vecinos de la poblaci6n, repercuti6 con
la velocidad del rayo por todas las provincias de la Ca-
pitania General, produciendo, hasta en los inimos apo-
cados, pero deseosos de un cambio, el fuego del patrio-
tismo, que les hacia pedir con ahinco, que en Guatema-
la no se dilatase mis el dia de proclamar la libertad de
todos estos pueblos. Mas el Brigadier Gainza, conduci6n-
dose con una reserve que le hacia sospechoso a las mu-
chedumbres y gremios de artesanos, era acusado de fa-
(1) V6ase Documento nuimero 12.
48 RECUERDOS SALVADOREIOS
laz y traidor a la causa de la independencia, cuya pro-
clamaci6n se contenia por 61, a influjo de los nobles,
que esperaban las consecuencias del Plan de Iguala, con
las determinaciones sobre su contenido, del Rey Fernan-
do VII.
En las provincias cuscatlecas, subia de punto la
efervescencia de los pueblos, con excepci6n de las ciu-
dades de Sonsonate, Santa Ana y San Miguel, y una
que otra poblaci6n de poca importancia.
En la lib6rrima ciudad de San Salvador, un gran
ndmero de patriots firman un memorial, en que des-
pu6s de pedirle al Capitan General que declarase so-
lemnemente la emancipaci6n political de todo Centro
America, sin adoptar el Plan de Iguala e incondicional-
mente, le ofrecian que restablecida la Repdblica, emplea-
rian todos sus trabajos y empeflos, para que ~l obtu-
viese la primera Presidencia de la Naci6n: que pon-
drian grandes recur.os a disposici6n de su Gobierno, y
que entonces contara con el apoyo y prestigious que
podrian crearle los cuscatlecos salvadorefios.
De la impolitica de Gainza result, que en lugar
de aprovecharse de alguna manera en pr: de sus inte-
reses, enterado de aquel escrito, se mostrase airado ha-
cia los dignos patriots que asi le hablaban en bien de
la causa de los pueblos, expidiendo, en consecuencia,
una several orden para que los proponents fueran pro-
cesados criminalmente. Mas en San Salvador se hizo
poco caso de su importuna providencia.
Los chiapanecos han continuado discutiendo sobre
los hechos consumados en los pueblos mejicanos, des-
pu6s que el General Iturbide habia dado el primer pa-
so, aunque en sentido monArquico, sobre separ.r a
aquella parte de America, del dominio de la corona de
Espafia. Ha llegado el mes de septiembre del afio pre-
dicho de 1821 y multitud de vecinos de Ciudad-Real,
reunidos con su Noble Ayuntamiento, se ven enr movi-
miento inusitado en el cabildo de la poblaci6n. Aquel
dia era el ocho del mes enunciado, en cuya fecha los
chiapanecos asi congregados proclamaron la independen-
cia, siguiendo el ejemplo de Comitdn; aunque adoptan-
RECUERDOS SALVADOREROS 49
do el Plan de Iguala como base de su separaci6n de la
Metr6poli. Aquel paso se comunic6 a Iturbide y al Go-
bierno de Guatemala, al primero como un acto prepa-
ratorio y que indicase que se uniria posteriormente a
M6jico, y al segundo, con el fin de manifestar a Centro
Am6rica su fidelidad, sobre permanecer siempre con ella,
formando parte de un solo Gobierno.
El correo conductor de las actas de las dos ciuda-
des preindicadas, lleg6 el 14 de septiembre a la capital
centroamericana, y las noticias que por su medio se
comunicaban, se supieron inmediatamente en todos los
barrios de la ciudad, pues se propalaron al instant por
los caudillos de los partidos encabezados por el Dr. don
Pedro Molina, Barrundia, Bedoya, Porras, Ibarra, y aun
uno de los Aycinenas, en representaci6n de la nobleza
adicta al General Iturbide.
La Junta Provincial de Gobierno se redne sin dila-
ci6n, y por la noche obliga a Gainza a convocar a todos
los Poderes, civil, eclesiastico y military, gremios y habi-
tantes de Guatemala con el fin de deliberar sobre lo que
conviniese hacer acerca de la separaci6n que todos de-
seaban; y comprendiendo Gainza que ya no podia dife-
rirse por mis tiempo la proclamaci6n de la independencia,
se acord6 que se procederia en ese sentido el siguiente
dia e hizo circular la invitaci6n que copiamos.
Sefor: Asuntos del mayor interns, que pueden con-
currir a la felicidad y tranquilidad pdblicas, han lamado
en el dia toda la atenci6n de esta Superioridad.
En su consecuencia he dispuesto que el Ilustrisimo
senior Arzobispo y dos individuos del Venerable Cabildo
Eclesidstico, por ausencia del sefor regente, dos de los
sefiores Ministros de la Audiencia Territorial, el primer
Alcalde, dos Regidores y los dos Sindicos del Ayunta-
miento Constitucional, dos individuos de las Corporacio-
nes, el primer Jefe o Comandante de cada cuerpo military
de esta guarnici6n, el senior Auditor de Guena, el Pro-
tom6dico, un Prelado de cada orden, los Padres Curas
de la ciudad y los Secretarios de Gobierno, Diputaci6n
Provincial, se reuniran el dia de mafiana, a las ocho de
ella en el Sal6n del Palacio; por lo tanto espero que
7 Recuerdos SalvadoreAos.
RECUERDOS SALVADORE4OS
Uds. no faltardn a la hora sefialada, a fin de que auxi-
lien con sus luces; y de quedar enterados, espero el
correspondiente aviso.
D. G. a U. M. A.
Palacio de Guatemala, 14 de septiembre de 1821.
GABINO GAINZA.
El pueblo de Guatemala se pone en general movi-
miento la noche del catorce de septiembre de aquel afio.
Nadie duerme, recorriendose las calls de la ciudad, por
grandes grupos de hombres y mujeres que decian: iO inde-
pendencia, o la muerte! Asi continuaron hasta la Ilegada
del sol saliente, a quien saludaron como el Dios precursor
de la libertad de Centro America. Las horas del dia han
adelantado, y el Palacio de los Capitanes Generales de
Guatemala, se encuentra prodigiosamente repleto por den-
tro y en su exterior, de todas las classes del pueblo. El
General Gainza, rodeado de todas las dignidades y man-
datarios del Rey Fernando, manda que se lean los do-
cumentos remitidos a su Gobierno de Ciudad Real y de
ComitAn, poniendo en seguida a pdblica discusi6n el
gran asunto de la separaci6n de la Metr6poli, la cual
creia 61 que aun debia diferirse. El sabio Auditor de Gue-
rra Licenciado don Cecilio del Valle, fue el primero que
tom6 la palabra, haciendo comprender, que no obstante
convenir la segregaci6n de los pueblos de la Madre
Patria, debia esperarse todavia mas tiempo para verifi-
carla, asegurAndose asi el menor peligro que podria
ocasionar aquel trascendental procedimiento. El Dr. Jos6
Matias Delgado expuso entonces, en un elocuente len-
guaje republican, que la independencia de la America
Central debia proclamarse desde luego y sin contempla-
ci6n alguna, que era ya demasiado esperar y que para
el acto toda contemplaci6n debia echarse a un lado. En
aquellos instantes el pueblo habia invadido el Sal6n de
RECUERDOS SALVADOREIROS 51
las discusiones: oye las palabras del orador Delgado, y
Ileno de entusiasmo bate palmas victoriando al Salvador
y su ilustre representante y diciendo: iO independencia,
o la muerte!
El Can6nigo don Jos6 Maria Castilla, secund6 la
opini6n del Dr. Delgado: otros se expresaron en el
mismo sentido y atronando el interior y las afueras del
Palacio, ocupado por una inmensa concurrencia, la eman-
cipaci6n political de la America Central qued6 procla-
mada el dia 15 de septiembre de 1821. Gainza qued6
con el Mando Supremo del Poder Ejecutivo, acompafiado
de la Suprema Junta prenotada. Gainza jur6 el desem-
pefio de su empleo ante el Alcalde ordinario del Ayun-
tamiento de Guatemala, por quien le fu6 entregado el
bast6n y demis insignias de la autoridad, quedando
senalado el siguiente dia, para que procediesen de la
misma manera los demis agents de la Administraci6n (1).
Siguieron las demostraciones de jfibilo, manifestadas de
todas maneras; pero como se verd mas abajo, el Briga-
dier Gainza, no correspondi6 al alto honor que se le
hizo, y la confianza que en 61 se tuvo al hacerlo depo-
sitario del poder piblico.
Respecto a las demas secciones politics centro-
americanas, la historic refiere que en Nicaragua se pro-
clam6 la independencia; pero dejando a la provincia
separada del Gobierno de Guatemala, y que asi se
procedi6 por el Ayuntamiento y Diputaci6n Provincial
de la Ciudad de Le6n, a fuerza de empefios e intrigas
del Intendente D Miguel GonzAlez Saravia, del Dioce-
sano, Fray NicolAs Garcia y del Coronel Joaquin Are-
chanvala. Estos tres sujetos eran netamente realistas: el
implacable encono del primero contra los independientes era
originado por la muerte que aquellos dieron en la provin-
cia de Oajaca el aflo de 1810, a su padre don Antonio
GonzAlez Saravia y Mollinedo, cuando se dirigia a Me-
jico a desempefar el cargo de Virrey, y por su desgra-
cia cay6 en poder del ejercito revolucionario del Sacer-
(1) Documento nfimero 13.
52 RECUERDOS SALVADORESOS
dote don Miguel Hidalgo. Comprendiendo el error en
que habian incurrido, no tardaron en cometer otro, uniendo
la Provincia a M6jico, bajo el sistema del Plan de Igua-
la. Empero, si asi se procedia en la capital, en Grana-
da y otros muchos pueblos de aquella secci6n, se jur6
la separaci6n de Espafia sin reserve ni condici6n ningu-
na, que pareciese opuesta a la proclamaci6n de Guate-
mala. Tambidn en la Provincia de Honduras se indepen-
dizaron a medias aquellos pueblos, debido a la hostile
conduct contra la emancipaci6n del Intendente espafiol
don Jos6 Tinoco. Este, obrando de acuerdo con los mo-
radores de la ciudad de Comayagua y otras poblaciones,
y con el fin de sostener sus prop6sitos, alist6 fuerzas
para dirigirse contra la villa de Tegucigalpa y los Lla-
nos, que siendo de diferente opini6n, habian proclamado
la independencia en los mismos terminos que se habia
hecho en San Salvador y muchos otros pueblos del rei-
no. Mas Tinoco convencido de sus extravios anti-inde-
pendientes, y en presencia de tropas salvadorefas, al
mando del Teniente Coronel Francisco Delgado, dej6 el
mando de la Intendencia encaminandose a M6jico, de
donde no se le vi6 regresar posteriormente. Quien suce-
di6 en el poder a Tinoco, fu6 el ponderado entire noso-
tros Licenciado servil D. Juan Lindo, unido al Can6nigo
D. Nicolds Irias, siendo estos iltimos acontecimientos co-
rrespondientes al mes de enero de 1822. Sobre todas
estas ocurrencias, la Provincia de Costa Rica se condujo
por sus propios principios, pues proclam6 su emancipa-
ci6n political, hasta que los acontecimientos de las otras
secciones le dieron lugar a que hiciese su declaratoria.
La emancipaci6n political de la America Central se
declare en tres ocasiones, segdn aparece de los anales
hist6ricos de nuestos primeros Congresos Nacionales.
La primera, como queda manifestado, se refiere al
15 de septiembre de 1821. La segunda corresponde al
primero de julio de 1823; y la tercera data del prime-
ro de octubre de este iltimo afo.
Fue necesaria la de primero de julio, por que Cen-
tro America, no perteneciendo a Espafia, cay6 en poder
de Mejico, y asi permaneci6, hasta que se verific6 el
RECUERDOS SALVADOREROS
derrocamiento del imperio de Agustin Iturbide. Enton-
ces el Presidente del Congreso Nacional reunido en Gua-
temala, Dr. Jose Matias Delgado, hizo la declaratoria
que dice: -Las expresadas Provincias, representadas en
esta Asamblea, son libres e independientes de la anti-
gua Espafa, de Mdjico y de cualquiera otra potencia,
asi del Antiguo como del Nuevo Mundo; y que no son
ni deben ser el patrimonio de persona, ni familiar al-
guna .
La que se pronunci6 el primero de octubre, se mo-
tiv6 en la falta de concurrencia de los Representantes
de Honduras, Nicaragua y Costa Rica, al efectuarse la
que solemnizaron las memorables palabras del Dr. Del-
gado, las cuales se han copiado en el parrafo que pre-
cede. Entonces se dijo: -Y considerando muy conve-
niente y necesaria la representaci6n de todas las Pro-
vincias Unidas, ratifique la declaraci6n de su indepen-
dencia absoluta.
Por tanto: La Asamblea Nacional Constituyente, en
nombre y con autoridad de todas las Provincias que en
ella estdn representadas, confirm y ratifica solemnemen-
te, y por unanimidad de sufragios, la declaraci6n de in-
dependencia absolute y libertad de las Provincias Uni-
das del Centro de America, pronunciada en 10. de julio
de este afio (1823).
El President de aquel Congreso, era el ciudadano
Cirilo Flores: aquel desgraciado Vice-Jefe del Estado
de Guatemala, que pereci6 asesinado en manos de un
populacho desenfrenado y salvaje en el mes de octubre
de 1826, en el temple principal de la ciudad de Que-
zaltenango.
IIl
A continuaci6n de aquella dpoca, la Provincia Salvado-
refia qued6 gobernada por las autoridades realistas, desem-
peflando el cargo de Intendente o Jefe Politico Superior el
cubano Dr. Pedro Barriere; mas 6ste y el Ayuntamiento de
54 RECUERDOS SALVADOREROS
San Salvador, disponiendo que se eligiese por el pueblo una
Junta de Gobierno econ6mica y consultiva, conpuesta de
siete vocales, se convoc6 para el efecto al vecindario
de la ciudad. El pueblo se redine el dia treinta de sep-
tiembre en la casa-cabildo; y trabajndose con calor por
los partidos liberal y conservador o realista sobre las
personas que debian ocupar los puestos, Ilegaron a oca-
sionarse hasta disturbios populares, seg6n la cr6nica de
aquel dia; siendo tenidos como caudillos de los con-
currentes algunos sacerdotes y los patriots Manuel Jose
Arce, Domingo Lara y Juan Manuel Rodriguez. El Inten-
dente, en vista de las ocurrencias que presenciaba y que
habian precedido, y recelando que resultasen contra los
conservadores, hizo pdblica manifestaci6n de que ni 6l,
ni el Ayuntamiento tenian facultades para darle legali-
dad a lo que se estaba haciendo. El pueblo enardecido
con aquel burlesco proceder, increpa al Intendente con
palabras fuertes y amenazantes, y dispersandose por to-
das las calls, profiere ultrajes y vituperios contra los
realistas que le acompafiaban. Barriere di6 orden para
la capture de los tres patriots prenotados y otros tan-
tos, remitiendo los press en seguida para Guatemala.
Mas se nos ha referido, que habiendo Ilegado los pri-
sioneros a la Villa de Santa Ana en el mes de noviem-
bre, alli fueron puestos en libertad, por el preclaro Dr.
Jose Matias Delgado, quien por nombramiento del nue-
vo Gobierno, resident en aquella ciudad, acababa de
ser nombrado Intendente de la Provincia en subrogaci6n
de Barriere. Por aquella arbitrariedad, propia de los rea-
listas, Barriere fue severamente inculpado, con expresa
prohibici6n de que dejara de ejercer actos de autoridad,
y de presentarse en Santa Ana a entregar el mando de
la Provincia: que cerrara los cuarteles de San Sal-
vador, y que las laves las remitiese en el acto a la In-
tendencia que se hallaba en march para la capital. Barrie-
re obedeci6 al patriota doctor, entregindole el mando el
28 de noviembre, y la Administraci6n Pdblica comenz6
a regularizarse, bajo las medidas de tan competent re-
publicano.
RECUERDOS SALVADOREROS
IV
Jurada la independencia el dia 15 de septiembre,
se habia establecido en la ciudad de Guatemala, una
Junta Consultiva de Gobierno, para que de acuerdo con
el Capitin General don Gabino Gainza, revestido pro-
visionalmente del Poder Supremo, gobernaran las Pro-
vincias de todo el Reino, hasta la aparici6n del Con-
greso Constituyente, que debia reunirse el primero del
mes de marzo del afio inmediato de 1822, seg6n lo dis-
ponia el Acta de Independencia del dia 15.
Aquel Gobierno, pues, a que pertenecian los doc-
tores salvadorefios don Jos6 Sime6n Cafias, don Manuel
Antonio Molina y don Jose Matias Delgado, fue el que
nombr6 a este, Intendente de la Provincia del Salvador,
luego que se supieron en Guatemala los sucesos de San
Salvador de que en el parrafo anterior hemos dado
cuenta y que ocasionaron la destituci6n del Dr. Barriere.
Ya hemos dicho c6mo Delgado inici6 su Go-
bierno en Santa Ana, en favor de Arce, Rodriguez y
Lara. Ahora lo veremos empefiado en afianzar la au-
tonomia de los pueblos salvadorefios, oponi6ndose a las
arbitrarias exigencias del Gobierno presidido por don
Gabino Gainza.
El Dr. Intendente convoc6 sin demora a los pue-
blos, para que eligiesen Diputados, con el fin de crear
o establecer una Diputaci6n provincial que dictase, en
lo econ6mico y gubernativo, todo lo que debia hacerse
en beneficio de la administraci6n pdblica. Sus procedi-
mientos en este sentido tenian por norma las leyes es-
paniolas, conforme a las cuales las demis Provincias no
carecian de aquella especie de Asambleas que de algu-
na manera simulaban, los pequefios Congresos de los
pueblos. El Gobierno de los reyes habia comprendido
la utilidad y conveniencia de aquellas Asambleas, y ha-
cia algtin tiempo que habia mandado establecerlas en
RECUERDOS SALVADOREROS
sus dominios de ambas Americas; aunque a proceder de
esa manera lo obligaban las mismas leyes de la Penin-
sula, y la Constituci6n de 1812.
Los pueblos poco aleccionados entonces en el ejer-
cicio del Derecho Electoral, fluctuaban en la designaci6n
de las personas que mds convenient era ocupar para el
desempefio del delicado encargo de representar fielmente
los derechos de la sociedad, negados y combatidos, por
los que eran adictos al realismo, y propagandistas de
las viejas doctrinas, que acababan de ser abolidas por
los nuevos principios proclamados.
Mas se comprendi6 naturalmente, que aquellas elec-
ciones debian recaer en los sujetos que mas meritos te-
nian ante el piblico por sus servicios y padecimientos pa-
sados, y que continuaban sin descanso, distinguidndose
en el afianzamiento del nuevo sistema.
La Diputaci6n Provincial del Salvador, pues, se ins-
tal6 con todas las solemnidades debidas, el dia 27 de
noviembre de 1821 siendo los ciudadanos que la com-
ponian, el Dr. Delgado, Presidente, Arce, Rodriguez,
Leandro Fagoaga, Miguel Jos6 Castro, Juan Fornos, y el
Presbitero Dr. Basilio Zecefia.
Sus primeros acuerdos tuvieron por objeto el arre-
glo de las milicias de la Provincia, cuidar del aumento
del erario pi~blico, y establecer algunas escuelas en las
principles poblaciones. Desde entonces se reconocieron
como rentas fiscales, los products del tabaco, del Mon-
tepio de afileros, del aguardiente y de las alcabalas te-
rrestres. Las maritimas eran de poca significaci6n, y so-
bre ellas se emitieron providencias para aumentarlas.
V
La Independencia de Espafia se habia proclamado
y jurado en El Salvador incondicionalmente, y de ente-
ro acuerdo con lo dispuesto en Guatemala el dia 15 de
septiembre del afio enunciado.
RECUERDOS SALVADOREROS
En el mismo sentido se habia obrado en Honduras
y Nicaragua; pero precisamente las dos provincias se-
paradas de la de Guatemala, y no unidas como anterior-
mente habian estado. Y como a continuaci6n se unieron
a Mejico, adhiridndose al Plan de Iguala de 24 de fe-
brero de 1821, y tratado de C6rdova de 24 de agosto
del propio aflo, el Gobierno de Gainza que estaba ente-
ramente de acuerdo con ellas, hizo lo propio en el mes
de noviembre, interesdndose ademis por todos los me-
dios posibles, en que la Provincia Salvadorefia, procedie-
se de modo iddntico, declarindose unida al Gobierno
Mejicano.
Con ese fin, y para dar un mejor 6xito a lo que se
habia efectuado en favor de M6jico, con fecha 30 de di-
cho mes de noviembre, Gainza ofici6 a los Ayuntamien-
tos y Corporaciones Eclesidsticas, para que los pueblos
expresasen su voluntad respect a la uni6n referida. Esto
lo hacia Gainza de acuerdo con lo que en ese sentido
se le habia dicho de M6jico en 19 de octubre (1).
VI
El Gobierno salvadorefo, impuesto de los manejos
e intrigas del Capitan General Gainza, ordenaba la re-
tenci6n de su correspondencia, cuando versaba sobre el
punto mencionado, y declarandose opuesto a la agrega-
ci6n al imperio, con fecha 12 de diciembre represent
al de Guatemala la inconveniencia de agregarse a M6ji-
co, cuyo hecho debia considerarse como un paso abier-
tamente contrario al pacto y juramento en que los pue-
blos convinieron al separarse de la Corona de Espafla,
y al deber u obligaci6n, de reconocer al Gobierno que
se habia establecido, aunque provisionalmente. Que sien-
do los mandatarios de Guatemala los Ilamados en pri-
(1) V6ase Documento ndmero 15.
8 Recuerdos Salvadorefos
58 RECUERDOS SALVADOREROS
mer lugar a mantener el vinculo politico social que los
ligaba, habian sido los primeros en romperlo, invitando
Gainza a las autoridades de las provincias a que efec-
tuasen la agregaci6n preindicada; y que tanto mas ex-
trafia era aquella conduct cuanto que se sabia que en
el Gobierno del General Agustin Iturbide, no habia pro-
p6sitos irrevocables de someter a su obediencia a estos
pueblos, como lo afirmaba el Capitan General Gainza
en su circular de 30 de noviembre, con la cual habia con-
seguido, que se declarasen por el imperio los Ayuntamien-
tos de las ciudades de San Miguel, Santa Ana, Sonsonate
y villas de Usulutdn, San Alejo y otros pueblos de la
Provincia.
VII
Sobre esta delicada y gravisima cuesti6n, conve-
niente es que aqui insertemos integramente los documen-
tos que justifican la oposici6n que se hizo en El Salva-
dor, a la agregaci6n de esta parte de Centro America
al preindicado imperio, cuya conduct altamente patri6-
tica, trajo despuds sobre estos pueblos, la guerra termi-
nada contra ellos en el mes de febrero de 1823. La Di-
putaci6n Provincial de la Provincia, se expresaba por
medio del doctor don Jos6 Matias Delgado, en los tdr-
minos siguientes:
De conformidad con lo acordado por la Excelen-
tisima Diputaci6n Provincial en 15 del corriente, acom-
patio a Ud. copia de la Acta celebrada en doce del mis-
mo, y de las representaciones que dirigi6, al Excelenti-
simo senior Capitan General de Guatemala, y a la Exce-
lentisima Junta Provisional, con motive del oficio de S.
E. de 30 de noviembre pr6ximo pasado, a que acompa-
fi6 el Excelentisimo senior Primer Jefe del Imperio Meji-
cano, sobre agregaci6n a este, de los pueblos de esta
Provincia -.
,Ese Ayuntamiento, en vista del contenido de di-
chas copias, se impondrd de las poderosas razones que
RECUERDOS SALVADOREF40S
ha tenido presents la Diputaci6n, para opinar del modo
que en ellos se manifiesta; y examinandolas con presen-
cia de los articulos del acta de nuestra emancipaci6n,
celebrada en Guatemala el 15 de septiembre de este aflo,
y de lo que el mismo senior Capitdn General ha dicho
a la Excelentisima Diputaci6n Provincial de Comayagua
con fecha 8 de noviembre, cuyo oficio se circul6 a los
Ayuntamientos en once del mismo mes, conocera el in-
ter6s y celo con que dicha corporaci6n quiere ser fiel a
sus deberes, consultando la mayor conveniencia de los
pueblos, sin miras de partido ni sistema particular, y que
el objeto que la mueve a participarlo a ese Ayuntamien-
to, no es otro, el de'que proceda en un asunto de tanta
importancia, con el tino y circunspecci6n que la diputa-
ci6n desea, y que tiene tan acreditado, esperando que
Ud., con arreglo a lo que la misma Diputaci6n tiene
acordado, haga circular por medio de sus Alcaldes, a los
demas Ayuntamientos de su comprensi6n, las referidas
copias con el objeto indicado.
Dios guard a Us. muchos afios.
San Salvador, diciembre 20 de 1821.
JOSE MATIAS DELGADO.
Sefores del M. I. A. Patri6tico de esta ciudad.
60 RECUERDOS SALVADOREROS
la. COPIA
de las Actas a que se refiere el oficio que queda insert,
en el cual el doctor Delgado demuestra sus patri6ticos
deseos contrarios a la agregaci6n de la Provincia
Salvadorefia al Imperio Mejicano.
San Salvador, doce de diciembre de mil ochocientos veintiuno.
Leida y aprobada el acta anterior, dijo uno de los
seflores Vocales, que en el dia se present un negocio
que aunque no toca en las precisas atribuciones de la
Diputaci6n, llama, a juicio del exponente, con preferen-
cia, toda la atenci6n de esta Corporaci6n, el contenido
del oficio de treinta de noviembre del Excelentisimo se-
fior Capit~n General don Gabino Gainza, que por co-
rreo extraordinario, ha dirigido a todos los pueblos de
esta Provincia y las demas; sin embargo que esta Di-
putaci6n por ningdin conduct lo ha recibido. Para tra-
tar el asunto con la madurez que corresponde, se leye-
ron con toda reflexi6n el oficio citado el cual acompafia
del Excelentisimo senior don Agustin de Iturbide, primer
Jefe del Imperio mejicano: el acuerdo de quince de sep-
tiembre iltimo, publicado en Guatemala, y en todos los
pueblos de las Provincias: el manifiesto del mismo se-
for Gainza: el juramento que S. E., Tribunales, Autori-
dades, Corporaciones Civiles, Eclesidsticas y Militares
han prestado con la mayor solemnidad, segdn previene
el articulo segundo del citado acuerdo de quince de
septiembre: el que en conformidad del articulo catorce
prest6 esta Diputaci6n, al instalarse; y por iltimo se
tuvo present, que habi6ndose cumplido con el articulo
17 de la misma acta, todos los pueblos, Ayuntamientos
y Autoridades de la Provincia de San Salvador, unie-
ron sus votos y sentimientos a los de la ciudad de Gua-
temala y a su primer Jefe, con solemne proclamaci6n de
RECUERDOS SALVAD0REROS
cuanto S. E. y aquella capital habian jurado en los mis-
mos tdrminos que allay lo habian practicado. Y exami-
nando el negocio detenidamente por cuantos aspects
present, undnimemente se acord6:
1 Que en cumplimiento de cuanto esti expresado,
se rehuse al Excelentisimo sefior Capitin General su
referido oficio, como contrario abiertamente al Pacto y
juramento con que se convinieron los pueblos al dejar
el antiguo Gobierno espafiol, al entrar en su indepen-
dencia, al reconocer provisionalmente al Gobierno que
debia regirlos, y el finico 6rgano que debia former su
Constituci6n y Ley Fundamental, y tambien por las fu-
nestas y graves consecuencias que puede producer.
20 Que se present igualmente a la Excelentisima
Junta el peligroso estado de anarquia a que pueden ve-
nir los pueblos: lo uno, porque faltos de instrucci6n en
material tan delicada se ha dejado al discernimiento de
los Ayuntamientos el partido que han de tomar; y lo
otro, que es mis sensible y funesto, que rompiendose
por el Gobierno el vinculo social que antes lo unia con
los pueblos, los ha expuesto a la separaci6n de l1, y a
la division entire unos y otros.
30 Que no habiendo en la contestaci6n sabia del
Excelentisimo sefor don Agustin de Iturbide (seglin opi-
na esta Corporaci6n) palabra alguna en que pretend
S. E. someter a estos paises, conocidos antes por Reino
de Guatemala, se le represent la situaci6n de esta Pro-
vincia: el concept que tiene de las altas miras del Hd-
roe Mejicano, la gratitud que le tribute, y los auxilios
que espera de su patriotism en caso necesario.
40 Que no obstante efectuar esta representaci6n, va-
ya a nombre de San Salvador, una Diputaci6n autoriza-
da e instruida que informed personalmente a la Serenisi-
ma Regencia de M6jico, y a Su Excelencia el senior Pre-
sidente, el actual estado de la Provincia y sus necesida-
des, rindiendo al mismo tiempo sus respetos. Con lo cual
se concluy6 esta sesi6n, que firmaron dichos sefiores, de
que certifico.-Delgado.-Arce.-Rodriguez.-Fagoaga.-
Castro.-Mariano Fagoaga, Secretario.
Es copia fiel.-Ram6n Melendez, Secretario.
62 RECUERDOS SALVADOREROS
VIII
2. COPIA
Reclamaci6n dirigida por la Diputacidn Provincial de
San Salvador, a la Junta Gubernativa erigida en
Guatemala en el acto de la Independencia
Excelentisimo senior:
La Diputaci6n Provincial de San Salvador, no sin
sentimiento, se ve en la necesidad de hablar a V. E.,
del punto mas arduo y espinoso que se ha presentado
en toda la dpoca de nuestra revoluci6n. La acta que
acompafo impondrA a Vuestra Excelencia de l6, y de
la circunspecci6n con que esta Corporaci6n lo ha medi-
tado y resuelto. En cumplimiento, pues, del articulo se-
gundo de la expresada acta, la Diputaci6n represent a
Vuestra Excelencia, que al mismo tiempo que le tribute
los mrs altos encomios por la premura con que ha re-
conocido el principio que ha servido de base a sus
acuerdos, se cree en la obligaci6n de manifestarle, que
los pueblos de esta Provincia se hallan en el peligroso
estado de venir a una funesta anarquia, a consecuencia
de la extraordinaria novedad con que se les ha sorpren-
dido, mandando que los Ayuntamientos, en consejo abier-
to, decidan sobre la agregaci6n a M6jico cuando trata-
ban de elegir sus Diputados para el Congreso que debe
reunirse en esa Ciudad (10. de marzo de 1822)n.
El Excelentisimo senior Capitdn General don Gabi-
no Gainza, fundado en la consult de V. E., ha torna-
do la referida providencia y aunque a su Excelencia
represent esta Diputaci6n lo convenient en el parti-
cular, no puede desentenderse de que esa Excelentisima
Provisional, es parte integrante en el negocio, y que a
ella debe ocurrir para el remedio, en cuyo concept ha-
RECUERDOS SALVADORENOS
ce la exposici6n de las reflexiones que el deber le
exigi6 ,.
,Los conocimientos grandes que V. E. tiene del
grado de incivilidad en que estAn los pueblos, de lo
que antes se lamaba Reino de Guatemala, de que la
mayor parte de los Ayuntamientos son de nueva crea-
ci6n, y se componen de hombres sacados de los mis-
mos pueblos, que estin en principios a la par de la
comunidad, deben suministrar a V. E. un total conoci-
miento, de que no son, ni pueden ser estas Corpora-
ciones capaces de calcular las ventajas o perjuicios que
puedan resultar a sus comitentes, en la uni6n y des-
uni6n a Mdjico, y que su resoluci6n debe ser obra de
la intriga o de la ignorancia; y cualquiera causa de estas
que la produzca, seguramente ofrece los peores resulta-
dos. A mas de esto, las facultades de los Ayuntamien-
tos, estan limitadas a las atribuciones que les design
la Constituci6n, seglin lo manifiesta elegantisimamente el
Excelentisimo sefor CapitAn General a la Excelentisima
Diputaci6n de Comayagua, con fecha 11 del mes pr6xi-
mo pasado; y ni en consejo pleno ni privado, tienen au-
toridad para tratar de una material que necesita poder
especial,.
Por un moment sup6ngase que quisidsen dirsela,
seria menester en tal caso, que todos los pueblos jun-
tos conviniesen en ello, y espontineamente, para que por
este acto general pudiera derogarse el pacto que con ju-
ramento ban celebrado, de que el Congreso de sus Di-
putados, es el dnico 6rgano por el cual expresardn su
voluntad en la material; y sin embargo que el articulo 3
de la acta de 15 de septiembre fue mudado totalmente,
no por eso se pretend que pueda serlo el segundo, con-
tra el cual choca la consult de V. E., pues sobre aque-
Ila mutaci6n fue pedida por el pueblo de Guatemala,
tambidn por San Salvador, y quizA por otras de las
provincias, tuvo en su favor el consentimiento ticito de
todos, y ser el Art. puramente reglamentario; pero el
otro que es de naturaleza enteramente contraria, que es
esencial para la Constituci6n de los pueblos, de la cual
pende su felicidad, y que sin duda lo reclaman las Cor-
64 RECUERDOS SALVADOREIOS
poraciones, que representan pueblos mis numerosos y
capaces de conocer sus derechos, aunque lo consientan
muchos incomparablemente menores, que ignoran todo
lo que en tales materials les aprovecha y pertenece, es
innegable que no consiente la mis minima alteraci6n .
-Como en los pactos, las condiciones ligan mdtua-
mente a las parties que las estipulan, es de eterna ver-
dad, que cuando el Gobierno rompe el que lo une con
los pueblos, pone a estos en estado de no reconocerle,
y de constituir otras autoridades que los dirijan; y asi es
puntualmente como se ha obrado al derogar el Art. prin-
cipal que ha servido de apoyo a todos los demas que
contiene la acta de quince de septiembre, y son de te-
merse los tristes resultados que pueda dar semejante
media: que a no ser el caricter dulce con que el Cria-
dor ha dotado a estos pueblos, ya estuvieran todos dis-
putandose la muerte, por defender, unos la agregaci6n al
Imperio y por ser fieles otros, a los juramentos que han
prestado. Mas V. E., que incesantemente vela por la sa-
lud y conservaci6n de los que han constituido esa Exce-
lentisima Junta, tiene por cierto esta Diputaci6n que se ser-
vird ocurrir a los males que amenazan consultando de
nuevo al Excelentisimo Sefior Capitin General, para que
restableciendo a su primitivo estado el Art. 2, se d6 orden
expresa de que contindien los pueblos las elecciones de
sus Diputados al Congreso de Guatemala, como uinico
principio en que estriba la quietud y felicidad ptblica.
Dios guard a V. E. muchos afios.-San Salvador,
diciembre 14 de 1821.-Excelentisimo Sefor. Josd Ma-
tias Delgado.-Manuel Jose de Arce.-Juan Manuel Ro-
driguez.-Leandro Fagoaga.-Miguel Jose Castro.
Es copia fiel.-Ram6n Meldndez, Secretario.
RECUERDOS SALVADORENOS 65
3a COPIA
Excelentisimo Sefior:
*Aunque la Diputaci6n Provincial de San Salvador,
no ha recibido el oficio de V. E. de 30 del pasado, en
que acompafia el del Excelentisimo senior don Agustin
de Iturbide, Presidente de la Serenisima Regencia de
Nueva Espafia, que ha circulado a todos los Ayunta-
mientos y Corporaciones de la Provincia, y aun a los
Prelados de estos Conventos, no se ha ocultado su con-
tenido a esta Corporaci6n, y ha creido deber suyo, to-
mar en el negocio la parte que le corresponde, como
instalada bajo el Pacto, y juramentos contenidos en el
acta de 15 de septiembre de este afio, celebrada en esa
ciudad con las formalidades y solemnidad, de que V. E.
es testigo, como principal Jefe, y como sellada con su
superior autoridad.
Son graves y delicados los concepts que contiene
el citado oficio de V. E., y demAs consecuencias tan fu-
nestas, que la Diputaci6n no puede desentenderse de
hacer la reclamaci6n que estima propia de su instituci6n
a la religiosidad que profesa. En la dpoca present, y
en las actuales circunstancias, no puede menos que ser
franca en su exposici6n, sin faltar en nada al respeto
que debe a V. E., y al decoro de ella misma, y estos
principios serin los que en todo la dirijan,.
*Cuando el pueblo de Guatemala dej6 el antiguo
Gobierno Espafiol, entr6 en su independencia, y recono-
ci6 provisionalmente las autoridades existentes, se reserve
al mismo tiempo el derecho imprescriptible que tiene de
former el la Ley Fundamental que se le ha de exigir; y dijo
que sus Representantes reunidos en Congreso con los de-
mis de las Provincias, se ian el imico 6rgano que al
efecto expresase su voluntad: V. E. oy6 estos votos, se
convino con ellos, los jur6 y los hizo circular por todas
parties para que con las mismas formalidades y con igual
9 Recuerdos Salvadorefios.
66 RECUERDOS SALVADOREROS
solemnidad fuesen adoptados. No titubearon las Provincias
que se unieron a Guatemala y sin condici6n alguna hi-
cieron los propios votos, de que ha resultado el Pacto
que hay entire los pueblos unidos, y el Gobierno reco-
nocido-.
-Para que aquel pueda alterar e, era menester que
los mismos pueblos que se ligaron con 61 espontinea y
generalmente, consintieran en las alteraciones; y aun cuan-
do estas se diga que son para provecho de ellos, no pue-
den ser ordenadas, antes que sean consentidas por los
que han formado el pacto. Al contrario, Excelentisimo
Sefor, es a juicio de la Diputaci6n, abiertamente opues-
to a las leyes que arreglan la subsistencia y poder de
las instituciones sociales, ya sean permanentes, ya acci-
dentales; y es conducir a los pueblos al desgraciado y
funesto estado de la anarquia, y a los estragos de la
guerra civil-.
-El menos aprensivo, conocera que la opinion divi-
dida no puede moverse sin chocar, y que al choque es
consiguiente el desastre general. Con la ordcn de V. E.
en el oficio citado, se ha puesto a disposici6n del oscu-
ro discerimiento de la mayor parte de los Ayuntamien-
tos la resoluci6n del negocio mis delicado, mds grave y
mis trascendental que ha ocurrido en toda la 6poca de
nuestra revoluci6n; y si aun los cabildos que se componen
de personas civilizadas, y algunas ilustradas, no pudie-
ran todas en consejo pleno decidir con acierto en medio
de la oscuridad de lo future, y la complicaci6n de lo
present. 6Qu6 podrAn hacer los demis que carecen,
hasta de la inteligencia de las palabras que se les es-
criben? Es visto, que han de declararse con la mayor
discordancia, cometiendo los absurdos mis sustanciales,
y que queriendo mantener sus declaraciones, como hijas
de sus intereses, de sus preocupaciones, y de sus espi-
ritus, comenzarAn por las mutuas invectivas, y Ilegardn
al rompimiento mas desastroso. Merced al caracter dul-
ce de los americanos, es que no estamos ya, con las
armas en las manos, sosteniendo unos la agregaci6n al
Imperio, y otros los juramentos que han prestado. 6Pe-
ro qui6n puede asegurar, que si esto no ha sucedido
RECUERDOS SALVADOREIOS 67
hoy, no suceder, mafiana? Lo contrario es de decirse,
y ya en esa ciudad se han experimentado los tristes
resultados de la division de opinions (1).
SSi se tratara aqui de persuadir, que a las Provin-
cias de Guatemala conviniera mds su independencia ab-
soluta, que la agregaci6n al Imperio, esta Corporaci6n
no haria otra cosa, que trascribir las palabras de V. E.,
que veintid6s dias antes de su circular, escribi6 a la
Excelentisima Diputaci6n Provincial de Comayagua, cu-
yo oficio circul6 a los Ayuntamientos, tres dias despuds;
pero, no siendo este el asunto que nos ocupa, sino so-
lamente el de que debemos ser files al vinculo con
que nos hemos ligado, y de que para disolverlo ha de
procurar la voluntad general de los pueblos, despre-
ciando otras pruebas que obviamente se presentan, y
que estAn al alcance de todos, la Diputaci6n por ser la
mis propia, produce la siguiente:
mayagua: "Pero esta cuesti6n, de interns tan grande
para las Provincias, no puede ser decidida por esta Ex-
celentisima Junta Provisional, ni por esa Excelentisima
Diputaci6n Provincial, ni por Corporaci6n alguna de
cuantas existen constituidas. Los funcionarios no tienen
otras facultades, que las que le dd la ley y la ley
no nos ha facultado, para decidir si estas Provincias de-
ben serlo de Mejico. Los Ayuntamientos tampoco tienen
otra autoridad, que aquella que les han dado los pue-
blos electores: 6stos los eligieron para tratar de las
atribuciones que design la Constituci6n, y en ellas no
se vd, la de resolver aquel punto.
La voluntad general de los pueblos, es la que de-
ben determinarlo; y esta voluntad solo debe expresarse,
por un Congreso formado de Diputados elegidos por los
mismos pueblos, para decidir, si todos ellos deben ser
Provincias de Nueva Espafna.
(1) Alude al choque que la noche del 30 de noviembre de 1821 tu-
vieron los dem6cratas con un grupo de imperialistas acaudillados por el
Alcalde don Mariano L irrave.
RECUERDOS SALVAD0REROS
,Parece, Excelentisimo Sefior, que no pueden dis-
currirse clausulas mas sabias, mas justas y mas religio-
sas, que estas, firmes en el juramento con que se obli-
g6 su autor, reconocen igualmente los derechos de los
pueblos con que trata y los desarrolla elocuentemente;
y sobra con ellas, y con lo anteriormente expuesto, para
que la Diputaci6n Provincial de San Salvador no vacile,
fiel siempre al pacto religioso con que se instal6, pedir
a V. E. que sea muy servido mandar recoger la circu-
lar de 30 de noviembre y que los pueblos procedan in-
mediatamente a la elecci6n de los Diputados para el
Congress de Guatemala, conforme al pacto con que pa-
saron del Gobierno Espafiol, al provincial que actualmen-
te rige; y asi, sin duda, se evitaran las desgracias que
son consiguientes a la anarquia, cuyas razones represen-
tadas al HWroe de la America Septentrional, merecerin
su superior aprobaci6n.
-La premura del tietnpo no permit a la Diputaci6n
hacer ver, hasta la evidencia, que el Congreso que se
ha de instalar, obrard con toda la cordura y por los prin-
cipios de derecho ptiblico, de modo que se fije el Go-
bierno de las Provincias de Guatemala del mejor modo
que convenga a sus intereses,y a los del Imperio Meji-
cano por aquella uni6n y vinculos que hagan su felicidad >.
Dios guard a V. E. muchos afios.-San Salvador,
diCiembre 14 de 1821.-Excelentisimo sefior.-Jose Matias
Delgado.-Manuel Jose Arce.-Juan Manuel Rodriguez.-
Leandro Fagoaga.-Miguel Jose Castro.
Copia.-Ram6n Mel6ndez, Secretario (1).
(1) Veanse Documentos nmeros 16 y 17.
RECUERDOS SALVADOREROS
IX
Inmediatamente mand6 el Gobierno que regresasen
de Honduras algunas tropas salvadorefias, que obraban en
aquella Provincia en defense de Tegucigalpa, rebelada
y al fin vencedora de los imperiales de Comayagua, que
teniendo a la cabeza al Intendente don Jose Tinoco,
habian proclamado su uni6n y obediencia al Gobierno
Mejicano. Los Tegucigalpas eran id6nticos en principios
sobre emancipaci6n political, a sus connacionales, los
salvadorefios. iLoor y Gloria a tan dignos hijos de Cen-
tro America!
x
La predicha circular de Gainza, habia producido sus
efectos; mas en el sometimiento al Imperio, no result
uniformidad de pareceres, pues unos Ayuntamientos se
adherian a 61 inmediatamente, otros se remitian a lo que
resolviese el Congreso Constituyente convocado en el
acta de independencia del dia 15 de septiembre, que de-
bia instalarse el 1? de marzo de 1822. Otros, no se ex-
presaban con claridad sobre el asunto, y dos se negaron
a reconocer al nuevo amo que se les proponia. Los libe-
rrimos Ayuntamientos que asi opinaron fueron los de las
ciudades de San Salvador y San Vicente de Austria. La
Intendencia de la Provincia, empefidndose diligente en
que los pueblos de Centro America no compusiesen par-
te de la Naci6n Mejicana, habia conseguido, seg6n se
ve, desvirtuar un tanto los prop6sitos de Gainza.
Con estos datos y declaraciones municipales, y a
grandes influjos sumamente interesados de los services
de Guatemala, aquella Junta Provincial Consultiva, presi-
dida por el CapitAn General don Gabino Gainza, acord6,
70 RECUERDOS SALVADOREROS
en 5 de enero de 1822, (1) la agregaci6n de Centro Amd-
rica al Imperio de Iturbide, dindole asi cumplimiento a
un oficio de este General de 19 de octubre del afio an-
terior, en que decia que todas estas provincias debian
former parte de aquella Naci6n.
El acta oprobiosa que contenia tan grave y trascen-
dental disposici6n, consta firmada en la Historia de nues-
tros acontecimientos politicos, por el Capitdn General
don Gabino Gainza, Marquds D. Juan Jose de Aycinena,
Licenciado Miguel de Larreynaga; Licenciado Josd Ceci-
lio del Valle, D. Mariano de Beltranena, Dr. Manuel
Antonio Molina, don Antonio Rivera, don Josd Mariano
Calder6n, don Josd Antonio Alvarado, don Angel Maria
Candina, don Eusebio Castrillo, don Jose Valdez, don
Jose Domingo Didguez y Dr. Mariano GAlvez. Estos
dos iltimos en concept de Secretarios.
XI
El procedimiento de los Gobernantes de Guatemala
produjo una general indignaci6n, con pocas excepciones,
en todos los pueblos salvadorefios; y el Gobierno de la
Provincia protest endrgicamente contra la resoluci6n
imperialista de la Junta Provisional, que tal extralimita-
ci6n habia llevado a efecto.
En su consecuencia El Salvador, tinico sostenedor
entonces de la independencia absolute jurada el 15 de
septiembre de 1821, ocurri6 a todos los medios de de-
fensa posibles, para contrarrestar con los enemigos de
la libertad que iban a disputarle con la guerra injustifi-
cable que se sigui6 en aquellos dias. Y habiendo llega-
do el caso de un desacuerdo tan marcado y palpable,
la Diputaci6n Provincial, celebr6 en 11 de enero, el Acta
inmortal de su separaci6n de Guatemala, (2) de quien
(1) Vdanse Documentos ndmeros 18, 19 y 20.
(2) Documento nimero 21.
RECUERDOS SALVADORENOS
segiin el viejo sistema, la Provincia de San Salvador for-
maba parte integrante, en lo econ6mico, politico, guber-
nativo y eclesidstico.
XII
Aquel memorable acontecimiento, vase relacionado
en el acta referida, cuyos concepts son los siguientes:
,Sesi6n q. a. (Mes de enero de 1822) se ley6 y
se aprob6 la acta anterior, y con presencia del oficio
del Excelentisimo senior Presidente don Gabino Gainza,
fecha 7 del corriente, esta Diputaci6n, con el deteni-
miento y madurez que exige la grandeza del asunto,
conferenci6 seriamente el contenido del citado oficio, en
cuya conferencia se trajeron a la vista, la acta y repre-
sentaciones del 12 del pr6ximo pasado dirigidas a la
Excelentisima Junta Provisional de Guatemala, que no
tuvo a bien contestar, y al mismo Excelentisimo sefor
Gainza, que contest, dejando en pie todas las razones
que esta Corporaci6n manifest, y diciendo, que sus
providencias no eran opuestas a la reuni6n del Congreso;
pues que habiendo consultado a aquel Ayuntamiento, si
se continuaban las elecciones, habia resuelto que se
procediese a ellas; de que se infiere, que esti Su Ex-
celencia en el concept de que debe reunirse; pero
que acordada ya por el Gobierno la uni6n al Imperio
Mejicano, sin esperar la resoluci6n de los pueblos repre-
sentados por sus Diputados en conformidad del pacto y
juramento del 15 de septiembre; y teniendo la Diputa-
ci6n dnicamente por objeto el tratar este negocio, defen-
der y conservar ilesos los derechos de la libertad de los
pueblos que la han elegido y componen la Provincia,
cuidando s6lo por consiguiente de mantener en su vigor
y fuerza, lo mismo que con tanto jfbilo abrazaron y ju-
raron estos propios pueblos al entrar en su independen-
cia; los cuales acostumbrados a obedecer ciegamente a
los gobernantes, creyeron un precepto la agregaci6n a
72 RECUERDOS SALVADOREROS
Mejico, a que los invit6 el referido Gobierno de Guate-
mala, contraviniendo al pacto y juramento del dia 15 de
septiembre, sin el discernimiento que correspondia a ta-
mafio asunto: que se contest el recibo del referidc ofi-
cio de siete del corriente.
SEGUNDO: que se haga prontamente la elecci6n del
Diputado que debe de ir al Gobierno de Mejico, acor-
dada en el acta de 12 del pr6ximo pasado.
TERCERO: que reconocida desde el principio de las
sesiones de esta Corporaci6n la utilidad que atraera a
esta Provincia la uni6n al Imperio Mejicano, nunca ha
pensado adoptar sistema alguno de Gobierno, sino uni-
camente ser religiosa y firme a los vinculos y juramen-
tos con que dej6 al Gobierno espafiol y reunir sus Dipu-
tados para que decidan conforme a la ley, de la suerte
de la Provincia.
CUARTO: que siendo la conduct del Gobierno de
Guatemala, desde el 30 de noviembre pr6ximo pasado,
opuesta abiertamente a la cordura con que esta Provin-
cia ha procedido, se separa totalmente de Il, reservin-
dola para que en paz y tranquilidad se una a Mejico,
si asi lo dispusiere el Congreso, y se una por si misma
con las condiciones y decoro de un pueblo libre, sin
permitir ser ofrenda y medio de negociaciones particu-
lares.
QUINTO: que esta separaci6n ha de ser, observando
la Constituci6n y las leyes, segtn se acord6 en la refe-
rida acta de 15 de septiembre.
SEXTO: que esto se comunique por oficio a la Exma.
Junta Provisional de Guatemala, bajo el concept de que
deben ser respetadas las deliberaciones de la Provincia
de San Salvador, como lo han sido las de Le6n y Co-
mayagua, y como el hdroe de Nueva Espafa, y los pa-
peles pdblicos del Imperio, ofrecen respetar la voluntad
de los pueblos; y que este acuerdo se circle a los Ayun-
tamientos de la Provincia. Con lo que se concluy6 esta
sesi6n que firmaron dichos sefiores, de que certifico. Del-
gado Arce Rodriguez Zecefia Fagoaga Ram6n
Mel6ndez, Secretario.
RECUERDOS SALVADORESOS
XIII
En el mismo dia 11 de enero, la Diputaci6n Pro-
vincial, compuesta como se ve, de la mayoria de sus Di-
putados, se erigi6 en Junta de Gobierno; la cual apare-
ci6 instalada con los vocales que la componian, y ade-
mas, con los Rcpresentantes, Ciudadanos Antonio Jose
Cafias, Sixto Pineda, Miguel Josd Castro y Josd Antonio
Escoldn. Tambien en ese memorable dia, se hizo cesar
el tribute que pagaban los indios a los Reyes de Espa-
fla. VIVA CENTRO AMERICA!
Tan grandes y trascendentales disposiciones para la
suerte future de estos pueblos, se celebraron en el ins-
tante con salvas de artilleria, solemnes repiques de cam-
panas, e iluminaci6n general por las noches.
El dia 13 se celebr6 una misa con notable regocijo
y sorprendente ceremonial, en acci6n de gracias al Todo
Poderoso, y todos los gremios juraron obediencia al nuevo
Gobierno.
Seguidamente fue nombrado Comandante General de
la Provincia, el Coronel Manuel Jos6 Arce, procedidndo-
se de la misma manera respect a otros jefes militares
en personas que habian sido designadas por el pueblo
para el servicio piblico, el dia 6 de noviembre de 1821,
cuando Barriere efectu6 la dispersion arriba mencionada.
En su consecuencia, se mandaron organizer las milicias
nacionales, previni6ndose a los Comandantes y Sargentos
Mayores en actual servicio, que no se mezclaran en los
asuntos politicos, y de los Ayuntamientos de los pueblos.
Muy pronto sucedi6, sin embargo, que uno de los iltimos,
Ilamado Nicolds Ab6s Padilla, ciego partidario de Gain-
za, desobedeciese a aquellas prevenciones, ingiridndose
en las deliberaciones de los concejales de Santa Ana y
Sonsonate. Se hizo digno de ser reprendido per el Go-
bierno, y lo fu6 con una severidad oportuna y discipli-
naria.
10 Recuerdos Sulradorefas.
IRREGULAR PAGINATION
47 RECUERDOS SALVADOREROS
A esos dos Distritos, siempre culpables, por su ad-
hesi6n servil hacia Guatemala, el Gobierno Salvadoreflo
los tenia cuerdamente separados, en decidida oposici6n
a una providencia de Gainza, de los meses anteriores,
que ordenaba su uni6n, para mejor acierto de la acci6n
gubernativa procedente de su Gobierno.
Se procedi6 oportunamente al nombramiento del Di-
putado que debia tomar asiento en el Congreso Mejicano,
dAndosele aquella representaci6n al ciudadano Juan de
Dios Mayorga. Este diputado se diriji6 a Mdjico, jinto
con otros cuatro representantes de las demds provincias
centroamericanas. Ellos eran: el Dr. Jos6 Maria Alvarez
el Licenciado don Jose Cecilio del Valle, Presbitero don
Fernando Davila y don N. Esponda.
Uno de los cuidados del Diputado Salvadorefo, era
estar en constantes relaciones con los liberals gober-
nantes de las Provincia, y especialmente con el Dr. Del-
gado.
La historic refiere que el senior Valle en el seno del
Congress impugn6 con lucimiento y envidiable patrioris-
mo, el sistema imperial que Iturbide habia proclamado
en beneficio propio, y que el orador hondurefio. de la
tribune pas6 a una bartolina. Aquellos iputados carco-
mian las bases del Iniperio con riesgo inminente de ser
ser tratados como enemigos de Iturbide. Mayorga era el
principal.
CAPITULO IV
SUMARIO:
1. Disposlcinnes conclliatorias de la Junta de San Salvador.
2. El Coronel don Manuel Jos6 Arce march con una fuerza sobre Santa Ana.
3. Triunfo de Arce en El Espinal.
4. Trabajo de la Junta de oobierno de San Salvador en favor de la paz.
5. La Junta de Gobierno acuerda la erecci6n de la Di6cesis de San Salvador y nombra
Obispo al Presbitero Dr. don Jos6 Matias Delgado.
6. Las fuerzas guatemalt.cas invaden el territorio de El Salvador.
7. Arz, ataca al ejercito salvadoreflo
8. Acertadas disposiciones del Coronel don Manuel Jose Arce.
9. Ardid del Padre Delgado.
10. Combat en la hacienda de Ramirez.
SABIDAS en Guatemala las valientes ocurrencias de San
Salvador, el CapitAn General Gainza resolvi6 hacer la
guerra a la Provincia, con el pretexto injustificable de
sostener a las poblaciones que se habian adherido al
Imperio. La Diputaci6n y Junta Gobernadora de San
Salvador, deseando dar un testimonio de que sus conatos
solamente tenian por objeto salvar los principios de liber-
tad proclamados por el nuevo sistema, y de hacer com-
prender a los enemigos de la independencia, que sus
actos estaban muy distantes de abrigar miras ambiciosas
y personales, no.nbr6 Intendente de San Salvador, un
poco antes de que comenzara la guerra, al servil don
Jose Cecilio del Valle. Este sabio, que habia firmado el
5 de enero el acta de incorporaci6n a Mdjico, rehus6
aceptar el honroso empleo; mAs en lo sucesivo en El
Salvador, no se tuvo necesidad de sus ponderados co-
nocimientos, para conducir a la Provincia de la manera
mAs convenient a su consolidaci6n political, segfin se
vi6, hasta ser obligado por el poder de las armas, a
76 RECUERDOS SALVADORE1OS
former parte de aquel efimero y quijotesco imperio, el
22 de febrero de 1823.
No se dudaba ya en una expedici6n guatemalteca
sobre la Provincia, y era necesario comenzar a obrar
por el lado del peligro.
De orden del Gobierno, Arce march en consecuen-
cia sobre Santa Ana, la imperial, en donde entr6 con
ciento cincuenta hombres sin oposici6n de sus habitantes.
El Sargento Mayor Ab6s Padilla, que anteriormente la
ocupaba, mds adherido a Gainza que a dicho Gobierno,
se habia retirado con alguna fuerza a la ciudad de Son-
sonate, cumpliendo de esa manera con 6rdenes comuni-
cadas de aquel General.
El distrito de Sonsonate en aquellos tiempos, se-
gin la administraci6n que acababa de dominar, era una
Alcaldia Mayor, que habia estado subordinada a las
autoridades de Guatemala; no obstante componer par-
te del territorio salvadorefio. Gainza se empefiaba en
que a este respect ninguna innovaci6n se hiciera opo-
niendo sus armas a las de la Provincia. Al dirigirse,
pues, Padilla a Sonsonate, no levaba otras miras que
sostener las pretenciones de los enemigos de El Salvador.
El Coronel Arce, obedeciendo a las instruciones de
su Gobierno, marchaba sobre aquella ciudad imperial
(Sonsonate), verificandolo en moments en que Ab6s Pa-
dilla la habia abandonado al mando de algunas tropas
seducidas por el, y Ilevdndose todos los haberes de la
Alcaldia Mayor, tiles y pertrecho de guerra que exis-
tian en la poblaci6n.
RECUERDOS SALVADOREROS 77
III
Arce es informado oportunamente del movimiento del
Sargento Mayor: sabe que ha torado el derrotero de
Guatemala, y lo persigue hasta darle alcance en el llano
del Espinal, inmediato a la frontera enemiga, y a la
villa de Ahuachapin.
El jefe guatemalteco advertido de la persecuci6n,
forma su tropa en batalla, y procediendo Arce de la mis-
ma manera, dste lo ataca denodadamente y lo pone en com-
pleta derrota el dia 12 de marzo, despuds de un encuen-
tro reido, en que perecieron algunos combatientes de am-
bas parties, y en que las fuerzas salvadorefias se apoderaron
de todo cuanto los vencidos conducian a Guatemala. Ab6s
Padilla se salv6 en la fuga, dejando ademnis en poder
del enemigo, algunos prisioneros de guerra.
La acci6n de armas del Espinal, fue el bautismo de
sangre de la causa de la libertad salvadorefia. En ella
se inici6 la reivindicaci6n de los derechos patriots de que
esta Provincia estuvo privada, durante un period de
tiempo prolongado.
Los pueblos de la antigua Alcaldia Mayor de Son-
sonate, no obstante sus deslealtades posteriores, vinieron
a ser por tiltimo, political y gubernativamente, por la justi-
cia y por las armas, una parte importantisima de El
Salvador, desde el comienzo del afo de 1828. En la ac-
tualidad, ellos componen uno de los departamentos mis
ricos de la Reptiblica, caminando a la vanguardia de la
civilizaci6n.
Agr6gase a lo expuesto, que Arce, inmediatamente
despues del triunfo obtenido en el llano del Espinal, se
apoder6 militarmente del territorio sonsonateco, dando
ocasi6n los acontecimientos ve:ificados a que en Guate-
mala se apresurasen con mds empefio, en hacer efectiva
la invasion de la Provincia. Arce, ocupando a Sonsona-
78 RECUERDOS SALVADOREIOS
te, condujo a San Salvador algunos cafiones y fusiles
que alli estaban.
En su consecuencia, Gainza nombr6 Jefe superior de
las tropas organizadas con tal fin, al distinguido military
Coronel Don Manuel Arzi, a quien en Guatemala, el dia
15 de septiembre del aflo precedent, el pueblo lo habia
nombrado Coronel efectivo por espontanea aclamaci6n.
Cuando en nuestros Recuerdos sean mejor conocidas las
aptitudes militares de este perso.aje del servilismo, da-
remos a conocer las cualidades que adornaban a su hon-
rada personalidad.
IV
No se queria en El Salvador Ilegar al caso extreme
de una guerra, que podia evitarse por un acomodamiento
amistoso.
En la Provincia hermana se comprendia perfecta-
mente, que en los actos consumados, los gobernantes sal-
vadorefios, no habian procedido, sino con los patri6ticos
prop6sitos de conservar inc61umes los intereses e integri-
dad del territorio de esta Provincia, y con las miras lau-
dables de sostener los principios de libertad absolute,
proclamados en el acta de independencia.
Se comprendia tambidn, que El Salvador al obrar en
ese sentido, ni habia conculcado derechos perfectos de
ninguna de las Provincias, ni emitido providencias en de-
trimento de la autonomia que justamente debia pertene-
cerles habiendo entrado en caducidad el antiguo arreglo
politico-social de estos pueblos. Los conatos de armonia
y fraternidad del gobierno salvadorefio, se hicieron mAs
notorious y evidentes en Guatemala, cuando se supo, que
de su parte, se interponian los valiosos influjos de la
Diputaci6n Provincial de aquella Provincia, y del Ayun-
tamiento de la ciudad, con las miras humanitarias de que
Gainza ordenara el regreso de las fuerzas que desde el
19 de marzo expedicionaban, aunque con suma lentitud,
contra El Salvador; ofreciendo situar rehenes en Guate-
RECUERDOS SALVADOREIOS 79
mala en garantia de su inofensivo comportamiento, mien-
tras se firmaba la paz de que necesitaban los dos pue-
blos.
La interesante intervenci6n de aquellas honorables
Corporaciones, se ejecut6, segdn la solicitud de la Junta
Consultiva de Gobierno de San Salvador; mas el Capitdn
General, nada sensible a los desastres de la guerra in-
justa que hacia a la Provincia, se mostr6 inflexible en
sus determinaciones, y Arzd continue su march invaso-
ra comenzada en la fecha enunciada.
En vista de la determinaci6n irrevocable de aquel
enemigo desautorizado por la Junta Consultiva de Gua-
temala para hacer la guerra, sino en el caso de ser in-
vadido su territorio, El Salvador, aguard6 resuelto, con-
centrando sus fuerzas en la ciudad capital de la Pro-
vincia.
Mientias que el Coronel Arzd, con sus pausadas
maniobras militares daba su debido cumplimicnto a las
6rdenes de Gainza, la Suprema Junta de Gobierno de
San Salvador, se ocupaba de todo lo concerniente a la
defense de la causa mas santa de cuantas debia susten-
tar con su poder en aquellos dias de exitaci6n social.
V
Tambidn en 30 de marzo, di6 un paso de grave
trascendencia en el orden eclesidstico, erigiendo en Dio-
cesis la Provincia, y nombrando Obispo de San Salva-
dor, al insigne patriota Dr. don Jos6 Matias Delgado, cuya
disposici6n fud confirmada en el mes de noviembre del
citado aflo de 1822, por el Congreso que en dicho mes
se install, para ocuparse en primer lugar de la agrega-
ci, n forzada que se exigia al imperio preindicado.
En Guatemala se supo muy luego la noticia de lo
que se habia hecho, a nuestro juicio. conforme a las prac-
ticae antiguas del cristianismo. Los pilpitos atronaron es-
trepitosa.nente contra los autores del nuevo Obispo. Su
80 RECUERDOS SALVADORElJOS
conduct era tachada de herdtica y de usurpadora de los
derechos de la Iglesia guatemalteca. Nosotros nos ocu-
paremos de esta delicada cuesti6n can6nica, cuando ex-
pongamos que lo que se dispuso sobre el particular el
aflo de 1822, se repiti6 con unas mismas formalidades y
decision, en 1824, por la Asamblea Constituyente del Es-
tado.
Ahora volvamos a la invasion de Arzd, a quien he-
mos dejado a la cabeza de las tropas del CapitAn Ge-
neral Gainza, y dirigidndose para San Salvador, a cuya
vista no pudo Ilegar antes del transcurso de dos meses
y medio.
VI
Arzd, que dentro de seis afios debia recibir leccio-
nes mds sensibles al orgullo de Guatemala y al suyo
propio, que no comprendia que estaba pr6ximo en el de
1822, a un doloroso desengafio, halldndose dominado cie-
gamente por creencias political que hacian de Centro
America el antagonismo de las ideas liberals, camina-
ba con dos mil hombres, Ileno de confianza en el triun-
fo que esperaba de su valor, de su experiencia y de su
habilidad military.
Se ha consumado, pues, suinvasi6n: en el mes de
mayo, ocupa los pueblos del distrito de Sonsonate y de
Santa Ana y permanece todavia en ellos, equipdndose de
todas maneras con recursos que le proporcionan los im-
periales, traidores a la causa de su patria.
Las inspiraciones del Gobierno de Gainza y de los
nobletes de Guatemala, eran los resorts poderosos que
movian a aquellos desleales salvadorefios. Con ellos no
cuadraba la condici6n digna de una vida independiente.
Deseaban la obediencia a un potentado que habia salido
de las filas del ejdrcito; y que a consecuencia del Plan
de las Tres Garantias, o de la Villa de Iguala y del
Tratado de C6rdova, se Ilamaba ya, Emperadorde Md-
jico, en donde habia combatido, no en sostenerla eman-
RECUERDOS SALVADORE&OS
cipaci6n de Nueva Espafia, sino en defense de los de-
rechos del Rey Fernando. Los convenios de C6rdova y
de Iguala, fueron los medios que a Iturbide dieron oca-
si6n de ser un double traidor; pues por un lado se hizo
usurpador del poder real, y por otro destruy6 toda es-
peranza de establecer en MWjico el sistema republican.
Tambidn en San Salvador se hallaban preparados para
la resistencia. Se habia hecho concentrar en la ciudad todas
lastropas situadas en la frontera del Chingo y del rio de Paz,
y como seiscientos o setecientos hombres que obraban en
la orilla derecha del Lempa, con el fin de contener a
las fuerzas imperiales de San Miguel. El enemigo tenia
este otro apoyo para vencer a los que los services lla-
maban disidentes, revolucionarios, herejes, cismdticos, des-
camisados.
Las afueras de la capital, lo mismo que su interior,
no estaban descuidados por los patriots. Los cantones
temibles de Milingo, del Callej6n del Diablo y de la
Cuesta del Atajo, se habian fortificado; pero a este res-
pecto nada se habia hecho por el lado del volcan que
limita la ciudad al occidente, por la naturaleza inex-
pugnable a su acceso en aquellos tiempos.
VII
Llegaron los moments de obrar, y el enemigo se
mueve y march al ataque de los que defienden su
honra y su libertad.
Arzd no quiere exponer el dxito de la acci6n
contra los atrincheramientos exteriores de San Salvador;
y siendo informado, pdrfidamente, de hallarse franca su
entrada por su rumbo occidental, resuelve flanquearla
por las faldas del volcin. El Coronel pone en ejecuci6n
su atrevido pensamiento; y despuds de salvar muchos
inconvenientes y sinuosidades del tiempo de lluvias de
aquellos accidentados terrenos, Ilega a los suburbios de
la poblaci6n, que por aquel lado efectivamente se ha-
11 Recuerdos Salvadoretos
82 RECUERDOS SALVADOREROS
Ilaba bastante descuidada por los sansalvadorefios. El
Comandante no se detiene en sus maniobras, y arregla-
das sus columns de la manera que mejor pudo, al
amanecer del tres de junio, entr6 resueltamente en la
ciudad inmortal, posesionandose, con much audacia y
osadia, de los barrios del Calvario y Santa Lucia y de
alguna otra parte de la poblaci6n.
Los salvadorefios se habian dejado sorprender en
sus propios hogares, y Arzd habia tenido el suficiente
valor para verificarlo con buen exito. Se habia caido
en un error military, descuidando los puntos que al ene-
migo le sirvieron para adquirir sobre ellos aquella im-
portante ventaja. Pero si aquel jefe fue digno de los
mayores encomios por su denodada conduct, por la
tarde del propio dia tres hubo que compadecerlo, por
no haber tenido los talents necesarios para sostenerse
en las posiciones conquistadas.
VIII
El abnegado y liberal coronel don Manuel Jos6 Arce,
mandaba las tropas de San Salvador. Aunque sorprendido
por el arrojo de los guatemaltecos, supo tender de
moment a! inminente peligro en que la poblaci6n se
hallaba.
Desplegadas sus guerrillas, conducidas de los cantones
militares que ocupaban, contuvo los avances de los in-
vasores, quienes desde luego incendiaron mas de veinte
casas, y saquearon cuanto encontraban, recogiendo un
buen botin, que muy pronto habian de abandonar a sus
adversaries.
Los encuentros se prolongaron en las calls y plazas
de la poblaci6n, desde las seis de la mafiana, hasta las
tres de la tarde; y aunque no se vieron montones de
cadaveres, como sucede en las guerras de la actualidad,
no por eso en la del tres de junio dejaron de morir
hombres de uno y otro bando, en ntmero considerable.
RECUERDOS SALVADOREROS 83
El primer empuje de los imperialistas, comunicado
hasta la plaza de la ciudad, no fue continuado con el
mismo arrojo; siendo la causa de tan perjudicial circuns-
tancia la oficialidad de Guatemala; mas bien parecida a
aquella bisofia que fue derrotada, escapando el rostro
en los campos de Farsalia, que a militares resueltos a
encontrar el triunfo en una brillante jornada, en que el
honor y la gloria son el merecido premio del soldado
que arrostra el peligro en el fragor de los combates. A
los sansalvadorefios, ayudados por various pueblos de la
Provincia, si realmente les faltaba pericia en el manejo
de las armas, les sobraba valor y decision sin tener
los defects de sus contrarios, que hallindose en cam-
pafia, no querian salir de sus usos caseros, de aquellas
costumbres que los hacian menos aprop6sito para triunfar
de sus enemigos.
IV
Se nos ha referido que un ardid del Dr.-Delgado,
di6 fin a la indecisa refriega.
El gran patriota, acompafiado de los suyos, mand6
abrir la Iglesia Parroquial de San Salvador, y postrandose
ante el altar de la Divinidad, dirigi6 sus preces al cielo,
implorando el triunfo de las armas salvadorefias: que a
continuaci6n, mand6 repicar a todo vuelo en todas las
iglesias de la ciudad, cuya circunstancia produjo el efecto
de que en los cantones ocupados por las tropas de Arzi,
se creyera en una derrota particular de cada uno de ellos,
suponiendo los del barrio del Calvario, que los de Santa
Lucia se hallaban deshechos, y 6stos a su vez, creyen-
do vencidos a sus camaradas que lidiaban en dicho
barrio.
Impresionados de esa manera, y aumentado el tras-
torno con la mala noticia de que parte de la artilleria
habia sido avanzada por los soldados de Arce, los in-
vasores entraron en desorden disponi6ndose para la reti-
rada. En aquellos instantes, las tropas de Arce los ata-
84 RECUERDOS SALVADOREROS
caron con denuedo en todas direcciones: los desalojan
de sus puestos, y los ponen en complete dispersi6n, has-
ta expelerlos totalmente de los recintos de la ciudad, en
que con tanta osadia, en mala hora se habian introducido.
Arzd qued6 deshecho y escarmentado, no deteni6n-
dose en su fuga; pues en su ligerisima y larguisima ca-
rrera que tuvo que hacer por donde habia invadido, y
por pueblos amigos y enemigos, ningiin contratiempo ex-
periment6, que le impidiera ingresar salvo a Guatemala,
aunque algunos de sus soldados perecieron en la fuga
a manos de macheteros enemigos.
Y Arce con aquel triunfo definitive, lleg6 a alcanzar
mis popularidad de la que ya gozaba, como uno de los
repdiblicos de la reciente independencia.
x
Antes de estos acontecimientos, hallindose francas
las fronteras del Lempa, para la concentraci6n de las tro-
pas del Gobierno hacia la capital, con el fin de resistir
a Arzd, los imperiales del departamento de San Miguel,
se habian movido con fuerzas suficientes sobre los pue-
blos de San Vicente. El objeto era unirse al ej6rcito de
Arzd; mas habiendose enfrentado a los patriots vicenti-
nos el dia ocho de abril, en los llanos de la hacienda de
Ramirez, (1) fueron puestos en complete fuga despues
de batirse con toda clase de armas, y disparando con-
tra ellos, tres o cuatro cafiones de palo, y uno de fie-
rro montado en un aparejo, sobre un macho o mula,
que al reventar aquella arma, el animal fue retrocedien-
do largo trecho, hasta caer supino y con su carga ha-
cia abajo. Asi se peleaba en aquellos tiempos en que
todo era la obra del patriotism. Arzii en su desastrosa
jornada, dej6 muchos prisioneros que fueron puestos en
(1) Documento nfimero 22.
RECUERDOS SALVADOREROS 85
libertad en el mes de septiembre, en cumplimiento de un
tratado con Guatemala. Perdi6 bagajes, armas de today
naturaleza, municiones, dinero y todo cuanto su tropa
habia tomado a saco durante las horas que permaneci6
en la ciudad capital.
Desembarazados en San Salvador del Coronel Ar-
zd, el Gobierno dirigi6 fuerzas contra la ciudad de San
Miguel, en donde dominaba los animos el element im-
perial. Arce expedicion6 sobre aquellos pueblos y con
su presencia, los services se sosegaron, aunque el escar-
miento de los cafiones de palo, y el montado en la mu-
la, era suficiente para hacerlos desistir de su adhesi6n
a M6jico.
Arce les di6 garantias, bajo la protest de no vol-
ver a hacer armas contra el Gobierno.
La cobardia de tales enemigos, fue despuds una
circunstancia favorable a la causa de la libertad.
a a a a a a a a
CAPITULO V
SUMARIO:
1. El general don Vicente Filisola se prepare para invadir la provincia de San Salvador.
2. Trabajos del Padre Delgado para evitar el derramamiento de sangre.
3. La Junta de Gobierno de San Salvador modifica el convenio de 10 de septiembre de
1822. celebrado entire los comisionados salvadoreflos don Juan Francisco Sosa y don
Antonio Jos6 CaSas y el general Filisola.
4. Intimaci6n de Filisola al Goblerno salvadoreio.
5. Fuerzas mejicanas ocupan la ciudad de Santa Ana. Disposiciones del Congreso Salva-
doreno.
6. Manifiesto dirigido a los pueblos de la Provincia de San Salvador por el Padre Del-
gado.
7. Respuesta que el Benemirito Dr. Delgado di6 alas inculpaciones que le hizo el ge-
neral Filisola.
E L CapitAn General Gainza hacia la guerra a El
Salvador, de acuerdo con el gobierno mejicano.
Asi es que, desde que se alistaron fuerzas en
Guatemala para la expedici6n del Coronel Arzd, Iturbide
habia mandado situar en Chiapas, algunas tropas al
mando del Brigadier don Vicente Filisola. Este, ademis
tenia la comisi6n de proteger en las Provincias de Cen-
tro America, los pronunciamientos por el Imperio. iAde-
cuada distancia era aquella para proteger los tales pro-
nunciamientos!
La adversa suerte de Arzii, precipit6 la llegada a Gua-
temala de aquel General, invitado con sumo interns por los
imperiales, que mis bien deseaban ser vasallos de Iturbide,
que abandonar sus prop6sitos de someter a su obedien-
cia a los salvadorefios. Y como el gobierno mejicano
deseaba hacer sentir el peso de sus bayonetas, sobre
los lejanos pueblos que rechazaban su imperio, de ante-
mano habia dado 6rdenes a su lugarteniente, muy de
88 RECUERDOS SALVADOREROS
acuerdo con los deseos de los imperiales mencionados,
para ocupar la capital del reino.
De esa manera se verific6 que como seiscientos me-
jicanos entrasen a dicha ciudad el dia doce de junio del
afio prenotado; aunque en la cr6nica citada arriba, se
afirma que aquella entrada se efectu6 hasta el 13 de ju-
lio inmediato.
El General Filisola era un italiano honrado, de ap-
titudes militares, medianamente instruido, sin notables
prestigious en Mdjico, en donde sirviendo al Rey de Es-
paiia, habia hecho la guerra a los independientes al lado
de los Generales, Calleja, Pezuela, Iturbide, y otros je-
fes sostenedores del realismo espaiol.
Como a esta 6poca don Juan de Dios Mayorga, re-
presentante centroamericano ya se hallaba en Mejico,
emple6 asiduos trabajos para que Gainza entregara el
mando de estas provincias al General Filisola. Mayorga
consigui6 sus prop6sitos de Iturbide, y dejando el poder
don Gabino Gainza, se march para Mejico, no habien-
do despu6s torado parte en los grandes acontecimientos
de la America Central, para quien su vida se oscureci6
en lo sucesivo.
Filisola a la cabeza de aquella campafla, tenia por
primer encargo, el sometimiento de la Provincia Salva-
dorefia a la obediencia del imperio; y despuds permane-
cer en Centro America, hasta la pacificaci6n complete
de sus pueblos.
Con fecha 1? de octubre y con un exprofeso, el Mi-
nisterio de la Guerra del Imperio le comunicaba la orden
siguiente: ,S. M., no reconoce ningdin poder en esa Pro-
vincia para reunir un Congreso que debe instalarse el
10 de noviembre. Marchard Ud. sin demora con sus tro-
pas sobre San Salvador, y le intimard su uni6n a Md-
jico incondicionalmente y con absolute sumisi6n al Impe-
rio>.
Halldndose en uso del poder, comenz6 por engrosar
sus filas disciplinando gente de Guatemala, y reuniendo
caudales para su sostenimiento. Como buen military, pues,
no se descuidaba en esta parte de sus deberes.
RECUERDOS SALVADORESOS 89
II
Entre tanto, el inmortal Doctor Delgado, en el hu-
manitario deseo de evitar el derramamiento de sangre,
abri6 con el general mejicano una patri6tica correspon-
dencia, en la cual se explicaba, que El Salvador estaba
en sus derechos, al negarse a former parte del Imperio,
y que por lo mismo, tenia la libertad indisputable de
continuar siendo independiente de todo gobierno extra-
flo: que la invasion que por segunda vez se proyectaba
contra el, era injusta e inmotivada, y que el ataque a San
Salvador, seria un acto contrario a los principios del
Derecho de Gentes y a la independencia de estos pue-
blos.
Aunque Filisola apreciaba en su just valor el sen-
tido de aquellas manifestaciones, no le era licito, decia, co-
mo military en servicio, suspender las operaciones de la gue-
rra. Sin embargo, se convino en trabajar, en el sentido
de un acomodamiento que pudiera cortar las actuales y
temibles dificultades.
En su consecuencia, salieron de San Salvador para
Guatemala, los comisionados del Gobierno de la Provin-
cia, ciudadanos Juan Francisco Sosa y AntonioJos6 Ca-
fias, quienes conferenciando con los de Filisola, present
a las discusiones, Coroneles don Luis Gonzalez Ojeda
y don Felipe Codallos, convinieron: que la demarcaci6n
territorial de la Provincia del Salvador, debia ventilarse
directamente con el Congreso y Gobierno Mejicano, lo
mismo que todo cuanto mereciese ser reclamado por
ella: que a ese fin, El Salvador nombraria Comisionados
para gestionar en la Corte: que no habria hostilidades
mientras se determinaba lo convenient sobre el particu-
lar: que los partidos de San Miguel, Santa Ana, Gote-
ra, San Alejo, Usulutin, y pueblo de Coatepeqre y
12 Recuerdos Salvadore~os.
90 RECUERDOS SALVADORESOS
Chalchuapa (1) quedaban bajo el Gobieno de Guatemala,
y los partidos restantes y poblaciones, obedecerian al
de la Provincia, que esta devolveria todas las armas
que Arce habia tornado en Sonsonate, debiendo ser por
El Salvador ratificado lo convenido, dentro de veinte
dias, y por el Gobierno Imperial, dentro de dos meses.
Fud asimismo acordado, que en caso de no ratifi-
carse el tratado, las hostilidades comenzarian, veinte
dias despues de la primera intimacidn de guerra. Este
convenio fu6 ajustado el dia 10 de septiembre de 1822.
III
Puestos en conocimiento del Gabinete Salvadorefio
los trabajos firmados por Sosa y Caias, la Suprema
Junta de Gobierno en 28 del mes enunciado, di6 su ra-
tificaci6n a aquella especie de tregua modificandola co-
mo sigue:
lo. Los partidos de San Miguel y Santa Ana reco-
noceran al Gobierno de Guatemala, segtin se expresa en
el referido tratado, si antes de que lo ratifique el Go-
bierno de Mejico, no se mandase publicar el decreto de
10 de julio.
2o. Si las conmociones political del Imperio fuesen
en aumento, de manera que amenacen el sistema de in-
dependencia, la Provincia incorporara inmediatamente es-
tos partidos entire los demds de su comprensi6n, y el
Gobierno de Guatemala no podra hacer oposici6n alguna.
3o. Las armas de Sonsonate se devolveran cuando
la guerra este totalmente concluida por orden expresa
del Soberano Congreso y del Gobierno del Imperio, o
por la publicaci6n del expresado decreto.
4o. La Provincia de San Salvador, enviara otros
Diputados a Mejico en el caso que le convenga, y esto
queda a su discreci6n.
(1) Imperialistas
RECUERDOS SALVADOREROS
Sabidas oficialmente en Guatemala las modificacio-
nes hechas al tratado, Filisola consult con ellas a Me-
jico, con el fin de que se consideraran en la ratificaci6n
de aquel convenio, produciendo sin embargo la tregua
sus efectos respect a la suspension de hostilidades.
Y sdpase que el decreto a que se hace alusi6n en
en el Art. 10 de los cuatro insertos fue por el que emiti6 el
Congress Mejicano en que se ordenaba a Iturbide que
procurase atraer a la uni6n a la Provincia de San Sal-
vador, sin hacer uso de la fuerza; y que si ya se habia
empleado, al moment se suspendiese todo acto hostile.
Palabras de Marure son estas, relatives a un oficio di-
rigido por la Diputaci6n de San Salvador, al General
don Vicente Filisola.
Como era de esperarse de un Gobierno, cuya po-
litica descansaba desde el mes de agosto en un despo-
tismo puro, el tratado precedent no fue ratificado en
Mejico, e Iturbide previno a Filisola que atacase y so-
metiese a la Provincia de San Salvador, sino se agrega-
ba al Imperio incondicionalmente, como queda relacionado.
En consecuencia el Capitdn General, de acuerdo con
el convenio referido, hizo a El Salvador la primera in-
timaci6n de guerra el dia 26 de octubre en los terminos
que siguen:
PRIMERO: que el Emperador don Agustin Iturbide,
no reconocia autoridad ninguna en el Congreso de la
Provincia que debia reunirse en noviembre inmediato.
SEGUNDO: que no habia tenido a bien ratificar el
tratado de 10 de septiembre.
TERCERO: que esta Provincia debia unirse al im-
perio, sin condiciones que contrariasen el sistema de go-
bierno establecido en Mejico.
CUARTO: que la Provincia o su Gobierno debian
poner sus armas a disposici6n de su Sefioria (Filisola)
y que si no se convenia en esos puntos, tenia 6rdenes
terminantes de invadir y hacer la guerra a la Provincia;
pero que las hostilidades quedarian rotas hasta pasados
veinte dias.
92 RECUERDOS SALVADOREROS
IV
El Gobierno Salvadoreflo respondi6 a la arrogante
intimaci6n: que iba a explorer por los medios mis bre-
ves y sencillos la voluntad de los pueblos: que lo que
ellos decidieran, seria su decision, y que la comunicaria
inmediatamente a su Sefioria. Que si lo que se dispu-
siese por los pueblos era conforme con las exigencias
del Emperador, las desavenencias de ambas parties ter-
minarian desde luego; pero que si se obraba en sentido
contrario, la Provincia resistiria la injusta agresi6n con-
que se le amenazaba.
El General Filisola, impuesto de aquella republica-
na contestaci6n, nada tuvo a bien resolver; pero las hos-
tilidades comenzaron un dia despues del t6rmino sefala-
do en la anterior intimaci6n.
V
El 26 del mes de noviembre, Filisola deposit el
mando politico en su segundo, Coronel Codallos, y se
puso en march para la provincia disidente.
Filisola lleg6 a Santa Ana al comenzar el mes de
diciembre iniciando sus primeros triunfos, con el some-
timiento forzado de los pueblos de MetapAn y Texistepeque.
Reunidas a su ejdrcito las tropas traidoras imperia-
les de Sonsonate y Santa Ana, Filisola continue su in-
vasi6n, ydndose a situar a la hacienda de-Mapilapa el
dia 11 en donde se fortific6 de una manera casi inex-
pugnable en aquellos tiempos (1).
(1) En aquellas fortificaciones di6 un decreto en forma de proclama, en
que dividia el Gobierno del reino en tres Comandancias Militares, arregla-
das de esta manera: "Una compuesta de todos los pueblos de Chiapas y
Quezaltenango, cuya capital debia ser Ciudad Real, y mandada por D. Mi-
guel GonzAlez Saravia, ex Intendente de Nicaragua. Otra compuesta de los
pueblos de Guatemala, El Salvador y parte de Honduras, al mando de Fi-
RECUERDOS SALVADORE$SOS
En San Salvador todavia funcionaba en aquellos
dias el Congreso que con treinta y tres Diputados se
habia instalado en el mes de noviembre. Segiin Marure
todavia en esos moments acord6 la uni6n al imperio en
estos tdrminos: "que se estableciese en Mexico el sistema
representative: que no se discutiese la Constituci6n Na-
cional hasta que no llegasen los Diputados de San Sal-
vador: que esta Provincia no dependeria en ningdin con-
cepto de Guatemala, y que sus autoridades se entende-
rian directamente con el Gobierno general: que no se
le despojaria de su armamento: que alli se erigiria una
silla episcopal: y que no se haria novedad alguna, en
cuanto a las personas que ejercian los destinos pdlblicos.
Las prevenciones del Emperador contra la autono-
mia de la Provincia, eran tan explicitas e ineludibles,
que Filisola no podia menos que continuar las opera-
clones de la campafia, sin pararse en lo que debia ha-
cerse respect a las titimas disposiciones del Congreso.
Asi es que este, convencido de que ningdn medio bas-
taria para conducir a otro terreno la present situaci6n,
decret6 solemnemente la anexi6n de la Provincia a los
Estados Unidos de America, cuya resoluci6n fue desa-
tendida por el General mejicano, protestando que no ha-
cia la guerra a aquella naci6n, sino a los salvadoreflos.
Para la presentaci6n del acta del Congreso a aquel Go-
bierno, anexando la Provincia, fue comisionado el endr-
gico patriota y Representante a dicho Congreso don Juan
Manuel Rodriguez. Este, aunque debiera salir inmedia-
tamente para el Norte, no lo verific6, con la esperanza
del 6xito ya muy pr6ximo de la guerra e invasion de
los mejicanos. Aquella anexi6n se resolvi6 en meses
posteriores en sentido contrario por el Gobierno ameri-
cano, ante quien se expusieron razones de internaciona-
lidad y de inconveniencia de continuidad territorial, en-
lisola, y la otra comprendiendo a Costa Rica, Nicaragua y la otra parte de
Honduras, su capital, la ciudad de Le6n, y su Comandante, el General de
Brigada, don Manuel Rinc6n, mejicano. Se establecian asi mismo dos Au-
diencias, las cuales debian residir respectivamente en las ciudades de Gua-
temala y de Le6n.
94 RECUERDOS SALVADOREROS
tre la Provincia y los Estados Unidos, por el Imperio
Mejicano. Asi aparecen de los documents relatives a
aquel important y trascendental negociado. Dado el
paso de incorporaci6n, sin haber podido encontrar otro
medio de salvar los derechos politicos y dignidad de la
Provincia, el Congreso expidi6 a los pueblos comiten-
tes, el manifiesto que a ccntinuaci6n trascribimos.
VI
PUEBLOS DE LA PROVINCIA DEL SALVADOR
Desde que vuestros representantes se declararon el
diez del mes anterior, reunidos legitimamente en Congreso
General de esta Provincia, se ocuparon en meditar las
circunstancias en que se halla, para resolver sobre el
lugar o rango, que en el orden politico habia de tener
entire los otros pueblos de la America.
-Libre esta Provincia e independiente de la Naci6n
Espafiola, y no ligada a otra potencia por convenci6n o
pacto, tinico principio just de las asociaciones de los
hombres, se hallaba en libertad de disponer de si misma
y de dictar por si sola las leyes que habian de re-
girla ,.
-Pero vuestros representantes, viendo que atn no
tiene la Provincia todos los elements necesarios para
constituirse por si sola, declararon que debia entrar a
former parte de otra naci6n .
FAcil fue conocer, desde luego, que aquella a que
se incorporase la Provincia de San Salvador habia de
tener una forma de Gobierno que asegurase los dere-
chos del pueblo y leyes que promoviesen su felicidad.
De lo contrario, excusada habria sido e initial su inde-
pendencia de la Naci6n Espafiola, y aun por dafiosa de-
biera tenerse, porque lo es toda resoluci6n political que
RECUERDOS SALVADOREIOS 95
no tienda al mejoramiento del Gobierno y provecho de
los gobemados.
.La Rephblica de los Estados Unidos de Amdrica
se halla en aquella feliz situaci6n, y vuestros represen-
tantes no habrian vacilado en decretar la uni6n federa-
tiva de la Provincia a estos Estados, sino hubiesen te-
nido tambidn que considerar las circunstancias en que
se halla con respect a la Naci6n Mejicana>.
,Vosotros sabeis cuales han sido las pretensiones
de su actual Gobierno sobre esta Provincia, siendo las
miras de su political extender su dominaci6n desde Nuevo
M6jico hasta el Istmo de Panamd; se han propuesto re-
ducir a San Salvador, por cualesquiera medios, a que
concurra a realizar sus planes-.
SEn 26 de octubre anterior, dijo en su nombre a
este Gobierno el Brigadier don Vicente Filisola, que la
*Provincia de San Salvador debia unirse al Imperio
Mejicano, bajo la base de una entera sumisi6n al plan
general de su Gobierno, sin condiciones que la contra-
riasen, y que de todas suertes deberia rendir y entregar
las armas que actualmente tiene. De lo contrario, afade
este Jefe military, que procederia a ocupar por la fuerza
la Provincia, pues tenia para ello, 6rdenes tan terminan-
tes, como perentorias,.
,Fsta resoluci6n tan decidida de hacer la guerra a
esta Provincia, si no se incorporaba a la Naci6n Mejica-
na, interest la consideraci6n de vuestros Representantes,
que viendo en la guerra a uno de los mayores males
que puede sufrir un pueblo, se propusieron evitarosla-.
*Esto, por una parte, y la calidad de esta Provin-
cia, sus relaciones intimas de amistad e intereses con las
otras confirmantes, que son incorporadas al Imperio de
Mejico, decidieron a vuestros Representantes a decretar
la incorporaci6n de San Salvador a esa Naci6n. Pero al
mismo tiempo fijaron para ella, condiciones de bases,
que asegurasen en lo future vuestra fidelidad, y decla-
raron, que si no eran admitidas o si por parte del Go-
bierno de Mejico se os hostilizaba, en el acto seria in-
subsistente, y como no hecho, el decreto de incorpo-
raci6n .
96 RECUERDOS SALVADOREROS
condici6n si el sistema de Gobierno de Mejico fuese el
generalmente adoptado por la mayor parte de la Ameri-
ca. Todos vuestros conatos, y los de vuestros Repre-
sentantes, hubieran sido dirigidos, a estrechar la amistad
y lazos de eterna uni6n entire vosotros y las provincias
mejicanas. Pero, aun cuando no ha aparecido la Cons-
tituci6n de Mejico, cuando las bases fijadas para ella
prometen instituciones no dirigidas en un todo a la fe-
licidad comin y a la protecci6n y seguridad de los pue-
blos, vuestros representantes no podian decretar sin
condiciones, vuestra incorporaci6n, porque seria expone-
ros, a que hubieseis de renunciar vuestra utilidad y con-
veniencia, por el beneficio, honor o privado interns de
alguna persona, alguna familiar, o alguna clase-.
,Se comunic6 el Decreto de vuestro Congreso al Bri-
gadier Filisola, quien despues de otras comunicaciones
en vista de que no se deponian y entregaban las armas
de la Provincia, que antes que hacerlo, era resuelta a
unirse a los Estados Unidos de America, expuso, que
estaba decidido a ocuparla por la fuerza, y que el Go-
bierno de que depend, jams reconoceria una incorpo-
raci6n condicionada,.
aflos a la 6poca del descubrimiento de las Americas, en
que los espafioles se presentaron a estus fdrtiles paises,
sin mis derechos que su ambici6n y codicia para some-
terlo todo a su dominaci6n, esta resoluci6n de contestar
tan escandalosa, en un siglo de luces, en este Continente,
donde s6lo se oye resonar la voz de libertad, en un
tiempo que acabamos de romper las cadenas que nos
sujetaban a un Gobierno opresor, oblig6 a vuestros
representantes a buscar en otra potencia, el apoyo de
los derechos de la Provincia, y para esto decretaron
su uni6n federativa, con la Repdblica de Estados Unidos
de Amdrica,.
os pretend despojar. iPueblos de El Salvador!: ella se
halla en el mis alto grado de esplendor, de poder y de
gloria: en ella encontrardis recuerdos sublimes, lecciones
RECUERDOS SALVADOREROS
heroicas y virtudes sociales dignas de vuestra imitaci6n,
y ella hard temblar a cualquiera que atente contra vuestra
libertad .
-Su constituci6n sabia, que asegura a cada Estado
una forma republican de Gobierno, y da al Congreso
general de los Estados de la Uni6n poder para imponer
contribuciones y derechos iguales en todos los Estados:
para provocar a la defense comdn y bien general de ellos:
para regular el comercio con las naciones extranjeras:
para promover el progress de las ciencias y artes tiles:
para declarar la guerra: para levantar y sostener ejercitos:
proveer y mantener la armada; y, en una palabra, para
todas aquellas disposiciones generals de interns e in-
fluencia comdn sobre todos los Estados, reserve a cada
uno en particular el derecho de darse las eyes parciales
que les convengan.
dor sea admitida como Estado en la Confederaci6n,
disfrutard de la protecci6n de la Potencia mds feliz de
la tierra, y de las ventajas de sus leyes generals,
y al mismo tiempo tendrd su legislaci6n particular,
formardis vosotros mismos vuestras leyes, las mejorar6is
o reformardis, a media que lo exijan vuestra utilidad,
o vuestras necesidades, sin esperar de un amo remote, el
bien que poddis vosotros procuraros,.
-La misma Constituci6n, os asegura tambidn el li-
bre uso y ejercicio de la Religi6n Santa de Jesucristo
que profesamos. Fieles siempre a los principios de nues-
tra creencia, serdmos siempre lo que hemos sido hasta
ahora, y dardmos en la santa observancia de la ley
evangelica, una prueba manifiesta de que no necesitais
el precepto de una ley political para ser religiosos,.
,Pueblos de San Salvador, preparaos a ser felices.
Vuestra suerte esta fijada por la resoluci6n de vuestros
Representantes: ella hard epoca en esta parte del glo-
bo, antes sumida en la servidumbre, y destinada ya, a
representar un gran papel en el teatro del mundo por
la influencia que le dard en la sociedad universal de los
hombres, el cultivo de las ciencias, y el comercio de
las ricas producciones de su suelo,.
13 Recuerdos SalvadoreHos.
98 RECUERDOS SALVADORE OS
-El Supremo Legislador del Universo, Protector de
la libertad de los pueblos, a quien ponen por testigo
vuestros representantes, de la rectitud de sus intencio-
nes, y cuyas luces han implorado, para proceder con
acierto en tan important negocio, os dispensary su pro-
tecci6n: os cubrird con sus alas, y derramard sus ben-
diciones sobre vosotros, para que vea el mundo el ejem-
plo, de que un pueblo que defiende su libertad, no pue-
de ser vencido,.
SY vosotros heroicos pueblos del Norte de Am-
rica! vosotros que tambidn sufristeis por largos afios
la servidumbre y la opresi6n, que logrdsteis haceros li-
bres, y daros leyes que os han hecho felices: vosotros
que veis en cada hombre, un hermano y en cada ame-
ricano un ser digno de vuestros auxilios, no desechdis
nuestros votos: Admitidlos en vuestro seno: dispensad
vuestra protecci6n a pueblos hasta ahora oprimidos que
quieren ser libres y ponedlos a cubierto de los nuevos
ataques de la tirania,.
San Salvador, diciembre 5 de 1822.
JOSe MATIAS DELGADO.
VII
Todas las disposiciones y acuerdos del Congreso
Salvadorefio, concernientes a la incorporaci6n de la Pro-
vincia a los Estados Unidos de America, fueron puestos
en conocimiento del General Filisola, mientras consumaba
su invasion en estos pueblos; y si los concepts del acta
de anexi6n de 22 de noviembre y decreto de 2 de diciem-
bre de aquel afio, emanados de dicho Congreso, no con-
tuvieron los prop6sitos y determinaci6n irrevocable de
aquel caudillo armado, de hacer la guerra, la patri6tica
RECUERDOS SALVADOREROS
actitud de El Salvador, fu6 conocida y bien considerada,
produciendo el efecto de ser mirado, como un pueblo
libre, conocedor de sus derechos que iba a opener sus
armas, al poder military que lo provocaba.
El General Filisola, no pudo menos que temer los
resultados de su invasion injusta: y en vista de la reali-
dad de lo que habia resuelto el Congreso, en oficio del 10
de diciembre, fechado en el pueblo de Quezaltepeque, in-
culp6 con inconvenientes palabras, al Honorable doctor
don Jos6 Matias Delgado, atribuyendo a su influencia,
todo cuanto se habia acordado, respect a la incorpora-
ci6n de la Provincia; sobre lo cual decia, que 6l no hacia
la guerra a la Repdblica de Norte America, sino a
los salvadorefos. En ese sentido escribi6 al mencionado
doctor, de quien obtuvo la siguiente respuesta:
Sefor general don Vicente Filisola:
-El ciudadano Jose Escalante, Capitin de Milicias
Nacionales, puso en mis manos la carta de V. S., hecha
en Quezaltepeque el 10 de este mes. La pas6 inmediata-
mente, como debia, al conocimiento de. la Secci6n Per-
manente del Congreso de esta Provincia, la que en se-
si6n de anoche, decret6, que este Gobierno la contest
conforme a los acuerdos del Congreso, que es la volun-
tad general de los pueblos, manifestada por medio de
sus representantes. En su cumplimiento, repito a V. S. que
por la acta del Congreso General de esta Provincia de
22 del mes anterior, y por el decreto adicional de 2 del
corriente, esta la provincia unida en federaci6n, a los
Estados Unidos de America: que como parte de aquella
Repdblica, resisted y resistird la invasion de las tropas
del mando de U. S. y que a nombre de esa misma Re-
ptiblica, protest contra U. S., y contra el Gobierno de
que depend, los males y desastres, de consiguiente a
esta invasion injusta. Me contraerd ahora, a las espe-
cies que contiene la carta de U. S.,.
,No es un capricho, como U. S. lo llama, el que
sostiene esta Provincia, por sostenerlo ha tomado la re-
soluci6n de defenders, U. S. sabe que el 12 de no-
viembre decret6 el Congreso de sus Representantes, su
incorporaci6n a la naci6n mejicana, bajo ciertas bases.
100 RECUERDOS SALVADOREROS
Estas como dije a U. S., mas de una vez, no contra-
riaban el sistema de Gobierno del Imperio, y tenian por
tinico objeto asegurar para lo future la felicidad de la
Provincia. Tenia poder para fijar estas bases, porque
en todo pacto los que lo celebran, pueden poner las
condiciones que les produzcan mis provecho, y la in-
corporaci6n de San Salvador al Imperio de Mejico, no
era mas que el pacto de asociaci6n que la Provincia
celebraba con las de M6jico, y era just que las fijase;
porque si se separ6 de la Naci6n Espafiola por mejorar su
suerte, y evitarse los males que producia el sistema de
administraci6n peninsular, no podia, al unirse a otra
Provincia, que aun no tiene Constituci6n, prescindir de
los medios que la asegurasen, que esta Provincia, no la
haria sufrir los mismos males-.
Contenia tambidn el decreto del Congreso, el ar-
ticulo de que si U. S., sin embargo de la incorporaci6n
de San Salvador al Imperio Mejicano continuaba hosti-
lizAndola, seria insubsistente, y como no hecho el de-
creto de incorporaci6n. Ya comuniqu6 a U. S. este de-
creto, y en su vista U. S. se resolvi6 a no pasar por
lo resuelto en 61, e insisti6 en su prop6sito de ocupar
por la fuerza a esta Provincia. Si por culpa de U. S.
pues, San Salvador no es en el dia parte de la naci6n
mejicana: si U. S. la oblig6 a buscar en otra nacidn el
apoyo de sus derechos: si U. S. la oblig6 a ponerse
en defense: ZPor que llama U. S. capricho la resoluci6n
de defenders?
Por otra parte, la voluntad de los pueblos tan de-
cidida y manifestada de tantas maneras, no puede Ilamar-
se capricho, porque nunca lo es la voluntad de un pueblo,
y much menos, cuando todos sus conatos son dirigidos a
ser libres. Esto es lo unico que desea la Provincia de San
Salvador: jams ha ofendido a la naci6n mejicana: jamds
ocuparon sus tropas un punto, que no fuese comprendido
en los limits de su territorio: jams ha dirigido sus miras
hacia las otras Provincias que se han agregado al Im-
perio, ni ha turbado su paz. Se hizo libre, al independi-
zarse de Espafia: obr6 como pueblo libre, al unirse a
Mejico: no se admiti6 su uni6n, porque se queria su
RECUERDOS SALVADOREfOS
sometimiento, y entonces se ha propuesto sostener su li-
bertad: U. S. quiere privarla de ella: acaso podra conse-
guirlo, aunque por algin tiempo, pues la suerte de las
armas es incierta. Pero, al ocupar por la fuerza a San
Salvador, al conquistar a nombre de un gobierno ame-
ricano independiente una provincia americana, tambien
independiente, que quiere ser libre, U. S., echa sobre la
conduct del Gobierno de Mejico, el borr6n mds negro,
a los ojos del mundo civilizado. Y dije, que por algin
tiempo nada mis, lograria U. S. privar de su libertad al
Salvador, porque estando la Provincia unida a los Esta-
dos del Norte de America por su espontinea voluntad y
resistiendo como parte de ellos la invasion de las tropas
de U. S. cuando fuese ocupada, aquella Repdblica, aun
en el caso de no admitir la uni6n, pedird cuenta al Go-
bierno de Mdjico, de la ocupaci6n, violent, y guerra in-
justa hecha a una Provincia, que se habia unido a ella,
y puesta bajo su protecci6n y amparo; y entonces San
Salvador sera libre, a pesar del Gobierno de M6jico,.
Por otra parte, la opinion de un pueblo no se con-
quista. San Salvador seria con el tiempo lo que desea,
aun cuando otra Naci6n no tomase parte en su causa
y los ejemplos de la historic de estos dias y de esta
parte del Globo asi lo persuade. La Espafa se hallaba
en el mayor abatimiento y miseria, cuando el Emperador
de los Franceses quiso subyugarla, y apesar de que las
tropas intrusas ocuparon la mayor parte de sus Provincias
y su capital, logr6 desembarazarse de ellas, porque asi
lo quisieron sus pueblos espafioles, y su opini6n era
decidida contra los intentos de Napole6n I. La Rephblica
de Tlascala, pequefio punto en el grande Imperio de los
Moctezuma, conserve su libertad porque asi lo quiso, a
pesar de los esfuerzos que hicieron por someterla a su
dominaci6n los Emperadores Indios. La America Espafiola,
cuando se generaliz6 la opini6n para la independencia,
sacudi6 el yugo de la Espafia, sin embargo del sistema
mejor combinado para perpetuar su servidumbre y de
los esfuerzos de la Peninsula para mantener sus colonias.
*No es mi Animo poner a San Salvador en parale-
lo con Espafia, con la America, ni con otro punto, y
RECUERDOS SALVADOREROS
solo he recordado estos hechos, para probar a U. S.
que la opini6n es la que decide de la suerte de los
pueblos; y si los Tlascaltecas se mantuvieron libres: si
la Espafia se sacudi6 de los Franceses: si la America
se independiz6 de Espafa, porque la opini6n de los
pueblos protegia su causa, como U. S. lo ha visto, serd
libre, a pesar de la opresi6n, porque asi quiere serlo,
porque su causa esta apoyada en el espiritu del siglo y
por la opini6n general de la Amdrica-.
En el dia, se halla esta Provincia en el mismo ca-
so en que se hallaba la America en tiempos de la conquis-
ta de los Espafioles, y si U. S., como ellos lo hicieron
entonces, logra conquistarla, ella tendra despues, para
sacudir el yugo de Mejico, el mismo derecho que ha te-
nido para sacudir el Espafiol. Lo harA, sin que pasen
antes trescientos afios de sufrimiento (ni 200, ni 100,
ni 50, ni 25, ni 10, etc. etc.). La opinion en su favor
progress con mas rapidez, que progresaba por la inde-
pendencia. Las Provincias mismas del Imperio, desean
ser libres. U. S. lo sabe muy bien, y conoce que no tar-
daran en serlo-.
,Con respect a mi, yo no soy quien ha resuelto,
que se resista a las tropas del mando de U. S.-Limi-
tado a las atribuciones que designan a los Jefes Politi-
cos de Provincia las leyes Constitucionales de Espafa,
no he hecho mas, que dar cumplimiento y comuni-
car las resoluciones del Congreso. Tampoco he dirigido
la opinion de estos pueblos; y antes bien ella me ha
servido para instruirme, y para arreglar mis operacio-
nes, al mismo tiempo que he procurado rectificarme,
cuando en algun punto la he encontrado extraviada.
Pero si en mis manos estuviera la dicha de mis com-
patriotas, como Parroco y como Ministro del Dios de
Paz, no les ofreceria por paz el silencio y quietud que
produce el sufrimiento y los clamores sofocados de la
opresi6n ,.
,Doy a U. S. gracias, por haber puesto en libertad
a los press hechos en Quezaltepeque, y me es sensi-
ble, como a U. S., la sangre derramada de los infelices,
que no pasaron a hostilizar a aquel pueblo, sino a re-
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